«Ingeniería estelar»

Buenas. ¡Qué título! ¿no?. Hoy entré a mirar cómo van las alicaídas estadísticas de mi blog y de repente me encuentro con que llegó alguien por haber buscado en el Google (o donde sea) «Ingeniería estelar». También vi que otro llegó buscando algo sobre la muerte térmica. Ambos, obviamente, fueron a parar a mi «no es un post depresivo». Supongo que no encontraron exáctamente lo que querían.

Ellos se lo pierden: Ya les dije, una y mil veces, que si algo sobre lo que escribí les interesa, pidan más. No voy a vomitar todo lo que sé, creo, sospecho, o pienso sobre un tema, en un solo post. Me hubiera encantado que esa persona que estaba buscando algo sobre ingeniería estelar haya dejado algún comentario; algo, lo que sea, por qué tuvo la inquietud de buscar sobre eso. No sé a ustedes, pero a mí me da curiosidad. No es algo de lo que uno vaya y lea en el diario (creo). Así que si volvés por acá, sabé que el título te lo dedico. Y si tenés ganas de compartir algo, hacelo.

Como no podía ser de otra manera, tengo más para decir. Podría dejar este post, y empezar otro, pero ese título me gusta. ¿No les pasa, a veces, que cuando llega la noche y empiezan a entrar en ese estado alfoide sienten que están entrando en contacto íntimo con quien realmente son? No, no digo cuando ya se durmieron.

A mí a veces me pasa. Uno a la mañana se levanta, y yo eso lo veo como que uno se pone el traje de «uno mismo». Con sus gracias y desgracias, sus cassettes de siempre, y los nuevos, sus ritos y rituales. Se distrae cuando está estudiando, hay cosas que le causan gracia, etc, y uno es ese que siempre es. Pero a veces me pasa que llega la noche, y siento como si de a poquito se fueran desprendiendo lentamente de mí todas esas cosas. La mayoría son rasgos que puedo identificar como característicos de mi interacción con otras personas. De repente miro a mi alrededor, y ya las cosas dejan «causarme gracia» (no digo que me angustien, si no que se filtran y pasa por otro lado, las reconozco como graciosas pero nada más). Uno se vuelve un poco taciturno, no hay mucho para decir, pero sí para pensar. En ese estado, podría leer 20 páginas al hilo de cualquier cosa sin una sola distracción, me podrían quedar grabados hasta los detalles más chiquitos, cosa que en otro momento del día sería imposible porque uno se distrae, pelotudea, etc. Analiza más las cosas, mucho más. Es como si se despojara de todos aquellos recursos que constituyen «la personalidad externa» de uno (por decirlo de alguna manera… aquella parte que está relacionada a como es uno para con el afuera) y queda solamente el núcleo. La esencia. No sé, en esos momento siento que todo es más claro. Pueden durar poco… y dormirme, o mucho, toda una noche. Ahora por ejemplo no estoy así, pero algún que otro post lo habré escrito en ese estado.

Me pasó varias veces, pero hace unas noches que lo vengo caracterizando y tratando de entender. Como digo siempre, probablemente lo describí medio para el orto, pero es lo que hay. Simplemente veo si encuentro alguien que le pase algo parecido. Y si no, todo bien. No es lo único que tengo para decir al respecto, pero por hoy, sí.

Un saludo para todos, especialmente mi amigo el ingeniero estelar.

PD: «Punto Omega» puede referirse a varias cosas, pero a la que el título de este blog se refiere en particular, tiene bastante que ver con lo que podría en el futuro ser «ingeniería estelar». Si le interesa, busque.

Warning!

Advertencia: Para variar, lo que usted está por leer puede empezar en un lugar y terminar en otro cualquiera. Está avisado.

Primero, estoy rompiendo mi record. Ya son 3 días con cero visitas, así que, o a nadie le interesa esto, o se tomaron muy a pecho los posts previos y se suicidaron todos. No desespere, falta mucho para que desaparezca el Universo.

Segundo, tercero, cuarto y todo lo demás: Hoy tengo ganas de cagarme olímpica y violentamente en Harry Potter. Bah, el problema no es con Harry Potter, siempre tiene que «ver con todo». Todo bien con Harry, no tengo ni idea qué hace, será mago y moverá la varita. Y todo bien con la escritora, Rowling creo que se llama. En fin. Salió el último libro, en inglés, y hacían notas en el noticiero sobre los pibes que estaban esperando para comprarlos.

Datos curiosos:

1) El libro salió en inglés, y el 90% de los chicos que estaban ahí, no sabían inglés. Estaban los que decía que lo iban a leer con el diccionario al lado (¡Qué bueno! ¡Harry Potter educa a tus hijos!) hasta los que decían que iban a pagar no se cuanta plata al pedo simplemente para tenerlo y después comprársela en castellano para leerlo ¿What the fuck?

2) Estaba lleno de chicos y chicas disfrazados con corbatita, anteojos y demás, pero había un montón de flor de hijos de puta flacos de 20 años o más, también disfrazados, pero me refiero a boludos importantes, con barba recién afeitada.

3) La mayoría de los chicos se pusieron a gritar y/o llorar en el momento que mostraron los libros… sí sí, o sea, que sacaron una tela que los recubría y se los veía. Lloraban. Yo lo ví. No era magia, era real.

4) Había madres muy contentas (y no solo ahí, esto lo he escuchado yo en persona) porque «sus hijos empezaron a leer con Harry Potter». O sea, piensen en todo lo que había atrás de eso: El pibe nunca agarró un libro en su vida. En su casa no hay cultura de la lectura, señora, porque si no su hijo habría empezado por algún otro libro. Y si empezó a leer esa garompa no es porque usted lo fomentó, seguramente algún compañerito lo introdujo, algo así como por carácter transitivo. Más de uno habrá empezado feliz a leer su primer Harry Potter a los 8, y habrá llegado a los 16 o 17 y lo único que leyó son… los demás Harry Potter. Que tu hijo haya empezado a leer por Harry Potter no es un mérito para él, es un no-mérito tuyo, querida madre. No digo que los chicos tengan que leer Kafka, pero esos libros son lo que son, ni más ni menos. Después que los pibes se ultra-fanaticen como suelen hacer con algunas cosas, bueno. Allá ellos. Tienen tiempo.

5) Leí que en no sé dónde una chica se bajó una copia trucha del libro por internet, donde decía que Harry se moría al final. La chica se deprimió y se suicidó.

Si todo lo anterior no le muestra que el mundo es cualquiera, quédese tranquilo que tengo muchos posts por delante para seguir. Pero es así, obviamente no le puedo echar la culpa a esos libritos (incluso por ahí están buenos); es el fenómeno que los rodea (y no solo a esos libros en particular, sino con muchos «sucesos de culto») lo que marca lo bizarro del mundo en que vivimos. Estoy seguro que si quisiera, podría expresarlo con más palabras y mucho mejor. Pero no tengo ganas, además, creo que se entendió. Por otro lado me impresiona mi capacidad de redacción, la cual mientras menos elaborado es el post, peor es, como por ejemplo la cantidad de veces que repetí «Harry Potter» en vez de elegir algún pronombre o algo mejor.

Creo que por hoy nada más. No es muy productivo este post, pero es lo que hay. ¿Qué quejoso que soy, no? Si le molesta jódase (pero «joderse» en sentido cariñoso, de jorobarse, si usted es de España, creo que «joderse» es como un insulto más fuerte; en cambio en Argentina es de lo más light). Increíble como pasé de casi no insultar, a esto, ¿no? Creo que se va a poner peor.

En fin, sean felices y compren su librito y cultívense un poquito.

Se viene se viene…

No sé qué se viene. Esto de no hacerle propaganda al blog por mi parte es medio medio, porque no entran muchos. Así que lo que te pido es sencillo: Si te gusta, hacele propaganda. Con el vecino, con el perro, con tu papá, con la chica con la que chateas (que en realidad es un tipo) y tenés sexo virtual, con quien sea.

Si tenés algo para decir, también decilo, no sé si se habrán dado cuenta que insisto bastante con el «comenten», simplemente porque me parece más divertido, más fluido, menos acartonado y seguramente mucho más rico.

A pesar de eso, se viene algún que otro artículo sobre Linux (probablemente más de uno), como se vienen las elecciones seguramente van a aparecer otros de corte político y por ahí puede llegar a aparecer alguno que otro descolgado, entre los que considero que puede haber algo de deporte, de algún dibujo animado (sí, ¿qué? ¿te defraudé? y lo que es peor… ¡Seguro que hablo de Mazinger!). Obviamente van a seguir habiendo posts «Brainstorming» como los anteriores, y probablemente muchas cosas que clasificarían como «ñoñas» (tengo derecho).

Bueno, nada más. Me despido.

NO es un post depresivo!

Por ahí porque es de noche tarde, tarde mal y debería estar durmiendo. Pero en realidad no es por eso, porque es algo que cada tanto se me cruza. Y la verdad, es que no voy a hablar de nada nuevo, no solo el tema es viejo, si no que no voy a decir nada nuevo sobre el mismo, y no solo eso, si no que sea lo que sea que esté por escribir estoy seguro que ya se dijo mejor. Creo que a veces puedo describir bien las cosas, pero he leído gente que escribió sobre esto con una profundidad y un sentido casi poético que la verdad no voy a alcanzar (pero lo bueno es que tampoco es mi intención).

Dígame, querido lector/a: Usted seguramente, en algún momento de su vida, habrá entendido en profundidad (pero no un «si… claro que va a pasar…») que va a morir. Lo cual puede verse tanto como algo sencillo y natural, o como algo que realmente se merece toda nuestra protesta, que nos da derecho a gritar y patalear.

Si a usted le dijeran que va a morir en una semana, ¿qué haría? Pero no me refiero a una especie de pronóstico de horóscopo chino, me refiero a si le dijeran con toda certeza. Sería un desastre, ¿no?. Sí, probablemente se le cruzarían mil cosas por la cabeza… ¿cómo puede ser? ¿tan rápido?. No soy psicólogo, pero probablemente pasaría por todas esas fases de negación, aceptación, y no sé cuántas cosas más. ¿Y después? ¿Vendría una especie de «tengo que aprovechar el tiempo que me queda»? Es una posibilidad, y de repente llamaría a toda la gente que quiere pare decírselo, le pediría perdón a todos aquellos con los que quiere «despedirse en paz» (qué frase de mierda), etc. ¿Y más adelante? ¿La listita de las cosas que me quedaron por hacer y nunca hice?. Sí, la verdad que no sé, no sé qué sería una reacción normal.

Pero ahora imagínese que le dicen «Te queda un día de vida». Epa… un día… desesperación total. Panic Attack. ¿Y ahora? Ahora sí que te quiero ver… ¿a coger que se acaba el mundo? ¿Imposible de predecir cómo reaccionaría? Como que un día es muy poco, ¿no? ¿Por qué mierda no fue con mayor aviso? Como que un día es demasiado poco tiempo para saber con anticipación pero mucho para desesperarse rumiando lo que hacer.

Pero se puede hacer más fácil. ¿Y si le dicen que en una hora? ¿Increíble, no? Pero ahí creo que terminaría ganando la resignación pura… ¿Una hora? ¿Y si fuera un minuto? Zas, eso ya es una mierda. Ya no hay nada que hacer… me tiro al piso mirando el cielo y me pongo a contar pajaritos. Ni tiempo de procesarlo prácticamente… para qué te vas a desesperar al pedo si antes de que termines de entender bien todo ya vas a estar muerto (sí, muerto, nada de «en la otra vida», o «reencontrándote con la gente del más allá», eso no existe).

Y sí. Pero ojo, probablemente tampoco te angusties tanto si te digo «en 30 años». Me vas a decir «Eh… ¿en 30 años? Bueno… 30 años es mucho, y por ahí es lo que llega a vivir cualquier persona, y ni se entera que se muere… no me voy a hacer drama por eso ahora» Y sí, a menos que usted sea un neurótico obsesivo de primera, probablemente no entre en el mismo estado de desesperación que si fuera en una semana. ¿Pero cuando cambia esto? ¿En 20 años? ¿en 1? ¿en 1 mes?

No sé, en algún punto la inminencia parece ser terrible. Y es así. La pregunta, señores y señoras, no es «¿por qué vivimos?», «¿por qué morimos?», o en buen romance «¿para qué mierda nazco si después me voy a morir y fue todo al pedo?». No, no es esa, porque tampoco es tan así. La pregunta en realidad es: ¿no le parece un poco cruel por parte de la naturaleza, que le haya dado la capacidad de hacerse semejantes preguntas, y sufrir por no encontrar respuesta, a seres de vida «finita»? Imagínese qué gracioso si usted fuera un árbol, como esas secuoyas gigantes que viven y viven y viven. Sí, sería un vegetal en todo sentido.

Pero en el fondo todo pasa por lo mismo. Llámelo angustia existencial, llámelo como quiera. Realmente, por más que tratemos de darle un sentido a todo, ¿tiene sentido tratar de darle un sentido?. En principio es una pregunta medio pelotuda, tengo que admitirlo. Pero piénselo, querido lector/a: Nacemos, todo muy lindo. Vivimos, más que lindo. Y al final nos morimos. Si usted cree en Dios/algún Dios (sí, porque asumamos que cuando se dice «en Dios» se refiere al de la mayoría, muy discriminatorio por cierto)/varios dioses/cualquier cosa que no se llame «dios» pero que es algo «superior», entonces usted tiene la vida resuelta. Usted se tiene que portar bien en la vida (sí, claro) y después no se muere, morirse es como una cosa de mentirita, como un estadío intermedio, un break, un recreo, para después seguir haciendo lo que sea, o pagar sus culpas, o vivir la vida loca, en el más allá.

Pero, por suerte, no para todos el cuento termina ahí. Los habemos los que creemos que después de morirse no hay nada. ¿Había algo antes de nacer? ¿A usted le dolía algo antes de existir? No. ¿Y por qué va a haber algo después de morir? ¿o por qué va a doler? ¿o sentirse lindo? ¿o sentirse algo?. Uno deja de existir, uno es finito. Si todavía no lo aceptó, acéptelo.

Pero eso sí, no apague el monitor y se vaya a tirar por la ventana. En definitiva, siempre están los argumentos del estilo «pero aunque yo me muera, si soy un hombre de bien (ojo, esta condición no es absolutamente cierta, piense en Hitler) la gente me va a recordar, y a pesar de haber muerto en realidad sigo vivo en el recuerdo de los otros». Sí, bueno, ¿realmente lo consuela eso a usted? Me alegro. Otro muy bonito es que usted se muere pero quedan sus hijos, y creo que por ahí viene la respuesta, pero la mayoría de la gente (a mi entender) casi la entiende pero no del todo. Sí, usted tiene hijos, y si bien no son un clavel del aire, tampoco son una prolongación suya. No lo haga cargar con karmas paternos (o maternos). No lo haga seguir su profesión frustrada. No es «el padre en pinta». Él es él, usted es usted, y tampoco puede, en medio del viejazo, empezar a vivir la vida a través de los ojos de él ni nada por el estilo. Creo que un perro o un conejo la tienen más clara en ese aspecto. Van, hacen lo suyo, tienen hijos, y jamás se cuestionaron si debían comer la zanahoria o suicidarse porque «nada tenía sentido». –En otro orden de cosas: ¿Sabe qué es la teoría del gen egoista? Más que teoría es una hipótesis. Dice que en realidad no es que los «genes» son lo que usamos de vehículo para perpetuarnos, si no que nosotros somos el vehículo de perpetuación de los genes. Algo así como que no es que la gallina es muy piola y pone un huevo, si no que el huevo pone gallinas (esta metáfora no es mía, es robadísima). Si nunca había escuchado sobre eso, piense al respecto.

Pero volviendo al tema, creo que sí, creo que tener hijos, y nietos, y pasar por las distintas etapas de la vida es una especie de recompensa muy particular. ¿Notó como un atardecer hoy no es lo mismo que hace 10 años? ¿o 15? El atardecer no cambió, usted cambió, y percibe las cosas de manera distinta (esperemos, porque si no puedo en este momento declararlo un inmaduro, o pendeviejo, o como le guste). Todas las estaciones del año tienen su gustito. Sería como pensar que porque un día va a terminar llegando el invierno, no tiene sentido pasar por la primavera. ¿Le parece cursi esto? Bueno, lo lamento. Tiene derecho.

Puede que eso tampoco lo reconforte. Por ahí, cree que existe algo como el diseño inteligente. ¿Sabe lo que es el diseño inteligente? ¿O tiene idea de qué es el principio antrópico?. Si no sabe, pero quiere saber, déjeme un comentario, por lo menos quiero sentir que estoy escribiendo para alguien. También si le parezco un boludo lo puede decir, yo no censuro a nadie. No se olvide: mientras usted crea que yo soy un boludo, yo por default voy a saber que usted es un boludo (¿qué simpático, no?). Pero bueno, en principio uno podría hacer una afirmación «más o menos» (no tengo ganas de decir por qué más o menos) descabellada y pensar que este Universo existe y nosotros estamos acá y eso no es para nada azaroso. Que una de las condiciones de contorno para la existencia del Universo es que haya «vida inteligente» (si usted puede darme una definición precisa de «vida» en 10 renglones, lo aplaudo, y si encima puede definir «vida inteligente», voy a su casa, le toco el timbre y le doy la mano) que pueda sensarlo. ¿Suena lindo eso, no? Como que no suena tan esotérico como «Dios existe y blah blah blah» pero por el otro lado nos devuelve a un lugar de importancia, casi principal, del que nos habían sacado cuando la Tierra giraba alrededor del Sol, no? Sí, piénselo. Si le interesa lo discutimos.

La verdad, es que usted puede pensar tranquilo. Alguna excusa se va a inventar para que no sea todo tan patético. Seguro que algo se le va a ocurrir, ya sea sus hijos, que lo recuerden, etc. Pero, ¿se puso a pensar alguna vez en el destino final del Universo? Sí, alguien lo va a recordar a usted, y así sucesivamente. Pero, sépalo querido lector/a (qué embole esto del /a, si sos mujer no te sientas discriminada si lo dejo de poner)(Y otra nota!!! es increíble como paso de tratarte de «usted» a tratarte de «vos»… es que trato de ser serio pero me cuesta…), como venía diciendo, sépalo que este planeta, este sistema solar, este Universo, tiene los días contados. O por lo menos eso creemos hoy. ¿La estocada mortal? ¿el golpe depresivo final? Qué se yo. Un día el Sol va a estar cerca de apagarse y se va a hinchar. Mucho. Entre todas las fases que va a pasar, va a pasar por gigante roja, y va a ser tan grande, que incluso la Tierra va a estar adentro del Sol (y todo lo que estaba en la tierra, va a quedar hecho a la parrilla). Y lo que viene después es más de terror, así que me lo ahorro.

¿Y el resto del Universo? Y bueno, por lo que sabemos ahora, se aleja y se va… bye bye… mire esas estrellas en el cielo, la próxima vez que las mire (salvo excepciones, pero no me haga trampa) van a estar más lejos. Y así, todo se va a alejar de todo hasta alcanzar la muerte térmica (¡Hasta los agujeros negros se van a morir!) y se supone que nada quedará. Bueno, nada es una forma de decir, pero se entendió. Y si realmente ese fuera el destino del Universo, ¿habrá algo que el hombre o alguna criatura inteligente pueda hacer? No sé, yo incluso llegué a leer sobre términos como «ingeniería estelar»… movemos una galaxia acá, otra para allá… Ojo, no se ría, a ver si cree que hace 100 años la gente pensaba que iba a poder mover electrones, colisionar hadrones, etc. etc. Es un poco cuestión de esperar… pero en fin… para nosotros es un poquito irrelevante porque igual ya vamos a estar muertos. ¿O en realidad no es irrelevante? Ah no sé, piénselo y coménteme.

PD: Para variar no voy a revisar si me equivoqué o no.

Me quiero quejar

Este post probablemente sea largo. ¿Por qué? Porque me quiero quejar. Y cuando me quejo en general nunca es cortito.

Podría separar este post en varios más chiquitos, pero ahora se me dieron las ganas de quejarme de varias cosas, simplemente porque sí.

Querido lector/a: No sé qué sentirá usted, o qué sentirán en cada país (sea de donde sea que usted proviene) pero dígame la verdad: ¿no está un poco cansado de lo que lo rodea, en casi todo sentido?. En Argentina ya llegan épocas de elecciones. Y es todo realmente un asco. Uno ya está prácticamente resignado; entonces al llegar las elecciones le empiezan a vender a uno la «sensación térmica». «Uy, ——– (inserte nombre X de cualquier candidato) tiene un 53% de imagen positiva! Debe ser bueno, lo voy a votar». La gente tiene una especie de complejo en la cual hay que votar a ganador, pero lo gracioso es que ya le dicen por adelantado quien es el que tiene que ganar. Ojo, no digo que esto le pase a todo el mundo. Pero es algo común. El problema principal no es ese, si no que habría que sentarse a reflexionar 2 segundos y preguntarse, sinceramente y sin darse a sí mismo una respuesta ligera, ¿para qué voto?. Sí, ¿para qué vamos y votamos?. Piénsenlo, realmente, la democracria, esa que le enseñaron allá lejos y hace tiempo cómo funciona, en los papeles es buenísima. Pero en la práctica ¿realmente le merece algún respeto?. No se ataje, no vamos a demonizar «la democracia» como objeto virtual, evidentemente es la gente que la constituye la que viene fallada. Y no solamente los que están en el poder, que son «malos malos», si no también el resto, los «buenos» y pasivos (entre los cuales me incluyo). Ser «buenos» y pasivos es totalmente funcional al beneficio de los otros malo-malo.

Las elecciones son una mentira. Los candidatos le son impuestos a un pueblo que se deja imponer. Votamos sin saber a quién ni por qué, realmente; de los que figuran «en grande», sabemos poco y nada, con suerte les conocemos la cara, y casi siempre desconocemos un pasado oscuro y turbio que eventualmente va a hacer saltar quien quiera que sea que esté en la vereda de enfrente. Y el resto, la famosa lista sábana, ¿realmente tiene la más mínima idea de a quien vota? No. Y eso, ¿no lo perturba aunque sea un poquitito?. Se han cagado en nosotros de una manera increíble una y mil veces, y si no, haga memoria. Todavía no puedo creer que el justicialismo haya hecho esa especie de interna abierta presentándose como PJ por un lado y Frente para la Victoria por el otro, copando todas las bancas. Eso, mi amigo, es ilegítimo (y casi seguro que ilegal también, pero no es mi fuerte).

Incluso últimamente, en esa payasada llamada «elecciones» en las que el gobierno apostó todo para poder lograr la elección indefinida de cierto gobernador, hubo tantas irregularidades que ya no se sabe si tomárselo como un chiste. Traían gente de Paraguay a la que le daban un documento cualquiera para que vayan y voten. Votaban los muertos. Todo esto se sabe, se vio, se supo, y nadie se escandalizó. Es como si, de alguna manera, trataran de aplacar a las fieras (unas fieras con garritas de algodón y dientes de manteca, cabe acotar) permitiéndonos, cada tanto tiempo, participar en esa farsa en la que uno va y vota y haciéndonos creer que de alguna manera REALMENTE tenemos algún tipo de control sobre la situación o la realidad que nos rodea.

Todo está digitado desde alguna esfera superior a la suya. No sea ingenuo. ¿Le hicieron creer que «el pueblo» recuperó la democracia? ¿O que «el pueblo» saqueó los supermercados y desencadenó la salida de Alfonsín? ¿O que «el pueblo» *echó* a De la Rua? No me malentiendan. No digo que todo sea un invento, no digo que siempre todo estuvo bien y que el hambre no existió. Eso no se inventa, pero lo que sí se inventa, se exacerba, se digita, son las reacciones, los comos, los cuandos. Los saqueos a los supermercados «bis», los de la época de De La Rua, esos sí que estuvieron totalmente digitados. Y eso sirvió para generar la sensación térmica «anti de la Rua». Y repito que sí, que fue una presidencia paupérrima, que todo lo que podía estar mal estaba mal, pero ESO fue una maniobra política. Saque cuentas y entenderá de quien. «Ah, claro BOLUDO, y ahora me vas a decir que el cacerolazo no tuvo nada que ver con que cayera De la Rua… » debe estar pensando usted. Y la verdad es que no, por más que lo quiera creer, que lo haga sentirse un He-Man con espadita de plástico, por más que en ese momento se haya sentido fantástico y con el pecho inflado participando de un momento histórico, sépalo: usted no tuvo nada que ver. En realidad por un lado fue funcional a otros intereses, y por el otro pudo descargar la bronca que tuvo porque le tocaron el culito con los ahorros. Obviamente, siempre hay casos particulares que son excepciones, pero pasó eso. ¿Que se vayan todos? Se fueron pero volvieron, y la gente hoy no patea ningún banco, peros los que están son los mismos. No querían que se fueran todos, solamente que le devolvieran la platita. ¿Donde están hoy las asambleas barriales? ¿Se acuerda que con ellas había nacido «una nueva forma de hacer política en Argentina»?. Chicos desnutridos que se mueren de hambre en Argentina, los hubo y los habrá, pero por eso nunca hubo un cacerolazo.

Hay represores sueltos, ¿sabía? por eso tampoco vi un cacerolazo. Ni por Julio López vi un cacerolazo. No, la verdad que no vi ninguna reacción en Buenos Aires (o Argentina en general, no quise hacerlo específico) en general. Tampoco veo un cacerolazo en contra del paco, ¿usted lo vio? Yo me lo perdí entonces. Lo que sí vi es una columna de gente gigante encolumnada detrás del aparente dolor de un padre que escondía detrás un mensaje claro de mano dura. También me acuerdo del «Piquete, Cacerola, la lucha es una sola». Ahhhh sí… qué placer… qué placer poder tener eso en el recuerdo, y acordarme de los piqueteros marchando y las viejas conchetas de Belgrano R dándoles una botellita de agua mineral para que no se deshidraten, pobresitos. Cuando Castells (que igualmente le chifla) dice que «no puede haber perros de gente rica que come mejor que gente pobre», TIENE RAZÓN. Realmente tampoco vi ni una cacerolita sonando por eso.

Igual, incluso la gente que supuestamente defiende los derechos de los pobres también está mirando otro canal. Porque al mismo tiempo que Castells dice eso, su esposa participa en un programa de televisión compartiendo cartel con alguien que gana 80000 pesos por mes. Porque, sí, Carmen Barbieri gana eso por mes en el programa de Tinelli. ¿Qué loco, no? No le parece genial que en un país como Argentina, donde un investigador, alguien que hace ciencia, gana 1500 pesos por mes (en un escenario más que favorable) Carmen Barbieri gane 80000 pesos? no es por meterme con ella en particular, es que es de las pocas que dijo en público cuanto gana.

Todo bien con el fútbol, a mi me gusta mirar los partidos por la tele, pero no me diga que 22 boludos en pantalones cortos atrás de una pelota valen los millones de dólares que valen, y merecen ganar la plata que ganan. A veces pienso qué pasa por la cabeza del tipo que está cagándose de hambre o cortando una ruta porque no tiene trabajo, o no tiene para comer, pero paga la cuota de su club de fútbol que permite que un tipo que lo ÚNICO que hace es jugar bien al fútbol (con suerte) gane la guita que gana, o que en paralelo a no tener un peso le da rating a algún programa que hace que alguien por cantar o bailar pueda ganar más de lo que él gana en 10 años. Y lo que digo no es tirado de los pelos, es simplemente ¿usted puede creer el estado de alienación en el que uno está sumergido? Prácticamente nada tiene sentido, todos están disconformes, pero los reclamos son disfuncionales, apuntamos a donde no corresponde, o apuntamos bien pero nos falta apuntar a muchos otros lugares. Nadie quiere cambiar nada realmente en profundidad acá, porque implicaría cambiar esa pequeña (o no tan) parte que nos disconforta, pero también cambiar un status quo que no estamos dispuestos a dejar. No queremos realmente que cambien las cosas; pero de la boca para afuera decimos que estaría bueno que las cosas sean mejores para «xxxxxx» (inserte nombre de alguna provincia del interior, o villa que ande dando vueltas por ahí, o gente de alguna clase en particular). Pero nada hacemos para cambiar eso, y de alguna manera limpiamos la conciencia yendo cada tanto a meter un voto que sabemos que tiramos al inodoro.

Podría seguir, podría seguir mucho. De hecho no escribí ni el 10% de lo que tenía pensado, y quedó medio desastre, son varias cosas que pienso y que quedaron enganchadas medio tirando de los pelos. Pero bueno, la idea está. Otro día puedo seguir con esto, o no, veré. Lo releí para ver si tipié mal y 1) no tengo ganas y 2) me doy cuenta que algunas cosas no las expresé todo lo bien que quería, pero si usted lee y duda, deme el beneficio de la duda (valga la redundancia) y crea que escribí algo de acuerdo con lo que usted cree. En realidad no, sería demasiado trucho. Pero bueno, es lo que hay.

Los 3 destinos posibles

Este blog tiene 3 destinos posibles. Como no tiene un tema en particular como otros blogs que veo que funcionan bien y hablan o de fútbol o de computación o lo que sea, puede pasar que la gente que entre y le guste algo después pase el tiempo y no vuelva a encontrar algo que le interese y no entre más. Ese es el escenario número uno.

Podría pasar también que (no sé cuan susceptibles son ustedes, queridos lectores -si es que los hay- allá afuera) mi comentario «soy anti blogs» les de como una patada en los huevos y digan «y te pensás que yo voy a leer el tuyo?» y automáticamente no vengan más.

El tercer caso posible es que símplemente se enganchen. No sé si sería raro o no, hay que ver. Por lo pronto creo que algunas cosas de las que voy a escribir pueden llegar a ser interesantes, aunque asumo que no va a faltar el que piense que en vez de hacer propaganda sobre acontecimientos futuros, podría ahora mismo estar escribiendo ese «algo interesante». Y es cierto, pero no tengo ganas.

¿Tendría que agregar fotitos y eso para que sea más lindo esto no? Ya voy a ponerme un poco más las pilas. Todavía ni siquiera me puse a clasificar los posts. Pero creo que es lo mejor, no tienen clasificación. Nada más, disfruten el fin de semana, por ahí aparece algo nuevo antes del lunes (a quien le importe).

Una recomendación

Hace poco alquilé una película, que en Argentina se editó con el nombre «Él árbol de la vida» —CORRECCIÓN: NO! ES «LA FUENTE DE LA VIDA» (creoooo… creo que hoy la vi en el videoclub con ese nombre… busquen…)— (puede que me equivoque) pero que el título original es The Fountain. La alquilé sin saber mucho más que era de Darren Aronofsky, el mismo tipo que había hecho Requiem for a Dream y Pi, dos películas que me habían gustado mucho.

La película me gustó, la trama es buena, pero es casi una excusa para el concepto que subyace de fondo y una realización visual estupenda. Igual, no soy crítico de cine, sé poco y nada de eso, y tampoco voy a hacer un review de la película. El tema es que me di cuenta que el director (Darren), es mucho muy talentoso. Buscando un poco en internet parece ser que las únicas 3 películas que hizo son estas que les conté. Pi, la han de haber escuchado nombrar alguna vez. Es más, se convirtió en una película de culto. La historia es rara, pero buena. Por lo que leí no llegaban con el cash pero después de mucha financiación la lograron terminar, y se nota que es de bajo presupuesto, pero no en un mal sentido, si no que se ve que se aprovecharon los bajos recursos para enfocarse en contar la historia en cuestión.

Igual, nadie que haya visto esa película podía esperar la BOMBA que fue la segunda película de Aronofsky porque, créanme, Requiem por un Sueño es una de las mejores que se hayan hecho jamás a mi criterio. Si no la vieron, por favor vayan y alquílenla. Es dura, y cuando la terminen de ver probablemente van a pasar 5 minutos que no van a poder dejar de pensar en eso que acaban de ver, y a los más «sensibles» probablemente se les haga un nudo en la garganta. Es que es así, esa película logra, con mucha inteligencia, captar de manera notable muchísimas cosas que están sencillamente mal en la sociedad (decir que es una película que trata sobre «el consumo de drogas» es menospreciarla totalmente) hiladas de manera genial, sin golpes bajos (aunque los habrá aquellos que piensen que toda la película es un golpe bajo) y sin final Hollywood todos felices. No tiene desperdicio, toda escena dice algo, incluso la banda de sonido me pareció muy buena y que encajaba perfecto. Buscando un poco leí que en Cannes, después de haberla proyectado la aplaudieron durante 13 minutos de pie. Si todo lo que les dije no alcanza para que vayan y la alquilen, bueno, allá ustedes.

Seguir esa película con algo igual de fuerte es dificil, y la verdad es que The Fountain se aleja en todo sentido de lo que fue Requiem (de la misma manera que Requiem se aleja de Pi). Pero bueno, también es muy recomendable.

En fin, quería aportar algo, ya sea que estén aburridos este fin de semana y no sepan qué hacer, o whatever, vayan, alquilen y comenten.

El comienzo

Es sencillo. Hoy empiezo este blog, y algún día lo voy a terminar. Conociéndome, eso va a ser porque simplemente un día voy a dejar de interesarme, o de tener tiempo.

Soy un anti Blog. No leo blogs ajenos prácticamente, siempre me molestó la idea de «yo pienso esto y quiero que todo el mundo lo lea». ¿Qué contradicción, no? Pero se resuelve fácil… «yo» no es nadie, no me interesa que sepan quién es el que piensa, si no qué tiene para decir. Y no, no es tan importante lo que tiene para decir, de hecho ni siquiera es un poquito importante. ¿Y qué? Si no te gusta no lo leas.

Hoy (y por muchos días) este blog va a ser muy pedorcho. No sé nada sobre HTML, ni sus derivados con muchas letritas a izquierda o derecha. No soy muy ducho con esto, pero vamos a tratar. Quiero pensar que a medida que pase el tiempo, esto va a mejorar. En fin, siempre me pasó que cuando veo algo, cualquier cosa, trato de imaginarme cómo fue la cadena de eventos que lo llevó a ser lo que es, lo que resultó. Esto es una especie de experimento personal. Este blog empieza hoy, un día va a terminar, pero vamos a ver cómo llegamos a eso. Tan malo no puede ser, ¿no?