Carpe diem

Kinda late yet again. And yet, here I am. Me quedé pensando en lo último que escribí. Lo releí y pienso que lo podría haber escrito mejor. Supongo que es el trade off de estar in the mood. Las cosas fluyen, y al escribir como fluye se pierde «elegancia». Podría haber releído, retocado, arreglado, etc. Pero no. Creo que mejor es así.

Es extraño, releí varios posts viejos, y es increíble cómo encuentro una especie de hilo conductor. No entre TODOS, porque hay varios que realmente no tienen nada que ver. Sin embargo, algunos que en apariencia no tienen relación alguna, están conectados, aunque a veces el vínculo sea un poco obscuro. Por ejemplo, releí uno que escribí hace poco, «ad interim». Y releí el último. Y releí un par más. Y a pesar de que están separados por meses (y algunos, años), queda claro que comparten un leitmotiv. Un leitmotiv de este blog son los procesos. Probablemente sea «el» leitmotiv. Nada es lo que es «as is»; siempre está metido, de una forma o de otra, una imagen o cuestión dinámica. Siempre está, de una u otra manera, metido el tiempo. Ya sea sobre cómo van a evolucionar las estrellas, cómo se formó la tierra, el origen de la vida. Pero no solo eso. De «ad interim» se desprende, de algún modo, el efecto negativo de estar evaluando «el futuro» a cuestas de vivir el presente. Arturito lo dijo mejor que yo: «Por eso la mayoría de los hombres, cuando al final vuelvan la vista atrás, descubrirán que han vivido toda su vida ad interim [de forma provisional] y se sorprenderán de ver que aquello que dejaron pasar de largo sin advertirlo ni disfrutarlo era precisamente su vida, justo aquello que pasaron la vida esperando.»

«Un puñado de nombres» claramente trata sobre el pasado. Hace poco leí en algún lugar una de esas frases que pretenden explicarlo y arreglarlo todo con pocas palabras. Decía que «ansiedad» era exceso de futuro y «depresión» es exceso de pasado. Es simpático y elegante, pero para mí hay mucho más que eso. Quién dijo que no se puede deprimir por el futuro, o sentirse ansioso por algo del pasado? Pero más allá de eso, creo que así como antes dije que una fuente de problemas para la gente es el tema del protagonismo (serlo de la vida de nadie, de la propia, de la de todos), el presente es un problema a veces también. Y de esto me declaro culpable (y del problema anterior del protagonismo, también). Qué dificil que es a veces no hacer un quilombo con lo que fue y con lo que será. No debería serlo, realmente. Este es un ejemplo de esas en los cuales las personas mismas tienen (tenemos) la capacidad de perjudicarnos por no poder evaluar el presente. La circunstancia actual. La situación en la que uno está parado HOY. Mierda si he pecado de que se me nublara la cabeza y casi haber pateado el tablero por haber mezclado pasado, presente y futuro. En algún punto lo hacemos todos. A veces arrastramos con demasiado pasado, no le ponemos moño a las cosas y traemos esa mochila al presente. Pasa con el trabajo, pasa con la familia, y muy marcadamente pasa con las relaciones entre las personas. Lo mismo para adelante. Y si no funciona? Y si me echan? Y si no me dan el aumento? Y si me deja por otro/a? Y si me… basta. Uno se ataca con eso y termina en la profecía autocumplida. Las materias de mierda, la familia de mierda, el trabajo de mierda, los amigos de mierda, la pareja de mierda, siempre se puede encontrar la forma de ver el presente como una cagada (siempre, en general, delegando la culpa afuera, otra costumbre homo sapiens), y ahí es donde te refugiás en el pasado, o en el futuro, o ambas, o no sé. Ni ayer es mejor, ni mañana es mejor, porque ninguna de esas dos cosas existe. Queda hoy, que es el mañana de ayer, es lo único que hay. Queda hoy, lo único que importa, que con el tiempo formará parte de un proceso. Queda hoy. Ahora, que «quede hoy» no quiere decir «me cago en todo lo que vendrá». El siempre mal usado carpe diem. ¿Por qué mal usado? Voy a cultivarlo un poquito, querido lector. «Carpe diem» viene de un poema que escribió Horacio (No, no Horacio el verdulero de la esquina, este Horacio). El artículo de wikipedia en español, al menos al día de la fecha dice lo siguiente:

El adagio latino podría equivaler a sentencias en castellano como «no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy» o «vive cada momento de tu vida como si fuese el último».

Es un tópico literario, o tema recurrente, en la literatura universal como exhortación a no dejar pasar el tiempo que se nos ha brindado y a disfrutar los placeres de la vida dejando a un lado el futuro, que es incierto. Cobra especial importancia en el Renacimiento, en el Barrocoy en el Romanticismo.

Este tópico respecto a las diferentes épocas literarias ha ido variando en la forma de entenderlo. Durante el periodo de la Edad Media era entendido como: «vive el momento porque vas a morir pronto». Posteriormente durante el Renacimiento, los ideales de belleza y perfección hicieron entenderlo de la siguiente forma: «vive el momento porque vas a envejecer pronto». Finalmente en la época Barroca este tema se volvió a interpretar de la misma forma que en la Edad Media, pero con bastante más intensidad en cuanto a la muerte.

Lo de que el adagio latino equivale a «no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy», etc, no es cierto. De hecho lo que nos queda hoy es la deformación ultra pop, de la concepción de la Edad Media, es decir, «vive el momento porque vas a morir pronto», es decir, «dale, no la dejes pasar, la vida es corta» y que encuentra su máxima expresión idiota en YOLO, «you only live once». ERROR. La frase original de Horacio, que es Carpe diem quam minimum credula postero, originalmente tenía el sentido exactamente contrario al que se popularizó después. El texto, traducido al castellano, dice:

No busques el final que a ti o a mí nos tienen reservado los dioses (que por otra parte es sacrilegio saberlo), oh Leuconoé, y no te dediques a investigar los cálculos de los astrólogos babilonios. ¡Vale más sufrir lo que sea! Puede ser que Júpiter te conceda varios inviernos, o puede ser que éste, que ahora golpea al mar Tirreno contra las rocas de los acantilados, sea el último; pero tú has de ser sabia, y, mientras, filtra el vino y olvídate del breve tiempo que queda amparándote en la larga esperanza. Mientras estamos hablando, he aquí que el tiempo, envidioso, se nos escapa: aprovecha el día de hoy, y no pongas de ninguna manera tu fe ni tu esperanza en el día de mañana.

En realidad se pueden conseguir varias traducciones ligeramente distintas, pero el concepto es que no hay que confiarse en el mañana. No es que «hay que vivir ignorándolo», si no que hay que vivir hoy de manera de garantizar un mañana. Que creo que es lo contrario a lo que hace alguien que grita YOLO cuando hace las cosas que hace (hay cientos de videos de gente de cuestionable IQ haciendo cosas que hacen peligrar su propia supervivencia bajo los slogan Carpe Diem, YOLO, y similar). Y esta «interpretación» no es idea mía. Si no me cree, busque. Por lo tanto, yo a la frase completa más que un «aprovecha el día» la veo más como un «construye un mañana». Qué es construir el mañana? Olvidarse del ayer, plantarse en el hoy, y hacer las cosas lo mejor posible para que el mañana no te angustie, porque va a ser el mejor mañana que pudiste construir hoy. Y eso, es lo mejor que tengo para decir hoy. Me despido con esta canción, que siempre me gustó, me pega por el lado nostálgico cada vez que la escucho, pero ahora no me puedo sacar de la cabeza.

ad interim

Creo que ya toqué este tema. I care not. Por qué nos cuesta tanto darnos cuenta que siempre estamos en etapa de transición? En el medio del proceso? Por ahí no siempre, por ahí hubo períodos que duraron más tiempo que otros de «calma» metaestable, pero en realidad todo es vorágine. Hoy nos preguntamos cómo se hacía antes sin internet (yo me acuerdo de cómo se hacía sin internet) para hacer X tarea, antes se preguntaban cómo se hacía sin la computadora, otros se habrán preguntado cómo se hacía sin auto, sin avión, sin antibióticos, sin vacunas, sin anteojos, sin radio, sin ropa. Pero se hacía. Obvio que se hacía, y se podía, y se era feliz (o lo más parecido a eso… o no.). Lo que me pregunto es cuan concientes somos de lo que está por venir. A cuanto estamos de poder visitar y después colonizar planetas? Será en algún momento la Tierra «uno más»? Hasta donde nos expandiremos? Si se viene la etapa de exploración espacial, la verdad que me da un poco de lástima perdérmela. El otro día vi un post que decía que éramos una generación que no habíamos vivido la magia de la «exploración y descubrimiento» del planeta Tierra y que nos vamos a perder la magia de «la exploración y descubrimiento» de todo lo estelar. Y eso es cierto. Qué más vendrá? Nos vamos a reir de cuando teníamos «internet de 5 megas» porque las cosas van a viajar a la velocidad de la luz? Nos reiremos de «la velocidad de la luz» como una barrera porque vamos a poder superar eso? (Einstein te quiero igual, no te enojes). Se viene ya la trans-humanidad? Empezaremos a tener chips en el cerebro, prótesis artificiales, etc etc y terminaremos pudiendo «copiar» nuestra «mente» a un soporte distinto? Pasaremos todos a una especie de soporte digital, llegando los cuerpos a ser obsoletos? Y entonces diremos «cómo se hacía cuando se tenía un cuerpo finito?» y entonces podremos en algún punto ser todos inmortales? Tiene gracia eso? Si nuestra «mente» es mortal, tiene sentido tener hijos?. Probablemente ya lo expresé muchas veces esto, pero encuentro un valor al que puedo llamar de netamente poético a que la vida tenga principio y fin y uno tenga que pasarle la antorcha a lo que viene. Me parece genial que existan primeras veces, que se junte experiencia, que uno se maraville con las cosas, que uno esté después canchero con las cosas, que uno transmita esa experiencia, que después cuiden de uno y que uno después ya no esté, y que todo (o la nada) que quede, es lo que uno hizo, lo que uno obró, en los demás. Si fuéramos «forever», ¿no se perdería algo del chiste?. Anyways, eso es otro tema. Si pasamos a ser soporte digital/computacional/whatever, después se podrán fusionar todas las mentes en una? Por ahí no logramos pasar nuestras «conciencias» a ese tipo de soporte y lo que termina quedando es una especie de computadora loca que hace eso, computa, y diseña, y programa, y arma naves, y diseña viajes, pero no tiene emoción ninguna… o si tiene la capacidad de hacer cómputos «infinitos» inexorablemente debería aparecer el concepto/acto de la «emoción» porque es algo «computable»? Dudas, dudas. Dudas everywhere. También últimamente muchas certezas. Varias inesperadas. De las que me hacen feliz.

Por ahí no está mal eso de ser una generación de «las del medio» que se pierden cosas. Por ahí así no nos perdemos nada. Leyendo, leyendo, llegué a esta cita de Schopenhauer:

Las escenas de nuestra vida se asemejan a las imágenes de un mosaico basto, que no hacen efecto de cerca sino que hay que permanecer lejos de ellas para encontrarlas hermosas. Por eso, conseguir algo que se ha anhelado vivamente significa descubrir que es vano; y siempre vivimos con la esperanza de algo mejor y a menudo también con la contrita nostalgia del pasado. El presente, en cambio, lo toleramos solo de momento y lo estimamos en nada, como el camino para la meta. Por eso la mayoría de los hombres, cuando al final vuelvan la vista atrás, descubrirán que han vivido toda su vida ad interim [de forma provisional] y se sorprenderán de ver que aquello que dejaron pasar de largo sin advertirlo ni disfrutarlo era precisamente su vida, justo aquello que pasaron la vida esperando. Y así la vida de los hombres es por lo regular eso: alimentada por la esperanza, baila en brazos de la muerte.

Me dí cuenta que vivir ad interim es horrible. Hoy es el mañana de ayer.  Enjoy

Cavernícolas del 4000

Soy un lazy blogger. Podría ponerles un link respecto a qué me refiero, pero búsquenlo («busquenlon» si es (ex)Menemista) y lo van a encontrar. En una reunión sobre jueguitos de computadora y consola, habló un tal Ray —

Hagamos un paréntesis. Seamos sinceros. ¿No es mejor esto que hacerme el que la tengo re clara y poner algo así como «En la convención blah blah, Ray blah blah un famoso futurista…»?… O sea, qué se yo. También tiene que ver con presentar las cosas de modo prolijo, pero hoy no tengo ganas de ser prolijo. Siempre meto paréntesis con aclaraciones, pero esta vez tenía que ser largo. Y de a poco está surgiendo en mi cabeza de hacer algo así comos posts multithreaded —

Sí, en realidad andá a saber por qué se me ocurrió esa palabra, pero en realidad esto es un ejemplo de cómo podría funcionar eso que se me ocurrió

–en los cuales no necesariamente tengo que seguir siempre linealmente con lo que venía pensando, y si se me ocurre otra cosa, escribirlo «en paralelo», y el que quiere leerlo puede, y el que quiere saltearlo también, ya que en principio lo que aparece en el siguiente nivel no es necesario para entender el anterior

–no se cuanto. Lo importante no es mucho quién es el tipo. Bah, nada es importante de esto que voy a escribir (O sí?). Lo que sí es interesante es que habló sobre las implicancias de la Ley de Moore (básicamente la capacidad computacional a lo largo del tiempo se incrementa en forma exponencial) con respecto a nuestra vida en el futuro próximo-mediato. Supuestamente la miniaturización de las computadoras podría llegar a punto tal que -según él- se podría incluso desarrollar mini-computadoras que podrían ser como glóbulos rojos artificiales y más eficientes, por lo que por ejemplo podríamos ser super atléticos o aguantar la respiración un montón de tiempo sin problemas. Algo así.

¿Y a qué viene todo esto?. ¿Usted se imagina explicarle a un cavernícola lo que es viajar a la luna? ¿Física cuántica? ¿Biología molecular? ¿luz artificial? ¿anteojos? ¿automóvil? ¿energía nuclear, átomo, computadora, quark, cromodinámica cuántica, agujero negro, cosmos, universo, multiverso, espacio-tiempo, relatividad, ingeniería genética? Imposible, ¿no? Me causa mucha gracia siempre que veo a algún «experto» proclamando cualquier frase del estilo «hemos llegado al máximo posible….» e inserte lo que quiera. Sin ir más lejos hoy vi a un neurobiólogo diciendo que se había alcanzado la máxima inteligencia posible. Siempre pasó a lo largo de la historia. «Ya está todo inventado». Desde que crecemos pareciera que stressamos (qué feo que queda escrito así!) a nuestro cerebrito demasiado ya con obligarlo a que acepte las reglas en las cuales debe moverse, como para poder, además, exigirle que se permita romperlas o al menos doblarlas lo suficiente para poder pensar distinto. Outside the box.

Es una especie de situación de compromiso; la gente más formada y especializada, en general tiende a aceptar ese marco de pensamiento en el que está inscripto casi como un dogma, no muy distinta a la forma en que un creyente adopta la creencia de Dios. Por lo tanto, en su viaje por alejarse de las «creencias irracionales», se refugia en el campo -más seguro- del raciocinio, pero en vez de instalarse en él para proponerse empujar sus fronteras hasta que cedan y se rompan, prefiere adoptarlo como un hogar seguro, encasillado en su cuadradito del que no quiere que lo saquen.

Por el otro lado, aquellos que creen «por creer» (no es que crean por creer, pero realmente no se me ocurre en este momento por qué otra cosa puede ser que crean), están más propensos a tirar abajo las barreras que los del mundo «científico» les impone. Pero esta libertad a menudo viene de la mano de terminar creyendo en lo que uno quiere creer de antemano, y en ajustar los hechos para que se ajusten a sus propias creencias, y no al revés.

Lo que queda en el medio es un espacio delicado. Si acierta, en el futuro será un visionario. Si se equivoca, será un «esotérico». Yo creo que al que está en el medio, no debería importarle (en realidad sí, pero no mucho, en definitiva la «clasificación» sólo se realizará cuando termine su trabajo y pueda ser evaluado) para qué lado termina cayendo. Creo que lo importante siempre es empujar la frontera, pero con convicción basada en argumentos plausibles.

Hoy, que nos creemos tan piolas y que sabemos todo, y que nos reiríamos ante la imposibilidad de un pobre cavernícola de entender qué es la fuerza de la gravedad, somos en realidad los cavernícolas de dentro de 2000 años. Si llegara a haber vida en 2000 años–

Soy plenamente conciente que, por ejemplo, mis varios posts previos sobre cuestiones tales como la improbabilidad (por no decir imposibilidad) de la continuación de la vida en la Tierra tal como la conocemos, también está basada en el conocimiento que tenemos hoy, y que en realidad esa predicción ya se hizo mil y un veces, desde afirmaciones dudosas hechas por Nostradamus hasta los cálculos hechos por Malthus. Por lo tanto, yo estaría incurriendo en el mismo «pecado» que acá estoy condenando, pero le pido al lector que me perdone en base a que a pesar de poder pecar de corto de vista aceptando ese razonamiento, lo he pagado con creces con posts como el de «Pasar la Antorcha».

–y pudieran «descongelar» a alguien de esta época (o llevarlo en el tiempo, o lo que sea), probablemente no estaríamos capacitados para entender casi nada de nada de lo que respecta a los avances tecnológicos, a los cambios que se podrían haber dado gracias a la mano del hombre o cualquiera sea la especie dominante, sea orgánica o «computacional». ¿Se lo imagina? ¿Estar esperando encontrarse con seres de dos patitas y dos bracitos, dos ojitos y parados, y encontrarse con una especie de masa amorfa… por ahí gigante, por ahí infinitamente pequeña…?. Por ahí podría pasar que existiera una especie de combinación entre nivel de inteligencia, apertura mental y no sé qué mas, que pasado cierto umbral, permita aunque más no sea al estar expuesto a una situación así, aunque sea poder permitirse entender con qué se está lidiando, o aunque más no sea, comprender que se está lidiando con algo distinto. Como nota «ególatra», me gustaría creer que podría estar en ese grupo.

Probablemente tendrían muchas respuestas a preguntas que hoy nos hacemos, pero probablemente esas les hayan abierto la puerta a preguntas que hoy ni siquiera tendríamos la capacidad de formular. ¿O no? ¿Se podrá en algún momento «saber todo»? (Teletranspórtenme a ese momento ya mismo!!!!).

En fin. Una de las cosas más crueles de nuestra inteligencia «término medio» que tenemos, es que somos lo suficientemente inteligentes como para hacernos preguntas muy buenas, pero no lo suficientemente inteligentes para darnos respuestas del mismo calibre.

Pasar la antorcha

Hoy alguien llegó buscando «angustia fin del universo». Ja. Y sí. Qué va a ser. Pero bueno, a no distraerse. Hoy tengo ganas de divagar mentalmente. Así como varias cosas que «postié» antes en el blog, tengo fundamentos como para argumentar su plausibilidad, sobre lo que voy a escribir hoy no tengo ninguno. Por si no quedó claro: divague mental.

Bueno, podría ponerme a leer qué escribí antes, porque me acuerdo pero más o menos. Pero no tengo ganas, así que más o menos voy a repasar cómo viene la mano. Básicamente, el hombre tiene una estrategia: Hacerse un poquito de caca en la evolución (es una forma de decir, aclaro) y modificar el medio a sus gustos y «mejorarse» (usar anteojos, tomar remedios) para darse un poquito más de chances.

So.. what?

So que… ¿Eso alcanza? Hay varias (varias y quiero hacer énfasis en VARIAS) aristas. ¿Esa actitud del hombre va en contra de su propia evolución? ¿Qué presión evolutiva habría que dure lo suficiente como para lograr algún tipo de cambio? Hmm. ¿Hasta qué punto puede el hombre alterar su entorno? Más o menos claro queda que le cambiamos bastante la pinta a este planeta, pero, qué alcance tiene ese «»»»»»»»»poder»»»»»»»»» que tenemos? ¿y en qué plazos? Porque por ahí es factible pensar que podemos aclimatar planetas y demás a nuestra necesidad, ¿pero en plazos compatibles con nuestra «necesidad de expansión»?

Es todo medio complicado. Escenarios posibles hay muchos. Se me ocurren mil cosas, desde las más alegres, casi-naive, onda Heidi, en las cuales podríamos de alguna manera subsistir porque de repente encontramos la manera de transducir energía solar en… ¿alimento? no sé, estoy permitiéndome volar mal, pero más mal (o sea, peor, pero más mal me gusta) de lo que suelo hacer e incluso me permito. Bah, no sé, tengo que reconocer que este posible escenario no es mío, salió de una conversación que tuve, pero bueno, por qué no. Que de repente de alguna manera X se encuentren formas de perdurar la capacidad de seguir subsistiendo sobre la tierra aprovechando de mejor manera la cantidad de recursos disponibles, y por lo tanto esa prolongación del deadline permita avanzar en otras áreas que a su vez nos permita desarrollar otras tecnologías que…

Nooooooo eso no es divertido. O sí, en realidad es muy divertido. Pero yo quiero plantear cosas mas apocalípticas! Bah, no sé si tanto.

¿Y si eventualmente nos empezamos a modificar drásticamente? Sí… y si… ¿Y si empezamos por un implantecito… no sé, por partes mecánicas? ¿y seguimos por chips? ¿Se podría llegar a hacer standard de acá a, supongan, mil, 2 mil años, que seamos enhanced de alguna manera? ¿órganos, ojos, brazos? ¿y si empezamos a funcionar a nafta? (eso es un chiste)

¿Y si en algún momento se termina de entender bien pero bien entendido el funcionamiento del cerebro? ¿Y se pueden crear buenas interfaces neurales-eléctricas? ¿se podría en algún momento emular comportamientos y actividades eléctricas del cerebro digitalmente? ¿Se podría incluso mover de soporte físico la «conciencia» (obvio que primero habría que entender bien cómo funciona o definir exáctamente qué es la conciencia) del cerebro a algo análogo a un disco rígido? ¿una RAM?. No sé, por ahí le parece muy loco todo esto, pero yo la verdad no le cierro la puerta a todas estas posibilidades. ¿Es tan loco pensar que puede hacerse eso? Yo realmente creo que uno está muchas veces inmerso en un ¿marco teórico? no sé, no sé cual es el nombre exácto. Pero hoy eso nos parece por ahí absurdo, o ridículo, y si a alguien le parece factible, hoy por hoy se lo vería como casi ridículo. Como que hay una línea muy delgada entre postular cosas… «novedosas», no-standard, non-cannon porque uno en realidad no entiende nada y cree que todo es de alguna manera posible, o porque uno entiende mucho y puede proyectar trascendiendo las fronteras próximas que tiene el conocimiento en su estado actual.

No creo que exista algo llamado alma, y en el fondo, todo lo que usted hoy es, piense, siente, cree, no es más que física y química (y si queremos ser ultra reduccionistas, física al fin). Por qué no creer que de alguna manera el soporte físico en el que hoy ocurren todas esas reacciones puede intercambiarse por otro, más conveniente para la supervivencia en el futuro? No sé, se me ocurre de todo. Cosas híbridas. ADN? proteínas? chips? Se me ocurren muchas cosas. Pero muchas en serio, no sé si me quiero detener en eso ahora. Probablemente algunos estén pensando que soy un pelotudo, y bueno, tienen derecho, la verdad no me importa.

No sé qué visión tiene ustede de cómo funciona un cerebro (si es que alguna vez se puso a pensarlo) y en caso de que sepa mucho al respecto (probablemente si sabe mucho sabe mucho más que yo), igual por lo menos quiero que sepa que en mi concepción no están afuera todos los fenómenos de modulación, que yo también me pregunto cómo podría pasar que se interconectara todo, que se pudiera modular, también me pregunto si sería necesario que siguiera existiendo un «inconciente», etc etc para que nuestra estructura mental pueda seguir manteniéndose. Pero eso ya me lleva a considerar cosas como estructura del lenguaje, máquinas de Turing (usted sabe lo que es una máquina de Turing? si no sabe y quiere saber P R E G U N T E), etc etc.

Pero también se me ocurre que podríaaaaaaaaaaaaaaaaa pasarrrrrrrrrrrrr que eventualmente para colonizar otros planetas y demás… ¿estaríamos dispuestos a pasar la antorcha?. Supongamos que lo anterior es todo ciencia ficción. Metámonos en algo todavía más ficción y menos ciencia (o al revés?). Supongamos que no podemos lograr esa especie de mixtura. Supongamos que el futuro es lo que hoy conocemos como «máquinas».

Qué pasaría si en el futuro pudiéramos mandar maquinitas (y por favor, no se imagine un Terminator, no se imagine una licuadora, a mi no me importa la forma, ni el tamaño, podría ser una nano-máquina, no interesa, no piense en esas boludeces, piense en el concepto; si después quiere ponerle cara de freidora, sea bienvenido) que pudieran bancarse viajes a través del espacio sideral. Que pudieran simplemente utilizar energía de las radiaciones de estrellas cercanas (y por qué no también lejanas). Imagínese que tuviera esa maquinita la capacidad de replicarse. ¿Cómo? Tiene que, una vez llegada la maquinita a un nuevo planeta X buscar los elementos necesarios para poder construir una réplica. Hoy parece raro. Pero quien dice, digamos, en 1 millón de años. Y esas maquinitas se programan, y pueden replicarse. Pueden procesar información. ¿Se imagina lo bueno que sería si esas maquinitas puedieran «entender»?¿»pensar»? ¿Se imaginan qué pero qué bueno que estaría si pudieran aprender y todo lo demás? ¿si pudieran crear? Imagínense qué bueno si pudieran evolucionar… me imagino un algoritmo más o menos sencillo… me imagino que cada maquinita que se replica puede:

1) Imagínese que sea modular! Imagínese que pudiera crear un número enooooorme de «apéndices» uno más útil que el otro pero sólo en algunas circunstancias determinadas, desde mini taladros hasta lo que a usted se le ocurra que a mí no. Dependiendo de a dónde fuera a parar y las tares que tuviera que realizar podría armarse con cualquiera de las combinaciones casi infinitas de las distintas partes modulares

(esto no es para nada… o por lo menos no MUY… análogo a lo que es evolucionar, pero bueno, lo pongo ahí. Pero no se confunda, nosotros no evolucionamos por modulitos ni nada por el estilo eh).

2) Que pueda, cuando se «programa», programarse ligeramente diferente cada vez, como si cada vez que se replicara pasara de windows 95 a XP, a Linux (claro, lo más evolucionado). Es una forma de decir, pero digo, imagínense eso. Van a salir programas muy screwed up, pero algoooooo bueno tiene que salir. Además si se replicaran a una tasa super alta podrían evolucionar rapidísimo.

Creo que las computadoras tendrían que aprender a equivocarse y vivir con ello. Somos muy duros con las pobres. Creo que tiene que haber una asociación íntima entre la capacidad de cometer errores lógicos and carry on with it y el hecho de ser concientes, inteligentes, o whatever. De poder hacer saltos inductivos. Como que nos podemos equivocar o no, pero tenemos las herramientas como para poder probar o demostrar o lo que sea eso que se nos ocurrió. Creo que esa… «libertad» en nuestro proceder lógico es algo que les hace falta para poder llegar a un estado semejante.

Bueno, pero sin irme tanto a la mierda. Imagínense esa computadorita. O maquinita. O nano-algo. Que pueda hacer todo lo que les describí antes. ¿Estaría viva? Ahhh qué pregunta. Yo creo que sí. Creo que algo autopoyético, replicativo, y con varias de esas características, podría considerarse vivo, cómo no. Creo que de hecho la mejor manera de definir «vida» tiene que ser una que trascienda lo estructural y que se quede con las cosas que realmente hacen a la esencia. No si es ADN o proteína o si hay sinápsis o whatever, si no los procesos que lleva a cabo y cómo los hace.

¿Estaríamos dispuestos a pasarles la antorcha? Si la humanidad estuviera en el borde de la extinción pero le cabiera esa posibilidad, tendría esa especie de actitud altruista en la cual, en sus últimos ¿1000? ¿100? años de existencia se volcara, debido a las limitaciones con las que se encontraría para poder perpetuar su existencia en el universo, a esforzarse a lograr que otra cosa se perpetúe? ¿Le servirá de premio consuelo? Es un salto muy grande. No solo implica lidiar con la finitud y la muerte de uno mismo (que ya es dificil), si no también con el de toda su especie, y en medio de ese marco, volcarse a la tarea de tratar de «perdurar» a través de una creación man-made. Qué situación, ¿no?

Si este fuera el escenario dentro de muchísimos años, me gustaría saber qué pensaría alguien en ese futuro distante (o no tanto) si leyera estas mismas letras en su época. Más aún, me causa muchísima curiosidad qué pensaría un robotito «»»»»»»»»inteligente»»»»»»»»»» si dentro de muuuuuuuuuuuchos años se pusiera a leer esto. ¿Qué loco pensar en eso, no? ¿Existe la posibilidad? Si existiera, déjeme saludarlo, señor robot. Probablemente yo me lo imagino de una manera que usted no es, pero usted es más inteligente de lo que yo soy ahora y probablemente ya sabe que mi inteligencia tiene ciertas limitaciones.

Creo que podría seguir, pero esto es bastante largo, y me gustaría ver si provoco algo, alguna reacción, algún comentario. Les repito, pueden putearme libremente, o decirme loco, o decirme que puede ser, lo que sea, estoy abierto a esto.

Y si no dicen nada, creo que lo sigo la próxima, porque me da para seguir y seguir

Muchas veces me pasa que empiezo a escribir y se me ocurren mil cosas y después se me van olvidando y no termino escribiendo todo lo que quería. Pero ya volverán.

Creo que este es el post número 20. Y son poco más de 2000 palabras. En fin. Disfrútenlo.

. Ω