Inspiración

Cada tanto recojo comentarios de la gente y los convierto en un post. Lo he hecho con más de un comentario basofia, así que por qué no hacerlo con este:

tu blog es una inspiración…..it´s my driving force.

Claro, van a pensar «cómo se la cree el pibe, por un comentario!». La verdad, no. Pero el hecho de que alguien a las 5 y pico de la madrugada se vio en la situación de escribir eso, al menos me llama la atención. 5 de la mañana muchachos! Qué pudo haber inspirado a esa persona a escribir sobre la inspiración que le puede (o no) causar lo que escribo? No lo sé.

Persona anónima: Como ya puse en un comentario, te ganaste pedir un tópico sobre el que quieras que escriba. Lo que sea, el cosmos, la galaxia, Degas, Federer, Mazinger, la célula, la vida, al biología, la física, Deep Purple, Penrose, filosofía, lo que sea. Y si sobre lo que pedís no sé nada, bueno, algo habrá que inventar. «Punto Omega a la carta».

Ahora, la palabra inspiración me inspiró a hablar sobre la inspiración per se. ¿Qué cosas inspiran a la gente? Lo que se ve es que pueden ser cosas de lo más diversas. Una frase, una acción, un gesto, una simple escena, una idea… Distintas cosas inspiran con distintos efectos, I guess. Hay «inspiraciones» que están restringidas al ámbito creativo. Situaciones que pueden inspirar a un pintor, ideas a un escritor, delirios que me pueden inspirar a mi para escribir acá, etc. Pero hay otras «inspiraciones», que son más profundas, que trascienden el ámbito creativo, y que tienen que ver con inspirar a alguien para hacer, pensar o incluso sentir algo distinto. A mi me inspira Einstein, y la verdad que no puedo decir que me inspire creativamente porque nunca voy a crear nada ni remotamente parecido a lo que hizo él. Pero me inspira en otro sentido, tal vez más humilde. En ese sentido, se puede encontrar inspiración en muchas personas. Es una mezcla de cosas, no necesariamente uno quiere tomar a esa persona como modelo, o imitarla, pero hay cosas que inspiran, supongo, universalmente: La lucha contra la adversidad, la capacidad de autosuperación, la perseverancia. Menos ponderadas pero no menos inspiradoras también son la alegría, la serenidad, la reflexión, la humildad, el altruismo.

En este blog 20 veces apareció, a veces disfrazado y a veces no, el tema de cómo la gente toca a otra gente. Que si quedan o no quedan, que si son parte de ese puñado de nombres, que cómo la sociedad te modela, etc etc etc. También muchas veces apareció el tema de qué cosas son importantes, qué cosas «le dan sentido» (aunque no tenga sentido la expresión) a la vida, etc. Sin ir más lejos, la postdata de Van Gogh del último (o anteúltimo post, ya no recuerdo). Ya sé que hay mucha reiteración tal vez, pero la mente funciona así, es dialéctico. No es lo mismo, pero es parecido.

Más allá de la forma «fría» que tiene la biología de perpetuar a un individuo, a través de la reproducción, el acceso a la cultura permite otras formas de «perpetuación». Cuando una persona inspira a otra, esa otra persona toma algo de la primera. No necesariamente para copiarlo, imitarlo, reproducirlo. Tal vez para un tercer observador, ni siquiera puede encontrar una conexión entre lo que hacía la persona que sirvió de inspiración y el resultado en la persona inspirada. Pero hubo algo, hubo un no-morir, hubo un efecto «perpetuante», hubo un algo, un reordenamiento de átomos, una reconexión de sinápsis, un cambio en el estado mental, hubo un algo en la otra persona, un efecto que hace que «el inspirador» trascienda más allá de los mundanos genes. Obvio que yo me puedo acordar de alguien porque leí sobre él en un libro, o porque me lo cruzo cada tanto y compartimos cotidianeidad, o lo que sea. Pero si esas personas no me generan una turbulencia interna, no me inspiran. La inspiración en definitiva es eso, es recibir algo de alguien que de repente activa y pone en movimiento engranajes internos. Es recibir algo que vale un poco más, que va un poco más allá, algo que nos produce algo y que nos hace al menos un poquitito distintos. Es un pequeño «no-morir» del otro y un pequeño «re-nacer» (del otro, y de nosotros mismos!) en nosotros.

Creo que estoy inspirado.

Post-impresión

Y sí, qué  viene después de la impresión, si no? Y si escribo? Y si escribo y no paro? Si mis dedos bailan al ritmo de esta pieza? Tengo mucho para poner, por qué no? Entropía, ergodicidad, Van Gogh, Fromm, el miedo, la libertad, la luna roja, la música, la vida, el arte, la filosofía, todo girando en mi cabeza. Lo que antes parecía un remolino ahora lo veo un poco más acompasado. No pierde su calidad de caótico, y mucho menos de bello mientras gira y parece que toca todo con todo. Pero paradójicamente, mientras más claro gira en mi cabeza probablemente más inconexo y disonante va a sonar cuando lo escriba, porque es así: Cuando no parece claro, cuando escribo es cuando trato de darle forma y entenderlo. Mejor para usted querido lector. Pero si yo lo entiendo así como está (o creo que lo entiendo), entonces se plasma como está, y usted va a tener que unir los puntos. O no, y tomarlo como recortes yuxtapuestos de una mente en plena ebullición.

Van Gogh tuvo una vida muy pero muy… «complicada». No soy el biógrafo oficial, pero ya leí varias biografías y me queda claro que más allá de la anécdota por todos conocida de la oreja, era una pobre alma torturada. No por eso no se pueden rescatar cosas más allá de sus pinturas. Mirando, y mirando después de mucho leer, una cosa que me impresionó mucho es la siguiente:

Anciano llorando (1982)

Este dibujo (que se puede encontrar con muchos nombres debido a traducciones y demás) se llama Anciano llorando, es de 1982. Es de la época en la cual Van Gogh ya abandonó su intención de ser pastor, como lo había sido su padre antes que él y su abuelo aún antes. Van Gogh dibujaba en los márgenes de las cartes que le enviaba a su hermano Theo, con quien estableción un vínculo casi irrompible. El dibujo, y posteriormente la pintura, se habían convertido en su escape de los pozos depresivos en los que caía continuamente. Para 1982, estaba aprendiendo con Mauve y en pareja con Sien, una prostituta que tenía un hijo y estaba embarazada de otro  (ninguno de los dos hijos de él). Vivía en La Haya, quería casarse y estuvo internado por una blenorragia que contrajo de su pareja. En algún momento alrededor de esa época, hizo este dibujo. No es ni el primer ni el último dibujo de Van Gogh que muestra la desesperación, ni siquiera el primero ni el último que muestran a un hombre sentado con la cabeza entre las manos. Pero me impresionó por esto:

En el umbral de la eternidad (1890)Este cuadro es titulado «En el umbral de la eternidad», es de mayo de 1890. Tal vez debería leer más cosas escrita sobre la gente que sabe en serio sobre el análisis de este cuadro. La verdad que no busqué. Pero no por eso me voy a prohibir de hacer mi propio mini análisis: Al principio de su carrera, Van Gogh más que representar personas representaba, emociones, como la desesperación en el cuadro anterior. Hay muchos cuadros que representan emociones claras, la mayoría a través de gente humilde, trabajadores. Pero acá creo que él retoma la imagen y ya no es una emoción, si no que es una especie de autorretrato camuflado. Hasta el título es profético. El cuadro es de mayo de 1890, y el 27 de julio de ese año, después de mucha internación en el psiquiátrico, de muchas crisis, se pega un tiro en el pecho. No le quitan la bala, y termina muriendo el 29 de julio (no sin antes haber fumado con su pipa). La gente se expresa más allá de las palabras.

En una postdata de una carta que le escribió a Theo en marzo de 1875, mucho antes si quiera con osarse soñar con ser artista, Van Gogh copia unas frase de Renan y escribe:

Para actuar en este mundo, hay que morir en uno mismo. El ser humano no está aquí simplemente para ser feliz, ni siquiera para ser honesto. Está aquí para realizar algo grande para la sociedad, para alcanzar la nobleza y superar la vulgaridad por la que se arrastra la existenvia de casi todos los individuos.

Podría ser el epitafio de su tumba.

Qué pensaría mi mini-yo de unos 6 años si se encontrara conmigo? Contento? Estaría fascinado con el adulto que llegué a ser? Defraudado con todo lo que no hice? Desilusionado ante la evidencia de que no soy tan «probo» como yo recuerdo a esa edad que me hubiera gustado ser? Le gustaría que le cuente las cosas que hago? O le parecerían un plomazo? Es cierto que un poco me corrí de lo que supuestamente yo quería hacer a esa edad, pero tampoco tanto. Hace poco estaba acostado y ya no sé si estaba durmiendo o no, y de repente tuve un díalogo con el pequeño yo. Ese sueño (o no) me hizo acordar después a la postdata de Vincent. El diálogo que mantuve fue breve, porque fue dificil seguir. Ahí estaba yo, y ahí estaba yo. Y él me miraba y sabía quien era yo, no había ninguna introducción del estilo «Volver al futuro» donde había que explicar nada. Los dos sabíamos. Era un pibe especial él. Ni especialmente bueno, ni especialmente malo. Pero especial. Y lo miré y me miró y la verdad que estaba para darle un abrazo. Supongo que tenía cierto aire a reconciliación, probablemente de ambas partes. Probablemente si él hubiera hecho las cosas un poco distintas (no a los 6 en particular, si no en general) hoy tal vez yo podría ser «mejor», pero lo acepté con todo lo que hizo. Y creo que él me aceptó con todo lo que soy. Pero no quiere decir que realmente no tenga ganas de en un mundo ideal e imaginario viajar en el tiempo y sentarme al lado de él para verle la cara de absoluto placer mientras mira un capítulo de Mazinger y despeinarle el flequillo con la mano. Y después decirle que bueno, que a veces las cosas van estar mal, que a veces van a ser jodidas, que van a haber momentos que los va a vivir como si fueran oscuros y después otros aun más oscuros, pero que bueno, que no hay que desesperar, que después al final uno gana perspectiva y las cosas mas o menos están bien. De verdad, están bien. Creo que eso le sacaría bastante angustia al gurrumín.

Automáticamente pensé en el otro viaje. Que venga el yo del futuro. Eso sí que es scary as shit. Porque en el primer caso, yo voy con la experiencia, la sabiduría, el saber lo que «ya pasó». En el segundo caso, me identifico más con «pequeño yo». Qué pasaría si de repente aparece? Tal vez todo viejito choto y arrugado, tal vez encorvado, incluso irreconocible! Pero no, me imagino que sin importar cuan golpeado por el tiempo hay un algo en la mirada que me va a hacer dar cuenta que él es él y es yo. Lo mismo que debe haber visto pequeño yo cuando lo visité. Algún gesto jodón, tal vez. No sé. Con ese también tendría que tener una larga charla. Me encantaría pensar que ese también tiene palabras reconfortantes, del mismo estilo que las que yo le diría a pequeño yo. La verdad no lo sé, sólo él sabe. Lo que sí creo es que no tiene sentido enojarse, sea lo que sea que él tenga para decir, porque en definitiva él no va a ser otra cosa que el producto de las cosas que yo hago hoy, y si bien pequeño-yo era mas o menos inimputable porque era chiquitito cuando hizo las cosas que hizo para que yo sea yo, hoy me cabe toda la responsabilidad de lo que sea que resulte el viejo-yo. ¿Cómo lo voy a juzgar?. También habría que darle un abrazo. Tal vez lo necesite. Tal vez él sea el que necesite escucharme a mi decir que todo va a estar bien. Tal vez en las instancias finales uno se parece más a un niño y necesita que lo reconforten, que lo aprueben y que lo acepten, así puede sentirse en paz. Tal vez si nos encontramos los 3 yo tendría que mimar a los otros dos. ¿Por qué no?

Como creo que más de una vez puse por acá, la «flecha del tiempo», es decir, lo que hace que yo me termine transformando en viejo-yo pero no en pequeño-yo nuevamente, está «dada», de algún modo, por el segundo principio de la termodinámica. Es decir, la entropía del universo aumenta. Eso usted ya lo debe haber escuchado alguna vez, o no. Qué quiere decir entropía? Qué dificil. Es el «desorden»?. Pero el «desorden» de quien? El típico ejemplo de libro divultativo habla del desorden del cuarto por ejemplo. Si el cuarto está ordenado, todos los libros en su lugar, la ropa doblada y ordenada, eso tiene poca entropía. Pero si yo revuelvo todo, tiro todo para todos lados, los libros en el piso, la ropa desordenada, etc, ese es un estado de mucha entropía. El ejemplo es válido hasta ahí. Se pueden rescatar un par de cosas, como por ejemplo que el estado ordenado tiene «poca degeneración»: Hay pocas formas de que esté todo acomodado. Sin embargo, hay muchas formas de que las cosas estén desordenadas. Por lo tanto, si yo revoleo todo al azar, la probabilidad de que quede «mágicamente ordenado» es baja, mientras que la posiblidad de que sea todo un despelote es alta. Y los sistemas tienen espontáneamente de «ordenado» a «desordenado». ¿Pero qué es lo que se ordena? No son los libros ni la ropa, es la energía. Por más que yo le dedique 5 párrafos más a explicar esto, no voy a lograr un avance significativo en su comprendimiento sobre esto, eso solo lo haría con varias páginas, ecuaciones y algún que otro dibujo. No importa. Lo que importa es que si un sistema está fuera del equilibrio, por ejemplo el Universo, ese sistema se va a mover hacia el equilibrio (la máxima entropía) unívocamente en ese sentido, por lo tanto eso le da dirección al paso del tiempo. Por ejemplo, un gas se expande «solo» y si no le cambio ninguna variable, sería muy loco pensar que de repente todo el gas que está en la goma de su auto se comprima en un punto pequeño del espacio dentro de la goma y durante un instante el auto quede en llantas. El tema está en… ¿y qué pasa cuando un sistema está en equilibrio? Muchas cosas, pero ninguna tan interesante como qué pasa mientras está afuera del equilibrio.  Los sistemas claramente puende mantenerse fuera del equilibrio, porque si no usted ya estaría muerto. La termodinámica de sistemas fuera del equilibrio es algo bastante complicado, de lo que cada vez entiendo más y por lo tanto creo que cada vez entiendo menos. Entiendo más porque sé mas, pero me doy cuenta que entiendo menos porque hay mucho que no sé. Lo que sí me parece interesante compartir, para el que le interese, es un trabajo de hace unos meses de un físico que postuló, a modo teórico, una teoría termodinámica del origen de la vida. Pueden leer un muy buen comentario HACIENDO CLICK ACA. Me parece que está muy bien escrito y explicado ahí, y no tiene mucho sentido re-escribirlo acá. Aunque tal vez después escriba algo al respecto.

Algo gracioso: Hace poco un tipo salió con una hipótesis en la que decía que en realidad, uno podía plantear un modelo de un Universo en equilibrio. Y ese universo sería ergódico (lo cual dicho mal y pronto quiere decir que puede explorar todas la formas posibles de ordenar la energía, o volviendo a la analogía, mientras pasa el tiempo los libros y la ropa se ordenan de todas las formas posibles, todas las desordenadas y la ordenada también). Eso quiere decir que en algunas regiones del Universo, se está fluctuando para un lado o para el otro respecto de lo que sería el equilibrio, y que lo que nosotros percibimos como «paso del tiempo» unívoco, en realidad es el resultado de una fluctuación para un lado o para el otro. ¿Tal vez en algún lugar del Universo el «tiempo» está yendo para otro lado? ¿Tal vez cuando «esta región» del universo llegue al equilibrio, entonces una nueva fluctuación puede hacer que vayamos para el otro lado y yo me termine transformando en mini-yo?». Es todo muy lindo para flashear, y pueden leer al respecto HACIENDO CLICK ACA. Presten principal atención a los comentarios, con todos los super expertos en entropía y qué se yo comentando sobre las posibilidades del modelo, mientras no se dan cuenta que lo publicaron el 1 de abril (día de los inocentes en Estados Unidos) y en realidad no tiene ningún sustento. No deja de ser though-provoking, though.

Hace poco empecé a leer a Erich Fromm, «El miedo a la libertad». Tengo muchas cosas para comentar de eso, pero tal vez la próxima. Lo mismo la luna roja. La luna, siempre la luna. Siempre el cosmos. Yo, por lo pronto, si la termodinámica y todo lo demás empezaran a fluctuar y me encuentro con yo pequeño, yo grande, yo en 5 años, o lo que sea, prefiero que la silla esté así:

Silla con pipa

Y el yo-de-la-época-que-sea feliz dando vueltas por ahí. Adios.