ad interim

Creo que ya toqué este tema. I care not. Por qué nos cuesta tanto darnos cuenta que siempre estamos en etapa de transición? En el medio del proceso? Por ahí no siempre, por ahí hubo períodos que duraron más tiempo que otros de «calma» metaestable, pero en realidad todo es vorágine. Hoy nos preguntamos cómo se hacía antes sin internet (yo me acuerdo de cómo se hacía sin internet) para hacer X tarea, antes se preguntaban cómo se hacía sin la computadora, otros se habrán preguntado cómo se hacía sin auto, sin avión, sin antibióticos, sin vacunas, sin anteojos, sin radio, sin ropa. Pero se hacía. Obvio que se hacía, y se podía, y se era feliz (o lo más parecido a eso… o no.). Lo que me pregunto es cuan concientes somos de lo que está por venir. A cuanto estamos de poder visitar y después colonizar planetas? Será en algún momento la Tierra «uno más»? Hasta donde nos expandiremos? Si se viene la etapa de exploración espacial, la verdad que me da un poco de lástima perdérmela. El otro día vi un post que decía que éramos una generación que no habíamos vivido la magia de la «exploración y descubrimiento» del planeta Tierra y que nos vamos a perder la magia de «la exploración y descubrimiento» de todo lo estelar. Y eso es cierto. Qué más vendrá? Nos vamos a reir de cuando teníamos «internet de 5 megas» porque las cosas van a viajar a la velocidad de la luz? Nos reiremos de «la velocidad de la luz» como una barrera porque vamos a poder superar eso? (Einstein te quiero igual, no te enojes). Se viene ya la trans-humanidad? Empezaremos a tener chips en el cerebro, prótesis artificiales, etc etc y terminaremos pudiendo «copiar» nuestra «mente» a un soporte distinto? Pasaremos todos a una especie de soporte digital, llegando los cuerpos a ser obsoletos? Y entonces diremos «cómo se hacía cuando se tenía un cuerpo finito?» y entonces podremos en algún punto ser todos inmortales? Tiene gracia eso? Si nuestra «mente» es mortal, tiene sentido tener hijos?. Probablemente ya lo expresé muchas veces esto, pero encuentro un valor al que puedo llamar de netamente poético a que la vida tenga principio y fin y uno tenga que pasarle la antorcha a lo que viene. Me parece genial que existan primeras veces, que se junte experiencia, que uno se maraville con las cosas, que uno esté después canchero con las cosas, que uno transmita esa experiencia, que después cuiden de uno y que uno después ya no esté, y que todo (o la nada) que quede, es lo que uno hizo, lo que uno obró, en los demás. Si fuéramos «forever», ¿no se perdería algo del chiste?. Anyways, eso es otro tema. Si pasamos a ser soporte digital/computacional/whatever, después se podrán fusionar todas las mentes en una? Por ahí no logramos pasar nuestras «conciencias» a ese tipo de soporte y lo que termina quedando es una especie de computadora loca que hace eso, computa, y diseña, y programa, y arma naves, y diseña viajes, pero no tiene emoción ninguna… o si tiene la capacidad de hacer cómputos «infinitos» inexorablemente debería aparecer el concepto/acto de la «emoción» porque es algo «computable»? Dudas, dudas. Dudas everywhere. También últimamente muchas certezas. Varias inesperadas. De las que me hacen feliz.

Por ahí no está mal eso de ser una generación de «las del medio» que se pierden cosas. Por ahí así no nos perdemos nada. Leyendo, leyendo, llegué a esta cita de Schopenhauer:

Las escenas de nuestra vida se asemejan a las imágenes de un mosaico basto, que no hacen efecto de cerca sino que hay que permanecer lejos de ellas para encontrarlas hermosas. Por eso, conseguir algo que se ha anhelado vivamente significa descubrir que es vano; y siempre vivimos con la esperanza de algo mejor y a menudo también con la contrita nostalgia del pasado. El presente, en cambio, lo toleramos solo de momento y lo estimamos en nada, como el camino para la meta. Por eso la mayoría de los hombres, cuando al final vuelvan la vista atrás, descubrirán que han vivido toda su vida ad interim [de forma provisional] y se sorprenderán de ver que aquello que dejaron pasar de largo sin advertirlo ni disfrutarlo era precisamente su vida, justo aquello que pasaron la vida esperando. Y así la vida de los hombres es por lo regular eso: alimentada por la esperanza, baila en brazos de la muerte.

Me dí cuenta que vivir ad interim es horrible. Hoy es el mañana de ayer.  Enjoy

11 ideas

Me quedé pensando en lo que escribí ayer. Lo cual, mientras acabo de escribir esa primera oración, me causa muchísima gracia. No lo había pensado antes de sentarme a escribir, pero solamente estoy validando lo que dije ayer, de alguna manera. Este creo que es el post más rápido de la historia en repetir lo de un post anterior. En fin, la idea no es repetir nada, por ahí amasarlo un poco más.

Típicamente mi línea de pensamiento viene casi siempre igual, primero pienso algo desde un punto de vista algo pesimista, y después -sí y solo sí se alinean los planetas- le empiezo a encontrar una especie de belleza filosófica/metafórica/whatever-órica. Y me quedé pensando en lo de ayer, pero desde un punto de vista bastante distinto. O tal vez no es distinto, tal vez es volver a masticar lo que ya está masticado, pero un poquito distinto. Por ahí ahí está todo, está en re masticar lo masticado, en sacudir siempre el mismo saco hasta ver algo distinto, hasta sentir algo distinto, hasta que pase algo distinto. Einstein dijo que la locura era hacer muchas veces lo mismo y esperar resultados distintos. Esa frase está, para mí, muy unida en motivación a la frase que dice que «Dios no juega a los dados» (no puedo dejar de recomendar que busquen, leen y se enteren sobre los estupendos debates que tuvieron Einstein y Bohr en su época).

Me gusta la idea de pensar cada tanto que hay una cierta belleza en el Universo que es en cierto sentido análogo a cuando los matemáticos dicen que hay ecuaciones que son «bellas». Por simetría, por lo que fuera, lo pueden ver. Yo a veces lo puedo ver también, y las veces que no lo puedo ver igual les creo. Es un sentido de la palabra belleza despojado de todo y que tiene que ver… probablemente tiene que ver con poder captar la simplicidad en lo complejo, o la complejidad en la sencillez, dígase como se quiera. Es una belleza que trasciende al culo y la teta, o a cualquier otra cosa, es algo que en el momento que uno llega a verlo/sentirlo/procesarlo o lo que sea, de repente te pega, te sobrecoge, y es sensacional. Pensándolo bien, muchos posts de este blog están de algún modo u otro dedicados a esa belleza, o por lo menos enfocados de esa manera, como Brief History of The World, o el post donde aparecen unos autómatas celulares muy bonitos, y así varios otros (¿Resulta que soy tan cursi que la belleza es una de mis ideas dando vueltas por ahí ?¿Me transformaré en un creepy como el de Belleza Americana filmando bolsas de papel diciendo que es «lo más lindo»?).

Pero pensar en lo que escribí ayer me hizo llegar (sí, más que «llegar» por el pensamiento, medio que volé, pero llegué) a una especie de imagen/conclusión del mundo, muy sencilla y elegante (mundo no en el sentido total, omni-abarcador). En esa concepción, el mundo, nosotros en conjunto, somos una especie de espuma, algo en ebullición, un caldo en constante cambio que somete a las nuevas mentes en blanco al golpeteo, al martilleo, mientras se van chocando contra ese conjunto de gente ya establecida. Al principio se chocan y golpetean con pocas (su familia), después con más (amigos y compañeros), pero son un montón de choques y golpeteos y martillazos que agarran una bola amorfa de plastilina y le van dando forma. Obviamente en el proceso, chocan 2 y en el otro también queda alguna cicatriz del golpe. La cuestión es que cuando la plastilina deja de ser amorfa y empieza a tener forma, ahora él también empieza por su cuenta a choquetear y martillar y moldear a los demás. Ahora que tiene forma, ya tiene sus 9 o 10 ideas, y esas 9 o 10 ideas lo llevan a interactuar con gente de manera tal que puede aunque sea minúsculamente a moldear la actitud de la otra gente. Ya sea que una de sus ideas sea «dedicarse a la docencia», o «preocuparse por las amistades», o «amar la ciencia» (ñoño como yo, y lo digo con mucho orgullo), o «ser fanático del fútbol», o lo que sea. Uno lleva su mochila de ideas, su personalidad si se quiere, y con eso se lanza al espacio. Cada uno de nosotros somos como un fuego artificial, salimos con nuestra mochilita de ideas hacia la nada, hacia lo obscuro, y en la explosión desparramamos nuestros pensamientos. Pero el cielo está lleno de ideas, está lleno de cohetes desparramando ideas, y ese conjunto es el caldo en ebullición contra el que se chocan las mentes nuevas y las no tan nuevas. Y las ideas van siendo las mismas, pero distintas. Porque uno trae sus 10 ideas, otro sus otras 10, y chocás contra esos y la originalidad está en la mezcla. Obviamente pueden surgir pensamientos nuevos, porque de hecho creo que ha ocurrido (¿Ha ocurrido?) pero en la mezcla está la variación y el ciclo se perpetúa y se sigue mezclando y se sigue chocando. Es como si hubiera un pool de pensamientos que son los mismos, lo diferente es cómo se van transmitiendo y combinando en cada uno. Y cada tanto se da la combinación correcta en alguien y aparece una genialidad. O muchas veces aparece la combinación incorrecta en mucha gente y aparece todo lo nefasto que ya conocemos.

Acabo de releer lo último que escribí y perfectamente se podría cambiar «ideas» por «genes» y se podría discutir sobre genética de poblaciones y demás. En definitiva, siempre es todo lo mismo. Al final el mundo no es otra cosa que un proceso Monte Carlo (el que quiere entender que busque). Pero decir eso no tiene poesía. Decir que somos explosiones de ideas en el cielo sí, y hoy estoy medio cursi, se ve.

Popurrit bizarro-¿filosófico?

Hace un tiempo llegué a una especie de conclusión poética — ¿Qué es una conclusión poética? Bueno, no sé, fue una conclusión, pero no la creo, me parece una linda imagen, nada más– que, el Universo, en caso de ser totalmente autocontenido (que no hubiera nada pero nada por «fuera» del mismo — en definitiva el Universo es adiabático, o no?) no existe al pedo simplemente porque estamos nosotros: Los seres vivos concientes.

Imagínese que de hecho nuestro Universo es una burbujita entre muchas otras burbujitas. Si quiere, piénselo a lo final de Men in Black. Piénselo como quiera, no me importa. Como una burbujita que aparece en su vaso de coca cola y se hincha y hace plop. En nuestra escala de tiempo, la existencia del Universo es larga, son tiempos muy grandes. Pero eso es relativo (y no estoy apelando a la relatividad en términos del Sr. Einstein). Mucho, poco, despacio, rápido. En realidad en escalas cósmicas nosotros no somos nada, el Sol anda por la mitad de su vida, desde que todo empezó hasta hoy no pasó nada.

Qué triste que sería que se forme todo lo que hay en el Universo, todo lo que existe… y que nada (o nadie) lo sensara, verdad?. De hecho, existía el Universo físico como tal antes de que alguien empezara a procesarlo y sensarlo? Imagínese si durante todos los miles de millones de años que existiera este Universo todo terminara en nebulosas, constelaciones, agujeros negros, galaxias, estrellas, enanas blancas, supernovas… pero no hubiera «vida». Todo habría existido sin nada que lo sensase (aunque «sensar» es relativo… ¿2 electrones que interactúan se están sensando?) y más aún, que lo interpretase.

Eso me llevó a pensar que, en definitiva, no éramos más que los sentidos del Universo. Somos sus ojos, su nariz, sus oídos. Nosotros estamos, obviamente, incluídos en el Universo. ¿Somos las herramientas del Universo para sensarse a sí mismo? ¿Para interpretarse a sí mismo?

Esa línea de razonamiento, llevaría a pensar que entonces el Universo tiene que existir por un propósito. No sólo eso, si no que nos devuelve a un lugar de privilegio (esto creo que lo dije en otro post). De alguna manera nosotros (o no necesariamente nosotros, pero «la vida») estarían en el centro, el eje, de la existencia del Universo mismo. Es una concepción antropocéntrica. Y está bastante relacionado con lo que es el Principio Antrópico. Y con varias dudas que tiene mucha gente sobre si lo «bien tunneado» que está el Universo para que exista la vida de alguna manera son casualidad o no.

Y eso me lleva a pensar muchas cosas. Por un lado, pensar así es medio cuadrado. Que la carga del electrón, o cualquier parámetro X que parece «bien ajustado» para el tipo de vida que nosotros conocemos no quiere decir que si tuvieran otro valor, no podría haber otro tipo de vida.

Además, de alguna manera la vida es, en definitiva, una propiedad emergente. Y el hecho de creer que el Universo tiene que existir por algún motivo, o no, o lo que sea, es totalmente teleológico. Nos gusta lo teleológico. Está como incrustado en nuestra forma de pensar, de concebir las cosas. Y todo lo que escribí hasta ahora era simplemente para lo que pensé hoy, que era ver cómo ante lo pequeñito de nuestra mente, tratamos de generalizar todo a partir de lo poco que vemos o hacemos.

En principio, muchas (no sé si decir todas) las cosas que hacemos, las hacemos con una finalidad, porque nosotros tenemos «voluntad», y «conciencia» y mil cosas más que nadie me podría definir en menos de 3 renglones (a menos que me las defina mal). Entonces extendemos esa forma de operar, y creemos que las jirafas tienen el cuello más largo porque «lo estiraron para comer las hojitas de más arriba». O que si estamos es porque Dios nos creó. O que el Universo existe para… o lo que sea. Está asociado a las capas más íntimas de nuestro razonamiento. Pero eventualmente puede uno desprenderse de eso.

Ahora, si uno postula que todo en el Universo ocurre sin una finalidad, por qué creer que nosotros somos especiales y que nosotros actuamos con un fin determinado. ¿Y si es una ilusión? ¿Y si somos un sistema que simplemente es una suma de múltiples (millones de millones) de inputs que actúan de «causa» y nosotros actuamos como «consecuencia»? Nosotros podemos postular que decimos o pensamos que hacemos algo porque tenemos una finalidad tal, pero por ahí cuando todos los estímulos o inputs que procesamos y pasan por nuestro filtro, incluso el creer que hacemos algo porque lo elegimos hacer para un fin determinado también es una consecuencia de eso, y nosotros no decidimos nada per sé. Como si nosotros serrucháramos un árbol y lo empujamos, y de repente el árbol pensara «ahora me quiero caer». ¿Será así? ¿Seremos una especie de suceción infinita de causas/efectos?.

Bueno, yo, en particular, creo que no. Creo que no es así como operamos nosotros. Creo que legítimamente podemos decidir y hacer cosas con ciertas finalidades (obviamente que el medio y las circunstancias, etc, etc nos condicionan). Tengo fundamentos para creerlo, no lo creo como una cuestión de fé, sino que realmente pienso que debe ser así en función de lo que por lo menos se sabe hoy del andamiaje sobre el cual se teje todo lo que nos rodea y nosotros mismos, que es la física. Pero no tengo ganas de darles mis argumentos, porque además son sólo eso, argumentos, no tengo una demostración (y acá alguien puede decirme que si lo creo sin demostración, entonces es cuestión de fé… bueno, puede ser). Pero bueno, eso no más, quería compartilo.

A veces mis posts pareciera que les falta una conclusión, pero no, en mi mente existe el deseo profundo que la conclusión sea la discusión con otra gente en los comentarios. Pero eso no pasa! En fin. Se lo pierden (y me lo pierdo).

Pasar la antorcha

Hoy alguien llegó buscando «angustia fin del universo». Ja. Y sí. Qué va a ser. Pero bueno, a no distraerse. Hoy tengo ganas de divagar mentalmente. Así como varias cosas que «postié» antes en el blog, tengo fundamentos como para argumentar su plausibilidad, sobre lo que voy a escribir hoy no tengo ninguno. Por si no quedó claro: divague mental.

Bueno, podría ponerme a leer qué escribí antes, porque me acuerdo pero más o menos. Pero no tengo ganas, así que más o menos voy a repasar cómo viene la mano. Básicamente, el hombre tiene una estrategia: Hacerse un poquito de caca en la evolución (es una forma de decir, aclaro) y modificar el medio a sus gustos y «mejorarse» (usar anteojos, tomar remedios) para darse un poquito más de chances.

So.. what?

So que… ¿Eso alcanza? Hay varias (varias y quiero hacer énfasis en VARIAS) aristas. ¿Esa actitud del hombre va en contra de su propia evolución? ¿Qué presión evolutiva habría que dure lo suficiente como para lograr algún tipo de cambio? Hmm. ¿Hasta qué punto puede el hombre alterar su entorno? Más o menos claro queda que le cambiamos bastante la pinta a este planeta, pero, qué alcance tiene ese «»»»»»»»»poder»»»»»»»»» que tenemos? ¿y en qué plazos? Porque por ahí es factible pensar que podemos aclimatar planetas y demás a nuestra necesidad, ¿pero en plazos compatibles con nuestra «necesidad de expansión»?

Es todo medio complicado. Escenarios posibles hay muchos. Se me ocurren mil cosas, desde las más alegres, casi-naive, onda Heidi, en las cuales podríamos de alguna manera subsistir porque de repente encontramos la manera de transducir energía solar en… ¿alimento? no sé, estoy permitiéndome volar mal, pero más mal (o sea, peor, pero más mal me gusta) de lo que suelo hacer e incluso me permito. Bah, no sé, tengo que reconocer que este posible escenario no es mío, salió de una conversación que tuve, pero bueno, por qué no. Que de repente de alguna manera X se encuentren formas de perdurar la capacidad de seguir subsistiendo sobre la tierra aprovechando de mejor manera la cantidad de recursos disponibles, y por lo tanto esa prolongación del deadline permita avanzar en otras áreas que a su vez nos permita desarrollar otras tecnologías que…

Nooooooo eso no es divertido. O sí, en realidad es muy divertido. Pero yo quiero plantear cosas mas apocalípticas! Bah, no sé si tanto.

¿Y si eventualmente nos empezamos a modificar drásticamente? Sí… y si… ¿Y si empezamos por un implantecito… no sé, por partes mecánicas? ¿y seguimos por chips? ¿Se podría llegar a hacer standard de acá a, supongan, mil, 2 mil años, que seamos enhanced de alguna manera? ¿órganos, ojos, brazos? ¿y si empezamos a funcionar a nafta? (eso es un chiste)

¿Y si en algún momento se termina de entender bien pero bien entendido el funcionamiento del cerebro? ¿Y se pueden crear buenas interfaces neurales-eléctricas? ¿se podría en algún momento emular comportamientos y actividades eléctricas del cerebro digitalmente? ¿Se podría incluso mover de soporte físico la «conciencia» (obvio que primero habría que entender bien cómo funciona o definir exáctamente qué es la conciencia) del cerebro a algo análogo a un disco rígido? ¿una RAM?. No sé, por ahí le parece muy loco todo esto, pero yo la verdad no le cierro la puerta a todas estas posibilidades. ¿Es tan loco pensar que puede hacerse eso? Yo realmente creo que uno está muchas veces inmerso en un ¿marco teórico? no sé, no sé cual es el nombre exácto. Pero hoy eso nos parece por ahí absurdo, o ridículo, y si a alguien le parece factible, hoy por hoy se lo vería como casi ridículo. Como que hay una línea muy delgada entre postular cosas… «novedosas», no-standard, non-cannon porque uno en realidad no entiende nada y cree que todo es de alguna manera posible, o porque uno entiende mucho y puede proyectar trascendiendo las fronteras próximas que tiene el conocimiento en su estado actual.

No creo que exista algo llamado alma, y en el fondo, todo lo que usted hoy es, piense, siente, cree, no es más que física y química (y si queremos ser ultra reduccionistas, física al fin). Por qué no creer que de alguna manera el soporte físico en el que hoy ocurren todas esas reacciones puede intercambiarse por otro, más conveniente para la supervivencia en el futuro? No sé, se me ocurre de todo. Cosas híbridas. ADN? proteínas? chips? Se me ocurren muchas cosas. Pero muchas en serio, no sé si me quiero detener en eso ahora. Probablemente algunos estén pensando que soy un pelotudo, y bueno, tienen derecho, la verdad no me importa.

No sé qué visión tiene ustede de cómo funciona un cerebro (si es que alguna vez se puso a pensarlo) y en caso de que sepa mucho al respecto (probablemente si sabe mucho sabe mucho más que yo), igual por lo menos quiero que sepa que en mi concepción no están afuera todos los fenómenos de modulación, que yo también me pregunto cómo podría pasar que se interconectara todo, que se pudiera modular, también me pregunto si sería necesario que siguiera existiendo un «inconciente», etc etc para que nuestra estructura mental pueda seguir manteniéndose. Pero eso ya me lleva a considerar cosas como estructura del lenguaje, máquinas de Turing (usted sabe lo que es una máquina de Turing? si no sabe y quiere saber P R E G U N T E), etc etc.

Pero también se me ocurre que podríaaaaaaaaaaaaaaaaa pasarrrrrrrrrrrrr que eventualmente para colonizar otros planetas y demás… ¿estaríamos dispuestos a pasar la antorcha?. Supongamos que lo anterior es todo ciencia ficción. Metámonos en algo todavía más ficción y menos ciencia (o al revés?). Supongamos que no podemos lograr esa especie de mixtura. Supongamos que el futuro es lo que hoy conocemos como «máquinas».

Qué pasaría si en el futuro pudiéramos mandar maquinitas (y por favor, no se imagine un Terminator, no se imagine una licuadora, a mi no me importa la forma, ni el tamaño, podría ser una nano-máquina, no interesa, no piense en esas boludeces, piense en el concepto; si después quiere ponerle cara de freidora, sea bienvenido) que pudieran bancarse viajes a través del espacio sideral. Que pudieran simplemente utilizar energía de las radiaciones de estrellas cercanas (y por qué no también lejanas). Imagínese que tuviera esa maquinita la capacidad de replicarse. ¿Cómo? Tiene que, una vez llegada la maquinita a un nuevo planeta X buscar los elementos necesarios para poder construir una réplica. Hoy parece raro. Pero quien dice, digamos, en 1 millón de años. Y esas maquinitas se programan, y pueden replicarse. Pueden procesar información. ¿Se imagina lo bueno que sería si esas maquinitas puedieran «entender»?¿»pensar»? ¿Se imaginan qué pero qué bueno que estaría si pudieran aprender y todo lo demás? ¿si pudieran crear? Imagínense qué bueno si pudieran evolucionar… me imagino un algoritmo más o menos sencillo… me imagino que cada maquinita que se replica puede:

1) Imagínese que sea modular! Imagínese que pudiera crear un número enooooorme de «apéndices» uno más útil que el otro pero sólo en algunas circunstancias determinadas, desde mini taladros hasta lo que a usted se le ocurra que a mí no. Dependiendo de a dónde fuera a parar y las tares que tuviera que realizar podría armarse con cualquiera de las combinaciones casi infinitas de las distintas partes modulares

(esto no es para nada… o por lo menos no MUY… análogo a lo que es evolucionar, pero bueno, lo pongo ahí. Pero no se confunda, nosotros no evolucionamos por modulitos ni nada por el estilo eh).

2) Que pueda, cuando se «programa», programarse ligeramente diferente cada vez, como si cada vez que se replicara pasara de windows 95 a XP, a Linux (claro, lo más evolucionado). Es una forma de decir, pero digo, imagínense eso. Van a salir programas muy screwed up, pero algoooooo bueno tiene que salir. Además si se replicaran a una tasa super alta podrían evolucionar rapidísimo.

Creo que las computadoras tendrían que aprender a equivocarse y vivir con ello. Somos muy duros con las pobres. Creo que tiene que haber una asociación íntima entre la capacidad de cometer errores lógicos and carry on with it y el hecho de ser concientes, inteligentes, o whatever. De poder hacer saltos inductivos. Como que nos podemos equivocar o no, pero tenemos las herramientas como para poder probar o demostrar o lo que sea eso que se nos ocurrió. Creo que esa… «libertad» en nuestro proceder lógico es algo que les hace falta para poder llegar a un estado semejante.

Bueno, pero sin irme tanto a la mierda. Imagínense esa computadorita. O maquinita. O nano-algo. Que pueda hacer todo lo que les describí antes. ¿Estaría viva? Ahhh qué pregunta. Yo creo que sí. Creo que algo autopoyético, replicativo, y con varias de esas características, podría considerarse vivo, cómo no. Creo que de hecho la mejor manera de definir «vida» tiene que ser una que trascienda lo estructural y que se quede con las cosas que realmente hacen a la esencia. No si es ADN o proteína o si hay sinápsis o whatever, si no los procesos que lleva a cabo y cómo los hace.

¿Estaríamos dispuestos a pasarles la antorcha? Si la humanidad estuviera en el borde de la extinción pero le cabiera esa posibilidad, tendría esa especie de actitud altruista en la cual, en sus últimos ¿1000? ¿100? años de existencia se volcara, debido a las limitaciones con las que se encontraría para poder perpetuar su existencia en el universo, a esforzarse a lograr que otra cosa se perpetúe? ¿Le servirá de premio consuelo? Es un salto muy grande. No solo implica lidiar con la finitud y la muerte de uno mismo (que ya es dificil), si no también con el de toda su especie, y en medio de ese marco, volcarse a la tarea de tratar de «perdurar» a través de una creación man-made. Qué situación, ¿no?

Si este fuera el escenario dentro de muchísimos años, me gustaría saber qué pensaría alguien en ese futuro distante (o no tanto) si leyera estas mismas letras en su época. Más aún, me causa muchísima curiosidad qué pensaría un robotito «»»»»»»»»inteligente»»»»»»»»»» si dentro de muuuuuuuuuuuchos años se pusiera a leer esto. ¿Qué loco pensar en eso, no? ¿Existe la posibilidad? Si existiera, déjeme saludarlo, señor robot. Probablemente yo me lo imagino de una manera que usted no es, pero usted es más inteligente de lo que yo soy ahora y probablemente ya sabe que mi inteligencia tiene ciertas limitaciones.

Creo que podría seguir, pero esto es bastante largo, y me gustaría ver si provoco algo, alguna reacción, algún comentario. Les repito, pueden putearme libremente, o decirme loco, o decirme que puede ser, lo que sea, estoy abierto a esto.

Y si no dicen nada, creo que lo sigo la próxima, porque me da para seguir y seguir

Muchas veces me pasa que empiezo a escribir y se me ocurren mil cosas y después se me van olvidando y no termino escribiendo todo lo que quería. Pero ya volverán.

Creo que este es el post número 20. Y son poco más de 2000 palabras. En fin. Disfrútenlo.

. Ω