Autorreferencial

Hola. Hoy estuve haciéndole un par de retoquesitos al blog. Cambié la fotito, agregué alguna que otra cosa, etc. Entre ellas, puse»tags» a todos los posts, que vendría a ser algo así como clasificarlos con 2 o 3 palabritas que hagan referencia a sobre qué tratan los posts. Fíjense que ahora a la derecha está la «nube de tags». Ahí están todos los tags que puse, en orden alfabético. Lo que importa es el tamaño de cada palabra porque el mismo está en proporción a la cantidad de veces que lo usé para «clasificar» un post.

Cuando terminé de clasificarlos, me di cuenta (es bastante notable) que uno de los tags que más puse fue «este blog». Me llamó la atención. Tan autorreferencial es este blog? Parece que sí. Y no quepen dudas, este es otro más de esos posts.

No sé si se habrán dado cuenta, pero en los últimos días me enchufé como nunca con el blog. Estuve agregando posts bastante seguido (en contraposición con los últimos tiempos que estaba medio olvidado). La verdad es, que si tengo que hablar desde mi voluntad, no me caben dudas que quiero seguir posteando con mucha frecuencia. Pero desde lo real, dos cosas atentan contra eso: Este blog no es sobre citar otros blogs (que citan otros blogs y así hasta el infinito). De eso hay mucho, y así realmente es fácil actualizar con frecuencia. Si bien acá cada tanto los mando a algún lugar, la mayoría de las veces hay bastante de elaboración propia. Y eso hace que baje un poco mis expectativas. Y lo otro, es que me conozco, conozco mi naturaleza «oscilante», para algunas cosas. Con muchas cosas me entusiasmo, largo, me entusiasmo otra vez, vuelvo a largar. Pero bueno. Creo que, realmente(ya lo dije hasta el cansancio), necesito feedback. Dejen un comentario, pregunten, discutan. No sé, soy conciente que muchas veces soy como muy «autoritario»cuando opino, pareciendo que cualquier otra postura está mal. Qué se yo, opinen igual! obviamente creo que estoy «en lo correcto», si no no lo escribiría, pero estoy dispuesto a aceptar si me equivoco sin ningún problema. Me gusta aprender.

Originalmente pensé que en algún punto, podía incluir gente para bloggear acá. Pensé que por ahí se podía encontrar gente «afín» a la que se le pudiera dejar postear como cualquier otro. O incluso algún paso intermedio donde si alguien quería poner algo sobre algo, lo pudiera mandar en un comentario, o mandármelo por mail, lo que sea, y yo lo publicaba. No sé. Tenía (tengo, no soy fatalista) muchas ideas para este blog. Cuando me senté a hacerlo había muchas opciones. En principio no iba a poner posts en tono más «cómico», ni iba a usar un tono informal ni nada de eso. Y quedan vestigios de eso, porque en algunos posts no lo hago en absoluto y otros son pura puteada. Incluso en algún punto pensé en hacer posts que se podrían clasificar de «oscuros», donde nada se dijera tan directo, todo más interpretable. En fin, muchas cosas, que nadie dice que «nunca serán», sino más bien un «tal vez».

Ya tiene más de medio año este blog, y el hecho de no hacerle promoción me está saliendo caro. No lo promociono en ningún lado. Por ahí tendría que hacerlo, en algún canal de chat, escribiendo la dirección en algún lado, no sé. Por qué no le hago propaganda? Fue pasando algo. Al principio, no lo di a conocer a nadie por lo que puse en el primer post. Siempre sentí que muchas veces la onda «blog» tenía mucho que ver con la inflación de ego y decir «yo pienso esto». Y no me gustaba mucho esa idea, y como dije al principio, creo que es más importante lo que sea que pueda llegar a decir, que quien soy (o al menos eso creo). Por el otro lado también tiene que ver con que no sé hasta qué punto tengo ganas que todo el mundo sepa qué pienso (de la gente que conozco), porque qué se yo, si bien no cuento nada que a usted le pueda parecer la gran cosa, en definitiva es lo que pienso sin filtro, es mi esencia. Es como si me desnudara, en algún punto, y no tengo alma de exhibicionista.

Lo otro que fue pasando es que gente que conozco y de la que soy amigo, resultan ser por ejemplo fans de Harry Potter y los Simpsons. En un caso me enteré después de haber puesto mis dos posts respectivos. En ese caso, después me pareció imposible poder compartir el blog con esa persona por ejemplo, ¿cómo se lo muestro sn que se sienta ofendido? qué se yo, obviamente somos todos gente grande. Pero si fueran fans de Harry Potter, o católicos, o no sé, incluso super hinchas de fútbol, no sé, siento que podría ofender a mucha gente que conozco, que paradójicamente me cae muy bien y al mismo tiempo caerían en varias (o todas) de mis «hate categories«, por llarmarlo de alguna forma. Lo cual me lleva a veces a repensar si tiene sentido criticar cosas abstractas, si después la «gente real» con la que me relaciono no me produce el mismo… ¿odio? que eso que critico, y más aún, hace que no pueda compartir esto con esa gente.

Pero bueno, es dificil sacar a flote el blog así. La temática es muy particular, la promoción de primera mano es cero. Así que, ayúdenlo si les gusta. Yo por lo pronto, voy a tratar de seguir posteando con cierta frecuencia. Realmente me gustaría verlo «funcionar», a mediad que pasa el tiempo cada vez me encariño más, y ya es como una especie de «hijito» intelectual. No es mi mejor ni mi peor producción, pero es mi producción. Nos vemos.

Serial Killer God

(Nota: lo iba a llamar algo así como «Earth Hand-of-God Massacre», por «Texas Chainsaw Massacre», pero me pareció que no se iba a entender, y no sé si quedaba bien (gramaticalmente hablando, por supuesto))

Me encontré con esto y no pude evitar postearlo. Un flaco que tiene su propio blog se puso a calcular, según la biblia, a cuántas personas había matado «D»ios. Por favor, si saben inglés no se lo pierdan porque está desglosado para poder entender bien cómo se llega a la (astronómica) cifra de más de 2.200.000 personas. Por favor, hacé click acá.

Mejor todavía fue que a alguien se le ocurrió hacer la comparación con cuántos mató «Satanás» (según la biblia). Y resulta que encontró esto (hacé click en la imagen para agrandar):

Dios vs Satán!!!

Chistes obvios, se me ocurren infinitos. Pero no los voy a hacer, porque como ya dije son obvios. Ahora, realmente increíble, no? Estuve leyendo los comentarios en el blog a donde puse el link antes, y había discusiones respecto a que si «Satán» no hubiera obligado a Adán a comer la manzana y no sé qué más entonces nadie habría muerto… en fin… (boludeces). También hay que aclarar que en esta lista no está incluídos los que murieron durante el diluvio universal, etc, que podría llevar esto a cifras mucho mayores!

Pero bueno, ahí lo tienen para todos los creyentes, su Dios lleno de paz y amor!!!

Supongo que esto tendría que ir de anexo en «Ranking Mundial de Muertes Violentas«. Está entre las peores! y lo peor es que tiene impacto -10, porque en vez de horrorizarnos… hizo que lo amen!

Como postre, les dejo esta página que me pareció muy graciosa, y que encontré acá. Y miren, sean testigos de la «furia de dios»!!!!! (click en la imagen para agrandar)

Dios en acción

El juego de la vida

Hola. Usted alguna vez jugó al juego de la vida? Ese juego de tablero, en el cual varios participantes iban avanzando casilleros y tomando decisiones, ganando plata, comprando casas y autos, etc? Sí? Bueno. Olvídese. Este blog no es sobre eso (más allá de haber hablado sobre todos los potenciales juegos de tatetí).

El Juego de la Vida al que me refiero fue creado en 1970 por el matemático John Horton Conway. Y no es exáctamente un juego, o por lo menos no en el sentido tradicional que supongo que usted se imagina. Es un juego donde nadie juega (o por lo menos así era originalmente). Y en qué consiste? Bueno, consiste entonces en intervenir solamente al principio, seteando un conjunto de leyes simples y definiendo las condiciones iniciales. Luego se deja evolucionar el sistema, y se ve qué ocurre.

Lo que ocurre en general es bastante intrigante. Usted en principio solo cuenta con una grilla (o cuadrícula, como la quiera llamar). Y cada «cuadradito» puede estar ocupado por un punto, o no. Y después vienen las reglas sencillas: si un casillero vacío está rodeado de 3 fichitas, entonces en él aparece una fichita nueva. Si una fichita está rodeada de muchas fichitas, se muere. Si está sola, se muere. Si está rodeada de un número «medio», sobrevive. Listo. Nada más. La única intervención del jugador consiste en el número y disposición inicial de las fichas. Parece poco, no?

Lo importante es que surgen patrones muy complejos a partir de ese conjunto de reglas relativamente sencillo. Por ejemplo:

El Juego de la Vida

No hay nada programado que diga que tienen que salir cosas nuevas, o que tengan que moverse en una dirección determinada. Solamente las reglas que le conté. Y esto es solo un ejemplo.

Y a qué va todo esto? Bueno. Por un lado me interesa fomentar a que usted busque. Para empezar, le recomiendo esto y también esto. Yo en particular puse esto acá porque me parece que es una buena forma de ir rompiendo prejuicios. No es dificil de encontrarse con frases del estilo «no puedo creer que el azar es lo que dictaminó el desarrollo de la evolución», argumentando que tanta complejidad no puede surgir azarosa y/o espontáneamente (son cosas distintas eh!). Más aún, hay gente que cree que la Tierra, el Universo, todo lo que nos rodea, no puede haber surgido sin ningún tipo de intervención a partir de un conjunto de leyes más o menos sencillas durante el Big Bang.

Obviamente, si hay un conjunto de leyes «simples» que, digamos, puestas en marcha dieron a lugar «lo que conocemos», entonces usted puede decirme que el instante de la creación es, entonces, el mismísimo momento en que esas leyes fueron creadas. Y en realidad, hay algo de cierto respecto a que solamente estoy pateando el problema para atrás. Pero esa es otra historia, donde me resultaría además muy dificil poder transmitirle algo que lo pueda llegar a satisfacer sin llegar a sonar incluso tan esotérico como esas otras posturas que estaría tratando de desbancar. Pero no es una limitación de los argumentos mismos, es una combinación de mi propia limitación, mas mi limitación para expresarme, tanto propia mía como la que impone este medio. Eso no quiere decir que no sea un tema que me interese tocar en este Blog. Todo lo contrario, ya se lo ha rozado y se seguirá haciendo.

Ahí es donde surgen cosas como «Diseño Inteligente» —

A mi me resulta una contradicción muy divertida el hecho de que para postular algo llamado «Diseño Inteligente» se debe carecer de esta última.

Sí, es un comentario ácido medio al pedo, y no sabía si dejarlo o no. Pero si se me ocurrió, por qué no? Y si usted cree en eso, sepa que en realidad no pienso que no sea inteligente (bueno…. por ahí un poquito), si no que simplemente lo puse porque si no, no sería yo. Usted ahora puede pensar por eso que obviamente el no inteligente soy yo. En ese caso, mi postura recientemente «blanda» se endurecería de golpe y yo automáticamente contestaría «para pensar que el inteligente no soy yo, primero tendría que poder pensar»… pero bueno, en fin. No se ofenda.

–y «Complejidad Irreducible». Básicamente, a las cosas no se las dejó «evolucionar» al azar, y habría «evidencia» que hay estructuras que fueron creadas debido a que no podrían haber evolucionado espontáneamente desde algo más sencillo porque por separado sus partes no podrían cumplir ninguna función, y solo tiene sentido cuando están todas juntas funcionando (por eso lo «irreducible»). El «Juego de la Vida» que les presento, lo quiero hacer en el contexto del concepto de «Autómata Celular», de von Neumann. No me voy a poner a explicar qué es, porque probablemente puedan encontrar mejores explicaciones de primera mano en cualquier otro lugar; por ejemplo acá.

Como dije antes, a veces hay gente que es muy dificil de convencer de ciertas cosas. Pensé que esto podía ayudar a alguien a soltarse de la manito de sus creencias para dar sus primeros pasos (aunque tímidos) … no sé hacia a donde ( o sí, pero no quiero poner en palabras algo así como «hacia la luz» o alguna analogía así), pero por lo menos alejándose de donde sea que viene.

Repito, podría haber escrito un mega artículo super gigante. Pero en cuestiones como estas realmente creo que es más importante fomentar la curiosidad que servir en el plato.

Cavernícolas del 4000

Soy un lazy blogger. Podría ponerles un link respecto a qué me refiero, pero búsquenlo («busquenlon» si es (ex)Menemista) y lo van a encontrar. En una reunión sobre jueguitos de computadora y consola, habló un tal Ray —

Hagamos un paréntesis. Seamos sinceros. ¿No es mejor esto que hacerme el que la tengo re clara y poner algo así como «En la convención blah blah, Ray blah blah un famoso futurista…»?… O sea, qué se yo. También tiene que ver con presentar las cosas de modo prolijo, pero hoy no tengo ganas de ser prolijo. Siempre meto paréntesis con aclaraciones, pero esta vez tenía que ser largo. Y de a poco está surgiendo en mi cabeza de hacer algo así comos posts multithreaded —

Sí, en realidad andá a saber por qué se me ocurrió esa palabra, pero en realidad esto es un ejemplo de cómo podría funcionar eso que se me ocurrió

–en los cuales no necesariamente tengo que seguir siempre linealmente con lo que venía pensando, y si se me ocurre otra cosa, escribirlo «en paralelo», y el que quiere leerlo puede, y el que quiere saltearlo también, ya que en principio lo que aparece en el siguiente nivel no es necesario para entender el anterior

–no se cuanto. Lo importante no es mucho quién es el tipo. Bah, nada es importante de esto que voy a escribir (O sí?). Lo que sí es interesante es que habló sobre las implicancias de la Ley de Moore (básicamente la capacidad computacional a lo largo del tiempo se incrementa en forma exponencial) con respecto a nuestra vida en el futuro próximo-mediato. Supuestamente la miniaturización de las computadoras podría llegar a punto tal que -según él- se podría incluso desarrollar mini-computadoras que podrían ser como glóbulos rojos artificiales y más eficientes, por lo que por ejemplo podríamos ser super atléticos o aguantar la respiración un montón de tiempo sin problemas. Algo así.

¿Y a qué viene todo esto?. ¿Usted se imagina explicarle a un cavernícola lo que es viajar a la luna? ¿Física cuántica? ¿Biología molecular? ¿luz artificial? ¿anteojos? ¿automóvil? ¿energía nuclear, átomo, computadora, quark, cromodinámica cuántica, agujero negro, cosmos, universo, multiverso, espacio-tiempo, relatividad, ingeniería genética? Imposible, ¿no? Me causa mucha gracia siempre que veo a algún «experto» proclamando cualquier frase del estilo «hemos llegado al máximo posible….» e inserte lo que quiera. Sin ir más lejos hoy vi a un neurobiólogo diciendo que se había alcanzado la máxima inteligencia posible. Siempre pasó a lo largo de la historia. «Ya está todo inventado». Desde que crecemos pareciera que stressamos (qué feo que queda escrito así!) a nuestro cerebrito demasiado ya con obligarlo a que acepte las reglas en las cuales debe moverse, como para poder, además, exigirle que se permita romperlas o al menos doblarlas lo suficiente para poder pensar distinto. Outside the box.

Es una especie de situación de compromiso; la gente más formada y especializada, en general tiende a aceptar ese marco de pensamiento en el que está inscripto casi como un dogma, no muy distinta a la forma en que un creyente adopta la creencia de Dios. Por lo tanto, en su viaje por alejarse de las «creencias irracionales», se refugia en el campo -más seguro- del raciocinio, pero en vez de instalarse en él para proponerse empujar sus fronteras hasta que cedan y se rompan, prefiere adoptarlo como un hogar seguro, encasillado en su cuadradito del que no quiere que lo saquen.

Por el otro lado, aquellos que creen «por creer» (no es que crean por creer, pero realmente no se me ocurre en este momento por qué otra cosa puede ser que crean), están más propensos a tirar abajo las barreras que los del mundo «científico» les impone. Pero esta libertad a menudo viene de la mano de terminar creyendo en lo que uno quiere creer de antemano, y en ajustar los hechos para que se ajusten a sus propias creencias, y no al revés.

Lo que queda en el medio es un espacio delicado. Si acierta, en el futuro será un visionario. Si se equivoca, será un «esotérico». Yo creo que al que está en el medio, no debería importarle (en realidad sí, pero no mucho, en definitiva la «clasificación» sólo se realizará cuando termine su trabajo y pueda ser evaluado) para qué lado termina cayendo. Creo que lo importante siempre es empujar la frontera, pero con convicción basada en argumentos plausibles.

Hoy, que nos creemos tan piolas y que sabemos todo, y que nos reiríamos ante la imposibilidad de un pobre cavernícola de entender qué es la fuerza de la gravedad, somos en realidad los cavernícolas de dentro de 2000 años. Si llegara a haber vida en 2000 años–

Soy plenamente conciente que, por ejemplo, mis varios posts previos sobre cuestiones tales como la improbabilidad (por no decir imposibilidad) de la continuación de la vida en la Tierra tal como la conocemos, también está basada en el conocimiento que tenemos hoy, y que en realidad esa predicción ya se hizo mil y un veces, desde afirmaciones dudosas hechas por Nostradamus hasta los cálculos hechos por Malthus. Por lo tanto, yo estaría incurriendo en el mismo «pecado» que acá estoy condenando, pero le pido al lector que me perdone en base a que a pesar de poder pecar de corto de vista aceptando ese razonamiento, lo he pagado con creces con posts como el de «Pasar la Antorcha».

–y pudieran «descongelar» a alguien de esta época (o llevarlo en el tiempo, o lo que sea), probablemente no estaríamos capacitados para entender casi nada de nada de lo que respecta a los avances tecnológicos, a los cambios que se podrían haber dado gracias a la mano del hombre o cualquiera sea la especie dominante, sea orgánica o «computacional». ¿Se lo imagina? ¿Estar esperando encontrarse con seres de dos patitas y dos bracitos, dos ojitos y parados, y encontrarse con una especie de masa amorfa… por ahí gigante, por ahí infinitamente pequeña…?. Por ahí podría pasar que existiera una especie de combinación entre nivel de inteligencia, apertura mental y no sé qué mas, que pasado cierto umbral, permita aunque más no sea al estar expuesto a una situación así, aunque sea poder permitirse entender con qué se está lidiando, o aunque más no sea, comprender que se está lidiando con algo distinto. Como nota «ególatra», me gustaría creer que podría estar en ese grupo.

Probablemente tendrían muchas respuestas a preguntas que hoy nos hacemos, pero probablemente esas les hayan abierto la puerta a preguntas que hoy ni siquiera tendríamos la capacidad de formular. ¿O no? ¿Se podrá en algún momento «saber todo»? (Teletranspórtenme a ese momento ya mismo!!!!).

En fin. Una de las cosas más crueles de nuestra inteligencia «término medio» que tenemos, es que somos lo suficientemente inteligentes como para hacernos preguntas muy buenas, pero no lo suficientemente inteligentes para darnos respuestas del mismo calibre.

Alien (o sobre cómo gestar una identidad por descarte)

Hola. No sé donde usted vive ( o «donde vos vivís», si sos más local), pero acá, yo prendo la tele, o miro en internet, o en el diario, y me encuentro con varias situaciones que parecen ser bastante «masivas», o «populares», o póngale el nombre que quiera, y que parecen estar medianamente aceptadas como norma social.

A partir de todo lo que vi, tengo mini-ganas (no tengo muchas, pero tenía ganas de escribir algo) de hacer una especie de «Manifesto de la Identidad Alienígena»

  • No me gusta el fútbol. Sí, si juega la selección, miro el partido. Pero no me mueve un pelo. Menos aún entiendo a esa gente que le pone el nombre al hijo pensando en aquel jugador X que tantas «alegrías le dio». Menos que menos a los barrabravas que ya no sólo se matan con los que pertenecen a los de otro equipo, si no que además ahora también se pelean entre sí porque ya ni siquiera tiene que ver con una «pasión extrema» por el deporte, si no que es una cosa deformada totalmente comercial; y no solo se «pelean», se cagan a tiros, se matan, se odian. Es todo un quilombo, las reventas, las mafias de barrabravas apretando a jugadores, los negocios turbios y los aun más turbios entre dirigentes, etc. Nunca fui a la cancha. No me interesa. No me interesa para nada, y esa supuestamente es una pasión «popular».
  • No creo en Dios, (ni dios, y si pudiera escribir la «d» como un subíndice -seguro que se puede, pero no tengo ganas de aprender- también lo escribiría así), ni en ninguna cosa cósmica de la garompa ni nada por el estilo. Me perturba el simple hecho de la infinita cantidad de gente que no tiene problema en «creer», en las «cuestiones de fe». Es increíble que te pregunten «y vos por qué no crees?». Obvio, no creo porque NO CREO, automáticamente hay que retrucar con un «y vos crees en los dragones???», obvio… es lo mismo… es una cuestión de creencia no más. Creer en dios y en las hadas y en los duendes y en los dragones y en los buenos políticos son todos «actos de fe», es decir, incoherencias irracionales extremas. No sólo eso, no sólo «no creo», si no que, por su historia y tradición, siento un profundo desprecio por la institución cromagnónica-genocida más antigua de la historia, la iglesia católica (en minúscula a propósito). No rezo, no pido a nadie por nada, y no entiendo a la gente que peregrina durante horas de rodillas a no se qué iglesia para pedirle a no se qué santo. (De hecho podría escribir infinitos posts pegándole duro a la iglesia)
  • No fumo (ni nunca fumé), no tomo (salvo una cervecita cada tanto), no me drogo (ni me drogué) nunca, jamás de los jamases. No me interesa, no lo entiendo ni me interesa entenderlo. Ante la pregunta de una persona que me dijo «pero no puede ser, no te da curiosidad probar cómo se siente?» respodí espontáneamente «y vos no tenés curiosidad sobre cómo es llegar con todas las neuronas a vieja?» y lo sigo sosteniendo. Y no, no voy a entrar en la polémica de si la marihuana es buena o mala, que si es terapéutica o 3 carajos, o que si el vasito de vino tinto hace bien o no. No me interesa, no lo consumo, no me importa.
  • Jamás en mi vida me anotaría en un reality. Ni Gran Hermano, ni Bailando, ni Patinando, ni la puta que los parió. Jamás. Eso de buscar fama, o lo que sea. No sé, no digo que yo no tenga mis problemas, pero eso cláramente es para gente con mayores problemas que yo.
  • No me interesa ganar plata como meta principal en la vida. Si gano lo suficiente para vivir tranquilamente, me chupa un huevo si ahorro mil, cienmil, o un millón (las unidades que usted quiera). Me parece execrable esa forma de pensar. Como anexo a eso, no me interesaría jamás laburar de algo que se base en ser un terrible hijo de puta ganando dinero a costa de cagar gente/patinar la plata de otro/ser un garca fenomenal, por lo que no soy ni abogado ni contador, por ejemplo.
  • No desarrollo fanatismos patológicos por nada ni nadie; a menos que cuenten mi post sobre Einstein como algo de esa categoría. Nunca entendí ni a la gente que se suicidó porque no los dejaron ir a ver a los Guns’n’Roses, ni a los que hacen colas 3 días y 3 noches para conseguir una entrada. No tengo falsos ídolos, ni verdaderos ídolos. Nadie (o muy poca gente) se merece realmente ser ídolo de alguien.
  • Estoy en contra de la pena de muerte, pero creo que el aborto tendría que ser despenalizado. Lea atentamente, no dije «en contra de la pena de muerte y a favor del aborto», porque solo un pelotudo puede ser «pro aborto». Creo que deberían existir las políticas sanitarias y sociales, las campañas, y un nivel cultural y económico general lo suficientemente buenos como para que un aborto sea algo que, en caso de ser necesario, uno pueda optar tranquilamente, sin ninguna condena retrógrada-religiosa (perdón por la redundancia), lo cual es distinto a que en las condiciones actuales cualquiera pueda ir y hacerse un aborto, se entiende?. Y en contra de la pena de muerte porque no creo que el Estado realmente tenga facultades para decidir, de manera legalizada, quien debe morir o quien no.
  • No creo que la democracia como está llevada en la práctica sea un sistema ideal de gobierno. Pero tampoco creo que lo sea en teoría. Se necesita otra cosa. Y no soy fachista, ni anarquista.
  • No siento fastidio por «mi trabajo». No lo siento una imposición. No me molesta, no me perturba, no siento que por hacer «lo que tengo que hacer» me esté perdiendo de hacer otras cosas. Lo que hago me gusta, si no no lo haría. Anexo: Me gusta lo que hago y por lo tanto no fantaseo con que «me mantengan», ni con ganarme la lotería para rascarme las bolas a 4 manos.
  • No tengo fantasías extrañas del estilo «vivir para siempre», «desafiar a la muerte», etc. La muerte en sí y mi (nuestra) finitud, es un tema en el que pienso siempre. Y en algún punto podría decir que sí, me angustia. Pero no tengo ninguna fantasía extraña. No me da pena pensar que me voy a morir «y todo lo que me voy a perder», si total, incluso mientras viva van a haber un montón de cosas que no voy a conocer y me voy a perder, y todas ellas co-existiendo conmigo.
  • No me satisfago con respuestas del estilo «la heladera enfría porque está enchufada», «escuché que eso es hereditario», etc. No entiendo cómo hay gente que . Casi siempre que tengo curiosidad sobre algo trato de averiguar hasta donde me de el cuero. Ya si después no puedo entender, está bien, pero por lo menos trato. Si quiere otro día le cuento por qué (mejor dicho cómo es que) enfría la heladera.
  • No pagué por sexo, no pienso pagar por sexo, no me interesa estar en un trío, una orgía, ni nada por el estilo. No es lo mío. Not today, not tomorrow. No me saco fotos con el celular mientras tengo sexo, y por lo tanto no las subiría a internet ni ninguna de esas pelotudeces.
  • No me gusta ir a bailar! y esta sí que puede ser rara, lo admito. Y no es por una cuestión de edad; ni cuando era más pendejo, ni ahora, ni nada de nada. Me gusta «bailar», (admito que hasta ahí no más); pero la onda boliche, careteada, pelotudez absoluta, «levantarse a la minita», estando en pedo, etc etc, toda esa situación me parece tan pero tan pedorra que en fin, no.
  • No me doy por vencido. Y aunque suene cursi, no me refiero a luchas políticas, ni ecológicas onda Greenpeace, ni nada por el estilo, sino a los desafíos de todos los días. Del trabajo, o de donde sea. Las cosas a veces me salen, y a veces no me salen. Las que no me salen, eventualmente hago que me salgan. Siempre. (Usted podría reformular esto pensando «sos un obsesivo total», y puede ser).
  • No me gusta Windows. Lo uso cuando necesito, si no, prefiero Linux

Bueno, una vez que se descarta todo eso, en ese grupo estoy yo. Si usted también descarta todo eso, bienvenido. Si cree que soy un alien, puede ser, pero hay más gente así. Si usted piensa que soy aburrido, no sabe cuánto se equivoca! Lo que sí no sé es si hay más «aliens» que «resto del mundo». Creo que no. Soy un alien.

Disclaimer: A pesar de que pueda parecer así, no digo que en cada item mi opción es la mejor, y lo que queda en «el resto» sea peor (bueno, en algunas sí, pero no en todas). No se ofenda. O sí. No me importa.

Nota bis: (y donde está la «nota» sin bis? bueno, supongo que el «Disclaimer» lo es). Esta lista es corta, pero representativa. Por ahí algún día la alargo con más items o algo así. Veremos. Igual creo que la idea está

Un consejo

Es tarde, y estaba en la cama, tratando de dormir. Luces apagadas, y demás. Dando vueltas en la cama, me asaltó una de las cuestiones que generalmente me asalta.

A veces termina el día y hago el balance, y pienso «¡qué gran día!», y pienso en todas las cosas lindas/buenas/agradables que pasaron (como hoy), y una especie de sentimiento de realización y/o satisfacción me llena hasta que (no puedo evitarlo) de repente pienso «¿y para qué?». Sí, qué importa que ahora sienta eso, me sienta así. ¿Qué es sentirse así? ¿Qué es sentir, en definitiva? Para empezar tendríamos que definir qué es que alguien «sienta». ¿Qué sería algo así? ¿Un ser sintiente vendría a ser algo capaz de procesar información de cierta forma, de manera tal que en respuesta a eso que procesa tenga manifestaciones fisiológicas análogas a lo que conocemos como «miedo», «felicidad», etc? . No sé, soy muy amigo de las definiciones, pero en este caso en particular y al menos ahora no me interesan mucho. Sí, hoy estoy contento porque hice tal o cual cosa, estuve con tal o cual persona, me compré tal o cual cosa. Y? El famoso «son esas pequeñas cosas…». Sí, demasiado pequeñas por ahí? No digo que haya que quitarles valor. Pero al final del día (y no me refiero al «día» de 24 horas), se termina, tiran del enchufe, y? Y qué hay? No hay nada. Si usted se sentara a mirar detenidamente a una hormiga que camina por el pasto, sin rumbo aparente, de trayectoria casi errante (que no siempre es así) y de repente se topa con algo que podría considerar «comestible» (no se comen lo que encuentran, si no los hongos que crecen en lo que encuentran) y de repente se pone como loca, camina rápido, trata de mover ella sola eso que encontró, y si no reclutra otras hormigas. Si uno estirara el concepto de «analogía» casi hasta romperlo, uno podría decir que esa hormiga se pone «contenta».

¿Qué pelotudez, no? Una hormiga contenta.

Usted, yo, todos nosotros, somos hormigas felices (cuando lo estamos). Mire para arriba. Y ahora más allá. No es nada, asimílelo. En general (no siempre) las cosas que hacen a lo que llamamos «nuestra felicidad» son incluso más insignificantes que la insignificancia de nuestra existencia (por lo menos insignificante, generalmente, de manera individual).

Ya en algún lado en otro post hablé algo sobre «el sentido de la vida», y que además no tenía sentido plantearse eso. Porque cuando digo «sentido», no es desde el punto de vista casi bíblico en el que pareciera que la vida tiene un «propósito». En ese sentido, la vida no tiene sentido (pum). Pero más allá de eso, tiene que haber alguna forma que vivir no sea al pedo, no? Digo, vivir es insignificante, no tiene propósito, pero podría argumentar de varias maneras que sencillamente «está bueno»; y dado que pudiera elegir, si vivir eternamente como una piedra, o 90 años vivo, elegiría la 2ª, así que tan boludo no soy. Pero debiera haber un nivel de satisfacción mayor que el de «satisfacción personal» (que no digo que no sea necesario) para que no sea tan al pedo. Un nivel de satisfacción más altruista, si se quiere.

Como dije en otro lado, me gustaría, por decirlo de alguna forma, «saberlo todo». Y para qué? Para que no se/me haga planteos semi-exóticos, supongamos que entre «saberlo todo» está incluso saber fehacientemente que no se puede vivir por siempre. OK, lo sé todo, y? Eso me causa satisfacción? Igual me voy a morir. En una escala de 1 hora, mi alegría sería enorme. En una escala de 10 años por ahí también. Y en 100? y en mil? Y en la escala de tiempo en la que se mide la vida del Universo? Nada. Cero. Un susurro en el viento.

Un hecho notorio, que si bien no pasa para nada desapercibido, no se le da la atención que se merece (a veces), es la ausencia del otro. Quien es usted en ausencia del otro? Usted no es nadie. Si usted vive en función de poder usted vivir medianamente bien, siempre y cuando usted pueda tener una cierta cantidad de ahorros para tener una vejez digna, y se preocupa por tener usted el mejor auto de la cuadra, o usted la casa más linda. Incluso si es de aquellos que piensan que usted ya es grande y tiene que hacer lo que le de placer y sus hijos, bueno, que se jodan, total tienen un futuro por delante e irán a terapia (no se espante, no estoy inventando, conozco gente que piensa así), bueno, entérese que usted es un sorete.

De qué sirviera que yo intente (sé que no voy a lograrlo) «saber todo» (sí, entre comillas, es un decir) tratando de descubrir algo, aunque sea algo chiquito, si eso de alguna manera no queda de legado y no sirve para otro? Tiene un poco que ver con el primate que todos llevamos dentro, no? Hay un sentido de satisfacción más primitivo, más elemental y menos elaborado, muy personal, que tiene que ver con «¡cómo me satisface esto que es para mí!«. Pero, creo yo, hay otro sentimiento, más elusivo y difícil de abordar porque a veces incluso se puede llegar a contradecir con aquel sentimiento primordial más enraizado en nuestra esencia de satisfacción personal, que tiene que ver con una satisfacción, si se quiere un poco más abstracta, en función de lo hecho para/por el otro. El otro es cualquiera. El otro es su hermano, su hijo, su vecino, la humanidad. Sin el otro usted no es nadie, porque el otro lo resignifica a usted constantemente. Usted puede tener una vaga idea de lo que es «su esencia», pero no termina de estar definido jamás a no ser que sea visto bajo la lupa de los otros.

Si no quiere vivir una vida al pedo, supongo que en principio tendría que resignificar alguna/s de su/s meta/s u objetivo/s de manera de que tenga sentido a la luz de una especie de «beneficio común» que no se limite a usted mismo. No, no significa que tenga que descubrir una vacuna. Ni salvarle la vida a nadie. Creo que se entiende. Trascender para sí mismo, no es trascender. Trascender es trascender hacia afuera, hacie el resto de la humanidad. Y con trascendencia no me refiero a estatuas ni cosas por el estilo, eso es una pelotudez. Muchísima gente ha trascendido en la vida, y tiempo después es probable que no se recuerde su nombre si quiera. ¿Y cómo trascendieron entonces? De nuevo, si se hace esa pregunta se está confundiendo trascendencia con fama. Trascender es, a mi entender, que usted, su esencia, ya no están. Pero usted hizo algo (ojalá por voluntad propia, y no por coincidencia, pero bueno, puede pasar), que fue más grande que usted. Que lo trascendió, que viajó y tuvo consecuencias más allá de la finitud de su propia existencia. Que movió algo, tocó algo, activó algo en otro lugar (no me refiero a un lugar físico, se entiende), que de alguna manera sirvió aunque sea por un infinitésimo a mejorar algo.

Mi consejo: trascienda.