Rad

Si este blog tuviera sentimientos hacia mí, claramente sería una especie de novia despechada y resignada. Aparezco, escribo 4 o 5 posts de nada en particular, prometo escribir uno bien científico, lo empiezo a escribir, o lo escribo a medias o directamente no lo escribo, desaparezco por un par de meses y vuelvo a empezar. Ahora estoy en la fase escribir varios posts extraños, por lo cual en lugar de ponerse contento porque escribo y le doy bola debería estar sintiendo la futura abstinencia. Y es que dentro de poco otra vez arranca el ritmo fuerte de la vida y va a estar dificil postear con frecuencia. Pero este hueco del mundo siempre está para depositar lo que sale de mi cabeza.

Lo que está pasando en Japón -que se merece un párrafo, o incluso un post aparte, pero ahora solo queda decir que es algo terrible que lamento muchísimo- hizo que quisiera escribir sobre varias cosas, pero en particular me pareció que podía aprovechar y escribir algo sobre «la radioactividad». Por lo que estuve viendo en la tele y demás, la gente la verdad que no tiene ni idea de qué es la radioactividad, la radiación, la fusión, la fisión, lo nuclear, si la radiación se respira, si es un vapor, si contamina o qué. Me impresionaron muchas cosas al respecto que se pueden criticar desde varias aristas: Me impresionó por un lado la desinformación al respecto de qué estaba pasando concretamente en cada lugar, me impresionó la disparidad de los número reportados respecto a lo que sea, y me impresionó también el tipo de preguntas, el tipo de recomendaciones, etc, que se han hecho respecto a esto.

La verdad? Me di cuenta que me metí a escribir esto sin muchas ganas de seguir escribiendo esto a esta hora. Pero en última instancia se puede partir esto en 2, y ahora escribo hasta donde se me de la gana.

No se me ocurren muchas formas mejores para empezar a hablar de esto que no sea utilizando un término que no me gusta mucho usar porque en realidad se presta bastante a la anti-pedagogía, pero que es «la energía». Hay distintas formas de energía todas, en principio, interconvertibles entre sí, y que se pueden usar para prender la lamparita. Para arrancar el auto. Para cargar la batería del celular. La forma se puede obtener mecánicamente, por ejemplo por la acción del viento sobre un molino, o del agua en una represa. También se puede obtener químicamente, como por ejemplo una combustión, que salvando las distancias es tanto lo que pasa en su auto como lo que pasa en su mitocrondia. Y así sucesivamente. Fuentes de energía existen varias, y de magnitud variable. Con eso lo que quiero decir es que a un litro de agua puedo sacarle una cantidad de energía si la uso para hacer girar una paleta (mecánica), o puedo sacarle otra cantidad de energía si la hiciera reaccionar con algo. En general las reacciones químicas pueden liberar una «gran» cantidad de energía por gramo de sustancia. Eso se debe principalmente a que la energía almacenada en las interacciones y enlaces de átomos con otros átomos en moléculas, o las interacciones entre moléculas o iones son «muy energéticas»…

Se dieron cuenta de la cantidad de veces que usé «energía» y nunca la definí?… Si hay alguien leyendo esto porque no sabe lo que es radioactividad, no creo que entienda lo que es la energía debida a interacciones entre moléculas… ¿Qué es una interacción? Mmm… creo que esto da para rato. Ahora, voy a hacer lo que siempre le hago a la novia despechada de este blog, y voy a prometer que la próxima viene a pura ciencia… espero esta vez no estarle mintiendo.

Saludos.

11 ideas

Me quedé pensando en lo que escribí ayer. Lo cual, mientras acabo de escribir esa primera oración, me causa muchísima gracia. No lo había pensado antes de sentarme a escribir, pero solamente estoy validando lo que dije ayer, de alguna manera. Este creo que es el post más rápido de la historia en repetir lo de un post anterior. En fin, la idea no es repetir nada, por ahí amasarlo un poco más.

Típicamente mi línea de pensamiento viene casi siempre igual, primero pienso algo desde un punto de vista algo pesimista, y después -sí y solo sí se alinean los planetas- le empiezo a encontrar una especie de belleza filosófica/metafórica/whatever-órica. Y me quedé pensando en lo de ayer, pero desde un punto de vista bastante distinto. O tal vez no es distinto, tal vez es volver a masticar lo que ya está masticado, pero un poquito distinto. Por ahí ahí está todo, está en re masticar lo masticado, en sacudir siempre el mismo saco hasta ver algo distinto, hasta sentir algo distinto, hasta que pase algo distinto. Einstein dijo que la locura era hacer muchas veces lo mismo y esperar resultados distintos. Esa frase está, para mí, muy unida en motivación a la frase que dice que «Dios no juega a los dados» (no puedo dejar de recomendar que busquen, leen y se enteren sobre los estupendos debates que tuvieron Einstein y Bohr en su época).

Me gusta la idea de pensar cada tanto que hay una cierta belleza en el Universo que es en cierto sentido análogo a cuando los matemáticos dicen que hay ecuaciones que son «bellas». Por simetría, por lo que fuera, lo pueden ver. Yo a veces lo puedo ver también, y las veces que no lo puedo ver igual les creo. Es un sentido de la palabra belleza despojado de todo y que tiene que ver… probablemente tiene que ver con poder captar la simplicidad en lo complejo, o la complejidad en la sencillez, dígase como se quiera. Es una belleza que trasciende al culo y la teta, o a cualquier otra cosa, es algo que en el momento que uno llega a verlo/sentirlo/procesarlo o lo que sea, de repente te pega, te sobrecoge, y es sensacional. Pensándolo bien, muchos posts de este blog están de algún modo u otro dedicados a esa belleza, o por lo menos enfocados de esa manera, como Brief History of The World, o el post donde aparecen unos autómatas celulares muy bonitos, y así varios otros (¿Resulta que soy tan cursi que la belleza es una de mis ideas dando vueltas por ahí ?¿Me transformaré en un creepy como el de Belleza Americana filmando bolsas de papel diciendo que es «lo más lindo»?).

Pero pensar en lo que escribí ayer me hizo llegar (sí, más que «llegar» por el pensamiento, medio que volé, pero llegué) a una especie de imagen/conclusión del mundo, muy sencilla y elegante (mundo no en el sentido total, omni-abarcador). En esa concepción, el mundo, nosotros en conjunto, somos una especie de espuma, algo en ebullición, un caldo en constante cambio que somete a las nuevas mentes en blanco al golpeteo, al martilleo, mientras se van chocando contra ese conjunto de gente ya establecida. Al principio se chocan y golpetean con pocas (su familia), después con más (amigos y compañeros), pero son un montón de choques y golpeteos y martillazos que agarran una bola amorfa de plastilina y le van dando forma. Obviamente en el proceso, chocan 2 y en el otro también queda alguna cicatriz del golpe. La cuestión es que cuando la plastilina deja de ser amorfa y empieza a tener forma, ahora él también empieza por su cuenta a choquetear y martillar y moldear a los demás. Ahora que tiene forma, ya tiene sus 9 o 10 ideas, y esas 9 o 10 ideas lo llevan a interactuar con gente de manera tal que puede aunque sea minúsculamente a moldear la actitud de la otra gente. Ya sea que una de sus ideas sea «dedicarse a la docencia», o «preocuparse por las amistades», o «amar la ciencia» (ñoño como yo, y lo digo con mucho orgullo), o «ser fanático del fútbol», o lo que sea. Uno lleva su mochila de ideas, su personalidad si se quiere, y con eso se lanza al espacio. Cada uno de nosotros somos como un fuego artificial, salimos con nuestra mochilita de ideas hacia la nada, hacia lo obscuro, y en la explosión desparramamos nuestros pensamientos. Pero el cielo está lleno de ideas, está lleno de cohetes desparramando ideas, y ese conjunto es el caldo en ebullición contra el que se chocan las mentes nuevas y las no tan nuevas. Y las ideas van siendo las mismas, pero distintas. Porque uno trae sus 10 ideas, otro sus otras 10, y chocás contra esos y la originalidad está en la mezcla. Obviamente pueden surgir pensamientos nuevos, porque de hecho creo que ha ocurrido (¿Ha ocurrido?) pero en la mezcla está la variación y el ciclo se perpetúa y se sigue mezclando y se sigue chocando. Es como si hubiera un pool de pensamientos que son los mismos, lo diferente es cómo se van transmitiendo y combinando en cada uno. Y cada tanto se da la combinación correcta en alguien y aparece una genialidad. O muchas veces aparece la combinación incorrecta en mucha gente y aparece todo lo nefasto que ya conocemos.

Acabo de releer lo último que escribí y perfectamente se podría cambiar «ideas» por «genes» y se podría discutir sobre genética de poblaciones y demás. En definitiva, siempre es todo lo mismo. Al final el mundo no es otra cosa que un proceso Monte Carlo (el que quiere entender que busque). Pero decir eso no tiene poesía. Decir que somos explosiones de ideas en el cielo sí, y hoy estoy medio cursi, se ve.

9 o 10 ideas

A veces siento que estoy escribiendo algo que ya escribí, y voy y me fijo, y sí, ya lo escribí. Otras me fijo y resulta que no, por lo que la única conclusión a la que llego es que siempre pienso lo mismo, más allá de que me siente a escribirlo. Pero también es cierto que no escribo sobre todo lo que pienso. Una de las evidentemente más marcadas ausencias, para alguien que se ha sentado a escribir sobre todo prácticamente, es hablar sobre el «amor», por más cursi que suene. Hay gente que ha dedicado su vida a escribir de eso. Y que no haya escrito sobre eso no quiere decir que no opine nada, por el contrario. Y como eso, hay muchas cosas más que me pongo a pensar «qué pasó!» que no fui y lo escribí. I don’t know, many things pueden haber pasado.

Igual, es llamativo que piense siempre lo mismo sobre lo que escribo. A ver, a lo largo de los años (sí, ya van años de este blog!), uno puede cambiar de idea de ciertas cosas, y es más, incluso pasan cosas, cambian los ánimos, etc, y uno tendría que cambiar, o al menos oscilar, fluctuar un poquito, en la opinión de ciertas cosas… porque a veces me doy cuenta que me pasa, pero cuando miro lo que escribí, cuando estoy a punto de escribir, es más o menos lo mismo. De nuevo, lo único que se me ocurre es que the mood para escribir es uno tal que hace en el momento de la escritura no haya fluctuación y esté siempre en ese lugar un poco cínico, un poco pesimista, un poco sombrío, un poco todo lo que ya es obvio.

Siempre me detengo en los mismos temas. La finitiud. La infinitud. La conciencia. La realidad. La condición humana. ¿Qué será dar vueltas en la cabeza siempre con lo mismo? ¿Será una forma de abrir una valvulita de escape?¿Será que en vez de tratar de hacer algo en serio con respecto a cualquiera de esas inquisiciones simplemente me conformo con volver a pensarlas una y otra vez?. No tiene nada de malo relamerse en el pensamiento una y otra vez sobre lo mismo… ¿O sí? ¿Tendré fallado el motor en algún lugar y en vez de ponerme a boludear sobre la conciencia tendría que ir y tratar de trabajar activamente en eso? ¿Tendría que dejarme de joder criticando a la sociedad y ponerme manos a la obra a aportar la microgota del cambio que supuestamente planteo que debería ocurrir? ¿Pensar mucho es un privilegio que uno se puede dar cuando hace poco? Don’t know. Por ahí es una actividad meramente egoísta, por ahí encuentro placer en pensar sobre ciertas cosas, y a pesar de que piense que se pueden hacer cosas al respecto, me quedo en el placer de pensarlo.

Ojo, no digo que yo no haga nada. Hago cosas, muchas cosas, pero todo el mundo hace muchas cosas y no creo que por ese simple hecho queden «satisfechos». A la edad que ya tengo, que claramente no es mucha, pero tampoco es tan poca, me empieza a aparecer la (in?)certidumbre que en definitiva uno es con mucha suerte 9 o 10 ideas. Está la que es bien Susanita, y la idea es la casa, la familia, le preocupa llegar a fin de mes, cocinar, ver tele, y algunas ideas más, y piensa cosas y pasa el tiempo y son esas ideas y no quedan muchos cartuchos más. Y así todos, desde Stephen King hasta Stephen Hawking, me da la sensación que todos somos solamente un puñado de ideas. Por ahí en la mitad de la vida aparecen 2 o 3 ideas más… por ahí se duplican? a 20? Y ojo, con «ideas» no digo «ideas geniales», o «creaciones». Por ahí no es la palabra adecuada idea, y lo que quiero decir es más bien «pensamiento». Somos un par de pensamientos. De chico sos una computadora en blanco, te bombardean y te pegan por todos lados y eso moldea con cincel indeleble los pensamientos que tenés por la cabeza. No digo que no haya input propio, pero lo de afuera es importantísimo, y después es perpetuar esos pensamientos. ¿O simplemente es que yo soy tan aburrido que siento que tengo siempre los mismos 10 pensamientos en la cabeza? No son solamente pensamientos, si no un conjunto de estructuras que uno aplica a todo, y termina sacando siempre conclusiones parecidas. Por ejemplo, una idea «fundacional» de un esquema más grande sería «la gente por default es una mierda». Claramente ese es uno de mis pensamientos, que hace de motorsito para que piense muchas cosas que me hacen llegar siempre a conclusiones parecidas, ya sea que se trate de elecciones presidenciales, la situación de África, lo que pasa en el colectivo, los pibes golpeados, los funcionarios corruptos, la gente estafadora, etc. Es un pensamiento sobre el que se apoyan muchos otros… pero es siempre el mismo pensamiento con distinto disfraz.

¿Es tal vez un 70%, un 80% o más de mi identidad simplemente esa colección de ideas basales? ¿Es a caso la identidad de todos esa colección de ideas? Obviamente un porcentaje muy grande de la identidad de alguien son los recuerdos, etc. Pero muchas veces uno genera sus propios recuerdos, y eso es por lo que uno hace, y en general uno hace en concordancia con lo que piensa. Los nombres y las caras pueden cambiar, pero si se piensa parecido se hace más o menos parecido, en menor o mayor escala y a grandes rasgos a la gente que «piensa» igual tiene tendencia a que le pasen cosas más o menos parecidas. Por supuesto que está el factor coyuntural, las circunstancias (uno es uno y sus circunstancias) y de la misma manera que de chico esas circunstancias lo moldean para siempre y cumplen un rol completamente determinista, cuando uno es grande parecería que se dieran vuelta los roles y cumplan un rol casi de azar. Cuando uno es chico, es una esponja, le pasan cosas, y se va forjando. Cuando uno es grande, termina actuando en función de cómo lo forjaron las circunstancias de chico, pero el mismo factor externo («las circunstancias») son las que pueden diferenciar infinitamente el resultado de la voluntad propia. Pero bueno, como todo, las cosas azarosas producen cosas más probables de otras, y sacando casos límites, uno sigue siendo esas 10 ideas… con más o menos frustraciones, realizaciones, whatever.

En conclusión, ¿qué es uno? ¿Sos lo que te forjan de afuera, y después de afuera te dejan ser? No sé, hay algo más. Pero no «algo» en el sentido místico más. ¿O eso es lo que quiero creer? Si quiero creer eso (con todo lo que significa para mí «querer creer»), claramente estoy pensando bastante distinto a lo que venía escribiendo antes. Por ahí uno es más que 10 ideas. Por ahí uno es más.