La Bestia Negra

I come unhinged
How hard I can’t recall
I climb and I stumble and I crawl
Wings are singed
Like Icarus to fall
What’s left is a shadow of it all

La bestia negra. Alguien a quien se evita. Una causa de aversión. La fuente de nuestros sufrimientos.

La alegoría de la caverna. Vieja, muy vieja. Platón, otra vez. Hace poco, para hablar de Eros, «El Banquete». Hoy «La República». Pero como siempre, voy a tomarla de puntapié para hablar de lo que yo tengo ganas. Al que le interese en qué contexto, a qué venía, y por qué, le recomiendo que vaya y lea, no creo poder explicarlo mejor que él. Más allá de eso, me veo obligado a comentar mínimamente de qué viene:

En una caverna viven unos hombres. Siempre vivieron en esa caverna y no conocen otra cosa. No solo no conocen otra cosa, si no que están encadenados de manera tal que no pueden moverse, ni girar la cabeza, ni nada, salvo mirar la pared del fondo de la caverna.

Sobre esa pared, cortesía de un fuego que hay prendido cerca de la entrada, se proyectan las sombras de la gente que pasa por allí. Lo único que ven los prisioneros son esas sombras. Nada más. Esas sombras son la única «conexión» que esas personas tienen con el mundo, y como es lo único a lo que acceden, piensan que es lo único que hay.

Qué pasa si a uno se le rompen las cadenas? Si lo liberan? Entonces ese tipo tendría la posibilidad de, por primera vez, acceder a algo mas. Porque para él, antes la realidad eran las sombras en la pared. Supongamos que por un instante el tipo ve el fuego, y comprende automáticamente el concepto de sombra y se da cuenta que lo que veía era solamente «el espectro» de lo que había a sus espaldas… que accede a un nivel mayor de realidad. Y sale. Y ve las montañas, y ve el sol y las estrellas, y conoce todo un nuevo mundo, accede a a un nivel más profundo de «verdad». Qué hace el tipo? Se va a explorar «la realidad» o vuelve a buscar a sus compañeros? Platón dice que si vuelve y trata de convencer a los compañeros, trata de liberarlos, trata de contarles lo que hay, trata de ayudarles a hacerle ver «la realidad», los compañeros se burlarían de él. Dirían que se cegó mirando al Sol. Estarían reticentes a salir, estarían reticentes a salir de esa posición, no querrían que los perturben de su «comfort zone» (No creo que existía el concepto en época de Platón), y eventualmente llegarían a matarlo. Casi casi como Icaro, que termina muriendo por acercarse demasiado al Sol… (ando con ganas de escribir un post mitológico)

mito-de-la-caverna

Tal vez es una  alusión a Socrates y su condena a muerte bebiendo cicuta por su «corrupción» de los atenienses cuestionando a los dioses. Pero obviamente no es solamente eso. Interpretaciones hay muchas, muchísimas posibles. La transpolación a la actualidad es clarísima. Uno puede pensarlo de mil formas posibles. Las sombras en la pared de la caverna puede ser lo que nos venden los medios de comunicación, puede ser la tele, puede ser la verdad que nos vende el poder detrás del poder, puede ser la ilusión de bonanza en el estado capitalista, puede ser el sueño americano, puede ser la religión. Y sobre cada una de esas cosas podría escribir un post al respecto. Pero las sombras, o esa «realidad disminuída», ese mero recorte distorsionado de la realidad, puede ser muchas cosas más. Uno podría salir por la metafísica y empezar a cuestionarse si en realidad la alegoría no puede llevarse a pensar si las sombras no son nuestra concepción de la realidad física, y si no hay algo más allá, etc. Más aún… por qué salir de la caverna implicaría conocer la verdadera «realidad»? Y si afuera no es mas que una caverna más grande? Y si la «otra» realidad la más abarcativa, también es una ilusión? Y si uno está pelando una cebolla infinita pero desde adentro?

Hasta acá no escribí nada nuevo. Estas cosas y estas preguntas y estas interpretaciones se deben haber escrito 8529038520394 veces.

Ahora, en algún punto, todos vivimos en la caverna. Algunos en más aspectos que otros, pero, dado que nadie puede decir que tiene un acceso «VIP» a la «realidad», en algún que otro punto todos estamos en algún tipo de caverna. Pero algunos más que otros.

Y ahora diverjo.

Mucha gente está en la caverna mirando las sombras. Qué son las cadenas? Qué es lo que nos mantiene atados y no nos deja «acceder a algo más»? Obviamente que hay de todo, hay gente que puede tener una discapacidad, o gente que está muy pero muy muy limitada en cuanto a recursos. Un chico que nace en Sierra Leona, que tiene una esperanza de vida de 45 años (la más baja de todo el mundo), seguramente tiene cadenas físicas muy pero muy reales que no le permiten acceder a algo más. Y eso es terrible. Es terrible, terriblemente injusto que eso pase. Esas son cadenas físicas reales. Y seguramente una persona promedio de latinoamérica vs una persona promedio de Noruega o Finlandia también tenga cadenas mucho más reales en algún aspecto o en otro.

Pero cuando no hay impedimentos externos tan pero tan marcados? Las cadenas es el dinero? La falta de plata o de recursos económicos es lo que hace que la gente no pueda salir de la caverna? Las cadenas es la educación? Esas cadenas… acaso las cadenas son nuestros sentidos y la capacidad de percibir el mundo? Las cadenas serán los mandatos de mamá y papá? Será la novia? Las cadenas serán el catálogo de las decisiones mal tomadas? Qué son las cadenas? Qué es lo que nos mantiene quietos? Qué es lo que nos mantiene atados? Los vínculos? El afecto? Las responsabilidades? El miedo? Cual es la imposición? Qué es lo que no nos permite salir de la caverna? Yo llegué a la conclusión de que mis cadenas… soy yo. Cada uno sabrá (o tendrá que buscar en su fuero íntimo) en qué porcentaje eso le cabe a cada uno, pero estoy seguro de que hay una contribución no menor en cada persona de sí mismo a sus propias cadenas. Y darse cuenta de eso trae dos consecuencias inmediatas: La primera es que uno deja de echarle la culpa al jefe, a la infancia, a mamá y papá, a la novia, y uno se empieza a hacer cargo de uno mismo. Porque, en el fondo, las cadenas es uno. Y automáticamente viene la segunda consecuencia: En un acto emancipatorio uno puede proceder a sacárselas y transitar hacia algo más, hacia lo desconocido, hacie el Sol. Y si ese «algo más» al que voy es simplemente una caverna más grande? La verdad que poco importa, en este caso no creo que importe llegar al quid de la cuestión, lo importante es estar en tránsito y no dejarse a sí mismo ponerse las cadenas.
Obvio que en algún punto de la vida las cadenas son externas, pero tal vez sea un poco como la fábula del elefante y la estaca. La misma dice que un elefante de circo es encadenado desde muy pequeño a una estaca y trata de liberarse pero no puede. Fast forwards muchos años, y el enorme elefante sigue ahí, atado a la diminuta estaca que estuvo atado toda su vida: ya dejó de intentar, siempre que trató, no pudo. Y ahí está, inmóvil en su caverna. No conoce nada mas que el circo, y su vida se redujo a eso. Si quisiera escaparse podría irse caminando, ya no es la estaca la que lo detiene. Pero dejó de intentar y él no lo sabe. Él es su propia estaca. Muchas de nuestras cadenas son estacas de elefante.

Hetfield. A este tipo le tengo particular afecto porque en las letras de las canciones suele ponerse personal y purga sus demonios. Obviamente tiene sus detractores y críticos. Poco me importa. Todavía me acuerdo de la primera vez que escuché Load (disco que la gente suele odiar). Y entre todos los temas siempre hubo uno en particular que me gustó mucho que se llama «Bleeding Me». Hetfield, a su manera, y hablando en realidad de sus demonios (básicamente su adicción al alcohol), lo dijo y lo resumió mucho mejor que yo: Él es la bestia que alimenta a la bestia. Él es su bête noire.

I’m diggin’ my way
I’m diggin’ my way to something
I’m diggin’ my way to somethin’ better

I’m pushin’ to stay
I’m pushin’ to stay with something
I’m pushin’ to stay with something better

I’m sowing the seeds
I’m sowing the seeds I’ve taken
I’m sowing the seeds I take for granted

This thorn in my side
This thorn in my side is from the tree
This thorn in my side is from the tree I’ve planted

It tears me and I bleed
And I bleed

Caught under wheel’s roll
I take the leech I’m bleeding me
Can’t stop to save my soul
I take the leash that’s leading me
I’m bleeding me
I can’t take it
Caught under wheel’s roll
The bleeding of me
Of me
The bleeding of me

Caught under wheel’s roll
I take the leech I’m bleeding me
Can’t stop to save my soul
I take the leash that’s leading me
I’m bleeding me
I can’t take it
Caught under wheel’s roll
The bleeding of me
The bleeding of me

I am the beast that feeds the beast
I am the blood, I am release
Come make me pure
Bleed me a cure
I’m caught, I’m caught, I’m caught under

Caught under wheel’s roll
I take thay leech I’m bleeding me
Can’t stop to save my soul
I take the leash that’s leading me
I’m bleeding me
I can’t take it, I can’t take it, I can’t take it
The bleeding of me

Come on
Bleed me

I’m digging my way
I’m digging my way to something
I’m digging my way to something better

I’m pushing to stay
I’m pushing to stay with something
I’m pushing to stay with something better

With something better

Todos, en algún punto, alimentamos a nuestra bestia. Yo también soy la bestia que alimenta a la bestia. Yo soy mi bestia negra. Pero ya no la alimento.

Eros (o el nacimiento del amor)

I was dreaming of the past

And my heart was beating fast

Qué lástima que uno procese cosas a destiempo. Que entienda cosas a destiempo. Que el tiempo en el que se mueven las cosas, el tiempo físico, a veces esté tan a contramano del tiempo que uno necesita para procesar y ver y entender cosas. A veces el desencuentro es con el otro, y a veces el desencuentro es simplemente con uno mismo. Uno no se encuentra con sí mismo, no se entiende a sí mismo. Obvio, en ese caso ¿cómo podría uno en ese instante encontrarse con el otro? entenderse con el otro?. Y a veces esa es la tragedia del amor. El desencuentro.

Pero eso es hablar de cómo termina el amor (termina el amor?). Pero no dice nada de cómo nace. Hay muchas versiones de cómo nace. Pero hoy me voy a ir por la diagonal y remitirme a la que más me gusta. Cuenta la leyenda (en realidad, cuenta Platón, y yo la voy a deformar a conveniencia) que los dioses estaban en un banquete en honor a Afrodita. Y todos los dioses estaban invitados a la fiesta. Todos menos uno: Penia. Penia era la personificación de la pobreza, de la necesidad. Siempre marginada, no había sido invitada a la fiesta.

En la fiesta todos se embriagaron con nectar, y uno de los diosos, Poros, en un momento se retiró. Poros, el dios del ingenio, de la abundancia de recursos (no de recursos materiales, si no de los medios para lograr algo, de la utilidad), se tiró panza arriba afuera de la celebración. Penia, tal vez por odio, tal vez por venganza, tal vez por aprovecharse de la situación, tal vez simplemente porque lo confundió con un pobre como ella, lo violó (habrá que ver qué dice Freud al respecto, seguro dijo algo pero lo desconozco). Lo violó, y engendró un hijo: Eros. Eros, siempre siguiendo a Afrodita por haber sido concebido en un día consagrado a ella. Eros, siempre carente y necesitado, a causa de su madre. Siempre en la búsqueda y tratando de conseguir lo que carece, a causa de su padre.

Y ese es el origen del amor. Siempre en la búsqueda de eso que no tenemos, y que nunca vamos a poder obtener, pero que nos llama a seguir buscando. Tal vez a veces nos pasa por al lado y no lo vemos. Tal vez a veces lo encontramos y no lo tomamos. Tal vez a veces lo tomamos y lo dejamos ir. Tal vez a veces lo tomamos e increíblemente después lo echamos. Tal vez a veces nosotros lo encontramos pero el otro no lo encontró en nosotros. Tal vez veces hay final feliz. Tal vez siempre es igual, siempre es perseguir la carencia. Tal vez… tal vez a veces pasa que lo tenemos y nos sentimos completamente confiados, y ya no sentimos la carencia. Y se estropea. Y a veces estamos completamente desconfiados y nos la pasamos desplegando a Poros para constantemente tratar de (re)conquistar, hasta el cansancio. Tal vez el secreto es el balance, siempre estar un poco carente, siempre estar tratando de conseguirlo. Tal vez uno se da cuenta tarde.

Pero uno aprende.