Horror vacui

El hombre. Curiosa criatura que creó un Dios que lo creó a él, porque le molestaba no tener una explicación sobre preguntas existenciales tan profundas como “¿Por qué estoy acá?”. Qué hacer ante el desconocimiento? Dios. Un dios. Muchos dioses. Algo. La erupción de un volcán? Dios. Un rayo! Dios. Un terremoto! Dios. De dónde vengo? Dios. Pero no, este no es un post sobre Dios, ni religión, ni nada por el estilo (de esos hay varios). Es un post sobre la incomodidad de ese vacío. Vacío provocador, vacío que llama a ser llenado. Invita. Empuja. Aprieta. Incomoda. Cómo cuesta aceptarlo… Todo vacío, toda ausencia. A pocos temas se les debe haber dedicado más páginas en libros de filosofía que al “ser” y a la “nada”. Porque, let’s face it, cada vez que se habla del ser, se habla de la nada, ya que cada concepto contiene a su antípoda.

Aristóteles dijo “la naturaleza aborrece al vacío”. Qué impertinencia! Un hombre auto-adjudicándose la capacidad de saber/decidir qué es aquello que la propia naturaleza aborrece. Obvio que en realidad el hombre aborrece al vacío, y en su aborrecimiento del vacío, en su infinitesimalmente pequeña capacidad de salirse de sí mismo, si él aborrece al vacío, todo debe aborrecer al vacío. Y esa percepción duró varios siglos.

Los vacíos explicativos no son los únicos que molestan. Toda ausencia. La muerte. La falta de trabajo. Amistad, pareja. Una separación. La carencia es uno de los motivos principales (diría él principal, pero la verdad, no lo sé) de angustia en nosotros (vamos a considerar que la naturaleza, aunque aborrezca el vacío, al menos no se angustia). Molestan esos vacíos. Y entonces tratamos de meter con calzador cualquier cosa, con tal de emparchar. Mierda que molesta el vacío. Mierda que molesta la soledad. Mierda que molesta “la ausencia de”.

Y como nos molesta, la proyectamos por todos lados. Bien animista, por supuesto. Y la naturaleza aborreció el vacío hasta que apareció Galileo (Galileo capo si los hay). Alguna vez me imagino (si me dice que no, no le creo), chupó algo con una bombilla. Pajita. Palote. No sé, es de esas cosas que tiene demasiados nombres distintos dependiendo del país. ¿Si usted chupa de su botella de agua con una pajita, por qué sube el agua por la pajita?. Pues es obvio!!! La comunidad científica del momento entendía que, en el momento de remover el aire de la pajita al hacer succión… uno estaba a punto de generar un vacío. El agua, al rescate, trepaba justamente para evitar que se produjera el vacío, porque, obviamente, la naturaleza aborrece el vacío. Eso sí, si usted tiene una pajita de 10 cm, observa ese fenómeno. ¿De 1 metro? También. ¿5 metros? Sure. Pero si su pajita mide, digamos, 12 metros (¿De dónde sacar una pajita de 12 metros, no?), el líquido no sube más que 11 metros. No mas. Por más succión, por más fuerza, por más lo que sea. Ante esto, Galileo dijo algo así como “La naturaleza aborrece al vacío, pero por algún motivo solamente hasta los 11 metros”, obviamente a modo irónico.

¿Por qué no sube el agua más de 11 metros? Bueno, hoy se sabe (y hace mucho se sabe) que en realidad  tiene que ver con la presión atmosférica ejercida sobre el líquido. Pero me parece tan aburrido hablar de eso ahora que tengo miedo de hacerlo y quedarme dormido delante del teclado. Si saco el aire… ¿no hay nada?. Ese vacío, es la nada?. Existe el vacío?

Bueno, nuestra concepción actual del mundo está lejos de creer que eso es un “espacio vacío”. Por tantas, pero tantas razones… Para empezar: por más que uno piense que “sacó todo el aire”, siempre quedan moléculas dando vuelta. Es dificil llevar la presión a ABSOLUTAMENTE CERO. Y la presión es eso. Microscópicamente, la presión no es otra cosa que el choqueteo de miles de millones de moléculas que se agitan térmicamente y chocan contra las paredes de donde sea que estén. Cuando usted infla un globo, hace eso. Sopla, mete aire en el globo, y ese aire choca contra la goma hasta que la presión adentro de globo y afuera es la misma (en realidad falta la tensión superficial… pero esa es otra historia). Y si sopla mas, hay mas aire, el globo se expande. Pero no voy a escribir un post sobre inflar globos.

Saquemos las moléculas. Consigamos una bomba tan, pero tan tan tan tan tan potente que sea capaz de sacar “todas” las moléculas. Hay espacio vacío? Ahí está la nada? Y no, no vamos a ir por la senda de “si está lleno de “nada”, entonces está lleno de “algo” y no puede no haber nada”, porque es el tipo de silogismo que me genera violencia y se lo dejamos a otra gente. Nuestra concepción actual dice que eso no está vacío para nada. Para empezar, tiene espacio y tiempo. Desde Descartes, el espacio y el tiempo (¿le suenan los “ejes cartesianos”?) fueron el “escenario” en el cual los fenómenos físicos tenían lugar. Los objetos se “mueven” en el espacio, como si fueran los actores, y el espacio una especie de escenografía inerte para la gran obra de teatro del Universo. Sin embargo, desde la formulación de la Relatividad General, esa imagen cambió para siempre. Materia, energía, espacio y tiempo se comportan afectando las unas a las otras, de manera inseparable. Ya no mas un escenario en el que transcurre la acción. La materia curva el espacio… y hasta lo sacude! Me remito sin más al descubrimiento reciente de las ondas gravitatorias (quedará para otro post). El espacio-tiempo, incluso en ausencia de materia, está lleno de campos. Los campos se merecen otro post en algún momento, pasando de ser una mera herramienta matemática para describir fenómenos, a tener auténtica entidad física. E incluso, el vacío (tal vez el falso vacío?) es una sopa en contínua ebullición, ya que a través de distintos procesos, las fluctuaciones cuánticas permiten que “de la nada” se formen pares de partículas que luego se aniquilan entre sí (llamadas partículas virtuales). Eso quiere decir que en cualquier parte del universo, en este momento, seguramente hay moléculas dando vueltas, y aunque no las hubiera, está probablemente llena de neutrinos (Muchos, muchos, muchos, muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuchos neutrinos están bombardeando su cuerpo en éste momento, proviniendo de algún rincón recóndito del Universo, pero agradezca que los neutrinos interactúan muy débilmente con la materia y usted ni se entera). Y si no hubiera neutrinos, seguro que está en plena ebullición con partículas que se crean y se aniquilan más rápido de lo que podemos llegar a imaginar, y si eso no pasara, están llenas de… espaciotiempo. La naturaleza aborrece el vacío? Maybe.

Y nosotros al parecer también. Pero no solo desde nuestra obstinación por llenar vacíos intelectuales y afectivos. Aborrecemos el vacío de formas mucho más sutiles. Y si no, no existiría el efecto Ganzfeld. ¿Y qué es el efecto Ganzfeld, se pregunta usted, querido lector?. El efecto Ganzfeld (escribir 3 veces al hilo efecto Ganzfeld (meta-nota: ya son 4) probablemente hable de una pobre calidad de estilo. So what?) es un tipo de alucinación que se puede generar a partir de la privación de estímulos. Hay varias formas de generarlo. Se tapan los ojos, se genera algún sonido de volumen bajo, y se deja a la persona inmovilizada en esas circunstancias. Se espera un tiempo. Eventualmente esa persona empieza a ver cosas. A escuchar cosas. Su cerebro empieza a completar (el cerebro siempre completa, o usted cree que lo que ve es lo que realmente ve y no lo que su cerebro le está completando? Perception is a tricky business). Y así se puede llegar a alucinaciones de todo tipo. El efecto se produce, según se cree, por “amplificación del ruido neuronal”. Es decir, nada está ABSOLUTAMENTE QUIETO, y las neuronas tienen su actividad basal todo el tiempo, que se encuentra totalmente eclipsada por la actividad de percibir estímulos. Pero cuando ningún estímulo queda… cuando queda la ausencia de estímulo, o la “nada”… esa actividad basal y despreciable, es lo único que hay. Y se amplifica. Y usted ve patrones geométricos y demás. Ante la nada… algo había.

Es gracioso cómo nuestra necesidad de “completar” se manifiesta en todos los ámbitos. En el mundo del arte, el horror al vacío se usa para describir obras en las cuales no hay espacios vacíos y se completa todo espacio con puntitos, rayitas, motivos varios. O incluso personajes, etc. En el arte precolombino hay muchísimos ejemplos de eso, y es solo uno de tantos

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Así que incluso en nuestras manifestaciones artísticas, odiamos el vacío.

Incluso más increíble: No solo “la naturaleza” aborrece al vacío, y nosotros como hijos de la naturaleza lo aborrecemos. Nuestros hijos artificiales aborrecen el vacío. Los hijos de los hijos de la naturaleza. Lo cual es notable.

Hace un poco mas de un año aproximadamente, Google empezó a diseñar una serie de algoritmos para sus motores de búsqueda de imágenes. Básicamente la idea era así: Si usted tipea “banana” en google y le pide que muestre imágenes, aparecen miles de imágenes de bananas. ¿Se puede diseñar un algoritmo para que, a partir de la palabra “banana” y todas las imágenes asociadas a “banana”, ese algoritmo pueda “conceptualizar” qué forma tiene “una banana cualquiera” (y ya no “esas bananas de las imágenes”), si no la “abstracción” del concepto banana? Powerful shit indeed. La cuestión es que lo que hace el algoritmo es tratar de sacar las generalidades de las imágenes y hacerse su propia representación de “árbol”, “casa”, “banana”, etc. Y hasta donde ví, las cosas era una mezcla de engendro con éxito. Esto es mucho más que una nota de color, ya que realmente, realmente, es algo que considero está yendo hacia la inteligencia artificial. Pero se desvía del punto. Manténgase conmigo. Algo que hicieron después es, “darle de comer” una foto, o fotos, de distintas cosas (sin el “nombre” asociado) y ver si podía identificarlo a partir de la “imagen conceptualizada”. Super interesante, etc etc, pero sigue sin ser lo que me interesa ahora. Lo otro que hicieron, y que me remite a Blade Runner es lo siguiente. (Primero, la aclaración, me remite a Blade Runner porque está basada en un libro que se llama “Do robots dream with electric sheeps?» (o algo así)). Se genera una imagen que no es otra cosa que ruido de estática. Como las teles viejas cuando no sintonizaban ningún canal. Es decir, ruido sin ninguna imagen discernible. Y se la da de comer al programa para ver “qué vé” (Si ésto le hace acordar a lo que escribí recién sobre amplificación de ruido neuronal, vamos bien). Y la computadora hizo… arte. “Soñó” por decirlo de alguna manera. Arte abstracto. A partir de muy pequeñas variaciones de tonalidades, etc, su ¿¿¿¿cerebro???? completó, dando lugar a imágenes muy hermosas, con híbridos de casas/montañas/árboles, y paisajes super distópicos.

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A mi me parece hermoso. Y haciendo click acá tienen una galería completa de cosas que las computadoras «sueñan»

El universo aborrece (?) el vacío, nosotros aborrecemos el vacío, y nuestra producción intelectual aborrece el vacío, casi por carácter transitivo. Pero el único que se angustia somos nosotros.

La Bestia Negra

I come unhinged
How hard I can’t recall
I climb and I stumble and I crawl
Wings are singed
Like Icarus to fall
What’s left is a shadow of it all

La bestia negra. Alguien a quien se evita. Una causa de aversión. La fuente de nuestros sufrimientos.

La alegoría de la caverna. Vieja, muy vieja. Platón, otra vez. Hace poco, para hablar de Eros, «El Banquete». Hoy «La República». Pero como siempre, voy a tomarla de puntapié para hablar de lo que yo tengo ganas. Al que le interese en qué contexto, a qué venía, y por qué, le recomiendo que vaya y lea, no creo poder explicarlo mejor que él. Más allá de eso, me veo obligado a comentar mínimamente de qué viene:

En una caverna viven unos hombres. Siempre vivieron en esa caverna y no conocen otra cosa. No solo no conocen otra cosa, si no que están encadenados de manera tal que no pueden moverse, ni girar la cabeza, ni nada, salvo mirar la pared del fondo de la caverna.

Sobre esa pared, cortesía de un fuego que hay prendido cerca de la entrada, se proyectan las sombras de la gente que pasa por allí. Lo único que ven los prisioneros son esas sombras. Nada más. Esas sombras son la única «conexión» que esas personas tienen con el mundo, y como es lo único a lo que acceden, piensan que es lo único que hay.

Qué pasa si a uno se le rompen las cadenas? Si lo liberan? Entonces ese tipo tendría la posibilidad de, por primera vez, acceder a algo mas. Porque para él, antes la realidad eran las sombras en la pared. Supongamos que por un instante el tipo ve el fuego, y comprende automáticamente el concepto de sombra y se da cuenta que lo que veía era solamente «el espectro» de lo que había a sus espaldas… que accede a un nivel mayor de realidad. Y sale. Y ve las montañas, y ve el sol y las estrellas, y conoce todo un nuevo mundo, accede a a un nivel más profundo de «verdad». Qué hace el tipo? Se va a explorar «la realidad» o vuelve a buscar a sus compañeros? Platón dice que si vuelve y trata de convencer a los compañeros, trata de liberarlos, trata de contarles lo que hay, trata de ayudarles a hacerle ver «la realidad», los compañeros se burlarían de él. Dirían que se cegó mirando al Sol. Estarían reticentes a salir, estarían reticentes a salir de esa posición, no querrían que los perturben de su «comfort zone» (No creo que existía el concepto en época de Platón), y eventualmente llegarían a matarlo. Casi casi como Icaro, que termina muriendo por acercarse demasiado al Sol… (ando con ganas de escribir un post mitológico)

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Tal vez es una  alusión a Socrates y su condena a muerte bebiendo cicuta por su «corrupción» de los atenienses cuestionando a los dioses. Pero obviamente no es solamente eso. Interpretaciones hay muchas, muchísimas posibles. La transpolación a la actualidad es clarísima. Uno puede pensarlo de mil formas posibles. Las sombras en la pared de la caverna puede ser lo que nos venden los medios de comunicación, puede ser la tele, puede ser la verdad que nos vende el poder detrás del poder, puede ser la ilusión de bonanza en el estado capitalista, puede ser el sueño americano, puede ser la religión. Y sobre cada una de esas cosas podría escribir un post al respecto. Pero las sombras, o esa «realidad disminuída», ese mero recorte distorsionado de la realidad, puede ser muchas cosas más. Uno podría salir por la metafísica y empezar a cuestionarse si en realidad la alegoría no puede llevarse a pensar si las sombras no son nuestra concepción de la realidad física, y si no hay algo más allá, etc. Más aún… por qué salir de la caverna implicaría conocer la verdadera «realidad»? Y si afuera no es mas que una caverna más grande? Y si la «otra» realidad la más abarcativa, también es una ilusión? Y si uno está pelando una cebolla infinita pero desde adentro?

Hasta acá no escribí nada nuevo. Estas cosas y estas preguntas y estas interpretaciones se deben haber escrito 8529038520394 veces.

Ahora, en algún punto, todos vivimos en la caverna. Algunos en más aspectos que otros, pero, dado que nadie puede decir que tiene un acceso «VIP» a la «realidad», en algún que otro punto todos estamos en algún tipo de caverna. Pero algunos más que otros.

Y ahora diverjo.

Mucha gente está en la caverna mirando las sombras. Qué son las cadenas? Qué es lo que nos mantiene atados y no nos deja «acceder a algo más»? Obviamente que hay de todo, hay gente que puede tener una discapacidad, o gente que está muy pero muy muy limitada en cuanto a recursos. Un chico que nace en Sierra Leona, que tiene una esperanza de vida de 45 años (la más baja de todo el mundo), seguramente tiene cadenas físicas muy pero muy reales que no le permiten acceder a algo más. Y eso es terrible. Es terrible, terriblemente injusto que eso pase. Esas son cadenas físicas reales. Y seguramente una persona promedio de latinoamérica vs una persona promedio de Noruega o Finlandia también tenga cadenas mucho más reales en algún aspecto o en otro.

Pero cuando no hay impedimentos externos tan pero tan marcados? Las cadenas es el dinero? La falta de plata o de recursos económicos es lo que hace que la gente no pueda salir de la caverna? Las cadenas es la educación? Esas cadenas… acaso las cadenas son nuestros sentidos y la capacidad de percibir el mundo? Las cadenas serán los mandatos de mamá y papá? Será la novia? Las cadenas serán el catálogo de las decisiones mal tomadas? Qué son las cadenas? Qué es lo que nos mantiene quietos? Qué es lo que nos mantiene atados? Los vínculos? El afecto? Las responsabilidades? El miedo? Cual es la imposición? Qué es lo que no nos permite salir de la caverna? Yo llegué a la conclusión de que mis cadenas… soy yo. Cada uno sabrá (o tendrá que buscar en su fuero íntimo) en qué porcentaje eso le cabe a cada uno, pero estoy seguro de que hay una contribución no menor en cada persona de sí mismo a sus propias cadenas. Y darse cuenta de eso trae dos consecuencias inmediatas: La primera es que uno deja de echarle la culpa al jefe, a la infancia, a mamá y papá, a la novia, y uno se empieza a hacer cargo de uno mismo. Porque, en el fondo, las cadenas es uno. Y automáticamente viene la segunda consecuencia: En un acto emancipatorio uno puede proceder a sacárselas y transitar hacia algo más, hacia lo desconocido, hacie el Sol. Y si ese «algo más» al que voy es simplemente una caverna más grande? La verdad que poco importa, en este caso no creo que importe llegar al quid de la cuestión, lo importante es estar en tránsito y no dejarse a sí mismo ponerse las cadenas.
Obvio que en algún punto de la vida las cadenas son externas, pero tal vez sea un poco como la fábula del elefante y la estaca. La misma dice que un elefante de circo es encadenado desde muy pequeño a una estaca y trata de liberarse pero no puede. Fast forwards muchos años, y el enorme elefante sigue ahí, atado a la diminuta estaca que estuvo atado toda su vida: ya dejó de intentar, siempre que trató, no pudo. Y ahí está, inmóvil en su caverna. No conoce nada mas que el circo, y su vida se redujo a eso. Si quisiera escaparse podría irse caminando, ya no es la estaca la que lo detiene. Pero dejó de intentar y él no lo sabe. Él es su propia estaca. Muchas de nuestras cadenas son estacas de elefante.

Hetfield. A este tipo le tengo particular afecto porque en las letras de las canciones suele ponerse personal y purga sus demonios. Obviamente tiene sus detractores y críticos. Poco me importa. Todavía me acuerdo de la primera vez que escuché Load (disco que la gente suele odiar). Y entre todos los temas siempre hubo uno en particular que me gustó mucho que se llama «Bleeding Me». Hetfield, a su manera, y hablando en realidad de sus demonios (básicamente su adicción al alcohol), lo dijo y lo resumió mucho mejor que yo: Él es la bestia que alimenta a la bestia. Él es su bête noire.

I’m diggin’ my way
I’m diggin’ my way to something
I’m diggin’ my way to somethin’ better

I’m pushin’ to stay
I’m pushin’ to stay with something
I’m pushin’ to stay with something better

I’m sowing the seeds
I’m sowing the seeds I’ve taken
I’m sowing the seeds I take for granted

This thorn in my side
This thorn in my side is from the tree
This thorn in my side is from the tree I’ve planted

It tears me and I bleed
And I bleed

Caught under wheel’s roll
I take the leech I’m bleeding me
Can’t stop to save my soul
I take the leash that’s leading me
I’m bleeding me
I can’t take it
Caught under wheel’s roll
The bleeding of me
Of me
The bleeding of me

Caught under wheel’s roll
I take the leech I’m bleeding me
Can’t stop to save my soul
I take the leash that’s leading me
I’m bleeding me
I can’t take it
Caught under wheel’s roll
The bleeding of me
The bleeding of me

I am the beast that feeds the beast
I am the blood, I am release
Come make me pure
Bleed me a cure
I’m caught, I’m caught, I’m caught under

Caught under wheel’s roll
I take thay leech I’m bleeding me
Can’t stop to save my soul
I take the leash that’s leading me
I’m bleeding me
I can’t take it, I can’t take it, I can’t take it
The bleeding of me

Come on
Bleed me

I’m digging my way
I’m digging my way to something
I’m digging my way to something better

I’m pushing to stay
I’m pushing to stay with something
I’m pushing to stay with something better

With something better

Todos, en algún punto, alimentamos a nuestra bestia. Yo también soy la bestia que alimenta a la bestia. Yo soy mi bestia negra. Pero ya no la alimento.

El recorte

I can see by your grin
That you’re trembling within
It’s all over town, cheer down
And the smile on your face
Is sometimes out of place
Don’t mind, no frowns, cheer down.

If your hair should fall
If your shares should crash
You’ll get by even without getting a rash

There’s no tears to be shed
I’m gonna love you instead
I want you around, cheer down.

When your teeth drop out
You’ll get by even without taking a bite

If your dog should be dead
I’m gonna love you instead
The world loves a clown, cheer down.
I want you around, cheer down

Era capo Harrison eh…

La muerte angustia por muchas cosas. Angustia porque no sabemos cuando llega, porque no sabemos si viene con dolor, porque no sabemos qué hay después, o efectivamente sabemos que no hay nada y eso nos angustia aún más. Nos asusta la ausencia. Nos asusta la carencia. Eso nos angustia. Pero hay un motivo más por el que angustia: La conciencia de finitud.

Y con esto no me refiero a que nos hacemos conscientes de que somos «finitos en el tiempo». Eso, a menos que uno crea en la reencarnación o similar, es casi una obviedad. Si no que somos finitos en tiempo frente al catálogo de las posibilidades. El embudo: esa concepción de que a medida que crecemos, tomamos una decisión, y esa elección angustia porque las decisiones que hoy tomo van cerrando posibilidades a futuro, porque si hoy ya decidí ser carpintero no voy a poder ser médico, o si hoy decidí casarme con esta ya no puedo estar con las otras, o si hoy decidí echar raíces acá no voy a mudarme allá… esa sensación de que en el instante de cada elección, lo que dejamos afuera siempre es más chico que el recorte que hacemos de nuestras propias elecciones, y por lo tanto el abanico se achica, el menú se hace cada vez más escueto… Esa angustia existe. Es real, la he transitado. Algunos la transitan para siempre. Otros se dan cuenta de que ese embudo es casi una construcción mental que uno mismo se hace, para agravar y paralizar cualquier decisión. Quién dijo que lo que hoy no elijo no lo pueda elegir mañana? Igual es cierto que eso no corre para todo, porque cuando tenga 60 años si «de repente» quisiera elegir ser futbolista, ahí sí, sería sencillamente imposible (más si considero lo malísimo que soy hoy!).

Y qué? Y entonces hay que angustiarse porque, por ejemplo, nunca voy a ser jugador de fútbol profesional? Si nunca me gano el Premio Nobel? Si la cosa no funciona con tal o cual chica? Igual en este último aspecto quiero creer que hay revancha… En fin. Algunas cosas ameritan más angustia que otras, sí. Pero hoy, por ejemplo, lo que tengo por delante tiene más apariencia de abanico que de embudo, ya que empecé a hacer una cantidad de cosas infinitamente distintas que nunca había ni imaginado. Así que hay tiempo. Pero no alcanza para todo. Hay muchas cosas que nunca voy a hacer. Muchas cosas que nunca voy a ser. Y? Y lo que pienso al respecto es al mismo tiempo reconfortante y perturbador. Nietzsche se planteó qué pasaría si todo lo que hiciéramos, todo lo que decidimos, todo lo que hacemos ahora en este instante, se fuera a repetir para siempre en la eternidad. Si eso que yo hago ahora, eso que estoy por decidir, terminara resonando para siempre en los ecos de la eternidad. El eterno retorno de lo idéntico. Si supiéramos que ese impulso, eso que estoy por hacer, estoy condenado a hacerlo y repetirlo por toda la eternidad, lo terminaría haciendo? O sería una carga tan pesada que tal vez lo haría distinto? (Si lo hago distinto, siempre lo hice distinto, y siempre lo haré distinto).

Creo que al famoso recorte de opciones más que verlo como una tragedia se lo puede ver por la positiva. Sí, soy un catálogo muy pequeño de cosas hechas, frente al catálogo de infinitas posibilidades que dejé, voy dejando, y seguiré dejando afuera. Pero y si fuera inmortal? Si fuera inmortal y tuviera el tiempo suficiente para no hacer ningún recorte, para hacerlo todo. Si yo, y usted, y todos fuéramos inmortales. Y nadie jamás estuviera sentenciado a hacer ningún recorte, porque sería meramente cuestión de postergar las cosas. Hoy hago esto, pero mañana hago eso otro. Y es cuestión de tiempo para ir alargando y alargando mi catálogo de las cosas hechas. Cuál sería el sentido de eso? Más aún, tendría sentido el que debe ser el mayor placer de la humanidad, ver crecer un hijo? Si todos fuéramos todo, qué nos haría… nosotros mismos?

Creo que en algún lugar ya cité una párrafo de Demian en el que Hesse dice: «Pero cada hombre no es solamente él; también es el punto único y especial, en todo caso importante y curioso, donde, una vez y nunca más, se cruzan los fenómenos del mundo de una manera singular. Por eso la historia de cada hombre, mientras viva y cumpla la voluntad de la naturaleza, es admirable y digna de toda atención.» Entonces, tal vez más tremendo que el peso de repetir una y otra vez la elección en el infinito es… ese recorte que yo hago, ese recorte, es quien soy. Ese recorte es, en definitiva, la construcción póstuma, post-factum de mi identidad. Mi identidad como una consumación, como la realización en el punto final, en el último suspiro, en el final del catálogo, en la imposibilidad de agregar algo más a la lista. En ese punto final, queda consumado quien fui. No sé quien soy hoy, pero para cuando termine, podría ser definido como el recorte de todo lo que fue sí y fue no. Obviamente que ni yo ni nadie va a poder documentar eso, ni de mí, ni de nadie. Pero en definitiva, hay algo más poético y reconfortante en ese supuesto embudo. No es tanto una cuestión de angustiarse de todo lo que uno no hizo. Es cuestión de celebrar esa escultura que uno va moldeando, recortándola a partir de una piedra infinita, para terminar con una escultura pequeña, pero singular. Uno mismo. Y algunos pensarán que lo más importante de ese viaje corto, es llevarse todo lo posible. Llevarse emociones, sonrisas, recuerdos. Pero a donde? A donde se lo llevan? Otros pensarán que más importante es dejar algo para el resto. Yo hoy creo que it’s a little bit of both. Hay que disfrutar, pero hay que hacer un recorte que sea trascendente y no no ser un simple ave de paso por esta vida. Y por sobre todas las cosas, aprender a y disfrutar de, pasar la antorcha. En definitiva, la vida sigue, porque todo es un proceso.

Un mundo en transición

Breathe, breathe in the air
Don’t be afraid to care
Leave but don’t leave me
Look around and choose your own ground

For long you live and high you fly
And smiles you’ll give and tears you’ll cry
And all you touch and all you see
Is all your life will ever be

Run, rabbit, run
Dig that hole, forget the sun,
And when at last the work is done
Don’t sit down, it’s time to dig another one

For long you live and high you fly
But only if you ride the tide
And balanced on the biggest wave
You race toward an early grave.
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Home, home again.
I like to be here when I can.
When I come home cold and tired
It’s good to warm my bones beside the fire.
Far away across the field
The tolling of the iron bell
Calls the faithful to their knees
To hear the softly spoken magic spells.

 

Se encontró un pescadito que podría ser el vínculo entre el pasaje de la vida acuática a la vida terrestre, porque si criás al pescadito (que puede respirar aire) en la tierra, sufre adaptaciones en sus huesos que le permiten caminar mejor. Se encontró un bicho en el fondo del mar que hace que haya que reescribir toda el árbol filogenético desde la raiz. Se lograron conectar dos cerébros a miles de kilómetros de distancia mediante la decodificación de patrones de ondas cerebrales y el uso de Internet (!!!). Se descubrió que nuestra galaxia forma parte de un cúmulo de otras galaxias… y así. Y todo esto en una o dos semanas.

Y así avanza. No creo que pase, pero a veces me gusta imaginarme el siguiente escenario: Hoy consideramos que la Edad Media implicó un retroceso alucinante. El oscurantismo. Y desde el positivismo y el método científico se han ido demoliendo mitos y pseudoverdades a través del avance de la ciencia. Pero ese conocimiento científico es en realidad chiquito y parcial, no porque los científicos sean mezquinos, si no porque avanzan como pueden. Y hoy nos gusta creer que cosas como la telekinesis, la telepatía, Dios, etc. etc. son conceptos que la ciencia ha desterrado. Pero a veces simplemente porque sí, me pregunto qué pasaría si de repente viniera una raza superior, alienígena, o lo que sea, con conocimiento infinitamente superior a nosotros, y nos dijeran que por supuesto existe la telepatía, que por supuesto existe un Dios creador, que por supuesto es evidente que no pudo haber aparecido un «humano» sobre la tierra simplemente por acción de la evolución y que por supuesto existe el diseño inteligente. No creo que sea el caso, para nada, pero me pregunto cada tanto si existe la posibilidad de que la ciencia sea el nuevo oscurantismo. Realmente creo que no, porque creo que la particularidad de la ciencia es que, si hubiera evidencia empírica, si se nos presentara evidencia contundente de eso que se afirma, entonces por el modo de aceptar o rechazar hipótesis, no quedaría otra que aceptar esa verdad. Me gustaría pensar que en ese caso, a pesar de haber estado equivocados durante muchos años, la diferencia va a ser que vamos a aceptar la «nueva verdad» sobre las bases de nueva evidencia, a diferencia de simplemente sostenarlas «por una cuestión de fe» o de «creencias» o lo que fuere. Igual, si ese fuera el caso, es divertido también pensar la reacción de las facciones que hoy por hoy, con o sin evidencia para hacerlo, sostienen esas posturas que hoy la ciencia rechaza. Que era obvio. Que ya lo habían dicho. Que no se necesitan miles de millones de dólares destinados a la investigación que es obvio que un hombre no puede venir de una célula… etc. De nuevo, no creo que pase. Pero a veces me pregunto, cada tanto, si las victorias que nos otorgó el método científico no nos hacen olvidar un poco todo lo demás. Pero eso es solamente cuando me agarran los momentos de trance filosófico. Duran poco, pero a veces están. El resto del tiempo (el 95%) pienso que es ridículo dudar aunque sea un instante (sí, soy contradictorio, tengo derecho), y que el camino que encontramos es el camino a seguir.

Ya apareció esa frase antes acá, pero «all you touch and all you see is all your life will ever be». Y el tipo que nació, creció y murió pensando que la tierra era plana, vivió en esa tierra, una tierra plana. Hoy vivimos en una tierra redonda, que gira alrededor del sol. Pero en algún momento vivió gente en un mundo en el que el Sol giraba alrededor de la Tierra. Y hoy «el hombre viene del mono», pero alguien vivió en un mundo en el que el hombre se creó en el sexto día. Y todos vivimos en nuestro mundo que durante cierto período de tiempo tiene establecidas un montón de «verdades», y si bien dudo que algún día alguien viva en el mundo DE VERDAD, sí creo que es lo suficientemente bello vivir en un mundo de transición. No importa que la transición no sea hacia la verdad definitiva, al menos una transición que se aproxime un poco más a la verdad (o tal vez no! Tal vez se aleja mucho mas!). Le debe hacer estallar la cabeza a alguien pasar de lo geocéntrico a lo heliocéntrico, o escuchar por primera vez la teoría de la evolución. Me encantaría que a lo largo de mi vida viva una, dos, tres, las que sean, transiciones de esas shockeantes y que todo eso que yo pensaba que «era así», de repente no, y me deslumbre pensando en qué increíble toda esta nueva forma de pensar el mundo. Lo que sea. Que aparezcan extraterrestres. Que nos enteremos que somos una simulación cual Matrix. Que en realidad somos de 11 dimensiones. Que haya vida en Marte. Que en realidad no haya habido Big Bang. Que aparezcan otras formas de vida que no usan nada ni siquiera remotamente parecidas a ADN/proteínas/etc. No sé, simplemente me gustaría que la vida no sea todo tan «esto es así así y así, y faltan un par de piezas y ya las vamos a encontrar», tanto correr y cavar más pozos olvidándonos del sol, y que de repente se patee el tablero y haya que volver a dar las cartas, como en los momentos que describí más arriba.

Es simplemente un deseo.

Inspiración

Cada tanto recojo comentarios de la gente y los convierto en un post. Lo he hecho con más de un comentario basofia, así que por qué no hacerlo con este:

tu blog es una inspiración…..it´s my driving force.

Claro, van a pensar «cómo se la cree el pibe, por un comentario!». La verdad, no. Pero el hecho de que alguien a las 5 y pico de la madrugada se vio en la situación de escribir eso, al menos me llama la atención. 5 de la mañana muchachos! Qué pudo haber inspirado a esa persona a escribir sobre la inspiración que le puede (o no) causar lo que escribo? No lo sé.

Persona anónima: Como ya puse en un comentario, te ganaste pedir un tópico sobre el que quieras que escriba. Lo que sea, el cosmos, la galaxia, Degas, Federer, Mazinger, la célula, la vida, al biología, la física, Deep Purple, Penrose, filosofía, lo que sea. Y si sobre lo que pedís no sé nada, bueno, algo habrá que inventar. «Punto Omega a la carta».

Ahora, la palabra inspiración me inspiró a hablar sobre la inspiración per se. ¿Qué cosas inspiran a la gente? Lo que se ve es que pueden ser cosas de lo más diversas. Una frase, una acción, un gesto, una simple escena, una idea… Distintas cosas inspiran con distintos efectos, I guess. Hay «inspiraciones» que están restringidas al ámbito creativo. Situaciones que pueden inspirar a un pintor, ideas a un escritor, delirios que me pueden inspirar a mi para escribir acá, etc. Pero hay otras «inspiraciones», que son más profundas, que trascienden el ámbito creativo, y que tienen que ver con inspirar a alguien para hacer, pensar o incluso sentir algo distinto. A mi me inspira Einstein, y la verdad que no puedo decir que me inspire creativamente porque nunca voy a crear nada ni remotamente parecido a lo que hizo él. Pero me inspira en otro sentido, tal vez más humilde. En ese sentido, se puede encontrar inspiración en muchas personas. Es una mezcla de cosas, no necesariamente uno quiere tomar a esa persona como modelo, o imitarla, pero hay cosas que inspiran, supongo, universalmente: La lucha contra la adversidad, la capacidad de autosuperación, la perseverancia. Menos ponderadas pero no menos inspiradoras también son la alegría, la serenidad, la reflexión, la humildad, el altruismo.

En este blog 20 veces apareció, a veces disfrazado y a veces no, el tema de cómo la gente toca a otra gente. Que si quedan o no quedan, que si son parte de ese puñado de nombres, que cómo la sociedad te modela, etc etc etc. También muchas veces apareció el tema de qué cosas son importantes, qué cosas «le dan sentido» (aunque no tenga sentido la expresión) a la vida, etc. Sin ir más lejos, la postdata de Van Gogh del último (o anteúltimo post, ya no recuerdo). Ya sé que hay mucha reiteración tal vez, pero la mente funciona así, es dialéctico. No es lo mismo, pero es parecido.

Más allá de la forma «fría» que tiene la biología de perpetuar a un individuo, a través de la reproducción, el acceso a la cultura permite otras formas de «perpetuación». Cuando una persona inspira a otra, esa otra persona toma algo de la primera. No necesariamente para copiarlo, imitarlo, reproducirlo. Tal vez para un tercer observador, ni siquiera puede encontrar una conexión entre lo que hacía la persona que sirvió de inspiración y el resultado en la persona inspirada. Pero hubo algo, hubo un no-morir, hubo un efecto «perpetuante», hubo un algo, un reordenamiento de átomos, una reconexión de sinápsis, un cambio en el estado mental, hubo un algo en la otra persona, un efecto que hace que «el inspirador» trascienda más allá de los mundanos genes. Obvio que yo me puedo acordar de alguien porque leí sobre él en un libro, o porque me lo cruzo cada tanto y compartimos cotidianeidad, o lo que sea. Pero si esas personas no me generan una turbulencia interna, no me inspiran. La inspiración en definitiva es eso, es recibir algo de alguien que de repente activa y pone en movimiento engranajes internos. Es recibir algo que vale un poco más, que va un poco más allá, algo que nos produce algo y que nos hace al menos un poquitito distintos. Es un pequeño «no-morir» del otro y un pequeño «re-nacer» (del otro, y de nosotros mismos!) en nosotros.

Creo que estoy inspirado.

Post-impresión

Y sí, qué  viene después de la impresión, si no? Y si escribo? Y si escribo y no paro? Si mis dedos bailan al ritmo de esta pieza? Tengo mucho para poner, por qué no? Entropía, ergodicidad, Van Gogh, Fromm, el miedo, la libertad, la luna roja, la música, la vida, el arte, la filosofía, todo girando en mi cabeza. Lo que antes parecía un remolino ahora lo veo un poco más acompasado. No pierde su calidad de caótico, y mucho menos de bello mientras gira y parece que toca todo con todo. Pero paradójicamente, mientras más claro gira en mi cabeza probablemente más inconexo y disonante va a sonar cuando lo escriba, porque es así: Cuando no parece claro, cuando escribo es cuando trato de darle forma y entenderlo. Mejor para usted querido lector. Pero si yo lo entiendo así como está (o creo que lo entiendo), entonces se plasma como está, y usted va a tener que unir los puntos. O no, y tomarlo como recortes yuxtapuestos de una mente en plena ebullición.

Van Gogh tuvo una vida muy pero muy… «complicada». No soy el biógrafo oficial, pero ya leí varias biografías y me queda claro que más allá de la anécdota por todos conocida de la oreja, era una pobre alma torturada. No por eso no se pueden rescatar cosas más allá de sus pinturas. Mirando, y mirando después de mucho leer, una cosa que me impresionó mucho es la siguiente:

Anciano llorando (1982)

Este dibujo (que se puede encontrar con muchos nombres debido a traducciones y demás) se llama Anciano llorando, es de 1982. Es de la época en la cual Van Gogh ya abandonó su intención de ser pastor, como lo había sido su padre antes que él y su abuelo aún antes. Van Gogh dibujaba en los márgenes de las cartes que le enviaba a su hermano Theo, con quien estableción un vínculo casi irrompible. El dibujo, y posteriormente la pintura, se habían convertido en su escape de los pozos depresivos en los que caía continuamente. Para 1982, estaba aprendiendo con Mauve y en pareja con Sien, una prostituta que tenía un hijo y estaba embarazada de otro  (ninguno de los dos hijos de él). Vivía en La Haya, quería casarse y estuvo internado por una blenorragia que contrajo de su pareja. En algún momento alrededor de esa época, hizo este dibujo. No es ni el primer ni el último dibujo de Van Gogh que muestra la desesperación, ni siquiera el primero ni el último que muestran a un hombre sentado con la cabeza entre las manos. Pero me impresionó por esto:

En el umbral de la eternidad (1890)Este cuadro es titulado «En el umbral de la eternidad», es de mayo de 1890. Tal vez debería leer más cosas escrita sobre la gente que sabe en serio sobre el análisis de este cuadro. La verdad que no busqué. Pero no por eso me voy a prohibir de hacer mi propio mini análisis: Al principio de su carrera, Van Gogh más que representar personas representaba, emociones, como la desesperación en el cuadro anterior. Hay muchos cuadros que representan emociones claras, la mayoría a través de gente humilde, trabajadores. Pero acá creo que él retoma la imagen y ya no es una emoción, si no que es una especie de autorretrato camuflado. Hasta el título es profético. El cuadro es de mayo de 1890, y el 27 de julio de ese año, después de mucha internación en el psiquiátrico, de muchas crisis, se pega un tiro en el pecho. No le quitan la bala, y termina muriendo el 29 de julio (no sin antes haber fumado con su pipa). La gente se expresa más allá de las palabras.

En una postdata de una carta que le escribió a Theo en marzo de 1875, mucho antes si quiera con osarse soñar con ser artista, Van Gogh copia unas frase de Renan y escribe:

Para actuar en este mundo, hay que morir en uno mismo. El ser humano no está aquí simplemente para ser feliz, ni siquiera para ser honesto. Está aquí para realizar algo grande para la sociedad, para alcanzar la nobleza y superar la vulgaridad por la que se arrastra la existenvia de casi todos los individuos.

Podría ser el epitafio de su tumba.

Qué pensaría mi mini-yo de unos 6 años si se encontrara conmigo? Contento? Estaría fascinado con el adulto que llegué a ser? Defraudado con todo lo que no hice? Desilusionado ante la evidencia de que no soy tan «probo» como yo recuerdo a esa edad que me hubiera gustado ser? Le gustaría que le cuente las cosas que hago? O le parecerían un plomazo? Es cierto que un poco me corrí de lo que supuestamente yo quería hacer a esa edad, pero tampoco tanto. Hace poco estaba acostado y ya no sé si estaba durmiendo o no, y de repente tuve un díalogo con el pequeño yo. Ese sueño (o no) me hizo acordar después a la postdata de Vincent. El diálogo que mantuve fue breve, porque fue dificil seguir. Ahí estaba yo, y ahí estaba yo. Y él me miraba y sabía quien era yo, no había ninguna introducción del estilo «Volver al futuro» donde había que explicar nada. Los dos sabíamos. Era un pibe especial él. Ni especialmente bueno, ni especialmente malo. Pero especial. Y lo miré y me miró y la verdad que estaba para darle un abrazo. Supongo que tenía cierto aire a reconciliación, probablemente de ambas partes. Probablemente si él hubiera hecho las cosas un poco distintas (no a los 6 en particular, si no en general) hoy tal vez yo podría ser «mejor», pero lo acepté con todo lo que hizo. Y creo que él me aceptó con todo lo que soy. Pero no quiere decir que realmente no tenga ganas de en un mundo ideal e imaginario viajar en el tiempo y sentarme al lado de él para verle la cara de absoluto placer mientras mira un capítulo de Mazinger y despeinarle el flequillo con la mano. Y después decirle que bueno, que a veces las cosas van estar mal, que a veces van a ser jodidas, que van a haber momentos que los va a vivir como si fueran oscuros y después otros aun más oscuros, pero que bueno, que no hay que desesperar, que después al final uno gana perspectiva y las cosas mas o menos están bien. De verdad, están bien. Creo que eso le sacaría bastante angustia al gurrumín.

Automáticamente pensé en el otro viaje. Que venga el yo del futuro. Eso sí que es scary as shit. Porque en el primer caso, yo voy con la experiencia, la sabiduría, el saber lo que «ya pasó». En el segundo caso, me identifico más con «pequeño yo». Qué pasaría si de repente aparece? Tal vez todo viejito choto y arrugado, tal vez encorvado, incluso irreconocible! Pero no, me imagino que sin importar cuan golpeado por el tiempo hay un algo en la mirada que me va a hacer dar cuenta que él es él y es yo. Lo mismo que debe haber visto pequeño yo cuando lo visité. Algún gesto jodón, tal vez. No sé. Con ese también tendría que tener una larga charla. Me encantaría pensar que ese también tiene palabras reconfortantes, del mismo estilo que las que yo le diría a pequeño yo. La verdad no lo sé, sólo él sabe. Lo que sí creo es que no tiene sentido enojarse, sea lo que sea que él tenga para decir, porque en definitiva él no va a ser otra cosa que el producto de las cosas que yo hago hoy, y si bien pequeño-yo era mas o menos inimputable porque era chiquitito cuando hizo las cosas que hizo para que yo sea yo, hoy me cabe toda la responsabilidad de lo que sea que resulte el viejo-yo. ¿Cómo lo voy a juzgar?. También habría que darle un abrazo. Tal vez lo necesite. Tal vez él sea el que necesite escucharme a mi decir que todo va a estar bien. Tal vez en las instancias finales uno se parece más a un niño y necesita que lo reconforten, que lo aprueben y que lo acepten, así puede sentirse en paz. Tal vez si nos encontramos los 3 yo tendría que mimar a los otros dos. ¿Por qué no?

Como creo que más de una vez puse por acá, la «flecha del tiempo», es decir, lo que hace que yo me termine transformando en viejo-yo pero no en pequeño-yo nuevamente, está «dada», de algún modo, por el segundo principio de la termodinámica. Es decir, la entropía del universo aumenta. Eso usted ya lo debe haber escuchado alguna vez, o no. Qué quiere decir entropía? Qué dificil. Es el «desorden»?. Pero el «desorden» de quien? El típico ejemplo de libro divultativo habla del desorden del cuarto por ejemplo. Si el cuarto está ordenado, todos los libros en su lugar, la ropa doblada y ordenada, eso tiene poca entropía. Pero si yo revuelvo todo, tiro todo para todos lados, los libros en el piso, la ropa desordenada, etc, ese es un estado de mucha entropía. El ejemplo es válido hasta ahí. Se pueden rescatar un par de cosas, como por ejemplo que el estado ordenado tiene «poca degeneración»: Hay pocas formas de que esté todo acomodado. Sin embargo, hay muchas formas de que las cosas estén desordenadas. Por lo tanto, si yo revoleo todo al azar, la probabilidad de que quede «mágicamente ordenado» es baja, mientras que la posiblidad de que sea todo un despelote es alta. Y los sistemas tienen espontáneamente de «ordenado» a «desordenado». ¿Pero qué es lo que se ordena? No son los libros ni la ropa, es la energía. Por más que yo le dedique 5 párrafos más a explicar esto, no voy a lograr un avance significativo en su comprendimiento sobre esto, eso solo lo haría con varias páginas, ecuaciones y algún que otro dibujo. No importa. Lo que importa es que si un sistema está fuera del equilibrio, por ejemplo el Universo, ese sistema se va a mover hacia el equilibrio (la máxima entropía) unívocamente en ese sentido, por lo tanto eso le da dirección al paso del tiempo. Por ejemplo, un gas se expande «solo» y si no le cambio ninguna variable, sería muy loco pensar que de repente todo el gas que está en la goma de su auto se comprima en un punto pequeño del espacio dentro de la goma y durante un instante el auto quede en llantas. El tema está en… ¿y qué pasa cuando un sistema está en equilibrio? Muchas cosas, pero ninguna tan interesante como qué pasa mientras está afuera del equilibrio.  Los sistemas claramente puende mantenerse fuera del equilibrio, porque si no usted ya estaría muerto. La termodinámica de sistemas fuera del equilibrio es algo bastante complicado, de lo que cada vez entiendo más y por lo tanto creo que cada vez entiendo menos. Entiendo más porque sé mas, pero me doy cuenta que entiendo menos porque hay mucho que no sé. Lo que sí me parece interesante compartir, para el que le interese, es un trabajo de hace unos meses de un físico que postuló, a modo teórico, una teoría termodinámica del origen de la vida. Pueden leer un muy buen comentario HACIENDO CLICK ACA. Me parece que está muy bien escrito y explicado ahí, y no tiene mucho sentido re-escribirlo acá. Aunque tal vez después escriba algo al respecto.

Algo gracioso: Hace poco un tipo salió con una hipótesis en la que decía que en realidad, uno podía plantear un modelo de un Universo en equilibrio. Y ese universo sería ergódico (lo cual dicho mal y pronto quiere decir que puede explorar todas la formas posibles de ordenar la energía, o volviendo a la analogía, mientras pasa el tiempo los libros y la ropa se ordenan de todas las formas posibles, todas las desordenadas y la ordenada también). Eso quiere decir que en algunas regiones del Universo, se está fluctuando para un lado o para el otro respecto de lo que sería el equilibrio, y que lo que nosotros percibimos como «paso del tiempo» unívoco, en realidad es el resultado de una fluctuación para un lado o para el otro. ¿Tal vez en algún lugar del Universo el «tiempo» está yendo para otro lado? ¿Tal vez cuando «esta región» del universo llegue al equilibrio, entonces una nueva fluctuación puede hacer que vayamos para el otro lado y yo me termine transformando en mini-yo?». Es todo muy lindo para flashear, y pueden leer al respecto HACIENDO CLICK ACA. Presten principal atención a los comentarios, con todos los super expertos en entropía y qué se yo comentando sobre las posibilidades del modelo, mientras no se dan cuenta que lo publicaron el 1 de abril (día de los inocentes en Estados Unidos) y en realidad no tiene ningún sustento. No deja de ser though-provoking, though.

Hace poco empecé a leer a Erich Fromm, «El miedo a la libertad». Tengo muchas cosas para comentar de eso, pero tal vez la próxima. Lo mismo la luna roja. La luna, siempre la luna. Siempre el cosmos. Yo, por lo pronto, si la termodinámica y todo lo demás empezaran a fluctuar y me encuentro con yo pequeño, yo grande, yo en 5 años, o lo que sea, prefiero que la silla esté así:

Silla con pipa

Y el yo-de-la-época-que-sea feliz dando vueltas por ahí. Adios.

Impresión

Uno nunca sabe cuando un acto va a ser revolucionario. O tal vez sospecha que va a ser revolucionario, pero la magnitud de la revolución queda para la interpretación del que venga después. Como bien dice aquí:

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Pensar es un hecho revolucionario. Pensar es un hecho revolucionario pero enseñar a pensar es un hecho aún más revolucionario. El «acceso a la información» no es lo mismo que pensar. Se necesita ser un genio para pensar? No. Pensar es «cuestionarlo todo»? No sé, no sé si se puede cuestionarlo TODO. Piense un segundo lo que querría decir cuestionarse todo… se termina en el infinito, en si tiene sentido cuestionar el cuestionarlo todo. Pensar es «dudar»? No, porque uno puede dudar de todo lo que le dicen, pero pensar también es construir con la mente. No me estoy refiriendo a algun proceso biológico que pueda reducirse a un algoritmo lógico-matemático, hoy estoy un poco más romántico. Estoy hablando de pensar en términos un tanto más poéticos.

Para que haya revolución, tiene que haber status quo. El status quo que importa en este post, es la  Académie des Beaux-Arts de París, a mediados del siglo 19. Controlando con mano de hierro el arte que se producía en la época, a través de la selección de los pintores que podían exponer en el «Salón de París», en una exhibición anual. Qué reinaba? Bueno, es complicado, porque depende en qué disciplinas reinaban distintas cosas. Pero con poco margen de error podemos decir que el realismo, el romanticismo y el neoclasisismo eran las corrientes que habían dominado en los siglos anteriores. Qué se pintaba? motivos religiosos, eventos históricos, representaciones mitológicas. Cómo se pintaba? El detalle en el dibujo era primordial. Mucho negro, mucho marrón.

Y llegó la revolución. Fusionando elementos del romanticismo de Delacroix y del realismo de Courbet (algún día voy a escribir sobre el romanticismo, se lo merece, me lo merezco), apareció Manet y al poco tiempo después, Monet, Pisarro, Renoir, Cézanne y compañía y se cagaron olímpicamente en todo. Monet pintó un cuadro llamado «Impresión, sol naciente» y el resto es historia.

Impresión, sol naciente

Por supuesto, el impresionismo no es solo un cuadro de Monet, pero el título del cuadro resumía muy bien el espíritu del movimiento. Manet fue un verdadero «subversivo» del arte, pintando mujeres desnudas y prostitutas mientras parafraseaba y se reía de los motivos típicos del renacimiento. Él fue quien inspiró a los demás.

Esta revolución artística no puede entenderse si no es de la mano de otras revoluciones. Tanto la Revolución Industrial como la Revolución Francesa tuvieron mucho que ver en el surgimiento del impresionismo. A la revolución industrial se le debe, por ejemplo, la aparición de tubitos de pintura. Qué boludez, no? Resulta que no, porque antes los pintores tenían que mezclar y preparar los colores en los estudios. Y en el estudio pintaban, y sobre qué pintaban en el estudio? Sobre cosas religiosas, mitológicas, etc… Y qué permitía poder llevarse un pomito de pintura? Pues ni mas ni menos que el comienzo de la pintura «en plain air», es decir, al aire libre. Artistas que con caballetes y tubitos de pintura pudieron salir a retratar el afuera. Y qué había afuera? Uno de los legados de la Revolución francesa: La clase burguesa, el ocio. París era entonces una ciudad en constante vértigo y cambio, y con una clase social que ahora contaba con tiempo para el esparcimiento. Los artistas ahora podían salir a realmente ver lo que estaba pasando, y decidieron que era lo que querían pintar. No mas Dios. No más mitología. No más cosas heroicas.  La ópera, el ballet, el teatro, el puerto, bares, carreras de caballo, lecciones de danza (Degas, un crack). Se pintaba, entonces, sobre el hombre «moderno», como lo había descripto Baudelaire. Baudelaire es otro que se merece un post en sí mismo.

Por supuesto, salir afuera hizo algo más: Ahora la luz era central. El impresionismo de alguna manera enfrezca la obsesión por la luz. Cómo se absorbe, cómo se refleja. Nada de fotones y longitudes de onda, no era eso lo que les importaba. Y lo bien que hacían. Sí sabían mucho sobre teoría del color, y empezaron a pintar de manera que en vez de mezclar los colores, yuxtaponían colores primarios para generar contrastes. El objetivo era poder captar «instantes», o mejor dicho, la «impresión» que producía un instante. Un instante, una foto de algo en movimiento. Ese movimiento que era característico del «mundo moderno», de una sociedad pujante

En conjunto, los impresionistas fueron severamente criticados, al menos al principio. Louis Leroy fue un crítico particularmente duro al comienzo, y fue él quien, a partir del cuadro de Monet, le puso nombre al movimiento. Dado que la Académie des Beaux-Arts llegó a rechazar miles (sí, miles, no es solo una expresión) de cuadros, Napoleón III decidió permitir que se exhibieran en el Salon des Refusés (el salón de los rechazados), que si bien ya existía de antes, cuando uno habla de eso en general se está refiriendo al de 1863. Este salón, este año, tuvo más visitas que la muestra de las obras que habían sido aceptadas por la Academia. El reconocimiento tardó mucho en llegar, aunque las críticas nunca pudieron detener el avance del movimiento. Eso no quiere decir que ese ciclo de intento-rechazo-volver a intentar no haya calado en los artistas, y más de uno no llegó a ver la aceptación del movimiento. Pero no volvieron al renacimiento, ni al neoclasicismo. Hace un tiempo, leyendo a Beckett, me encontré con esto: «All of old. Nothing else ever. Ever tried. Ever failed. No matter. Try again. Fail again. Fail better». En el contexto de la obra (Worstward Ho) no es tan impactante como sacada de contexto. La primera vez que la leí me llamó mucho la atención, Becket tira mucha magia en el medio de sus textos. Hay mucho oro empotrado en el medio de textos, y cuando uno se cruza con frases de esas, pegan (después me la volví a cruzar cuando me enteré que Wawrinka lo tenía tatuado en el brazo… me dio ternura el tipo ahí). Y es una frase que creo que sirve para ilustrar bien la foto de la psiquis de las personas que van para adelante en un mundo que, con suerte, está quieto, o en el peor de los casos va para atrás. Igual, así como está no me termina de gustar. Después de Faill better, agregaría un Succeed. Fuck yeah.

El impresionismo, sin lugar a dudas, succeeded. Fue, entonces, la punta de lanza del modernismo. Todo el arte moderno,  el postimpresionismo, el fauvismo, el cubismo (analítico y sintético), el surrealismo, el futurismo, y todo lo que vino después, todo eso tiene su origen, de alguna manera, en el impresionismo. Como todo, es opinable. No sé si es mejor o peor que otras cosas. No sé si fue lo «más revolucionario» que hubo. Tendría que hablar de las pequeñas (o grandes) revoluciones que produjo Picasso, que a su vez se las debe a Cézanne, pero creo que eso es material para otro post tal vez. Podría llenar esta entrada de cuadros y más cuadros, pero supongo que tiene más sentido dejarlos que los descubran por su cuenta (si es que no los conocen). Yo, particularmente, de toda esta movida, al que mas rescato es a Van Gogh. Cliché si los hay, lo sé, pero qué puedo hacer? Van Gogh se valió de muchas técnicas y recursos de los impreisonistas, pero se diferenció por algo fundamental: En vez de tratar de plasmar fidedignamente «el instante», empezó a distorsionar, retorcer, alargar y modificar figuras de manera de transmitir fidedignamente lo que sentía, las sensaciones que le producía lo que miraba. A las pruebas me remito.

Noche estrellada

Ya que puse «Impresión, sol naciente», no puedo hacer menos que despedirme con esta canción. Es una hermosa canción. De hecho, en vez de esta podría haber puesto «Here Comes the Sun», que es igualmente bella, pero hoy quiero poner esta. Cuando George Harrison la compuso, ya sabía que tenía cáncer cerebral. Probablemente ya sabía que se iba a morir. Cada vez que pienso eso, y cada vez que escucho la canción y le presto atención a la letra, se me pone la piel de gallina. Cómo puede alguien al borde de la muerte componer algo así? No lo sé. Acá los dejo con Rising Sun, del disco pósthumo Brainwashed (siempre me pregunté si había que leer el título entre líneas). Post ecléctico, si los hay, pero hoy mi mente está así. Hace un poco más de un año escribí uno titulado «Coda». A este bien le podría haber puesto «Intro».

Esta bien podría ser la versión «Van Gogh posimpresionista musical» de lo que es una salida del sol. You’re a billion years old today. Me hace feliz eso, no sé por qué.

Saludos terrícolas.

ad interim

Creo que ya toqué este tema. I care not. Por qué nos cuesta tanto darnos cuenta que siempre estamos en etapa de transición? En el medio del proceso? Por ahí no siempre, por ahí hubo períodos que duraron más tiempo que otros de «calma» metaestable, pero en realidad todo es vorágine. Hoy nos preguntamos cómo se hacía antes sin internet (yo me acuerdo de cómo se hacía sin internet) para hacer X tarea, antes se preguntaban cómo se hacía sin la computadora, otros se habrán preguntado cómo se hacía sin auto, sin avión, sin antibióticos, sin vacunas, sin anteojos, sin radio, sin ropa. Pero se hacía. Obvio que se hacía, y se podía, y se era feliz (o lo más parecido a eso… o no.). Lo que me pregunto es cuan concientes somos de lo que está por venir. A cuanto estamos de poder visitar y después colonizar planetas? Será en algún momento la Tierra «uno más»? Hasta donde nos expandiremos? Si se viene la etapa de exploración espacial, la verdad que me da un poco de lástima perdérmela. El otro día vi un post que decía que éramos una generación que no habíamos vivido la magia de la «exploración y descubrimiento» del planeta Tierra y que nos vamos a perder la magia de «la exploración y descubrimiento» de todo lo estelar. Y eso es cierto. Qué más vendrá? Nos vamos a reir de cuando teníamos «internet de 5 megas» porque las cosas van a viajar a la velocidad de la luz? Nos reiremos de «la velocidad de la luz» como una barrera porque vamos a poder superar eso? (Einstein te quiero igual, no te enojes). Se viene ya la trans-humanidad? Empezaremos a tener chips en el cerebro, prótesis artificiales, etc etc y terminaremos pudiendo «copiar» nuestra «mente» a un soporte distinto? Pasaremos todos a una especie de soporte digital, llegando los cuerpos a ser obsoletos? Y entonces diremos «cómo se hacía cuando se tenía un cuerpo finito?» y entonces podremos en algún punto ser todos inmortales? Tiene gracia eso? Si nuestra «mente» es mortal, tiene sentido tener hijos?. Probablemente ya lo expresé muchas veces esto, pero encuentro un valor al que puedo llamar de netamente poético a que la vida tenga principio y fin y uno tenga que pasarle la antorcha a lo que viene. Me parece genial que existan primeras veces, que se junte experiencia, que uno se maraville con las cosas, que uno esté después canchero con las cosas, que uno transmita esa experiencia, que después cuiden de uno y que uno después ya no esté, y que todo (o la nada) que quede, es lo que uno hizo, lo que uno obró, en los demás. Si fuéramos «forever», ¿no se perdería algo del chiste?. Anyways, eso es otro tema. Si pasamos a ser soporte digital/computacional/whatever, después se podrán fusionar todas las mentes en una? Por ahí no logramos pasar nuestras «conciencias» a ese tipo de soporte y lo que termina quedando es una especie de computadora loca que hace eso, computa, y diseña, y programa, y arma naves, y diseña viajes, pero no tiene emoción ninguna… o si tiene la capacidad de hacer cómputos «infinitos» inexorablemente debería aparecer el concepto/acto de la «emoción» porque es algo «computable»? Dudas, dudas. Dudas everywhere. También últimamente muchas certezas. Varias inesperadas. De las que me hacen feliz.

Por ahí no está mal eso de ser una generación de «las del medio» que se pierden cosas. Por ahí así no nos perdemos nada. Leyendo, leyendo, llegué a esta cita de Schopenhauer:

Las escenas de nuestra vida se asemejan a las imágenes de un mosaico basto, que no hacen efecto de cerca sino que hay que permanecer lejos de ellas para encontrarlas hermosas. Por eso, conseguir algo que se ha anhelado vivamente significa descubrir que es vano; y siempre vivimos con la esperanza de algo mejor y a menudo también con la contrita nostalgia del pasado. El presente, en cambio, lo toleramos solo de momento y lo estimamos en nada, como el camino para la meta. Por eso la mayoría de los hombres, cuando al final vuelvan la vista atrás, descubrirán que han vivido toda su vida ad interim [de forma provisional] y se sorprenderán de ver que aquello que dejaron pasar de largo sin advertirlo ni disfrutarlo era precisamente su vida, justo aquello que pasaron la vida esperando. Y así la vida de los hombres es por lo regular eso: alimentada por la esperanza, baila en brazos de la muerte.

Me dí cuenta que vivir ad interim es horrible. Hoy es el mañana de ayer.  Enjoy

And so you’re free, so fuck you.

Ayer publiqué algo que estuvo motorizado por un tema de Laurie Anderson, y repito la letra:

 

It was a large room. Full of people. All kinds.
And they had all arrived at the same buidling
at more or less the same time.
And they were all free. And they were all
asking themselves the same question:
What is behind that curtain?

You were born. And so you’re free. So happy birthday.

 

Ahora, me gustó mucho la interpretación que hizo otra gente de la letra y es lo que quiero proceder a comentar ahora.

It was a large room (the world) Full of people. All kinds. (Isn’t the world?)

Sí.

And they had all arrived at the same buidling at more or less the same time. (We are all here in the here-and-now, are we not? Or looked at another way, look at the people around you in the world – as long as you are all alive together, you are existing together in one big moment, no matter how young or old you are. The only ones who aren’t are either not born yet, or dead.)

And they were all free. (Everyone is free – to a certain extent. Free to live, free to die, free to make choices. Perhaps those choices can be limited, and perhaps those choies may have repercussions and consequences, but we are free to make them.)

Ahh… es cierto esto? La clave es esa no… «to a certain extent». Siempre se me ocurren situaciones límites y extremas, que generalmente las asocio con épocas límites y extremas. Me imagino un tipo en el medio de la guerra, y alguien apuntándole con la pistola a su esposa y/o hijo: Hacé esto, o tu hijo es boleta. Y ahí qué hacés? Es libertad no hacer algo y que maten a tu hijo, es libertad hacer algo, por ahí terrible, frente a la extorsión? Obviamente esa es la situación super límite, pero uno puede empezar a relajar y entonces llevarlo a terrenos menos turbios, mas mundanos, más grises, en los cuales las restricciones no son tan tajantes, pero no por eso dejan de existir. Y acá no puedo hablar de esto sin hablar de Sartre. El papá de la angustia existencial. «El hombre es el único que no sólo es tal como él se concibe, sino tal como él se quiere, y como se concibe después de la existencia, como se quiere después de este impulso hacia la existencia; el hombre no es otra cosa que lo que él se hace. Éste es el primer principio del existencialismo» Dijo el señor. Más aún: «En la angustia adquiere el ser humano conciencia de su libertad o, si se prefiere, la angustia es el modo de ser de la libertad como conciencia del ser». Y por último la más letal de todas: «El hombre está condenado a ser libre, porque una vez que está en el mundo, es responsable de todo lo que hace.» Leyeron bien? El hombre está condenado a ser libre. Es gracioso que estaba pensando en esto y hace poco una persona me regaló «El Existencialismo es un Humanismo», del mismo Sartre, libro el cual leí hace muchísimos años, pero me pareció increíble, casi casi un mensaje del Universo (de esos en los que no creo pero que cada tanto sospecho he tenido muy buenos candidatos a obligarme a creer), que me lo regalaran de nuevo hace días cuando tenía todo esto en la cabeza.

 

And they were all asking themselves the same question: What is behind that curtain? (Where do we come from? Where do we go? Why are we here? These are the big questions people ask once they think outside the box of social conditioning. Are we here to work in a checkout line? Are we here to administer order to the masses with our riches? Kill another person out of hatred? Give up all possessions and love everyone unconditionally? Some think there is no inherent meaning to life or existence and that it is the meaning we impose upon it that matters. Others think a Supreme Force has created everything and placed us here to do it’s will. All of these questions are shrouded in mystery for which the answers may never be known. This is the viel, or curtain between the known and unknown. Perhaps it can be likened to that veil which separates the temple from the ark of the covenant in the temple of Solomon.)

Y sí, totalmente relacionado a lo anterior es para qué estamos. Para qué estamos? No creo que estemos «para algo» ni que estemos «a causa de algo». Estamos y ya. Y esa libertad hace que de alguna manera, nosotros tengamos la capacidad de inventar nuestra propia justificación de por/para qué estamos. Estamos acá para hacer sufrir a la gente? Para transformar el mundo? para crear? para destruir? Nosotros escribimos eso sobre la marcha. Aunque no es nuestra pluma la única que importa, ya que al final del día lo que interpreten los que quedan después de nuestra muerte va a ser probablemente más «la verdad» sobre nosotros que lo que nosotros mismos hayamos pensado de nuestra propia existencia.

And so we’re born. And so we’re free. So happy birthday. (Regardless of what we think the meaning of life is – we are given this life and it is like a gift. What we do with it is up to us, and it’s not always an easy thing.

But do we ask to be here at all? Whether it’s all an accident of matter or the direction of a higher being, WERE we asked to be here? or is life thrust upon us leaving us bewildered about what it is, why it is, and what our role in it all is? I don’t think this is the universal complaint of the adolescent, I think this is the human condition we all are born into. We have to be born into a world in which things have already been set up by those who came before us. Are people who get along well in life well adjusted or have they simply accepted their puppet-hood? Perhaps we are here to make the world a better place for when the next Born, never asked-s come along…)

Y no, no es fácil resolver qué hacer con eso. No es fácil resolver qué hacer, porque justamente, si no no habría angustia existencial. Ese embudo que aparece cada vez que uno pasa de un horizonte infinito a colapsar las infinitas probabilidades en algo real. Aunque también es cierto que muchas veces hay segundas oportunidades… o simplemente es la misma que volvió? o en realidad eso no existe, porque en la segunda ronda las cosas van a ser inexorablemente distintas de lo que las habría sido la primera vez?. Me gustó eso de que perhaps estamos acá para hacer un mundo mejor para los próximos next Born. Y eso me llevó a pensar en el final del Universo. Sí, así de catastrófico. Eso quiere decir que el próximo post probablemente será ñoño y científico… con un tinte de lo que vengo hablando.

Así que ya sabés, sos libre, y fuck you, porque la libertad puede que sea una carga pesada de soportar.

Y a dónde va?

 

Saludos, terrícolas.

El otro día estaba acostado pensando, y de repente me acordé de algo que me había parcido gracioso. Algunos de ustedes por ahí son lo suficientemente jóvenes como para no haber conocido el DOS, así que brevemente les comento: Antes del Windows, antes de todo, en el DOS uno se encontraba con algo que tenía esta pinta:

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Alias «el prompt». Y ahí uno escribía cosas como «cd juegos», por ejemplo. «dir», qué se yo, comandos. Pero cuando uno terminaba de llenar la pantalla de cosas, el «último renglón» escrito, empezaba a desaparecer. Y me acuerdo que una vez alguien me hizo la pregunta pseudofilosófica «y a donde va ese renglón cuando desaparece?». En su momento la preugnta me contrarió. Por un lado, era trivial y boba. Pero por otro lado… a donde va? Y además, por qué esa pregunta de «a donde va?». Supongo que porque no es otra cosa que el desplazamiento de la pregunta humana eterna, de «a donde vamos cuando nos morimos?». Siempre esa idea de que «morirse» no es apagar la computadora, si no que la computadora sigue computando pero en otro lado, en otro plano, en el cielo, en la otra vida, en la  eternidad, en el purgatorio, somewhere, anywhere. Porque la pregunta es «y a donde va?» y no «vamos a algún lado?». Yo creo que no vamos a ningún lado, creo que se termina ahí, fin. Pero no vengo a hablar de esto, si no de otra cosa. Ya sé que parece sacado de una canción de Arjona, pero bueno, es lo que hay. A donde va el amor? Sí, a donde va? Probablemente estar escuchando repetidamente el último disco de Norah Jones no esté ayudando (pobrecita, qué le pasó a esa chica? alguien que le regale urgente un par de curitas para su corazón roto). Pero la pregunta es, a donde van esas cosas? Uno se relaciona con una persona, empieza a crear, construir, a veces mal, a veces bien, «construye» el amor, y después la cosa se termina. Obviamente las cosas no se terminan automáticamente… y a dónde va todo eso? Uno empieza a retirar cosas de la relación, empieza a deconstruir (como Penélope, que teje y desteje) y retira las expectativas, sueños, ilusiones, sensaciones, sentimientos… y a donde los manda? Los tira? Los guarda? En la próxima relación pone los mismos, pero reciclados? Uno pasa los anhelos y esperanzas y sensaciones y sentimientos por el taller y les hace chapa y pintura  y lo que va haciendo es depositar las mismas cosas, cada vez más baqueteadas, más reventadas, desilusionadas, o lo que sea, en la persona que viene (por más chapa y pintura que le haya hecho)? O sea, esas cosas se reciclan? O se termina una relación, las cosas «se van» y uno encuentra una nueva fuente para construir nuevas relaciones?. No lo sé. Si uno tiene ganas de casarse, proyecto de familia, hijos, la relación se pudre y uno conoce a otra persona y empieza con lo mismo… es que tenía el «esquema» por sobre todas las cosas y solo está buscando a la persona cual actor en una obra de teatro que encaje en la ilusión de uno mismo? Por lo que la persona juega un rol secundario y lo importante es el esquema? Esas cosas creo que a veces pasan. Hay gente que solamente quiere jugar ciertos roles y entonces busca la persona indicada para el rol que quiere jugar. Hay gente que le gusta sufrir y siempre consigue al tipo que la/o hace sufrir. Hay gente que le encanta vivir eternamente enamorado en la friendzone y siempre consigue alguien que la friendzonee. La gente a veces se hace medio adicta a los roles y a lo que siente, y «la persona» cumple un rol secundario. En esos casos creo que el sentimiento siempre se recicla, y solamente se lo acomoda un poco para amoldar a las diferencias sutiles del actor que está ocupando el rol ahora. Pero no creo que toda la gente sea así. Creo que hay gente que construye y deposita cosas de verdad. Y cuando la cosa se termina, a donde va eso? Cómo es que de repente uno se encuentra con un ex, y te pasan 100000 cosas por la cabeza, se sienten 100000 cosas, y por ahí a los 2 años te lo cruzás y ya no te pasa nada? A donde fue eso? Me sorprende a veces la capacidad de de-construir emociones que tenemos.

Ahora, lo que me queda claro es que eso no es otra cosa que la manifestación de lo distorsionado que es el amor. Es decir, si uno puede ver a otra persona y sentir 1091283109823 cosas, y 2 años después ya no, eso quiere decir que cuando te producía 19023109283 cosas es porque distorsionaste tanto a esa otra persona, estás viendo tanto pero tanto lo que querés ver (por encima de lo que la otra persona es) que en definitiva es eso lo que te moviliza todas esas emociones, y por eso cuando uno deja de ver lo que quiere ver, ya no pasa nada… o no? Es así o no? A dónde van todas esas cosas?

Me despido con esto

Todos necesitamos los huevos.