Hola. Esto no es un post. Es una especie de homenaje, muy humilde pero muy sentido. Es la primer foto que pongo en el blog, ¿vieron?. Podría haber puesto la de él sacando la lengua. Es casi un ícono. Pero así también lo es la del Che, y la sensación que me queda es que son símbolos que se vuelven vacíos, ya no representan nada, sino que son la imagen en sí misma lo único que queda al final.
No quería hacer eso. Creo que es una imagen bastante humana. Es simplemente un viejito mirando hacia el horizonte, despegándole un poco del imaginario colectivo de «viejito loco y muy genio».
No sé qué sabrán ustedes o no sobre él. Hay gente que piensa que él «inventó la bomba atómica». Otros que citan con ligereza «como dijo Einstein, todo es relativo». Los un poco más instruidos pero no por eso menos blasfemos que creen que la teoría de la relatividad es que si yo estoy mirando un barco parado en la orilla, y el barco se mueve a 20 km/h y alguien en el barco tira una pelotita hacia adelante a 5 km/h entonces yo la vería a 25 km/h.
Hay de todo.
Hoy quiero contar una historia. Yo en algún momento había escuchado hablar sobre Einstein. Claro, en algún momento de nuestras vidas todos lo escuchamos mencionar. Como sinónimo de «genio», probablemente. Pero no tenía idea de nada. Un día, de chico, había ido al supermercado (tienda, como quieran llamarlo) con mi papá. Y en un rinconcito habían inaugurado la sección «pósters». Y me puse a mirar y había pósters del Auto Fantástico, pósters de minas conocidas en bolas, pósters de Brigada A, y de repente pasando y pasando, me causó mucha impresión una de las imágenes: De repente, ante mí, (que en ese momento no medía más de un metro) una imagen gigante, en blanco y negro, de un señor viejito mirando con ojos tristes, con mirada de estar viendo más allá de la lente que en ese momento tenía en frente. Y esa imagen me pegó fuerte. No era solo la imagen, era el contexto. He aquí una figura «famosa», y no por hacer de pelotudo en la tele. No por mostrar tetas o culos. Pero a mí no me llamaba la atención «la fama». Había trascendido. Y lo había hecho de manera distinta.
Me acuerdo que no tenía ni idea de qué había hecho exáctamente, pero todo me indicaba que ese hombre era muy digno de respeto, y le dije a mi papá: «pósters de chicas desnudas (sí, nada de «minas en bolas», era chico!) hay muchos, pero de ese hay uno solo», con la esperanza de que me lo compre. Mi papá me miró, me dijo tenés razón, y ahí se terminó el tema.
Igual, voy a ser sincero. A los 10 minutos me olvidé del póster. Pero esa imágen poderosa prendió una mecha, y fue filtrándose como la espuma en la arena; fue modelándome muy despacio como las olas contra las rocas. Cada tanto, si algo escuchaba, algo leía, algo aparecía, como una esponja trataba de ver de qué se trataba todo esto de E=mc² y demás. Obviamente no tenía la más mínima idea de nada.
Hoy por hoy se puede decir que ese hombre, es mi héroe. No sé exáctamente qué es un héroe, pero si hay una persona a la que admiro por sobre todas las demás, es él. Probablemente, sería un honor menor para él, entre todos los que ha tenido. A pesar de que debería haber tenido muchos más. Y no es lo que es para mí por el Premio Nobel (que deberían haber sido más), o por el hecho de que era un genio, o lo que sea. Si no porque, con el tiempo, empecé a leer sobre él, y a conocer un poco al hombre detrás de la ecuación.
No sé cuánto pueden o no saber ustedes sobre su actividad política, o sobre sus consideraciones filosóficas, o simplemente cómo era como persona. Lo cierto es que en esa época, la gente en general era menos chata que ahora. Todos los grandes científicos de la época estaban comprometidos políticamente, y estaban totalmente conectados con el mundo.
Lo cierto es que en algún punto Einstein, en su vida personal, se puede decir que no cumple el standard del «hombre ideal» que por ahí uno desearía que hubiera cumplido. La verdad que no, pero particularmente no me importa su vida íntima. Se dice que tampoco era un buen padre. No lo sé. Sí sé que un día le escribió una carta a su hijo diciéndole algo así como «hijo, he hecho un descubrimiento muy importante, probablemente el más grande de mi vida. Cuando seas grande te hablaré sobre él». Y eso me causó una emoción profunda. No me pregunten por qué, porque no lo sé.
Fue un hombre curioso, y brillante. Cuánta más literatura científica (física o química, principalmente) uno lee, más se da cuenta que este señor casi no hubo tema que no haya tocado. La mayoría de las veces, el motorcito que lo llevaba a pensar una respuesta era simplemente su imaginación.
Pero no siempre hubo reconocimiento para él, al principio fue dificil. Muy dificil. Convengamos que Einstein al principio desafió muchas ideas que estaban totalmente arraigadas en la colectividad científica en general. Y costó aceptarlas.
Y bueno, así podría hablar mucho, desmintiendo cosas sin sentido que se dicen, o aportando muchas otras que no están tan difundidas. Pero hoy no es mi motivo ese. Este post en particular no es para ustedes, es para mí. Es para sentir que de alguna manera le rindo homenaje a esa persona. Yo, realmente, lo admiro. Me hubiera encantado poder sentarme a tomar un café, a charlar. A tenerlo de amigo, de compañero. Creo que habría sido fascinante.
Y bueno. A este señor de grandes honores. Sumado a su premio Nobel, a sus rótulos de «persona más inteligente del mundo», de «hombre del siglo», y de todos los honores habido y por haber, quiero agregar un granito de arena. Es mi ídolo. Y no es mi ídolo de manera análoga a la que algunos tienen de ídolo a Michael Jackson. No soy fanático, sé que no era perfecto. Sé que en alguna que otra cosa se pudo haber equivocado. Y «quererlo» igual hace que mi cariño por su figura sea auténtico.
Señores, ojalá la humanidad diera a luz otra persona semejante. ¿Cual es la receta para que aparezca alguien así? No lo sé. Pero es bueno saber que alguien así existió.
Recién me puse a releer el post, y la verdad que no me gustó, porque siento que no llego a hacerle honor. Pero después entendí que creo que no está en mis capacidades hacerle honor, realmente, así que con esto me despido. Un aplauso, por favor.
.Ω