A veces siento que estoy escribiendo algo que ya escribí, y voy y me fijo, y sí, ya lo escribí. Otras me fijo y resulta que no, por lo que la única conclusión a la que llego es que siempre pienso lo mismo, más allá de que me siente a escribirlo. Pero también es cierto que no escribo sobre todo lo que pienso. Una de las evidentemente más marcadas ausencias, para alguien que se ha sentado a escribir sobre todo prácticamente, es hablar sobre el «amor», por más cursi que suene. Hay gente que ha dedicado su vida a escribir de eso. Y que no haya escrito sobre eso no quiere decir que no opine nada, por el contrario. Y como eso, hay muchas cosas más que me pongo a pensar «qué pasó!» que no fui y lo escribí. I don’t know, many things pueden haber pasado.
Igual, es llamativo que piense siempre lo mismo sobre lo que escribo. A ver, a lo largo de los años (sí, ya van años de este blog!), uno puede cambiar de idea de ciertas cosas, y es más, incluso pasan cosas, cambian los ánimos, etc, y uno tendría que cambiar, o al menos oscilar, fluctuar un poquito, en la opinión de ciertas cosas… porque a veces me doy cuenta que me pasa, pero cuando miro lo que escribí, cuando estoy a punto de escribir, es más o menos lo mismo. De nuevo, lo único que se me ocurre es que the mood para escribir es uno tal que hace en el momento de la escritura no haya fluctuación y esté siempre en ese lugar un poco cínico, un poco pesimista, un poco sombrío, un poco todo lo que ya es obvio.
Siempre me detengo en los mismos temas. La finitiud. La infinitud. La conciencia. La realidad. La condición humana. ¿Qué será dar vueltas en la cabeza siempre con lo mismo? ¿Será una forma de abrir una valvulita de escape?¿Será que en vez de tratar de hacer algo en serio con respecto a cualquiera de esas inquisiciones simplemente me conformo con volver a pensarlas una y otra vez?. No tiene nada de malo relamerse en el pensamiento una y otra vez sobre lo mismo… ¿O sí? ¿Tendré fallado el motor en algún lugar y en vez de ponerme a boludear sobre la conciencia tendría que ir y tratar de trabajar activamente en eso? ¿Tendría que dejarme de joder criticando a la sociedad y ponerme manos a la obra a aportar la microgota del cambio que supuestamente planteo que debería ocurrir? ¿Pensar mucho es un privilegio que uno se puede dar cuando hace poco? Don’t know. Por ahí es una actividad meramente egoísta, por ahí encuentro placer en pensar sobre ciertas cosas, y a pesar de que piense que se pueden hacer cosas al respecto, me quedo en el placer de pensarlo.
Ojo, no digo que yo no haga nada. Hago cosas, muchas cosas, pero todo el mundo hace muchas cosas y no creo que por ese simple hecho queden «satisfechos». A la edad que ya tengo, que claramente no es mucha, pero tampoco es tan poca, me empieza a aparecer la (in?)certidumbre que en definitiva uno es con mucha suerte 9 o 10 ideas. Está la que es bien Susanita, y la idea es la casa, la familia, le preocupa llegar a fin de mes, cocinar, ver tele, y algunas ideas más, y piensa cosas y pasa el tiempo y son esas ideas y no quedan muchos cartuchos más. Y así todos, desde Stephen King hasta Stephen Hawking, me da la sensación que todos somos solamente un puñado de ideas. Por ahí en la mitad de la vida aparecen 2 o 3 ideas más… por ahí se duplican? a 20? Y ojo, con «ideas» no digo «ideas geniales», o «creaciones». Por ahí no es la palabra adecuada idea, y lo que quiero decir es más bien «pensamiento». Somos un par de pensamientos. De chico sos una computadora en blanco, te bombardean y te pegan por todos lados y eso moldea con cincel indeleble los pensamientos que tenés por la cabeza. No digo que no haya input propio, pero lo de afuera es importantísimo, y después es perpetuar esos pensamientos. ¿O simplemente es que yo soy tan aburrido que siento que tengo siempre los mismos 10 pensamientos en la cabeza? No son solamente pensamientos, si no un conjunto de estructuras que uno aplica a todo, y termina sacando siempre conclusiones parecidas. Por ejemplo, una idea «fundacional» de un esquema más grande sería «la gente por default es una mierda». Claramente ese es uno de mis pensamientos, que hace de motorsito para que piense muchas cosas que me hacen llegar siempre a conclusiones parecidas, ya sea que se trate de elecciones presidenciales, la situación de África, lo que pasa en el colectivo, los pibes golpeados, los funcionarios corruptos, la gente estafadora, etc. Es un pensamiento sobre el que se apoyan muchos otros… pero es siempre el mismo pensamiento con distinto disfraz.
¿Es tal vez un 70%, un 80% o más de mi identidad simplemente esa colección de ideas basales? ¿Es a caso la identidad de todos esa colección de ideas? Obviamente un porcentaje muy grande de la identidad de alguien son los recuerdos, etc. Pero muchas veces uno genera sus propios recuerdos, y eso es por lo que uno hace, y en general uno hace en concordancia con lo que piensa. Los nombres y las caras pueden cambiar, pero si se piensa parecido se hace más o menos parecido, en menor o mayor escala y a grandes rasgos a la gente que «piensa» igual tiene tendencia a que le pasen cosas más o menos parecidas. Por supuesto que está el factor coyuntural, las circunstancias (uno es uno y sus circunstancias) y de la misma manera que de chico esas circunstancias lo moldean para siempre y cumplen un rol completamente determinista, cuando uno es grande parecería que se dieran vuelta los roles y cumplan un rol casi de azar. Cuando uno es chico, es una esponja, le pasan cosas, y se va forjando. Cuando uno es grande, termina actuando en función de cómo lo forjaron las circunstancias de chico, pero el mismo factor externo («las circunstancias») son las que pueden diferenciar infinitamente el resultado de la voluntad propia. Pero bueno, como todo, las cosas azarosas producen cosas más probables de otras, y sacando casos límites, uno sigue siendo esas 10 ideas… con más o menos frustraciones, realizaciones, whatever.
En conclusión, ¿qué es uno? ¿Sos lo que te forjan de afuera, y después de afuera te dejan ser? No sé, hay algo más. Pero no «algo» en el sentido místico más. ¿O eso es lo que quiero creer? Si quiero creer eso (con todo lo que significa para mí «querer creer»), claramente estoy pensando bastante distinto a lo que venía escribiendo antes. Por ahí uno es más que 10 ideas. Por ahí uno es más.