Horror vacui

El hombre. Curiosa criatura que creó un Dios que lo creó a él, porque le molestaba no tener una explicación sobre preguntas existenciales tan profundas como “¿Por qué estoy acá?”. Qué hacer ante el desconocimiento? Dios. Un dios. Muchos dioses. Algo. La erupción de un volcán? Dios. Un rayo! Dios. Un terremoto! Dios. De dónde vengo? Dios. Pero no, este no es un post sobre Dios, ni religión, ni nada por el estilo (de esos hay varios). Es un post sobre la incomodidad de ese vacío. Vacío provocador, vacío que llama a ser llenado. Invita. Empuja. Aprieta. Incomoda. Cómo cuesta aceptarlo… Todo vacío, toda ausencia. A pocos temas se les debe haber dedicado más páginas en libros de filosofía que al “ser” y a la “nada”. Porque, let’s face it, cada vez que se habla del ser, se habla de la nada, ya que cada concepto contiene a su antípoda.

Aristóteles dijo “la naturaleza aborrece al vacío”. Qué impertinencia! Un hombre auto-adjudicándose la capacidad de saber/decidir qué es aquello que la propia naturaleza aborrece. Obvio que en realidad el hombre aborrece al vacío, y en su aborrecimiento del vacío, en su infinitesimalmente pequeña capacidad de salirse de sí mismo, si él aborrece al vacío, todo debe aborrecer al vacío. Y esa percepción duró varios siglos.

Los vacíos explicativos no son los únicos que molestan. Toda ausencia. La muerte. La falta de trabajo. Amistad, pareja. Una separación. La carencia es uno de los motivos principales (diría él principal, pero la verdad, no lo sé) de angustia en nosotros (vamos a considerar que la naturaleza, aunque aborrezca el vacío, al menos no se angustia). Molestan esos vacíos. Y entonces tratamos de meter con calzador cualquier cosa, con tal de emparchar. Mierda que molesta el vacío. Mierda que molesta la soledad. Mierda que molesta “la ausencia de”.

Y como nos molesta, la proyectamos por todos lados. Bien animista, por supuesto. Y la naturaleza aborreció el vacío hasta que apareció Galileo (Galileo capo si los hay). Alguna vez me imagino (si me dice que no, no le creo), chupó algo con una bombilla. Pajita. Palote. No sé, es de esas cosas que tiene demasiados nombres distintos dependiendo del país. ¿Si usted chupa de su botella de agua con una pajita, por qué sube el agua por la pajita?. Pues es obvio!!! La comunidad científica del momento entendía que, en el momento de remover el aire de la pajita al hacer succión… uno estaba a punto de generar un vacío. El agua, al rescate, trepaba justamente para evitar que se produjera el vacío, porque, obviamente, la naturaleza aborrece el vacío. Eso sí, si usted tiene una pajita de 10 cm, observa ese fenómeno. ¿De 1 metro? También. ¿5 metros? Sure. Pero si su pajita mide, digamos, 12 metros (¿De dónde sacar una pajita de 12 metros, no?), el líquido no sube más que 11 metros. No mas. Por más succión, por más fuerza, por más lo que sea. Ante esto, Galileo dijo algo así como “La naturaleza aborrece al vacío, pero por algún motivo solamente hasta los 11 metros”, obviamente a modo irónico.

¿Por qué no sube el agua más de 11 metros? Bueno, hoy se sabe (y hace mucho se sabe) que en realidad  tiene que ver con la presión atmosférica ejercida sobre el líquido. Pero me parece tan aburrido hablar de eso ahora que tengo miedo de hacerlo y quedarme dormido delante del teclado. Si saco el aire… ¿no hay nada?. Ese vacío, es la nada?. Existe el vacío?

Bueno, nuestra concepción actual del mundo está lejos de creer que eso es un “espacio vacío”. Por tantas, pero tantas razones… Para empezar: por más que uno piense que “sacó todo el aire”, siempre quedan moléculas dando vuelta. Es dificil llevar la presión a ABSOLUTAMENTE CERO. Y la presión es eso. Microscópicamente, la presión no es otra cosa que el choqueteo de miles de millones de moléculas que se agitan térmicamente y chocan contra las paredes de donde sea que estén. Cuando usted infla un globo, hace eso. Sopla, mete aire en el globo, y ese aire choca contra la goma hasta que la presión adentro de globo y afuera es la misma (en realidad falta la tensión superficial… pero esa es otra historia). Y si sopla mas, hay mas aire, el globo se expande. Pero no voy a escribir un post sobre inflar globos.

Saquemos las moléculas. Consigamos una bomba tan, pero tan tan tan tan tan potente que sea capaz de sacar “todas” las moléculas. Hay espacio vacío? Ahí está la nada? Y no, no vamos a ir por la senda de “si está lleno de “nada”, entonces está lleno de “algo” y no puede no haber nada”, porque es el tipo de silogismo que me genera violencia y se lo dejamos a otra gente. Nuestra concepción actual dice que eso no está vacío para nada. Para empezar, tiene espacio y tiempo. Desde Descartes, el espacio y el tiempo (¿le suenan los “ejes cartesianos”?) fueron el “escenario” en el cual los fenómenos físicos tenían lugar. Los objetos se “mueven” en el espacio, como si fueran los actores, y el espacio una especie de escenografía inerte para la gran obra de teatro del Universo. Sin embargo, desde la formulación de la Relatividad General, esa imagen cambió para siempre. Materia, energía, espacio y tiempo se comportan afectando las unas a las otras, de manera inseparable. Ya no mas un escenario en el que transcurre la acción. La materia curva el espacio… y hasta lo sacude! Me remito sin más al descubrimiento reciente de las ondas gravitatorias (quedará para otro post). El espacio-tiempo, incluso en ausencia de materia, está lleno de campos. Los campos se merecen otro post en algún momento, pasando de ser una mera herramienta matemática para describir fenómenos, a tener auténtica entidad física. E incluso, el vacío (tal vez el falso vacío?) es una sopa en contínua ebullición, ya que a través de distintos procesos, las fluctuaciones cuánticas permiten que “de la nada” se formen pares de partículas que luego se aniquilan entre sí (llamadas partículas virtuales). Eso quiere decir que en cualquier parte del universo, en este momento, seguramente hay moléculas dando vueltas, y aunque no las hubiera, está probablemente llena de neutrinos (Muchos, muchos, muchos, muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuchos neutrinos están bombardeando su cuerpo en éste momento, proviniendo de algún rincón recóndito del Universo, pero agradezca que los neutrinos interactúan muy débilmente con la materia y usted ni se entera). Y si no hubiera neutrinos, seguro que está en plena ebullición con partículas que se crean y se aniquilan más rápido de lo que podemos llegar a imaginar, y si eso no pasara, están llenas de… espaciotiempo. La naturaleza aborrece el vacío? Maybe.

Y nosotros al parecer también. Pero no solo desde nuestra obstinación por llenar vacíos intelectuales y afectivos. Aborrecemos el vacío de formas mucho más sutiles. Y si no, no existiría el efecto Ganzfeld. ¿Y qué es el efecto Ganzfeld, se pregunta usted, querido lector?. El efecto Ganzfeld (escribir 3 veces al hilo efecto Ganzfeld (meta-nota: ya son 4) probablemente hable de una pobre calidad de estilo. So what?) es un tipo de alucinación que se puede generar a partir de la privación de estímulos. Hay varias formas de generarlo. Se tapan los ojos, se genera algún sonido de volumen bajo, y se deja a la persona inmovilizada en esas circunstancias. Se espera un tiempo. Eventualmente esa persona empieza a ver cosas. A escuchar cosas. Su cerebro empieza a completar (el cerebro siempre completa, o usted cree que lo que ve es lo que realmente ve y no lo que su cerebro le está completando? Perception is a tricky business). Y así se puede llegar a alucinaciones de todo tipo. El efecto se produce, según se cree, por “amplificación del ruido neuronal”. Es decir, nada está ABSOLUTAMENTE QUIETO, y las neuronas tienen su actividad basal todo el tiempo, que se encuentra totalmente eclipsada por la actividad de percibir estímulos. Pero cuando ningún estímulo queda… cuando queda la ausencia de estímulo, o la “nada”… esa actividad basal y despreciable, es lo único que hay. Y se amplifica. Y usted ve patrones geométricos y demás. Ante la nada… algo había.

Es gracioso cómo nuestra necesidad de “completar” se manifiesta en todos los ámbitos. En el mundo del arte, el horror al vacío se usa para describir obras en las cuales no hay espacios vacíos y se completa todo espacio con puntitos, rayitas, motivos varios. O incluso personajes, etc. En el arte precolombino hay muchísimos ejemplos de eso, y es solo uno de tantos

800px-Nasr_ol_Molk_mosque_vault_ceiling_2

aztec_calendar

Así que incluso en nuestras manifestaciones artísticas, odiamos el vacío.

Incluso más increíble: No solo “la naturaleza” aborrece al vacío, y nosotros como hijos de la naturaleza lo aborrecemos. Nuestros hijos artificiales aborrecen el vacío. Los hijos de los hijos de la naturaleza. Lo cual es notable.

Hace un poco mas de un año aproximadamente, Google empezó a diseñar una serie de algoritmos para sus motores de búsqueda de imágenes. Básicamente la idea era así: Si usted tipea “banana” en google y le pide que muestre imágenes, aparecen miles de imágenes de bananas. ¿Se puede diseñar un algoritmo para que, a partir de la palabra “banana” y todas las imágenes asociadas a “banana”, ese algoritmo pueda “conceptualizar” qué forma tiene “una banana cualquiera” (y ya no “esas bananas de las imágenes”), si no la “abstracción” del concepto banana? Powerful shit indeed. La cuestión es que lo que hace el algoritmo es tratar de sacar las generalidades de las imágenes y hacerse su propia representación de “árbol”, “casa”, “banana”, etc. Y hasta donde ví, las cosas era una mezcla de engendro con éxito. Esto es mucho más que una nota de color, ya que realmente, realmente, es algo que considero está yendo hacia la inteligencia artificial. Pero se desvía del punto. Manténgase conmigo. Algo que hicieron después es, “darle de comer” una foto, o fotos, de distintas cosas (sin el “nombre” asociado) y ver si podía identificarlo a partir de la “imagen conceptualizada”. Super interesante, etc etc, pero sigue sin ser lo que me interesa ahora. Lo otro que hicieron, y que me remite a Blade Runner es lo siguiente. (Primero, la aclaración, me remite a Blade Runner porque está basada en un libro que se llama “Do robots dream with electric sheeps?» (o algo así)). Se genera una imagen que no es otra cosa que ruido de estática. Como las teles viejas cuando no sintonizaban ningún canal. Es decir, ruido sin ninguna imagen discernible. Y se la da de comer al programa para ver “qué vé” (Si ésto le hace acordar a lo que escribí recién sobre amplificación de ruido neuronal, vamos bien). Y la computadora hizo… arte. “Soñó” por decirlo de alguna manera. Arte abstracto. A partir de muy pequeñas variaciones de tonalidades, etc, su ¿¿¿¿cerebro???? completó, dando lugar a imágenes muy hermosas, con híbridos de casas/montañas/árboles, y paisajes super distópicos.

9jealxm

A mi me parece hermoso. Y haciendo click acá tienen una galería completa de cosas que las computadoras «sueñan»

El universo aborrece (?) el vacío, nosotros aborrecemos el vacío, y nuestra producción intelectual aborrece el vacío, casi por carácter transitivo. Pero el único que se angustia somos nosotros.

Impresión

Uno nunca sabe cuando un acto va a ser revolucionario. O tal vez sospecha que va a ser revolucionario, pero la magnitud de la revolución queda para la interpretación del que venga después. Como bien dice aquí:

8195952598_7ea40b87c5_z

Pensar es un hecho revolucionario. Pensar es un hecho revolucionario pero enseñar a pensar es un hecho aún más revolucionario. El «acceso a la información» no es lo mismo que pensar. Se necesita ser un genio para pensar? No. Pensar es «cuestionarlo todo»? No sé, no sé si se puede cuestionarlo TODO. Piense un segundo lo que querría decir cuestionarse todo… se termina en el infinito, en si tiene sentido cuestionar el cuestionarlo todo. Pensar es «dudar»? No, porque uno puede dudar de todo lo que le dicen, pero pensar también es construir con la mente. No me estoy refiriendo a algun proceso biológico que pueda reducirse a un algoritmo lógico-matemático, hoy estoy un poco más romántico. Estoy hablando de pensar en términos un tanto más poéticos.

Para que haya revolución, tiene que haber status quo. El status quo que importa en este post, es la  Académie des Beaux-Arts de París, a mediados del siglo 19. Controlando con mano de hierro el arte que se producía en la época, a través de la selección de los pintores que podían exponer en el «Salón de París», en una exhibición anual. Qué reinaba? Bueno, es complicado, porque depende en qué disciplinas reinaban distintas cosas. Pero con poco margen de error podemos decir que el realismo, el romanticismo y el neoclasisismo eran las corrientes que habían dominado en los siglos anteriores. Qué se pintaba? motivos religiosos, eventos históricos, representaciones mitológicas. Cómo se pintaba? El detalle en el dibujo era primordial. Mucho negro, mucho marrón.

Y llegó la revolución. Fusionando elementos del romanticismo de Delacroix y del realismo de Courbet (algún día voy a escribir sobre el romanticismo, se lo merece, me lo merezco), apareció Manet y al poco tiempo después, Monet, Pisarro, Renoir, Cézanne y compañía y se cagaron olímpicamente en todo. Monet pintó un cuadro llamado «Impresión, sol naciente» y el resto es historia.

Impresión, sol naciente

Por supuesto, el impresionismo no es solo un cuadro de Monet, pero el título del cuadro resumía muy bien el espíritu del movimiento. Manet fue un verdadero «subversivo» del arte, pintando mujeres desnudas y prostitutas mientras parafraseaba y se reía de los motivos típicos del renacimiento. Él fue quien inspiró a los demás.

Esta revolución artística no puede entenderse si no es de la mano de otras revoluciones. Tanto la Revolución Industrial como la Revolución Francesa tuvieron mucho que ver en el surgimiento del impresionismo. A la revolución industrial se le debe, por ejemplo, la aparición de tubitos de pintura. Qué boludez, no? Resulta que no, porque antes los pintores tenían que mezclar y preparar los colores en los estudios. Y en el estudio pintaban, y sobre qué pintaban en el estudio? Sobre cosas religiosas, mitológicas, etc… Y qué permitía poder llevarse un pomito de pintura? Pues ni mas ni menos que el comienzo de la pintura «en plain air», es decir, al aire libre. Artistas que con caballetes y tubitos de pintura pudieron salir a retratar el afuera. Y qué había afuera? Uno de los legados de la Revolución francesa: La clase burguesa, el ocio. París era entonces una ciudad en constante vértigo y cambio, y con una clase social que ahora contaba con tiempo para el esparcimiento. Los artistas ahora podían salir a realmente ver lo que estaba pasando, y decidieron que era lo que querían pintar. No mas Dios. No más mitología. No más cosas heroicas.  La ópera, el ballet, el teatro, el puerto, bares, carreras de caballo, lecciones de danza (Degas, un crack). Se pintaba, entonces, sobre el hombre «moderno», como lo había descripto Baudelaire. Baudelaire es otro que se merece un post en sí mismo.

Por supuesto, salir afuera hizo algo más: Ahora la luz era central. El impresionismo de alguna manera enfrezca la obsesión por la luz. Cómo se absorbe, cómo se refleja. Nada de fotones y longitudes de onda, no era eso lo que les importaba. Y lo bien que hacían. Sí sabían mucho sobre teoría del color, y empezaron a pintar de manera que en vez de mezclar los colores, yuxtaponían colores primarios para generar contrastes. El objetivo era poder captar «instantes», o mejor dicho, la «impresión» que producía un instante. Un instante, una foto de algo en movimiento. Ese movimiento que era característico del «mundo moderno», de una sociedad pujante

En conjunto, los impresionistas fueron severamente criticados, al menos al principio. Louis Leroy fue un crítico particularmente duro al comienzo, y fue él quien, a partir del cuadro de Monet, le puso nombre al movimiento. Dado que la Académie des Beaux-Arts llegó a rechazar miles (sí, miles, no es solo una expresión) de cuadros, Napoleón III decidió permitir que se exhibieran en el Salon des Refusés (el salón de los rechazados), que si bien ya existía de antes, cuando uno habla de eso en general se está refiriendo al de 1863. Este salón, este año, tuvo más visitas que la muestra de las obras que habían sido aceptadas por la Academia. El reconocimiento tardó mucho en llegar, aunque las críticas nunca pudieron detener el avance del movimiento. Eso no quiere decir que ese ciclo de intento-rechazo-volver a intentar no haya calado en los artistas, y más de uno no llegó a ver la aceptación del movimiento. Pero no volvieron al renacimiento, ni al neoclasicismo. Hace un tiempo, leyendo a Beckett, me encontré con esto: «All of old. Nothing else ever. Ever tried. Ever failed. No matter. Try again. Fail again. Fail better». En el contexto de la obra (Worstward Ho) no es tan impactante como sacada de contexto. La primera vez que la leí me llamó mucho la atención, Becket tira mucha magia en el medio de sus textos. Hay mucho oro empotrado en el medio de textos, y cuando uno se cruza con frases de esas, pegan (después me la volví a cruzar cuando me enteré que Wawrinka lo tenía tatuado en el brazo… me dio ternura el tipo ahí). Y es una frase que creo que sirve para ilustrar bien la foto de la psiquis de las personas que van para adelante en un mundo que, con suerte, está quieto, o en el peor de los casos va para atrás. Igual, así como está no me termina de gustar. Después de Faill better, agregaría un Succeed. Fuck yeah.

El impresionismo, sin lugar a dudas, succeeded. Fue, entonces, la punta de lanza del modernismo. Todo el arte moderno,  el postimpresionismo, el fauvismo, el cubismo (analítico y sintético), el surrealismo, el futurismo, y todo lo que vino después, todo eso tiene su origen, de alguna manera, en el impresionismo. Como todo, es opinable. No sé si es mejor o peor que otras cosas. No sé si fue lo «más revolucionario» que hubo. Tendría que hablar de las pequeñas (o grandes) revoluciones que produjo Picasso, que a su vez se las debe a Cézanne, pero creo que eso es material para otro post tal vez. Podría llenar esta entrada de cuadros y más cuadros, pero supongo que tiene más sentido dejarlos que los descubran por su cuenta (si es que no los conocen). Yo, particularmente, de toda esta movida, al que mas rescato es a Van Gogh. Cliché si los hay, lo sé, pero qué puedo hacer? Van Gogh se valió de muchas técnicas y recursos de los impreisonistas, pero se diferenció por algo fundamental: En vez de tratar de plasmar fidedignamente «el instante», empezó a distorsionar, retorcer, alargar y modificar figuras de manera de transmitir fidedignamente lo que sentía, las sensaciones que le producía lo que miraba. A las pruebas me remito.

Noche estrellada

Ya que puse «Impresión, sol naciente», no puedo hacer menos que despedirme con esta canción. Es una hermosa canción. De hecho, en vez de esta podría haber puesto «Here Comes the Sun», que es igualmente bella, pero hoy quiero poner esta. Cuando George Harrison la compuso, ya sabía que tenía cáncer cerebral. Probablemente ya sabía que se iba a morir. Cada vez que pienso eso, y cada vez que escucho la canción y le presto atención a la letra, se me pone la piel de gallina. Cómo puede alguien al borde de la muerte componer algo así? No lo sé. Acá los dejo con Rising Sun, del disco pósthumo Brainwashed (siempre me pregunté si había que leer el título entre líneas). Post ecléctico, si los hay, pero hoy mi mente está así. Hace un poco más de un año escribí uno titulado «Coda». A este bien le podría haber puesto «Intro».

Esta bien podría ser la versión «Van Gogh posimpresionista musical» de lo que es una salida del sol. You’re a billion years old today. Me hace feliz eso, no sé por qué.

Saludos terrícolas.

Esencia, melancolía y pequeños submarinos negros

En algún momento, allá lejos en el futuro, o tal vez en paralelo pero en otro universo del multiverso, voy a mirar para atrás (o de costado, depende si es en el futuro o en paralelo) y voy a poder hacer el raconto de mi estado mental mirando lo que escribía en este blog. Espero que eso no quiera decir que cada vez que no escribía se debía a una laguna mental, porque últimamente esos episodios son cada vez más frecuentes y eso me haría dudar de mi mental sanity… que igual ya sé que es de dudosa integridad, pero bueno.

Eso quiere decir que puedo tratar de escribir sobre algo, o «embrace» esto como lo que es, que es una especie de collage de mi mente que cada tanto necesita purgar ideas y cosas. «Cosas». Estoy hecho un poeta. En fin. A propósito veces me pregunto si las «cosas cambian» porque uno puede modificar la esencia de algo, o si porque las cosas no estaban en su esencia y uno «embraces» su esencia y entonces eso que era algo que no era puede finalmente ser lo que tenía que ser. Este interrogante trae dos cosas aparejadas: La primera es dar por sentado que las cosas efectivamente  cambian, lo cual es discutible. Y lo otro es que, si lo que ocurre es la segunda opción, ¿entonces qué es lo que hace que las «cosas» no «estén cómo su esencia lo pide»?. En realidad trae aparejadas más cosas, pero bueno, quedémonos en 2. Como no tenía pensado qué escribir y empecé a escribir, releo y me doy cuenta que cuando pongo «las cosas cambian» me estoy refiriendo a la gente. Si la gente cambia porque su esencia cambia, o si la gente cambia porque deja de ser lo que no quería o tenía que ser (opa! No es tan trivial poner «quería» o «tenía» que ser así no más… abre muchos más vericuetos sobre los cuales escribir muchos posts mas!) para ser su esencia. Probablemente, como en la mayoría de las veces que hay posiciones antitéticas, la verdad sea algo que yace más o menos por el medio. La segunda se me antoja muy Herman Hesse, muy escuchar la verdad que murmura la sangre, muy tender hacia lo que uno es, muy Siddharta (que quiere decir «aquel que pudo llegar a sus metas» y demás traducciones similares). La primera tiene más final abierto… uno puede cambiar hacia… cualquier cosa en principio, no? No sé, es un análisis mal hecho y a las apuradas mientras escribo. No necesariamente la segunda opción tiene final escrito, y tal vez no existen dos opciones distintas si no que en realidad uno va forjando su esencia durante el mismo viaje del descubrimiento. Tal vez la esencia es el castillo de Kafka, y simplemente hay que ir haciendo la transición con la ¿esperanza? de sentirse feliz en el proceso.

Anyways, cambio de página. Arte y matemáticas. Hay mucho para decir de eso, pero quiero compartir este grabado de Durero, Dürer o como más les guste. Durero fue un artista del renacimiento alemán, contemporáno de Da Vinci, pero hasta donde sé nunca se encontraron, aunque uno sabía de la existencia del otro. Les recomiendo que busquen y lean, a mi me parece interesante. Este grabado se llama Melancolía I. Hacé click en la fotito para verla más grande.

Se ha escrito mucho sobre esta obra. Un buen lugar para empezar a leer es acá en wikipedia, como siempre (hacé click donde dice «acá en wikipedia», dale, hacé click). Voy a chorear algunas partes, principalmente  la parte del cuadradito. Voy a obviar el compas, las múltiples referencias a los masones, templarios y demás cosas que me fascinan (y a lo que le podría dedicar posts y más posts) y me voy a concentrar en el cuadradito que hay. El cuadradito con números tiene una particularidad, y es que, más o menos, hagas lo que hagas con los números, si los sumás va a dar 34. Sumá una fila, una columna, una diagonal, cualquier cuadradito de 2×2, etc.

Pero veamos qué dice Wikipedia, que lo expresa mejor que yo:

  • La imagen central y más importante es una figura alada meditabunda, que puede ser considerada un ángel, acurrucada en el suelo y con el rostro ensombrecido. Esta dama apoya su cabeza –coronada de hierbas y con el cabello despeinado– en su puño izquierdo, mientras que con la otra mano sostiene un compás. Del cinturón cuelgan un conjunto de llaves revueltas.

«.. su mente está preocupada por visiones interiores. de suerte que afanarse con herramientas prácticas le parece carente de sentido (…) El gesto del puño cerrado, que hasta aquí era un mero síntoma de enfermedad ahora simboliza la concentración fanática de una mente que ha sido verdaderamente un problema, pero que en el mismo momento se siente tan incapaz de resolverlo como de desecharlo (…) La mirada vuelta a una lejanía vacía (…) Los ojos de Melancolía miran al reino de lo invisible con la misma intensidad con que su mano ase lo impalpable (…) Rodeada de los instrumentos del trabajo creador pero cavilando tristemente con la sensación de no llegar a nada (…) Un genio con alas que no va a desplegar, con una llave que no usará para abrir, con laureles en la frente pero sin sonrisa de victoria

R. Klibansky, E. Panofsky y E. Saxí, op. cit. pgs. 307 a 309.
  • A su lado se encuentra un putto (mediador entre la esfera terrenal y celestial), apoyado en una piedra de molino, que escribe o dibuja sobre una tablilla.
  • En la parte inferior se encuentra un perro famélico, animal que se encuentra también en otros grabados de Durero, durmiendo a los pies del personaje principal. Aunque tradicionalmente el perro simboliza la lealtad, aquí un perro puede representar la melancolía o la locura.
  • En el suelo, hay varios útiles de carpintería (martillo, alicates, clavos y sierra) y arquitectura (un tintero y una pluma) que se encuentran desordenados.
  • En el grabado hay muchos elementos relacionados con la geometría, la aritmética y la medida del tiempo. Sobre el muro hay una esfera de madera torneada, un poliedro truncado de cristal de alunita5 formado por pentágonos irregulares y triángulos (en que se puede apreciar un rostro humano difuminado), una regla, un reloj de arena, una balanza y un cuadrado mágico de 4×4. También hay una campanilla y una escalera de siete peldaños, que asciende hasta una torre o edificio que no se vislumbra su final.
16 3 2 13
5 10 11 8
9 6 7 12
4 15 14 1

Éste cuadrado mágico está considerado el primero de las artes europeas. Es un cuadrado de orden cuatro en el que siempre se obtiene la constante mágica (34) en las filas, columnas, diagonales principales, y en las cuatro submatrices de orden 2 en las que puede dividirse el cuadrado, sumando los números de las esquinas, los cuatro números centrales, los dos números centrales de las filas (o columnas) primera y última, etc. Curiosamente las dos cifras centrales de la última fila 1514 son el año de ejecución de la obra.

Algunas disposiciones particulares en el cuadrado mágico de Durero que suman la constante mágica.

16 3 2 13
5 10 11 8
9 6 7 12
4 15 14 1
16 3 2 13
5 10 11 8
9 6 7 12
4 15 14 1
16 3 2 13
5 10 11 8
9 6 7 12
4 15 14 1
16 3 2 13
5 10 11 8
9 6 7 12
4 15 14 1
16 3 2 13
5 10 11 8
9 6 7 12
4 15 14 1
  • En el fondo vemos un poblado. Hay un contraste entre la sombra que proyecta la Luna sobre los objetos y el brillo de un cometa, que se encuentra encerrado en un arco iris (símbolo de la reconciliación y de la alianza entre Dios y los hombres).
  • Al fondo hay un murciélago sosteniendo una cartela con el texto “Melencolia I”, el título del grabado.

Por qué 34? No sé. Esto es lo que se llama un «cuadrado mágico», y pueden buscar más. Recién buscando en Wikipedia cosas para poner, me entero que en algún libro de Don Brown mencionan esto… lo cual probablemente le quite el carácter de novedad, pero no lo leí, y no llegué a través del librito, así que lo lamento.

Y a dónde voy con todo esto? Nowhere. Es más interesante ser el disparador para que después ustedes busquen, encuentren y descubran que vomitarles datos, me parece. Si les picó el bicho, deberían tener ganas de buscar sobre templarios, masones, Durero, cuadrados mágicos, renacentismo, matemática en las artes… qué se yo, con un solo tópico de todos esos ya me doy por satisfecho.

Y ya que hablamos de melancolía, vamos con esto, lo tengo pegado en la cabeza. Qué clara la tienen estos pibes.

No sé por qué la comparan tanto con Stairway to Heaven. Es injusto comparar cualquier cosa con eso… pero esta canción es un caño. Resulta que grabron una versión acústica que no les gustó, tenían una versión eléctrica (me encanta el diálogo entre las dos guitarras)… la grabaron en una toma, no les gustó, la pegaron al final de la acústica y quedó esto. Así, como salió. Y es genial. Y la letra… los pibes saben.

Un poco más de randomizing, total… hace poco vi la segunda parte del Hobbit (no vi la primera, no leí los libros) y con el tema del coso ese que van a buscar a lo del dragón (no me acuerdo qué era exáctamente, pero brillaba azul), pensé en cómo la tiene fija el tipo con eso de «objetos» que terminan sacando lo peor de la gente (para el que leyó todos los libros, estará pensando que estoy redescubriendo la pólvora, pero bueno). Lo comenté, y alguien me preguntó si había leído «La Perla». Y lo leí después de esa mención. Y lo recomiendo. Y en realidad concluyo que en todo eso, los objetos no «tuercen a la gente» hacia el lado obscuro, si no que simplemente sacan a la luz la esencia de las personas, y el objeto es una excusa. Sí, una verdad de perogrullo, I’m guilty as charged. Pero esa esencia se puede cambiar, y… el post vuelve a empezar.

Saludos terrícolas.

Minientrada

Magia simpática

Hay dos formas de empezar esto. Una es la de erúdito del orto diciendo «la magia simpática…» blah blah blah. Pero no. La otra es siendo muy honesto. La primera vez que leí «magia simpática» pensé «what?». Sí, si dejás pasar 3 segundos te ponés a pensar sobre qué puede venir al cosa (y nunca adivinarlo). Pero «magia simpática» suena raro.

Estuve dudando sobre cómo enfocar esto, y decidí no enfocarlo y simplemente contar. La historia es divertida. Últimamente estoy chusmeando ciudades europeas varias y me encontré con una historia particular sobre Dresden. Dresden es una ciudad que está en la parte este de Alemania, muy cerca de la frontera de la República Checa. Demostrando mi ignorancia supina, le cuento al lector que esa ciudad era hermosa, preciosa. Fue un centro político y cultural importantísimo durante mucho tiempo. Podría detenerme a contar acá todo lo que leí al respecto, pero esto se transformaría en un post bola total de 1000 páginas. Así que para otro día dejamos la historia de Dresden. La cuestión es que en el final de la Segunda Guerra Mundial, Dresden fue bombardeada y hecha mierda, no dejaron nada pero nada de nada en pie. Nada.  Y quedó así

Dresden kaput

Hoy por hoy se considera que el bombardeo de Dresden es un crimen de guerra. Murió mucha gente (las cifras son variables, pero están en el orden de entre 10^4 y 10^5) innecesariamente, ya que la guerra prácticamente había terminado. La ciudad quedó bajo control soviético, y durante ese período y posteriormente durante la reunificación después de la caída del muro, los alemanes, que son unos freaks totales, agarraron los planos originales de varios de los edificios originales y paradigmáticos, como por ejemplo la ópera (una de las más lindas del mundo) y demás, y ahora Dresden es esto

Dresden reborn

En fin. Recapitulemos, estaba mirando ciudades de Alemania, me entero de esta historia y entonces me doy cuenta que no sé un pomo de historia. Lo loco es que antes no me preocupaba mucho no conocer los detalles, la historia no estaba dentro de mi esfera de interés, y ahora de repente empieza a estarlo. Tal vez porque estoy empezando a construir la mía. Lo importante es que me picó el bicho y dije «vamos a leer sobre la Segunda Guerra». Y si bien no era un ignorante (o sea, no es que no tenía idea de nada, pero cuando de repente algo me interesa, necesito saber cada puto detalle). Y empecé a leer sobre Stalin, Churchill, blah blah blah blah blah. Y decido que en realidad debería empezar por un poco antes. Entonces me pongo a leer sobre la primera. Y decido que debería empezar un poco antes, así que decido leer sobre el Congreso de Viena. Pero rápidamente decido que debería ir más atrás. A qué llegamos? A que decidí que la única forma era empezar por el principio. Así que me puse a leer sobre el paleolítico (Boy, that escalated quickly).

Paleolítico inferior, superior, y neolítico. Me puse a leer sobre eso y entre todas las cosas que estaba leyendo, me puse a leer sobre arte. Resulta que leo y me encuentro con que, supuestamente, las primeras pinturas que se encontraban en cuevas, en las cuales dibujaban animales y símbolos de fertilidad entre otras cosas, como a continuación les muestro:

Arte!

Más arte!

Feerrrrrtilidad

Y leyendo sobre esto es como me topé con el término «magia simpática». Una de las teorías, que se la debemos a un señor llamado Breuil (no es más que eso, una teoría, porque de hecho hay otras, e incluso creo que hoy ya no se la acepta tanto a esta, pero bueno…) es que los hombres del paleolítico superior creían que lo que se representaba en la imagen se producía también en el objeto o individuo real. O sea que si se cazaban animales en la pintura, se cazaban en la realidad. Si se representaba la fertilidad, entonces las mujeres quedarían embarazadas, etc. De ahí el término «magia simpática», la representación artística o pictórica actuaba «mágicamente» haciendo manipulando la realidad en algún nivel. Entre otras cosas esto implicaba que el arte, en teoría, no era importante como expresión artística en sí, es decir, lo importante no era el resultado final («la obra de arte») si no el hechola acción de llevar a cabo la pintura. Como refuerzo de esta tesis es el hecho de que se encontraron muchas pinturas una al lado de la otra (o a veces una arriba de la otra), como si no importara la legibilidad de las imágenes, si no simplemente el hecho de dibujarlas. Estoy haciendo mucho mucho reduccionismo, pero al que le interese, que busque y lea porque es super interesante.

Una de las cosas más interesantes es que este intento de ganar control sobre el ambiente a través de la magia o de los rituales, es uno de las primeras manifestaciones de «inicios» de religión muy incipientes, y más aún, representan un salto fundamental en el desarrollo humano: El pensamiento abstracto.

Me pareció fascinante leer sobre todo eso, y la verdad es que leí mucho pero mucho más. Pero como siempre, supongo que mejor que re-escribir cosas que ya están mejor escritas por otras personas, es servir de catalizador para que después vayan y sigan leyendo ustedes. Qué viajecito el que me llevó a escribir todo esto, no? Y como quedó un terrible collage, como aquellos posts de la primera época (cuando uno tiene la cabeza despejada es increíble como puede empezar a escribir y la cosa fluye casi sola) vamos a terminar de rematar agregando una bonita canción, que es de la banda de sonido de la película Into the Wild, del amigo Eddie Vedder. Todas son lindas, me quedo en particular con esta, Guaranteed y un par mas. No sé por qué, pero en algún punto la historia real en la que está basada la película (el tipo se pudre de toda la civilización y se va a vivir al medio de la nada, y no les cuento cómo termina) me pareció que pegaba bien de alguna manera misteriosa-cósmica con el tema del post. La verdad, pegaría todas las canciones del disco acá, pero bueno, vayan y escuchen.

Enjoy. Por muchos más posts así. Como prometí, volvieron los Aprendé!. Yo también volví.

 

Vuelven los «aprendé!» próximamente!

Porque usted los pide, porque usted los necesita, vuelven los «Aprendé!». Estoy cocinando 2, uno que todavía no tiene bien el enfoque, o sea, no sé a donde va a ir a parar, pero que tiene que ver con el arte del hombre prehistórico en el paleolítico y el neolítico y la relación entre arte y religión y blah blah (ni pregunte de donde vino la inspiración), y otro que va a ser una saga en varias partes, y voy a volver a mi primer amor (la cosmología) lo voy a mezclar con mi primer odio (la religión) y con mi pasión eterna (la ciencia) y voy a contar cómo «nace» la ciencia moderna pasando por Aristóteles, Tomás de Aquino, Copérnico, Galileo, Newton y Darwin. Es una saga ambiciosa, pero si no lo hago yo, entonces quien? (FAAAAAHHHH… se la cree el pibe… y por qué no?).  Ya la tengo toda en la cabeza, es sentarse a escribirlo. Probablemente intercale eso con otras cosas que vayan a ir surgiendo. En las próximas semanas voy a estar medio corto de tiempo pero haré el esfuerzo!

Saludos terrícolas!!!