Eros (o el nacimiento del amor)

I was dreaming of the past

And my heart was beating fast

Qué lástima que uno procese cosas a destiempo. Que entienda cosas a destiempo. Que el tiempo en el que se mueven las cosas, el tiempo físico, a veces esté tan a contramano del tiempo que uno necesita para procesar y ver y entender cosas. A veces el desencuentro es con el otro, y a veces el desencuentro es simplemente con uno mismo. Uno no se encuentra con sí mismo, no se entiende a sí mismo. Obvio, en ese caso ¿cómo podría uno en ese instante encontrarse con el otro? entenderse con el otro?. Y a veces esa es la tragedia del amor. El desencuentro.

Pero eso es hablar de cómo termina el amor (termina el amor?). Pero no dice nada de cómo nace. Hay muchas versiones de cómo nace. Pero hoy me voy a ir por la diagonal y remitirme a la que más me gusta. Cuenta la leyenda (en realidad, cuenta Platón, y yo la voy a deformar a conveniencia) que los dioses estaban en un banquete en honor a Afrodita. Y todos los dioses estaban invitados a la fiesta. Todos menos uno: Penia. Penia era la personificación de la pobreza, de la necesidad. Siempre marginada, no había sido invitada a la fiesta.

En la fiesta todos se embriagaron con nectar, y uno de los diosos, Poros, en un momento se retiró. Poros, el dios del ingenio, de la abundancia de recursos (no de recursos materiales, si no de los medios para lograr algo, de la utilidad), se tiró panza arriba afuera de la celebración. Penia, tal vez por odio, tal vez por venganza, tal vez por aprovecharse de la situación, tal vez simplemente porque lo confundió con un pobre como ella, lo violó (habrá que ver qué dice Freud al respecto, seguro dijo algo pero lo desconozco). Lo violó, y engendró un hijo: Eros. Eros, siempre siguiendo a Afrodita por haber sido concebido en un día consagrado a ella. Eros, siempre carente y necesitado, a causa de su madre. Siempre en la búsqueda y tratando de conseguir lo que carece, a causa de su padre.

Y ese es el origen del amor. Siempre en la búsqueda de eso que no tenemos, y que nunca vamos a poder obtener, pero que nos llama a seguir buscando. Tal vez a veces nos pasa por al lado y no lo vemos. Tal vez a veces lo encontramos y no lo tomamos. Tal vez a veces lo tomamos y lo dejamos ir. Tal vez a veces lo tomamos e increíblemente después lo echamos. Tal vez a veces nosotros lo encontramos pero el otro no lo encontró en nosotros. Tal vez veces hay final feliz. Tal vez siempre es igual, siempre es perseguir la carencia. Tal vez… tal vez a veces pasa que lo tenemos y nos sentimos completamente confiados, y ya no sentimos la carencia. Y se estropea. Y a veces estamos completamente desconfiados y nos la pasamos desplegando a Poros para constantemente tratar de (re)conquistar, hasta el cansancio. Tal vez el secreto es el balance, siempre estar un poco carente, siempre estar tratando de conseguirlo. Tal vez uno se da cuenta tarde.

Pero uno aprende.

La flecha del tiempo

Aclaro desde este instante que este post va a tener de mediano a poco rigor científico, porque a veces estoy in the mood para la ciencia, a veces in the mood para otras cosas, ya veces 50/50. Esto es medio 50/50. En algún que otro libro de divulgación se pueden encontrar diversas discusiones sobre por qué «el tiempo siempre va para adelante». Dado que es una «dimensión mas», y en el resto de las dimensiones (espaciales) uno puede moverse en un sentido y en el otro, ¿por qué el tiempo siempre parece ir en un único sentido? ¿Qué implicancias tendría si el flujo pudiera ser bidireccional?.

Y ahí aparecen las discusiones sobre las flechas del tiempo, que si tienen que ver con la termodinámica, con que la entropía siempre aumenta, con la expansión del Universo, etc. En algunos modelos de Universo cíclico, el Universo arranca con un Big Bang, se expande, hasta que finalmente la gravedad causada por la materia que contiene al Universo logra frenar la expansión y revertir el proceso. Ese Universo colapsa, terminando en una singularidad, el Big Crunch, o el Punto Omega (siendo el Big Bang el Punto Alfa). No hay evidencia física dura de que ese sea el destino de nuestro Universo, es solamente un modelo, una hipótesis. Lo que alimenta la ciencia ficción son las concepciones sobre qué pasaría en el instante en que el Universo empieza a contraerse. ¿Se da vuelta la flecha del tiempo? Es decir: ¿A partir de ese instante todo empieza a ir hacia atrás? Es una pregunta interesante que podríamos abordar desde la física. Pero hoy hasta ahí llegó la ciencia. Se los dejo planteado y al que le interese que averigüe, o tal vez en algún momento empiece a escribir algo al respecto.

Pero hoy nos convoca esta linda canción. Es una perspectiva distinta de lo mismo. El escenario es exactamente ese, el Universo va hacia atrás, todo va hacia atrás. Pero es una linda vuelta de tuerca sobre relaciones rotas. La letra dice:

I’ll give you each love letter back
We’ll laugh before every joke is told
We’ll pose after every photograph
Has been removed from the negative

With every smile we lose a line
Watch the stars fall back into the sky
Cork the wine
Unbake a cake
Take the dog back to the RSPCA

But I don’t mind losing you this time

I’ll meet you coming backwards
I’ll meet you coming back
When the universe has expanded
Time will contract
You’ll come back
I’ll meet you coming backwards
Next time

We make-up start an argument
Tears crawl back into your…
I turn from a friend
Of your friend
Unintroduced
Forget your name forevermore

But I don’t mind losing you this time

I’ll meet you coming backwards…
Yes I’ll meet you coming back
But we move forwards
Into emptiness
Into the void
Into the universe

We’ll part as happy strangers
From a long friendship
That grew from
Such a love

We’ll part as happy strangers from a long friendship that grew from such a love. Por un lado me pega como una imagen cuasi-feliz, por el otro cuasi-nostálgica. Me pareció una de las mejores conjunciones de «poesía» y «ñoñez» de las que me crucé en los últimos tiempos. Suspenda todo raciocinio por un tiempo e imagínese si efectivamente fuera a pasar así. Si esto fuera real. Si efectivamente pasara por el trago amargo de la ruptura para después vivir todo con intensidad y simplemente terminar desapareciendo tranquilamente en el horizonte del otro. Qué flash.

Y a dónde va?

 

Saludos, terrícolas.

El otro día estaba acostado pensando, y de repente me acordé de algo que me había parcido gracioso. Algunos de ustedes por ahí son lo suficientemente jóvenes como para no haber conocido el DOS, así que brevemente les comento: Antes del Windows, antes de todo, en el DOS uno se encontraba con algo que tenía esta pinta:

C:\>

Alias «el prompt». Y ahí uno escribía cosas como «cd juegos», por ejemplo. «dir», qué se yo, comandos. Pero cuando uno terminaba de llenar la pantalla de cosas, el «último renglón» escrito, empezaba a desaparecer. Y me acuerdo que una vez alguien me hizo la pregunta pseudofilosófica «y a donde va ese renglón cuando desaparece?». En su momento la preugnta me contrarió. Por un lado, era trivial y boba. Pero por otro lado… a donde va? Y además, por qué esa pregunta de «a donde va?». Supongo que porque no es otra cosa que el desplazamiento de la pregunta humana eterna, de «a donde vamos cuando nos morimos?». Siempre esa idea de que «morirse» no es apagar la computadora, si no que la computadora sigue computando pero en otro lado, en otro plano, en el cielo, en la otra vida, en la  eternidad, en el purgatorio, somewhere, anywhere. Porque la pregunta es «y a donde va?» y no «vamos a algún lado?». Yo creo que no vamos a ningún lado, creo que se termina ahí, fin. Pero no vengo a hablar de esto, si no de otra cosa. Ya sé que parece sacado de una canción de Arjona, pero bueno, es lo que hay. A donde va el amor? Sí, a donde va? Probablemente estar escuchando repetidamente el último disco de Norah Jones no esté ayudando (pobrecita, qué le pasó a esa chica? alguien que le regale urgente un par de curitas para su corazón roto). Pero la pregunta es, a donde van esas cosas? Uno se relaciona con una persona, empieza a crear, construir, a veces mal, a veces bien, «construye» el amor, y después la cosa se termina. Obviamente las cosas no se terminan automáticamente… y a dónde va todo eso? Uno empieza a retirar cosas de la relación, empieza a deconstruir (como Penélope, que teje y desteje) y retira las expectativas, sueños, ilusiones, sensaciones, sentimientos… y a donde los manda? Los tira? Los guarda? En la próxima relación pone los mismos, pero reciclados? Uno pasa los anhelos y esperanzas y sensaciones y sentimientos por el taller y les hace chapa y pintura  y lo que va haciendo es depositar las mismas cosas, cada vez más baqueteadas, más reventadas, desilusionadas, o lo que sea, en la persona que viene (por más chapa y pintura que le haya hecho)? O sea, esas cosas se reciclan? O se termina una relación, las cosas «se van» y uno encuentra una nueva fuente para construir nuevas relaciones?. No lo sé. Si uno tiene ganas de casarse, proyecto de familia, hijos, la relación se pudre y uno conoce a otra persona y empieza con lo mismo… es que tenía el «esquema» por sobre todas las cosas y solo está buscando a la persona cual actor en una obra de teatro que encaje en la ilusión de uno mismo? Por lo que la persona juega un rol secundario y lo importante es el esquema? Esas cosas creo que a veces pasan. Hay gente que solamente quiere jugar ciertos roles y entonces busca la persona indicada para el rol que quiere jugar. Hay gente que le gusta sufrir y siempre consigue al tipo que la/o hace sufrir. Hay gente que le encanta vivir eternamente enamorado en la friendzone y siempre consigue alguien que la friendzonee. La gente a veces se hace medio adicta a los roles y a lo que siente, y «la persona» cumple un rol secundario. En esos casos creo que el sentimiento siempre se recicla, y solamente se lo acomoda un poco para amoldar a las diferencias sutiles del actor que está ocupando el rol ahora. Pero no creo que toda la gente sea así. Creo que hay gente que construye y deposita cosas de verdad. Y cuando la cosa se termina, a donde va eso? Cómo es que de repente uno se encuentra con un ex, y te pasan 100000 cosas por la cabeza, se sienten 100000 cosas, y por ahí a los 2 años te lo cruzás y ya no te pasa nada? A donde fue eso? Me sorprende a veces la capacidad de de-construir emociones que tenemos.

Ahora, lo que me queda claro es que eso no es otra cosa que la manifestación de lo distorsionado que es el amor. Es decir, si uno puede ver a otra persona y sentir 1091283109823 cosas, y 2 años después ya no, eso quiere decir que cuando te producía 19023109283 cosas es porque distorsionaste tanto a esa otra persona, estás viendo tanto pero tanto lo que querés ver (por encima de lo que la otra persona es) que en definitiva es eso lo que te moviliza todas esas emociones, y por eso cuando uno deja de ver lo que quiere ver, ya no pasa nada… o no? Es así o no? A dónde van todas esas cosas?

Me despido con esto

Todos necesitamos los huevos.