El recorte

I can see by your grin
That you’re trembling within
It’s all over town, cheer down
And the smile on your face
Is sometimes out of place
Don’t mind, no frowns, cheer down.

If your hair should fall
If your shares should crash
You’ll get by even without getting a rash

There’s no tears to be shed
I’m gonna love you instead
I want you around, cheer down.

When your teeth drop out
You’ll get by even without taking a bite

If your dog should be dead
I’m gonna love you instead
The world loves a clown, cheer down.
I want you around, cheer down

Era capo Harrison eh…

La muerte angustia por muchas cosas. Angustia porque no sabemos cuando llega, porque no sabemos si viene con dolor, porque no sabemos qué hay después, o efectivamente sabemos que no hay nada y eso nos angustia aún más. Nos asusta la ausencia. Nos asusta la carencia. Eso nos angustia. Pero hay un motivo más por el que angustia: La conciencia de finitud.

Y con esto no me refiero a que nos hacemos conscientes de que somos «finitos en el tiempo». Eso, a menos que uno crea en la reencarnación o similar, es casi una obviedad. Si no que somos finitos en tiempo frente al catálogo de las posibilidades. El embudo: esa concepción de que a medida que crecemos, tomamos una decisión, y esa elección angustia porque las decisiones que hoy tomo van cerrando posibilidades a futuro, porque si hoy ya decidí ser carpintero no voy a poder ser médico, o si hoy decidí casarme con esta ya no puedo estar con las otras, o si hoy decidí echar raíces acá no voy a mudarme allá… esa sensación de que en el instante de cada elección, lo que dejamos afuera siempre es más chico que el recorte que hacemos de nuestras propias elecciones, y por lo tanto el abanico se achica, el menú se hace cada vez más escueto… Esa angustia existe. Es real, la he transitado. Algunos la transitan para siempre. Otros se dan cuenta de que ese embudo es casi una construcción mental que uno mismo se hace, para agravar y paralizar cualquier decisión. Quién dijo que lo que hoy no elijo no lo pueda elegir mañana? Igual es cierto que eso no corre para todo, porque cuando tenga 60 años si «de repente» quisiera elegir ser futbolista, ahí sí, sería sencillamente imposible (más si considero lo malísimo que soy hoy!).

Y qué? Y entonces hay que angustiarse porque, por ejemplo, nunca voy a ser jugador de fútbol profesional? Si nunca me gano el Premio Nobel? Si la cosa no funciona con tal o cual chica? Igual en este último aspecto quiero creer que hay revancha… En fin. Algunas cosas ameritan más angustia que otras, sí. Pero hoy, por ejemplo, lo que tengo por delante tiene más apariencia de abanico que de embudo, ya que empecé a hacer una cantidad de cosas infinitamente distintas que nunca había ni imaginado. Así que hay tiempo. Pero no alcanza para todo. Hay muchas cosas que nunca voy a hacer. Muchas cosas que nunca voy a ser. Y? Y lo que pienso al respecto es al mismo tiempo reconfortante y perturbador. Nietzsche se planteó qué pasaría si todo lo que hiciéramos, todo lo que decidimos, todo lo que hacemos ahora en este instante, se fuera a repetir para siempre en la eternidad. Si eso que yo hago ahora, eso que estoy por decidir, terminara resonando para siempre en los ecos de la eternidad. El eterno retorno de lo idéntico. Si supiéramos que ese impulso, eso que estoy por hacer, estoy condenado a hacerlo y repetirlo por toda la eternidad, lo terminaría haciendo? O sería una carga tan pesada que tal vez lo haría distinto? (Si lo hago distinto, siempre lo hice distinto, y siempre lo haré distinto).

Creo que al famoso recorte de opciones más que verlo como una tragedia se lo puede ver por la positiva. Sí, soy un catálogo muy pequeño de cosas hechas, frente al catálogo de infinitas posibilidades que dejé, voy dejando, y seguiré dejando afuera. Pero y si fuera inmortal? Si fuera inmortal y tuviera el tiempo suficiente para no hacer ningún recorte, para hacerlo todo. Si yo, y usted, y todos fuéramos inmortales. Y nadie jamás estuviera sentenciado a hacer ningún recorte, porque sería meramente cuestión de postergar las cosas. Hoy hago esto, pero mañana hago eso otro. Y es cuestión de tiempo para ir alargando y alargando mi catálogo de las cosas hechas. Cuál sería el sentido de eso? Más aún, tendría sentido el que debe ser el mayor placer de la humanidad, ver crecer un hijo? Si todos fuéramos todo, qué nos haría… nosotros mismos?

Creo que en algún lugar ya cité una párrafo de Demian en el que Hesse dice: «Pero cada hombre no es solamente él; también es el punto único y especial, en todo caso importante y curioso, donde, una vez y nunca más, se cruzan los fenómenos del mundo de una manera singular. Por eso la historia de cada hombre, mientras viva y cumpla la voluntad de la naturaleza, es admirable y digna de toda atención.» Entonces, tal vez más tremendo que el peso de repetir una y otra vez la elección en el infinito es… ese recorte que yo hago, ese recorte, es quien soy. Ese recorte es, en definitiva, la construcción póstuma, post-factum de mi identidad. Mi identidad como una consumación, como la realización en el punto final, en el último suspiro, en el final del catálogo, en la imposibilidad de agregar algo más a la lista. En ese punto final, queda consumado quien fui. No sé quien soy hoy, pero para cuando termine, podría ser definido como el recorte de todo lo que fue sí y fue no. Obviamente que ni yo ni nadie va a poder documentar eso, ni de mí, ni de nadie. Pero en definitiva, hay algo más poético y reconfortante en ese supuesto embudo. No es tanto una cuestión de angustiarse de todo lo que uno no hizo. Es cuestión de celebrar esa escultura que uno va moldeando, recortándola a partir de una piedra infinita, para terminar con una escultura pequeña, pero singular. Uno mismo. Y algunos pensarán que lo más importante de ese viaje corto, es llevarse todo lo posible. Llevarse emociones, sonrisas, recuerdos. Pero a donde? A donde se lo llevan? Otros pensarán que más importante es dejar algo para el resto. Yo hoy creo que it’s a little bit of both. Hay que disfrutar, pero hay que hacer un recorte que sea trascendente y no no ser un simple ave de paso por esta vida. Y por sobre todas las cosas, aprender a y disfrutar de, pasar la antorcha. En definitiva, la vida sigue, porque todo es un proceso.

Un puñado de nombres

Kinda late, pero me dieron ganas de escribir. Estaba pensando, por enésima vez, en cómo se conecta la gente. Pero esta vez estaba pensándolo distinto. Igual, «distinto»… hay que aclarar que no reinventé la rueda, y que todo lo que voy a decir, seguro alguien ya lo dijo. So what?. Estaba pensando en el efecto del tiempo sobre la relavancia de las relaciones y lo que queda de ellas. De repente me acordé de cuando estaba en el colegio secundario. La cantidad de cosas que pasaron, la cantidad de cosas dignas de recordar… y que olvidé. Eran dignas de recordar? No sé. Cada tanto pasa que uno se encuentra con una carta, una foto, algo, y se retrotrae y es un viaje en el tiempo, y entonces se acuerda de lo que pasaba en ese momento, y se acuerda de la gente y de la importancia que tenía la gente en ese momento, de todo lo que en ese momento particular parecía relevante, importante, era lo cotidiano… y hoy ya no es. Qué pasó con eso? Estimo que lo que pasó es que simplemente lo que fue presente en un momento se va lavando, las olas se lo van comiendo, y entonces de las… 100 o 200 personas con las que uno hablaba quedan 10 nombres, con suerte. Lo cual a primera vista parece triste. Si pega la nostalgia, entonces uno puede deprimirse, hundirse en la añoranza, etc. Hay que volver a entrar en contacto con esa gente? Qué pasó con esa infancia? o adolescencia? o joven adultez? o adultez? (depende de en qué época de la vida usted esté parado). Y esa gente? Y esos recuerdos? Etc. etc., una línea de pensamiento triste que no lleva a ningún lado, creo yo. Entonces queda eso, quedan 10, 5 nombres, que son personas que de verdad marcan una etapa. Aunque no me queda claro que con el paso del tiempo no vayan desapareciendo cada vez más nombres. Pero y el resto? El resto no quedan los nombres, uno medio que los va borrando y quedan «cosas». Recién hice el esfuerzo mental de pensar qué cosas hoy son parte de mi personalidad y a quien se las debo. Pensé «Led Zeppelin», y sé que se lo debo a Máximo, un compañero mío de la secundaria (algún día leerás esto? No lo creo, pero por las dudas, «hola Máximo!»). No diría que es uno de los 5 o 10 nombres… pero quedó Led Zeppelin. Pink Floyd y AC/DC también se los debo a él. Es extraño, no es uno de los nombres, pero quedó. De dónde salió tomar café negro sin azucar? Ya sé de donde. Y el amor por los agujeros negros, Roger Penrose, la teoría de cuerdas y todo eso? Increíblemente de otro chico con el que, en total, debo haber tenido no más de 10 conversaciones en toda la vida, pero un día me prestó «Breve Historia del Tiempo». (Mi amor por Einstein era previo). Y realmente tampoco es uno de esos 5 o 10 nombres, pero quedó. Una cantidad enorme de gente, una cantidad de enorme de estímulos, y acá estoy. Cada uno es una especie de síntesis de todo lo que fue recibiendo de la gente. Obvio que no es solo eso, hay aporte propio, hay cosecha propia, porque no respondemos igual ante los mismos estímulos (igual esto da para el debate eterno). Y ahora está pasando exactamente eso.

El presente no escapa a todo esto… ahora interactúo con gente, tengo presente mucha gente, algunas personas más que otras, de todas me llevo algo, y hoy son nombres, mañana ya no. Mañana quedarán solamente algunos nombres, muy pocos. Pero habrán quedado cosas que, aunque en primera instancia no pueda asociar a «un nombre» y tenga que hacer un esfuerzo mental para recordarlo, van a corresponder unívocamente a esas personas. O no. Porque hay gente que recuerdo, haciendo un esfuerzo, y no es ni un nombre, ni siquiera algo en mí que pueda rastrear hasta ella. Lo cual no quiere decir que hayan vivido al pedo ni que la vida de la gente solo tiene sentido a la luz de lo que hayan impactado o dejado de impactar en mí. Quiero decir que esas interacciones, prácticamente no tuvieron repercusión en mi, al menos consciente.

A veces pienso que una gran fuente de problemas para las personas es el protagonismo. Hay gente que necesita ser protagonista de la vida de mucha gente. Esa gente se muere por ser centro, y es insoportable. Y hay gente que no se anima a ser protagonista de su propia vida. Y ahí están, letárgicos en el background. Supongo que es dificil ser protagonista de la propia vida, es decir, hacerse cargo de uno mismo y tomar el control, y al mismo tiempo no infiltrarse en el control de la de los demás.

Mientras escribía se me ocurrieron un par de cosas random. Una tiene que ver con ese mito popular de que cuando uno se está por morir siente que «la vida le pasa ante los ojos». No, la vida no. Solo esos 10, 20 hechos. Esas 10, 20 personas. Como nunca me morí, no puedo estar seguro de lo que digo, y cuando eso pase no voy a poder venir a escribir una actualización del post. Pero ahora creo que cuando uno piensa en «toda su vida» hace una síntesis brutal. Mamá, papá, familia, amor, éxitos, sufrimientos. Punto. Final. Así, en un flash. Cuántas personas importantes hay en la vida de uno? 10? 15? 20? Dejá de contar. No me refiero a los que uno cree que son importantes ahora. El tiempo es el viento que se va a encargar de llevárselos a todos. Si uno tuviera esa perspectiva todo el tiempo, supongo que por un lado se haría menos problemas con algunas cosas, pero por otro lado viviría otras con menos intensidad.

Por otro lado me puse a pensar que si uno tuviera la forma de medir, de alguna manera, con una fórmula o algún dispositivo, para cuántas personas uno es un «nombre» (positivamente hablando) es una buena forma de medir la vida de una persona. Para cuando ya no exista, ¿para cuánta gente yo habré sido «un nombre»? (y no por haberle cagado la vida, si no porque lo toqué de alguna manera). 1? 2? 5? 10? no sé, ojalá. Me gustaría pensar que sí. Pero no como una cosa egocéntrica, no necesito enterarme. No necesito que me notifiquen. Pero me gustaría pensar que en algún lado, en algún planeta, alguien tiene ese aparato que mide para cuántos «soy un nombre» (ya sé que nadie lo tiene, no importa) y que puedo vivir de manera tal que cada tanto ese aparato suma personas. Creo que eso le da un lindo sentido a la vida, en un sentido poético-pedorro (guilty as charged).

Mientras fantaseo con aparatos imposibles, sigo andando, sigo convirtiéndome en la síntesis de mis propias circunstancias, mientras el tamiz del tiempo sigue filtrando y todo se lo lleva, salvo cosas excepcionales.

Saludos, terrícolas.

And so you’re free, so fuck you.

Ayer publiqué algo que estuvo motorizado por un tema de Laurie Anderson, y repito la letra:

 

It was a large room. Full of people. All kinds.
And they had all arrived at the same buidling
at more or less the same time.
And they were all free. And they were all
asking themselves the same question:
What is behind that curtain?

You were born. And so you’re free. So happy birthday.

 

Ahora, me gustó mucho la interpretación que hizo otra gente de la letra y es lo que quiero proceder a comentar ahora.

It was a large room (the world) Full of people. All kinds. (Isn’t the world?)

Sí.

And they had all arrived at the same buidling at more or less the same time. (We are all here in the here-and-now, are we not? Or looked at another way, look at the people around you in the world – as long as you are all alive together, you are existing together in one big moment, no matter how young or old you are. The only ones who aren’t are either not born yet, or dead.)

And they were all free. (Everyone is free – to a certain extent. Free to live, free to die, free to make choices. Perhaps those choices can be limited, and perhaps those choies may have repercussions and consequences, but we are free to make them.)

Ahh… es cierto esto? La clave es esa no… «to a certain extent». Siempre se me ocurren situaciones límites y extremas, que generalmente las asocio con épocas límites y extremas. Me imagino un tipo en el medio de la guerra, y alguien apuntándole con la pistola a su esposa y/o hijo: Hacé esto, o tu hijo es boleta. Y ahí qué hacés? Es libertad no hacer algo y que maten a tu hijo, es libertad hacer algo, por ahí terrible, frente a la extorsión? Obviamente esa es la situación super límite, pero uno puede empezar a relajar y entonces llevarlo a terrenos menos turbios, mas mundanos, más grises, en los cuales las restricciones no son tan tajantes, pero no por eso dejan de existir. Y acá no puedo hablar de esto sin hablar de Sartre. El papá de la angustia existencial. «El hombre es el único que no sólo es tal como él se concibe, sino tal como él se quiere, y como se concibe después de la existencia, como se quiere después de este impulso hacia la existencia; el hombre no es otra cosa que lo que él se hace. Éste es el primer principio del existencialismo» Dijo el señor. Más aún: «En la angustia adquiere el ser humano conciencia de su libertad o, si se prefiere, la angustia es el modo de ser de la libertad como conciencia del ser». Y por último la más letal de todas: «El hombre está condenado a ser libre, porque una vez que está en el mundo, es responsable de todo lo que hace.» Leyeron bien? El hombre está condenado a ser libre. Es gracioso que estaba pensando en esto y hace poco una persona me regaló «El Existencialismo es un Humanismo», del mismo Sartre, libro el cual leí hace muchísimos años, pero me pareció increíble, casi casi un mensaje del Universo (de esos en los que no creo pero que cada tanto sospecho he tenido muy buenos candidatos a obligarme a creer), que me lo regalaran de nuevo hace días cuando tenía todo esto en la cabeza.

 

And they were all asking themselves the same question: What is behind that curtain? (Where do we come from? Where do we go? Why are we here? These are the big questions people ask once they think outside the box of social conditioning. Are we here to work in a checkout line? Are we here to administer order to the masses with our riches? Kill another person out of hatred? Give up all possessions and love everyone unconditionally? Some think there is no inherent meaning to life or existence and that it is the meaning we impose upon it that matters. Others think a Supreme Force has created everything and placed us here to do it’s will. All of these questions are shrouded in mystery for which the answers may never be known. This is the viel, or curtain between the known and unknown. Perhaps it can be likened to that veil which separates the temple from the ark of the covenant in the temple of Solomon.)

Y sí, totalmente relacionado a lo anterior es para qué estamos. Para qué estamos? No creo que estemos «para algo» ni que estemos «a causa de algo». Estamos y ya. Y esa libertad hace que de alguna manera, nosotros tengamos la capacidad de inventar nuestra propia justificación de por/para qué estamos. Estamos acá para hacer sufrir a la gente? Para transformar el mundo? para crear? para destruir? Nosotros escribimos eso sobre la marcha. Aunque no es nuestra pluma la única que importa, ya que al final del día lo que interpreten los que quedan después de nuestra muerte va a ser probablemente más «la verdad» sobre nosotros que lo que nosotros mismos hayamos pensado de nuestra propia existencia.

And so we’re born. And so we’re free. So happy birthday. (Regardless of what we think the meaning of life is – we are given this life and it is like a gift. What we do with it is up to us, and it’s not always an easy thing.

But do we ask to be here at all? Whether it’s all an accident of matter or the direction of a higher being, WERE we asked to be here? or is life thrust upon us leaving us bewildered about what it is, why it is, and what our role in it all is? I don’t think this is the universal complaint of the adolescent, I think this is the human condition we all are born into. We have to be born into a world in which things have already been set up by those who came before us. Are people who get along well in life well adjusted or have they simply accepted their puppet-hood? Perhaps we are here to make the world a better place for when the next Born, never asked-s come along…)

Y no, no es fácil resolver qué hacer con eso. No es fácil resolver qué hacer, porque justamente, si no no habría angustia existencial. Ese embudo que aparece cada vez que uno pasa de un horizonte infinito a colapsar las infinitas probabilidades en algo real. Aunque también es cierto que muchas veces hay segundas oportunidades… o simplemente es la misma que volvió? o en realidad eso no existe, porque en la segunda ronda las cosas van a ser inexorablemente distintas de lo que las habría sido la primera vez?. Me gustó eso de que perhaps estamos acá para hacer un mundo mejor para los próximos next Born. Y eso me llevó a pensar en el final del Universo. Sí, así de catastrófico. Eso quiere decir que el próximo post probablemente será ñoño y científico… con un tinte de lo que vengo hablando.

Así que ya sabés, sos libre, y fuck you, porque la libertad puede que sea una carga pesada de soportar.

And so you’re free

 

It was a large room. Full of people. All kinds.
And they had all arrived at the same buidling
at more or less the same time.
And they were all free. And they were all
asking themselves the same question:
What is behind that curtain?

You were born. And so you’re free. So happy birthday.

 

Llegué a esto de manera inesperada. Llegué de casualidad y me terminé encontrando con esto. Para mí, un ícono de mi infancia, «la música de la propaganda de Colbert», aquella que hacía que todo niño pensara que lo mejor que te puede pasar de adulto era vivir en un loft y tirarte agua mineral en la cabeza y con eso te ibas a ganar a todas las minitas en la faz de la tierra. No sabía de quien era, y reconozco que tuve que buscar quien era Laurie Anderson. Creo que en algún momento supe tangencialmente sobre su existencia y no mucho más. Pero por más hipnótica que me resulta la melodía, aun más cautivamente me resulta la «letra» de la canción, esas líneas que se pronuncian al principio. Me empecé a preguntar de qué hablaba. Y pensé que se trataba de algo así como una especie de lugar donde se «congregan todas las almas», donde está toda la gente, de toda clase, y eran libres y se preguntaban qué había atrás de la cortina. Supongo que «atrás de la cortina» es nacer. Que básicamente está describiendo el lugar donde cada uno está antes de nacer, ser libre, y feliz cumpleaños. Solo estoy contando la versión breve, porque tengo que reconocer que si bien existe una versión larga de mi interpretación, reconozco que no tuve vuelo para mucho más. Y entonces con eso en mente me puse a buscar a ver qué opinaba la gente sobre el significado de la canción (hay muchas páginas sobre eso), y me encontré con estas dos:

Una:

The last line, by itself, is a wonderful haiku-sized poem. There’s a touch of nihilism in it. It tends to reject religion, though not necessarily. What does one do with birth, and freedom? Now, Happy Birthday can mean simply that, joy at being born. But it can also mean all the happy birthdays one will collect over time (because, after all, when one says happy birthday, it’s usually on the anniversary of one’s birth, not the actual day of birth). So happy birthday simply becomes a method of counting time, of ticking the clock («this is the time, and this is the record of the time,» Laurie will say in another song). Happy birthday is a way of answering «what’s next?» after birth.
And then, in an odd way, this parallels the first stanza with it’s (pseudo?)marvel at the fact that a group of individuals has gathered at the same time.
We are all brought here «in medias res,» in the middle of things. As Peter Blegvad sings, «stories all start once upon a meantime … in the meantime life goes on, ticking like a mean time bomb.»

La otra:

It was a large room (the world) Full of people. All kinds. (Isn’t the world?)

And they had all arrived at the same buidling at more or less the same time. (We are all here in the here-and-now, are we not? Or looked at another way, look at the people around you in the world – as long as you are all alive together, you are existing together in one big moment, no matter how young or old you are. The only ones who aren’t are either not born yet, or dead.)

And they were all free. (Everyone is free – to a certain extent. Free to live, free to die, free to make choices. Perhaps those choices can be limited, and perhaps those choies may have repercussions and consequences, but we are free to make them.)

And they were all asking themselves the same question: What is behind that curtain? (Where do we come from? Where do we go? Why are we here? These are the big questions people ask once they think outside the box of social conditioning. Are we here to work in a checkout line? Are we here to administer order to the masses with our riches? Kill another person out of hatred? Give up all possessions and love everyone unconditionally? Some think there is no inherent meaning to life or existence and that it is the meaning we impose upon it that matters. Others think a Supreme Force has created everything and placed us here to do it’s will. All of these questions are shrouded in mystery for which the answers may never be known. This is the viel, or curtain between the known and unknown. Perhaps it can be likened to that veil which separates the temple from the ark of the covenant in the temple of Solomon.)

And so we’re born. And so we’re free. So happy birthday. (Regardless of what we think the meaning of life is – we are given this life and it is like a gift. What we do with it is up to us, and it’s not always an easy thing.

But do we ask to be here at all? Whether it’s all an accident of matter or the direction of a higher being, WERE we asked to be here? or is life thrust upon us leaving us bewildered about what it is, why it is, and what our role in it all is? I don’t think this is the universal complaint of the adolescent, I think this is the human condition we all are born into. We have to be born into a world in which things have already been set up by those who came before us. Are people who get along well in life well adjusted or have they simply accepted their puppet-hood? Perhaps we are here to make the world a better place for when the next Born, never asked-s come along…)

Me maravillé. Me encanta cuando de algo tan chico se puede sacar algo tan grande. Yo reconozco que a veces lo hago, pero en general con otras cosas. Ni más concretas ni más abstractas, simplemente otras. Suelo volar, pero no sé si tengo esa capacidad de volar en el modo «interpretación». Me pareció que valía la pena compartir estos dos comentarios. El segundo es el más «thought-provoking» de los dos, y me provocó muchos thoughts, que vendrán en un próximo post.

Saludos terrícolas.

Y a dónde va?

 

Saludos, terrícolas.

El otro día estaba acostado pensando, y de repente me acordé de algo que me había parcido gracioso. Algunos de ustedes por ahí son lo suficientemente jóvenes como para no haber conocido el DOS, así que brevemente les comento: Antes del Windows, antes de todo, en el DOS uno se encontraba con algo que tenía esta pinta:

C:\>

Alias «el prompt». Y ahí uno escribía cosas como «cd juegos», por ejemplo. «dir», qué se yo, comandos. Pero cuando uno terminaba de llenar la pantalla de cosas, el «último renglón» escrito, empezaba a desaparecer. Y me acuerdo que una vez alguien me hizo la pregunta pseudofilosófica «y a donde va ese renglón cuando desaparece?». En su momento la preugnta me contrarió. Por un lado, era trivial y boba. Pero por otro lado… a donde va? Y además, por qué esa pregunta de «a donde va?». Supongo que porque no es otra cosa que el desplazamiento de la pregunta humana eterna, de «a donde vamos cuando nos morimos?». Siempre esa idea de que «morirse» no es apagar la computadora, si no que la computadora sigue computando pero en otro lado, en otro plano, en el cielo, en la otra vida, en la  eternidad, en el purgatorio, somewhere, anywhere. Porque la pregunta es «y a donde va?» y no «vamos a algún lado?». Yo creo que no vamos a ningún lado, creo que se termina ahí, fin. Pero no vengo a hablar de esto, si no de otra cosa. Ya sé que parece sacado de una canción de Arjona, pero bueno, es lo que hay. A donde va el amor? Sí, a donde va? Probablemente estar escuchando repetidamente el último disco de Norah Jones no esté ayudando (pobrecita, qué le pasó a esa chica? alguien que le regale urgente un par de curitas para su corazón roto). Pero la pregunta es, a donde van esas cosas? Uno se relaciona con una persona, empieza a crear, construir, a veces mal, a veces bien, «construye» el amor, y después la cosa se termina. Obviamente las cosas no se terminan automáticamente… y a dónde va todo eso? Uno empieza a retirar cosas de la relación, empieza a deconstruir (como Penélope, que teje y desteje) y retira las expectativas, sueños, ilusiones, sensaciones, sentimientos… y a donde los manda? Los tira? Los guarda? En la próxima relación pone los mismos, pero reciclados? Uno pasa los anhelos y esperanzas y sensaciones y sentimientos por el taller y les hace chapa y pintura  y lo que va haciendo es depositar las mismas cosas, cada vez más baqueteadas, más reventadas, desilusionadas, o lo que sea, en la persona que viene (por más chapa y pintura que le haya hecho)? O sea, esas cosas se reciclan? O se termina una relación, las cosas «se van» y uno encuentra una nueva fuente para construir nuevas relaciones?. No lo sé. Si uno tiene ganas de casarse, proyecto de familia, hijos, la relación se pudre y uno conoce a otra persona y empieza con lo mismo… es que tenía el «esquema» por sobre todas las cosas y solo está buscando a la persona cual actor en una obra de teatro que encaje en la ilusión de uno mismo? Por lo que la persona juega un rol secundario y lo importante es el esquema? Esas cosas creo que a veces pasan. Hay gente que solamente quiere jugar ciertos roles y entonces busca la persona indicada para el rol que quiere jugar. Hay gente que le gusta sufrir y siempre consigue al tipo que la/o hace sufrir. Hay gente que le encanta vivir eternamente enamorado en la friendzone y siempre consigue alguien que la friendzonee. La gente a veces se hace medio adicta a los roles y a lo que siente, y «la persona» cumple un rol secundario. En esos casos creo que el sentimiento siempre se recicla, y solamente se lo acomoda un poco para amoldar a las diferencias sutiles del actor que está ocupando el rol ahora. Pero no creo que toda la gente sea así. Creo que hay gente que construye y deposita cosas de verdad. Y cuando la cosa se termina, a donde va eso? Cómo es que de repente uno se encuentra con un ex, y te pasan 100000 cosas por la cabeza, se sienten 100000 cosas, y por ahí a los 2 años te lo cruzás y ya no te pasa nada? A donde fue eso? Me sorprende a veces la capacidad de de-construir emociones que tenemos.

Ahora, lo que me queda claro es que eso no es otra cosa que la manifestación de lo distorsionado que es el amor. Es decir, si uno puede ver a otra persona y sentir 1091283109823 cosas, y 2 años después ya no, eso quiere decir que cuando te producía 19023109283 cosas es porque distorsionaste tanto a esa otra persona, estás viendo tanto pero tanto lo que querés ver (por encima de lo que la otra persona es) que en definitiva es eso lo que te moviliza todas esas emociones, y por eso cuando uno deja de ver lo que quiere ver, ya no pasa nada… o no? Es así o no? A dónde van todas esas cosas?

Me despido con esto

Todos necesitamos los huevos.

Los que no creen

Me acuerdo, cuando era chico, en el supermercado (eso dice mucho de la calidad de un libro, creo) vi que vendían un libro que se llamaba «En qué creen los que no creen», o algún título similar. Y ahí me quedé pensando, porque en teoría yo era uno de los que «no creía», y entonces pensé «en qué creo?». Y la respuesta llegó una millonésima parte de segundo después, con un aliviante y contundente «en nada». Y sí, menos mal. Porque una cosa es creer, en el sentido de sospechar, de suponer, poder razonar que si un experimento da tal resultado entonces se puede creer que se debe a tal cosa.

Después está el otro. El «creo en Dios», que es equivalente a «creo en los dragones», «creo que no venimos del mono», «creo que soy hijo de extraterrestres», «creo que el nuevo presidente de los Estados Unidos puede ser bueno». Ese tipo de creencias, que es un «creer porque sí», simplemente creer porque se tiene ganas. Porque obvio que es más lindo creer en Dios y creer que después de morirse uno no se muere si no que va a la vida eterna, que creer que te moriste y chau. Ese cree porque quiere, aunque supongo que en el fondo le debe caber la certeza de que simplemente es un «pensamiento placebo» y se está mintiendo a sí mismo. Ese tipo de creencias son deseos, deseos deformados que se transforman en ansias de que sean cierto, y en la fase final está la creencia con seguridad que son así. Es un proceso complejo de distorsión del pensamiento, que comienza con el simple deseo y termina con la torcedura del sistema lógico con el cual se maneja nuestra mente y termina finalmente en una incoherencia entre tantas. Y hay (habemos, probablemente) muchos de esos, y con muchos pero muchos de esos nudos incoherentes flotando en la cabeza. No pasa solamente con creer en Dios, pasa con creer en cualquier banana, con creer en que ese tipo o tipa que te dejó y te metió los cuernos 30932148 veces, si lográs que vuelva con vos, seguro que va a cambiar, o seguro que lo vas a poder hacer cambiar. No, no es así. Crees eso porque en realidad lo deseás, en alguna parte de tu mente sabés que es cierto, pero el deseo de vivir la ilusión es más fuerte que vivir la realidad. Todos en algún punto estamos montados en una especie de nube de fantasía, que probablemente sirva de motor. Cuánta gente se deprimiría y se suicidaría si tomara auténtica conciencia de su finitud, y que realmente se va a morir y ahí termina todo? Cuánta gente estaría en pareja, planificaría, tendría hijos, si pensara que el amor es pasajero y que  hay altas chances que eventualmente se vaya todo a la mierda? Cuánta gente ahorraría y trabajaría en un trabajo de mierda espantoso con un sueldo de porquería pensando en comprarse la casa propia si realmente asumiera la posibilidad de quedar en bolas con una hipoteca?. En el fondo, supongo que lo saben. No todos, pero me cuesta creer que todos tienen tanta capacidad de autoengaño. La mayoría lo sabe, pero de alguna manera esa es la ilusión de la que se agarran para seguir adelante. «En algo hay que creer», escuché decir muchas veces.

Y a mí me parece que está mal. Creo que todos seríamos mucho más felices si fuéramos plenamente concientes de dónde estamos parados y qué es lo más real, en vez de vivir flotando en la boludez. Si no nos gusta que otro nos mienta -aunque nos demos cuenta que nos estén mintiendo- por qué habríamos de estar cómodos con mentirnos a nosotros mismos? Yo entiendo que hace mil años caía un rayo y podías decir «uy, mierda, eso es una señal que Dios existe», pero en los tiempo que corren, no me jodan. Cree el que quiere. Lo que me perturba es que en algún momento algunos se la terminan creyendo.

A veces me pongo a pensar que la óptica se podría invertir, y en vez de preguntarse «en qué creen los que no creen?» uno, si se autopostula para pararse del otro lado, qué se preguntaría? Si uno sostiene que no tiene lugar para ese tipo de inconsistencias lógicas, podría preguntar mirando a la orilla de enfrente «En qué piensan los que no piensan?». Y ojo, con «los que no piensan» no quiero dejar implícito que los que creen «son boludos». Me refiero a «los que no piensan» como aquellos que en vez de mantener un sistema «lógico» de pensamientos o incluso creencias, pueden convivir consigo mismos sin cuestionarse cosas, o pensando «debe haber otra cosa», «para mí hay algo más», etc etc etc. En algún punto creo que son los más propensos en caer en la categoría «los que creen», pero eso es puro prejuicio de mi parte, lo reconozco. No puedo dar fe que todos los que caen en la categoría «no creen» caen automáticamente en «piensan» y viceversa, pero no me sorprendería si hubiera una tendencia de esas. Pero decirlo así parece duro, parece despectivo, parece adjudicarse cierta capacidad superior. Pero no es así. Simplemente lo expongo para que vean cómo es que está mucho más aceptada la postura número 1). Vender un libro con «en qué creen los que no creen», es como si fuera para tratar de entender a ese «grupete» de gente «que no cree» ———acá mejor aclaro que ni lo toqué el libro, por ahí el libro trata de otra cosa, pero a lo que voy es al metamensaje detrás del tíulo——— y bueno, vamos a ver «cómo es que se las arreglan» para vivir igual, esa «gente sin esperanza» o alguna boludez similar. Eso está bien, esa postura está bien, está aceptada. Por qué? Porque la mayoría está flotando en la fantasía. Simplemente por eso.

Brief History of the World (III)

Parte III: Hombre

(Y la II?? Otro día)

Otro post escrito a nadie. Pero la culpa probablemente sea mía. Esto se siente casi como un desperdicio, but then again, it is not.

Le advierto. Quiero que cuando termine de leer este post le duela la cabeza.

Se levanta, se baña, va al trabajo/a estudiar, come, vuelve, se acuesta. Repita ad infinitum. Agregue ciertos condimentos, cásese, tenga hijos. Tenga una hipoteca. Váyase de vacaciones. Y repita. Un día le empieza a doler la cintura, o el hombro, o el cuello. Repita. Repita yet again. Tenga miedo a lo que cobrará en su jubilación, o no. O por otro lado puede ser un pendejo pelotudo, y en ese caso, rásquese las bolas. Vaya a la creamfields. Tome éxtasis. Tome agua. Repita. Usted no va a repetir ad infinitum (en realidad nadie repite ad infinitum, pero usted seguramente va a repetir muchas veces menos).

En cualquier caso, arranque de nuevo. Repita una y otra vez. Un día es abuelo. Siga repitiendo. Un día se jubila. «El abuelo no puede quedarse quieto, a pesar que se jubiló él sigue trabajando». Corte el pasto. Preocúpese por los ladrones. Visite a sus nietos. Repita. Repita de nuevo. Entre tanto repetir y repetir, ese dolor de cintura que le apareció antes, ahora no le permite repetir algunas cosas que hacía antes. Ya no repite «hacer ejercicio». Ya no repite «ir a ver una buena película», las ve pero no las entiende. Incluso aunque no se de cuenta, ahora repite muchas veces lo mismo porque ya se olvidó de lo que dijo hace 5 minutos. Repita. Muérase. Al final, no era ad infinitum.

Excelente. Entonces? Y ese dejo de finitud tan elemental? Y por qué? Cuál es ese «»»»»»»»»»»»»»»»»»»impulso vital»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»» (lo llamo así porque no creo que exista tal cosa) que a pesar de todo lo hace a usted «repetir»? Qué? Qué es? Porque una bacteria, bueno, allá ella, lo tiene programado todo lo que va a hacer, prácticamente. Un arbusto, un perro… qué se yo. Pero usted y yo somos distintos a todo eso. Pero incluso más allá de eso, si usted tira un perro al agua, el perro se va a desesperar por tratar de salir nadando como sea, «a lo perrito». Y qué va a hacer después? Ladrar. Correr. Y repetir.

So? El perro ese realmente siente algo por el estilo a «oooooh! no!!! Debo vivir!! Quedan tantos huesos por conocer! tantos árboles en los que hacer pis!!!»? No. Creo que la explicación es sencilla. Creo que es factible que «la conducta» de mucha cosa perteneciente al reino animal en este aspecto de la superviviencia se puede explicar de una manera que estoy seguro le va a resultar muy poco satisfactoria: Si existieran solamente 100 perros en el mundo, y 50 de ellos no poseen el llamado «instinto de superviviencia» y otros 50 sí, y se topan con situaciones como caerse al agua, enfrentarse con un oso gigante, o presenciar un incendio forestal, entonces los 50 perros kamikazee son mucho más factibles a quedarse quietos en el agua, morder al oso o quedarse boludeando en el fuego. Y se mueren. Y no tienen hijos. En cambio los otros se salvan. Y repiten. Y tienen hijos que a su vez repiten. Conclusión: Vemos tan representado a lo largo de todo el reino animal ese «instinto de superviviencia», simplemente porque los animales que lo tengan tienen una probabilidad mucho más alta de estar ahora presentes ante nosotros que los que no. Así de sencillo. No porque sea algo mágico/sobrenatural/espiritual/whatever the fuck/»inherente» a nada de nada. Estamos vivos y repetimos porque los que no repiten/repetirían no están/estarían vivos.

Y por qué no nos suicidamos de golpe todos masivamente? por qué el «miedo a la muerte»? Porque es un «algo» que si no es genético le pega en el poste, ante lo que la vida nos juega. Simplemente porque somos los que no tuvieron ese impulso en algún momento, y eso está conservado. La verdad es que no sé si en algún momento existió el cavernícola suicida que jugaba a tirarse haciendo surf sobre su garrote por las colinas de alguna montaña exótica. Pero si existía ese, y por el otro lado existía el que se levantaba, mataba un animal, comía, dormía, y repetía, no me caben dudas que ese es nuestro antecesor y el otro dejó sos genes estrellados en algún acantilado.

No quiero decir que la raíz de todo lo conductual del hombre sea genético. Para nada. Pero en el medio hay muchos matices, que no sé si tengo ganas de explorar -en realidad los exploro, más apropiado es que no sé si tengo ganas de compartir ahora con ustedes por este medio-.

Pero sí, no es todo genético, claramente. Entre nosotros hay un gran factor cultural. Uno de los aspectos en los que me resulta más obvio eso, es que en algunos aspectos, somos muy versátiles. Raramente elegimos realmente cosas sobre nuestro estilo de vida. Usted nace, se mueve, se comporta, y «repite», en el marco que heredó de sus padres, y ellos de sus abuelos, y así sucesivamente hasta llegar a un punto en el que alguien no «repitió». La edad media, por ejemplo. Esa auténtica bosta de edad media, en la que todo estaba bajo el manto de la oscuridad más profunda, cortesía de la iglesia. Cuántos años duró eso? cuántos siglos? Y si uno nacía en el 1200 por ejemplo, nacía, comía, dormía y repetía y repetía y repetía y repetía y moría. Prácticamente sin esperanzas, o no? Y así por varios siglos más, repitiendo simplemente el orden que había sido establecido previamente. Eso dura mucho, pero cada tanto, existe una (o algunas) generaciones en las cuales se pudren de repetir a la «old way», y deciden que es todo una mierda y entonces no quieren repetir más. Y se produce una revolución. Ojo, porque por esa revolución muere mucha gente que nunca dejó de repetir de la manera que venía repitiendo antes. Y lo que queda después, es gente que empieza a repetir de manera heredada la «forma de repetir» que instauraron los «revolucionarios» anteriores. Son probablemente pocos los hombres que logran transitar esa etapa de solapamiento entre esos dos estados y pueden auténticamente decir que no vivieron repitiendo. Pero… Y? La verdad es que nadie elige, o son muy pocos los que lo hacen. Usted eligió vivir en democracia? Yo no digo que sea mala, la prefiero a cualquier régimen autoritario, pero la eligió? la heredó? Le gusta decir que «la ganó»? Se la impusieron, aunque suene mal, es cierto. Usted desde el momento que nace, raramente tiene opción de hacer algo que no sea «repetir».

El supuesto marco legal que le brinda «la sociedad», en el que automáticamente cuando usted nace tiene derechos y garantías, lo priva a usted instantánteamente de la posibilidad real y viable de ser usted. Ojo, no me parece particularmente malo esto, porque si cada uno de nosotros fuera una acumulación de «yo»s individuales, probablemente sería todo más mierda de lo que es hoy. Pero es así. Nazca usted donde nazca, va a estar sometido a chiquicientas cuestiones que no le son realmente naturales. Esto está mejor explicado de lo que yo jamás podría siquiera aspirar en, por ejemplo, «El Contrato Social». Lealo. El problema de lo real, es que se aleja de lo ideal y es que vivimos en una sociedad por demás corrupta, por lo que, por ejemplo, en el marco de falta de igualdad en la que vivimos, si usted nació «pobre», jódase. Es casi su destino repetir ser pobre usted, sus hijos, y los hijos de sus hijos. «Negritos», «villeros», «pibes chorros». Entonces, en ese caso, por qué realmente tendría esa persona por ejemplo que «acatar» vivir en la legalidad? Por qué esa persona NO está excluída de las responsabilidades pero SÍ de los derechos? A mí es el día de hoy que me sigue sin quedar claro si mañana un chico de 14 años, que se droga, que no tiene futuro, que no tiene ninguna esperanza de una vida «»»»»»»»»»»»»»»digna»»»»»»»»»»»» (repetir, repetir, repetir), viene, me roba y me pega un tiro, me sigue sin quedar claro cuan culpable es. Yo qué hice por él? Y por todos los otros? Nada. Que yo no haga nada es en parte necesario para que él tenga 14 años y no tenga futuro, por ejemplo.

Por eso digo que nuestro comportamiento no es «solamente genético». No está en nuestros genes, creo, explotar a otros. Eso forma parte de nuestra perversión, horrenda y terrible perversión. Es como si la evolución nos hubiera proviste de las herramientas necesarias como para, por ejemplo, no dejarnos morir ahogados si nos caemos al agua, y entonces un shock de adrenalina nos hace entrar en desesperación pura y hacemos lo que sea por salir -aunque a veces puede no resultar- pero todavía somos lo suficientemente pelotudos para no permitirnos ver a nosotros mismos la importancia de la supervivencia colectiva, como especie. Salimos a la mañana, vamos a trabajar, repetimos, repetimos, nos conservamos y, en general, tratamos de «no morirnos», pero qué forros y pelotudos (y cínicos) somos respecto a los otros. Podríamos perfectamente darnos cuenta que no tenemos que tirarnos por un precipicio, pero no tenemos el sentido de la inminencia cuando, por ejemplo, alguien habla del calentamiento global. O vemos con preocupación cómo cae el mercado de acá o de allá o la bolsa o el dollar o lo que mierda sea. Todo bullshit.

Ayer me puse a pensar. Cuánta plata se inyectó en total para salva a los bancos y demás mierda? no sé, pero por ejemplo EEUU puso 700mil millones de dólares. Por dar un ejemplo. Si esa es la cantidad de dinero (ficticio!) que puso, cuánta plata tiene? y si sumamos el supuesto dinero que hay en todos los bancos, planes de salvataje, petroleo, petrodollars, oro, cuánta playa hay? imagínese que una familia promedio son 2 padres y 2 hijos. Hay alrededor de 6000 millones de personas, y dividámoslo por 4. Son alrededor de 1500 millones de familias. Cuánta plata total hay en el mundo? Total, la de los billetitos que dan vuelta, las monedas, la virtual, la super virtual, etc. -TODO el dinero es virtual-. Ahora imagínese que hay el suficiente para que, por ejemplo, todas las familias del mundo tengan 100.000 dólares. No es exhorbitantemente mucho, pero no es poco. Qué pasaría, si de repente, por imposición, por decretazo, o lo que fuera, se repartiera automáticamente toda la plata y todos tuviéramos esa cantidad. O si tuviéramos un millón de dólares por familia. Se imagina eso? qué cosas tendrían valor entonces? seguiría usted con su puesto de almacenero y le cobraría 1 dolar una latita de coca cola a su vecino? No siente que de repente mucho de las cosas concernientes a levantarse, repetir, acostarse, dejarían de tener sentido?

Pero claro, no podría pasar eso. La plata, el dinero, o como lo quieran llamar, no sirve para decirnos cuánto vale un auto, una hamburguesa, o una casa. Nos sirve para decirnos cuánto valemos nosotros. Cuanto más tenemos, menos tienen otros, más se polariza y empiezan los diagramas de fuerza. Es tan clara la necesidad del esquema mundial de que EXISTAN los pobres para que puedan existir «los de arriba» que es realmente increíble. La existencia de «los pobres» no es una consecuencia del sistema, si no que es el pilar integral, fundamental, de los cimientos de nuestra sociedad. «Queremos un capitalismo sano». Eh? «Hay que ayudar a la clase media» Eh? Eh????. Es muy fuerte.

Quizás a usted le parezca que este post o no es muy cohesivo, o no tiene cierre. Para mí es muy cohesivo. Para mí no puede tener cierre. Quiero que termine de leer esto y le haya explotado la cabeza.

Un consejo

Es tarde, y estaba en la cama, tratando de dormir. Luces apagadas, y demás. Dando vueltas en la cama, me asaltó una de las cuestiones que generalmente me asalta.

A veces termina el día y hago el balance, y pienso «¡qué gran día!», y pienso en todas las cosas lindas/buenas/agradables que pasaron (como hoy), y una especie de sentimiento de realización y/o satisfacción me llena hasta que (no puedo evitarlo) de repente pienso «¿y para qué?». Sí, qué importa que ahora sienta eso, me sienta así. ¿Qué es sentirse así? ¿Qué es sentir, en definitiva? Para empezar tendríamos que definir qué es que alguien «sienta». ¿Qué sería algo así? ¿Un ser sintiente vendría a ser algo capaz de procesar información de cierta forma, de manera tal que en respuesta a eso que procesa tenga manifestaciones fisiológicas análogas a lo que conocemos como «miedo», «felicidad», etc? . No sé, soy muy amigo de las definiciones, pero en este caso en particular y al menos ahora no me interesan mucho. Sí, hoy estoy contento porque hice tal o cual cosa, estuve con tal o cual persona, me compré tal o cual cosa. Y? El famoso «son esas pequeñas cosas…». Sí, demasiado pequeñas por ahí? No digo que haya que quitarles valor. Pero al final del día (y no me refiero al «día» de 24 horas), se termina, tiran del enchufe, y? Y qué hay? No hay nada. Si usted se sentara a mirar detenidamente a una hormiga que camina por el pasto, sin rumbo aparente, de trayectoria casi errante (que no siempre es así) y de repente se topa con algo que podría considerar «comestible» (no se comen lo que encuentran, si no los hongos que crecen en lo que encuentran) y de repente se pone como loca, camina rápido, trata de mover ella sola eso que encontró, y si no reclutra otras hormigas. Si uno estirara el concepto de «analogía» casi hasta romperlo, uno podría decir que esa hormiga se pone «contenta».

¿Qué pelotudez, no? Una hormiga contenta.

Usted, yo, todos nosotros, somos hormigas felices (cuando lo estamos). Mire para arriba. Y ahora más allá. No es nada, asimílelo. En general (no siempre) las cosas que hacen a lo que llamamos «nuestra felicidad» son incluso más insignificantes que la insignificancia de nuestra existencia (por lo menos insignificante, generalmente, de manera individual).

Ya en algún lado en otro post hablé algo sobre «el sentido de la vida», y que además no tenía sentido plantearse eso. Porque cuando digo «sentido», no es desde el punto de vista casi bíblico en el que pareciera que la vida tiene un «propósito». En ese sentido, la vida no tiene sentido (pum). Pero más allá de eso, tiene que haber alguna forma que vivir no sea al pedo, no? Digo, vivir es insignificante, no tiene propósito, pero podría argumentar de varias maneras que sencillamente «está bueno»; y dado que pudiera elegir, si vivir eternamente como una piedra, o 90 años vivo, elegiría la 2ª, así que tan boludo no soy. Pero debiera haber un nivel de satisfacción mayor que el de «satisfacción personal» (que no digo que no sea necesario) para que no sea tan al pedo. Un nivel de satisfacción más altruista, si se quiere.

Como dije en otro lado, me gustaría, por decirlo de alguna forma, «saberlo todo». Y para qué? Para que no se/me haga planteos semi-exóticos, supongamos que entre «saberlo todo» está incluso saber fehacientemente que no se puede vivir por siempre. OK, lo sé todo, y? Eso me causa satisfacción? Igual me voy a morir. En una escala de 1 hora, mi alegría sería enorme. En una escala de 10 años por ahí también. Y en 100? y en mil? Y en la escala de tiempo en la que se mide la vida del Universo? Nada. Cero. Un susurro en el viento.

Un hecho notorio, que si bien no pasa para nada desapercibido, no se le da la atención que se merece (a veces), es la ausencia del otro. Quien es usted en ausencia del otro? Usted no es nadie. Si usted vive en función de poder usted vivir medianamente bien, siempre y cuando usted pueda tener una cierta cantidad de ahorros para tener una vejez digna, y se preocupa por tener usted el mejor auto de la cuadra, o usted la casa más linda. Incluso si es de aquellos que piensan que usted ya es grande y tiene que hacer lo que le de placer y sus hijos, bueno, que se jodan, total tienen un futuro por delante e irán a terapia (no se espante, no estoy inventando, conozco gente que piensa así), bueno, entérese que usted es un sorete.

De qué sirviera que yo intente (sé que no voy a lograrlo) «saber todo» (sí, entre comillas, es un decir) tratando de descubrir algo, aunque sea algo chiquito, si eso de alguna manera no queda de legado y no sirve para otro? Tiene un poco que ver con el primate que todos llevamos dentro, no? Hay un sentido de satisfacción más primitivo, más elemental y menos elaborado, muy personal, que tiene que ver con «¡cómo me satisface esto que es para mí!«. Pero, creo yo, hay otro sentimiento, más elusivo y difícil de abordar porque a veces incluso se puede llegar a contradecir con aquel sentimiento primordial más enraizado en nuestra esencia de satisfacción personal, que tiene que ver con una satisfacción, si se quiere un poco más abstracta, en función de lo hecho para/por el otro. El otro es cualquiera. El otro es su hermano, su hijo, su vecino, la humanidad. Sin el otro usted no es nadie, porque el otro lo resignifica a usted constantemente. Usted puede tener una vaga idea de lo que es «su esencia», pero no termina de estar definido jamás a no ser que sea visto bajo la lupa de los otros.

Si no quiere vivir una vida al pedo, supongo que en principio tendría que resignificar alguna/s de su/s meta/s u objetivo/s de manera de que tenga sentido a la luz de una especie de «beneficio común» que no se limite a usted mismo. No, no significa que tenga que descubrir una vacuna. Ni salvarle la vida a nadie. Creo que se entiende. Trascender para sí mismo, no es trascender. Trascender es trascender hacia afuera, hacie el resto de la humanidad. Y con trascendencia no me refiero a estatuas ni cosas por el estilo, eso es una pelotudez. Muchísima gente ha trascendido en la vida, y tiempo después es probable que no se recuerde su nombre si quiera. ¿Y cómo trascendieron entonces? De nuevo, si se hace esa pregunta se está confundiendo trascendencia con fama. Trascender es, a mi entender, que usted, su esencia, ya no están. Pero usted hizo algo (ojalá por voluntad propia, y no por coincidencia, pero bueno, puede pasar), que fue más grande que usted. Que lo trascendió, que viajó y tuvo consecuencias más allá de la finitud de su propia existencia. Que movió algo, tocó algo, activó algo en otro lugar (no me refiero a un lugar físico, se entiende), que de alguna manera sirvió aunque sea por un infinitésimo a mejorar algo.

Mi consejo: trascienda.

Let there be life

Buenas. Qué tal? Tengo ganas de seguir con algunas cosas de la temática de «Back to the roots». Algo así como muchos pero muchos millones de años, en el planeta Tierra no había vida, por lo menos tal como la conocemos ahora. ¿Se acuerdan de la definición de «célula«? «Es la unidad estructural y funcional de la vida». Y si bien esa definición no me gusta nada en relación a todo lo que deja afuera, es bastante buena para todo lo que engloba. Lo cual lleva a algo un poco circular, en el sentido de que «la célula es la unidad estructural y funcional de la vida… basada en células». Pero bueno. No me voy a meter en eso.Uno puede (o no) entender más o menos a grosso modo qué es la evolución. Se puede. Básicamente el estudio de la evolución, que es casi exclusivamente de caracter explicativo y no tanto así predictivo, es entender la película que hace que uno pase de tener la especie A a la especie B, tratando de entender cuáles son las características del ambiente, genéticas, etc, que intervinieron para que ocurra ese proceso (ahora, usted me podría decir ¿qué es «especie»?; bueno, hay varias definiciones, pero la que más me gusta (a pesar de tener muchos problemas con muchas excepciones) es «los miembros de una especie son los que pueden cruzarse y dejar descendencia fértil», o sea que los hijos de esos también pueden tener hijos. Un perro y un gato no son de la misma especie porque no pueden tener hijos, y si los tuvieran probablemente no serían fértiles. ¿Por qué? Bueno, para la próxima.).

El tema es, ¿Y el primero? ¿La primer cosa «viva», vino de algo que estuvo sujeto a la evolución? ¿O con esa celulita empezó la evolución?. Es complicado.

Para que algo evolucione, tiene que poder «reproducirse», por lo que, ¿el precursor de «la primer célula», a pesar de no estar vivo, se estaba reproduciendo? Porque podría haber sido una molécula o conjunto de moléculas con capacidad autorreplicativa sin necesariamente poseer otras características más o menos necesarias para definir un sistema vivo como una frontera con el «exterior» (o membrana plasmática), etc.

Se piensa que en esa época, en la Tierra se habían dado las condiciones necesarias como para que se formaran moléculas orgánicas precursoras de las macromoléculas necesarias para «la vida». Esos precursores, como aminoácidos y otros compuestos de nitrógeno y carbono se podrían haber formado de manera relativamente sencilla, ya que al parecer la atmósfera primitiva era muy distinta a lo que conocemos hoy. Hoy es aceptado que en esas condiciones, en las que abundaba el gas nitrógeno, en el agua, en presencia de compuestos carbonados, y con una fuente de energía, por ejemplo descargas eléctricas, se podrían haber formado las moléculas esenciales (casi podríamos decir «los ladrillos») de la vida.

La verdad es que a lo largo del tiempo he leído de todo. Desde que el primer soporte fueron metales que tenían una cierta capacidad replicativa y que en algún punto cambiaron de soporte a moléculas orgánicas (cosa que no termino de comprar), hasta discusiones (ahora bastante aceptado) sobre si «la primer molécula» fue el ARN o no. ¿Por qué esa duda? Bueno, porque hasta hace un tiempo se creía que el ADN/ARN solo portaba información, y las proteínas realizaban las funciones de catalizar las reacciones químicas necesarias. Hace un tiempo ya se sabe que hay moléculas de ARN que tienen actividad catalítica, por lo que podría ser un lindo comodín, y en un principio las moléculas de ARN podrían haber cumplido con ambas funciones pero luego las mismas podrían haberse dividido en moléculas de ADN para portar información (que en principio pueden portarla de forma más fiel, y hasta donde se sabe tienen casi nula actividad catalítica) y las proteínas para catalizar reacciones (que si bien en algún principio, hace mucho tiempo, se las postuló como portadoras de información, hoy se sabe que no lo son).

No sé si algún día me voy a sentar a escribir sobre la interacción de estos 3 tipos de molécula, que es mucho (muchísima) más compleja de lo que puede parecer en un principio. Por ahí sí.

En fin. La cuestión es, ¿no le parece raro que en un instante hayan habido cosas sueltas, moléculas libres dando vuelta por ahí, de repente una descarga de energía, condiciones correctas en el momento correcto, y de repente tenemos algo que más o menos cumple con las funciones de algo «vivo»? a mí sí, pero no me parece raro en el sentido de «no me lo creo», si no que me parece raro en el sentido de «asombroso», y me lo creo.

Algún tema de debate es si el origen de la vida fue uno, o si fueron varios. El tema es que el código genético (la secuencia de bases que hay en el ADN) es prácticamente universal, o sea que sea el que sea el organismo que usted está mirando, siempre codifica para los mismos aminoácidos (porque la «información» que transporta el ADN es, en definitiva, en gran parte para crear proteínas). En principio uno podría pensar que si el origen no hubiera sido ÉL origen, si no varios, por una cuestión de que la elección de tripletes para cada aminoácido es, a priori, estocástica, tendría que haber organismos (todo un grupo, probablemente) que tuvieran otro código genético. Y no se los encontró, pero no necesariamente porque no existan.

Hay gente que no está de acuerdo con que el origen de la vida ocurrió en la tierra, y creen en la panspermia. Básicamente, la vida se creó en algún otro lado, y viajó por el Universo y llegó a la tierra a través de un meteorito, etc. Eso no resuelve el problema, solamente lo patea un planeta más, pero después surge el problema de como apareció la vida allá.

Hay gente que piensa que como a lo largo de los miles de millones de años de la existencia de la Tierra, la colisión de meteoritos y demás podría haber permitido el intercambio de material entre Marte y la Tierra, y Marte hace muuuuuuuchos años tuvo condiciones en su superficie que son lo que llamaríamos «aptas para la vida» (como la conocemos acá).Por lo que podríamos haber «contagiado» de vida en algún momento a Marte, o viceversa. Si se encontraran bacterias, o fósiles semejantes, en la superficie (o algún lugar) de Marte, y por ejemplo tuviera el mismo código genético que aquí en la Tierra, esa teoría se volvería muy robusta.

En fin, hay mucho para decir. Si preguntaran algo, diría más. Pero ahora que más o menos conté esto, después creo que va a haber que hablar (mal) un poco de «diseño inteligente» y después se podrán arrancar con otras cosas.

Saludos.

Back to the roots

Buenas buenas. ¿Volvió la regularidad a la actualización de este blog? no sé, no se hagan ilusiones. Entre todos los potenciales blogs que este blog puede ser (comentario aparte: este blog es muy autorreferencial!), traté de hacer una mezcla que probablemente no sea lo mejor. Hay de todo, desde opiniones muy personales hasta cosas cuasi-divulgativas, y no creo que cuaje del todo; creo que solo en mi cabeza tiene alguna especie de hilo todo esto, así que me propuse colapsar la función de onda (comentario ñoño si los hay), pero inmediatamente después decidí que al fin de cuentas el filtro lo pueden hacer ustedes. Lean lo que quieran. Saquen las conclusiones que quieran. Pero por favor, dejen de buscar «cuánto gana Carmen Barbieri». Y escriban algo! Mi poco claro y feamente escrito post previo sobre dios y demás si bien refleja lo que pienso está escrito un poco más terminator de lo que suelo hacer (no digo que sea Lassie, nada que ver, pero creo que se entiende) para ver si provocaba algo, aunque sea que un insulto!. En fin. Ya voy a seguir explayándome con eso.

Bueno. Back on track. Y más back que nunca. Si bien varios posts de este blog tienen un cierto carácter escatológico, en el sentido que ya de alguna manera se habló del potencial fin de la humanidad, y no me acuerdo (y no tengo ganas de buscar ahora) si hablé algo del potencial «fin del Universo» (y lo pongo entre comillas porque esa expresión es una expresión muy tricky por motivos que no voy a explicar ahora). En algún momento probablemente me gustaría reflexionar sobre si hay algún vínculo entre ambos «finales» (y esto es mucho más profundo de lo que puede parecer); pero es un buen momento para empezar a hablar de comienzos. Particularmente, los mismos dos finales tienen los mismos dos comienzos que más me intrigan, a saber: ¿Cómo fue el origen del Universo (sigue siendo tricky)? ¿Y el origen de la vida?. Bueno. Uno me resulta interesante porque tiene una relevancia infinita. El otro me resulta interesante por ahí por una cuestión más personal, digamos, una que me toca a mí como a todos los que puedan estar leyendo esto. La vida me resulta una de las propiedades emergentes más curiosas del Universo. (No por nada los del otro bando la catalogan de «milagro»).

Hay mucho para hablar sobre ambos orígenes, más aún sobre si hay alguna relación (parecido a lo que dije antes sobre los finales). Eso probablemente es algo que me lleve más de un post tratar de aunque sea aclarar. Pero vaya sabiendo que existen varias posturas (y son eso, posturas, nada demasiado duro como para llamar teorías), y hay una particular que se llama «determinismo biológico», que básicamente postula que es casi una ley del Universo que tenga que existir vida (ojo!!! esto no es una definición científica, ni 100% acertada, pero creo que es entendible). No es que esté de acuerdo ni nada, pero me parece interesante compartir esas cosas. Otra cosa que puede llegar a ser muy interesante al respecto es algo que supongo voy a comentar sobre un libro de Roger Penrose que se llama «The Road to Reality», que es muy completo y recomendable para cualquier mente curiosa. ¿Por qué puede ser muy interesante? Bueno, queda para la próxima.

Ahora tratemos de no hacer quilombo y empezar a atar conceptos si los mismos no están claros. Hace rato que vengo insistiendo con que es muy dificil dar una definición precisa de vida. La definición de vida, de por sí, es complicada, pero más complicada son las definiciones que la involucran. Lo más probable es que si usted busca «célula» en el diccionario, en algún lugar, alguna acepción diga algo similar a «es la unidad funcional y estructural de la vida». OK. ¿Qué quiere decir eso? Daría la primera impresión de que para que algo tenga vida tiene que tener células, o ser una célula. (Si quieren otro día hablamos de lo que es una célula). Bueno, eso podría traer una cierta discusión sobre si los virus por ejemplo están vivos o no. Si usted no sabía, sepa que los virus no son celulares, son, en principio, más chicos que una célula, y son «parásitos celulares», en el sentido de que muchas de las cosas que les «faltan» las suplen utilizando parte de la maquinaria celular.

Pero OK, si bien es una eterna discusión si los virus están vivos o no, ese no es el tema principal de la cuestión. En mi «»»»»»humilde»»»»»» opinión (no les voy a mentir, no soy tannnnn humilde… un poco sí), hay un cierto problema con la definición de vida desde el punto de vida estructural. Por lo que sabemos hasta ahora, podríamos decir que en general los seres vivos se caracterizan por tener ADN… sí, cierto. Proteínas también. De hecho, una gran variedad de moléculas, muchos de ellos polímeros, otras que no, y otra infinidad de iones y moléculas. ¿Eso qué quiere decir? ¿Si yo pusiera todas y cada una de las moléculas que hay dentro (y fuera, pocas veces -si es que alguna- la «vida» termina en la membrana plasmática) (:::NOTA::: Creo que primero tendría que haber hablado un poco sobre qué es una célula a esta altura, pero bueno, si no sabe, busque, y si no algo escribiré después) en un tubito de ensayo, en las mismas proporciones, ¿eso está vivo? Usted se dará cuenta que claramente no lo está. Porque pensará que es necesario un cierto orden, una cierta estructura, algo. Claramente, si yo le doy todos los ladrillos, la arena, el cemento, las tejas, las rejas, y las baldosas de su casa, no son «su casa» hasta que haga lo que tenga que hacer con ellas. Ahora, por tener distintos «componentes», no me va a decir que un iglú, o una choza de paja son menos casa que la suya.

No tiene sentido (para mí) definir la vida por una cuestión de composición o estructura. Eso nos limita, y mucho. Si el día de mañana viene ET y usted sale en la bicicleta con él y atraviesa la noche haciendo contraste contra la luna, lo lleva a un laboratorio y de repente ve que no «tiene células», ¿sigue al pie de la letra con su definición de «vida»? ¿ET no estaría vivo? Bueno, el caso de ET no es muy bueno, porque como buen ejemplo de nuestra limitación, ET no es otra cosa que un sorete antropomorfo que le achicaron el cuello, le aplastaron la cabeza pero le dejaron ojos azules!!! (porque Hollywood no puede con lo suyo, si era tan feito por lo menos tenía que tener ojos claros, porque claro, era bueno. Seguro a si fuera un ET malo…). Pero sáquese esa imagen de la cabeza ¿puede? cuesta, ¿no?. Por ahí si usted no tiene una formación académica en la cual le inculcan a rajatabla ciertas cosas, puede hacerlo. De hecho, creo que parte del drawback de ese tipo de formación es que a medida que uno empieza a fundar todo lo que aprende en conceptos que parecen ser muy robustos, les cuesta mucho después salirse de los mismos para poder pensar distinto (a lo «think outside the box»). Por ahí a usted le resulta super fácil imaginarse la vida como «un rayo de energía» o alguna boludez (perdón, pero no lo puedo evitar) por el estilo. Pero, no se sienta agredido por mi comentario. Porque que «no lo pueda evitar» no quiere decir que el boludo al final no sea yo, y que esa flexibilidad que usted posee, aunque no la pueda fundamentar, no sea «»»»»»»»mejor»»»»»»» (¿qué sería mejor en esta situación?) que lo que yo pienso.

Hace rato, por suerte, que hay una especie de consenso entre la comunidad científica al respecto, y si bien no hay una definición definición propiamente dicha, hay características básicas que se le reconocen debe poseer cualquier organismo al que llamemos «vivo». Basta de que tiene que estar basado en «compuestos de carbono». No. Una propiedad que me gusta mucho mucho (porque creo que es muy acertada) es que un sistema vivo, en principio, debe ser autopoyético, término acuñado por Maturana y Varela. Voy a citar esto de la wikipedia (que es a donde va el link) que me parece mejor que cualquier forma de explicarlo que tenga yo: «Los seres vivos son redes de producciones moleculares en las que las moléculas producidas generan con sus interacciones la misma red que las produce». El concepto es mucho más profundo que eso, bah, no sé si «más profundo» porque eso ya es muy profundo, pero es más complejo y más rico. Es muy abarcativo, y de esa definición se desprenden como consecuencia natural otros requisitos básicos. Básicamente lo que dice es que algo que está «vivo» tiene que poseer estructuras que son capaces de interactuar mediante procesos que permiten de alguna manera perpetuar el mecanismo mediante la replicación de la maquinaria. De aquí, a mi entender, sale todo lo que tiene que salir para poder explicar elementos fundamentales de lo que conocemos como vida. El consumo de energía reactivos y formación de productos (y energía!! aunque en otra «forma») en los procesos metabólicos, los procesos reproductivos, las moléculas portadoras de información (ADN), etc, todas tienen «»»sentido»»» a la luz de esa definición. Súmele como bonus track que si la replicación no es 100% fiel, puede tener lugar el fenómeno de evolución, y tenemos un combo completo.

Por ahí usted no está tan entusiasmado como yo con lo que le estoy contando. Pero a mi me entusiasma mucho. Por ahí no le quedó nada claro, pero quédese tranquilo, eventualmente van a venir posts más elaborados sobre varios de los temas que se tocan. Ahora, por ahí usted tuvo la siguiente duda: «OK, está vivo porque tiene la capacidad de replicarse y mucho blah blah blah, pero entonces, si hubo un origen de la vida, quiere decir que hubo un comienzo, un punto inicial, y entonces nadie lo creó a ese «origen» (o lo que me gustaría llamar -simplemente por diversión– punto alfa-) por lo que no cabe ese primer «organismo vivo» en la definición que acabo de leer». Si usted pensó eso, es un lector atento y muy despierto. De hecho, el origen de la vida es un problema para cualquier definición. Porque seguramente no estaba hecho de células. ¿El precursor inmediato a la primera cosa «viva» no estaba viva? Y si me dice que sí, ¿cuánto para atrás sigue valiendo? Es decir, ok, la primera célula estaba viva, pero sería lógico decir que justo antes de ser la primera célula estaba «casi vivo», ¿y antes? cuando le faltaban 2 moléculas? u acercarse un poquito? o empezar a interactuar? cómo sabe usted que ya no estaban interactuando? y un poco antes? bueno, ahí ya tenemos un problema. Toda la sopa primigenia estaba potencialmente viva? ¿EH!!?? ¿Qué es la «sopa primigenia»? ¿De donde vino la vida?!?!?

Bueno. Paciencia. Que no tengo respuestas pero muchas preguntas lindas y alguna que otra cosa para contar (no de mi autoría, of course, pero mucho muy interesantes).