La flecha del tiempo

Aclaro desde este instante que este post va a tener de mediano a poco rigor científico, porque a veces estoy in the mood para la ciencia, a veces in the mood para otras cosas, ya veces 50/50. Esto es medio 50/50. En algún que otro libro de divulgación se pueden encontrar diversas discusiones sobre por qué «el tiempo siempre va para adelante». Dado que es una «dimensión mas», y en el resto de las dimensiones (espaciales) uno puede moverse en un sentido y en el otro, ¿por qué el tiempo siempre parece ir en un único sentido? ¿Qué implicancias tendría si el flujo pudiera ser bidireccional?.

Y ahí aparecen las discusiones sobre las flechas del tiempo, que si tienen que ver con la termodinámica, con que la entropía siempre aumenta, con la expansión del Universo, etc. En algunos modelos de Universo cíclico, el Universo arranca con un Big Bang, se expande, hasta que finalmente la gravedad causada por la materia que contiene al Universo logra frenar la expansión y revertir el proceso. Ese Universo colapsa, terminando en una singularidad, el Big Crunch, o el Punto Omega (siendo el Big Bang el Punto Alfa). No hay evidencia física dura de que ese sea el destino de nuestro Universo, es solamente un modelo, una hipótesis. Lo que alimenta la ciencia ficción son las concepciones sobre qué pasaría en el instante en que el Universo empieza a contraerse. ¿Se da vuelta la flecha del tiempo? Es decir: ¿A partir de ese instante todo empieza a ir hacia atrás? Es una pregunta interesante que podríamos abordar desde la física. Pero hoy hasta ahí llegó la ciencia. Se los dejo planteado y al que le interese que averigüe, o tal vez en algún momento empiece a escribir algo al respecto.

Pero hoy nos convoca esta linda canción. Es una perspectiva distinta de lo mismo. El escenario es exactamente ese, el Universo va hacia atrás, todo va hacia atrás. Pero es una linda vuelta de tuerca sobre relaciones rotas. La letra dice:

I’ll give you each love letter back
We’ll laugh before every joke is told
We’ll pose after every photograph
Has been removed from the negative

With every smile we lose a line
Watch the stars fall back into the sky
Cork the wine
Unbake a cake
Take the dog back to the RSPCA

But I don’t mind losing you this time

I’ll meet you coming backwards
I’ll meet you coming back
When the universe has expanded
Time will contract
You’ll come back
I’ll meet you coming backwards
Next time

We make-up start an argument
Tears crawl back into your…
I turn from a friend
Of your friend
Unintroduced
Forget your name forevermore

But I don’t mind losing you this time

I’ll meet you coming backwards…
Yes I’ll meet you coming back
But we move forwards
Into emptiness
Into the void
Into the universe

We’ll part as happy strangers
From a long friendship
That grew from
Such a love

We’ll part as happy strangers from a long friendship that grew from such a love. Por un lado me pega como una imagen cuasi-feliz, por el otro cuasi-nostálgica. Me pareció una de las mejores conjunciones de «poesía» y «ñoñez» de las que me crucé en los últimos tiempos. Suspenda todo raciocinio por un tiempo e imagínese si efectivamente fuera a pasar así. Si esto fuera real. Si efectivamente pasara por el trago amargo de la ruptura para después vivir todo con intensidad y simplemente terminar desapareciendo tranquilamente en el horizonte del otro. Qué flash.

Un año en transición

El último disco de Pink Floyd, hasta hace poco, era The Division Bell. El último tema, High Hopes (un tema increíble, que cada vez que veo PULSE, entre la música y ese solo tremendo de Gilmour y las imágenes, se me eriza la piel un 400%). Y la última línea del último tema del último disco de High Hopes era «forever and ever». Y por algún motivo me parecía increíblemente acertado, apropiado, justo, casi cósmico y perfecto que así fuera. Pink Floyd, forever and ever.

Y de repente anuncian disco nuevo. Que van a usar cosas viejas, regrabar cosas nuevas, que casi todo instrumental. Y pensé que si era todo instrumental, forever and ever iba a seguir siendo forever and ever. Pero no, iba a haber un tema cantado. Entonces, qué iba a reemplazar forever and ever como la última cosa cantada en el último tema del último disco de Pink Floyd? (sí, sí, ya sé que uno puede gastar ciclos de pensamientos en cosas totalmente intrascendentes, pero no es que pensaba en esto todo el tiempo, solo era algo que me generaba curiosidad).

Pensé que nada iba a convencerme del todo. Y resulta que es louder than words. Louder than words. De hecho hacia el final tira

The sum of our parts
The beat of our hearts
Is louder than words
Louder than words

Louder than words
This thing they call soul
Is there with a pulse
Louder than words
Louder than words

Y saben qué? Me pareció perfecto. Increíblemente fitting. Ahora que lo pienso, «forever and ever» suena a algo casi afuera del tiempo, fijo tal cual es y para siempre. Y está bueno sacudir un poco las cosas. Ahora lo sé.

Es casi inevitable, llegado un fin de año, no hacer una especie de balance. Y el 2014 fue, sin lugar a dudas, uno de los años que más se sacudieron las cosas. Tal vez no cataclísmicamente, en algunos aspectos fue casi a modo de fractura, en otros fue un movimiento casi imperceptible y constante. Y ahora heme aquí, habiendo terminado el año en un lugar tan pero tan distinto de dónde lo había empezado. Hace poco tiempo escribí un post sobre lo interesante que sería vivir en un mundo en transición, un mundo en el que de repente se descubran cosas nuevas que modifiquen radicalmente nuestra visión del mundo. El otro día lo releí. Creo ahora que claramente estaba hablando de mi necesidad de estar en transición y me resultó evidente que uno a veces tiene necesidad o ansias de ciertas cosas y las termina expresando como puede. La verdad es que no se necesita que vengan los extraterrestres o que toda la física de la historia del mundo esté mal o que se descubran universos paralelos para vivir en un mundo en transición. No se necesita que el mundo cambie para uno sentir cosas nuevas. Es simplemente cuestión de estar uno mismo en transición. Ahora lo sé. Cuando en un mismo año lo personal, lo laboral y casi todos los aspectos de la vida de uno se mueven para todos lados, se siente un poco de desconcierto y algo de miedo, indudablemente. Pero la sensación de satisfacción que genera el hecho de que las cosas hagan «click» es mayor que cualquier otra. Nada mejor que tener muchos y variados proyectos. Y obviamente, concretarlos. El más bizarro tiene que ver con llevar la difusión de las cosas ñoñas de este blog (solo las ñoño-científico-nerd, todas las otras más contemplativas y reflexivas seguirán acá desde el anonimato) al recontra super next-level. Irían a ver una obra de teatro sobre los descubrimientos científicos más grandes de la historia? Y si escribo el guión? Y si encima actúo? Je… un año en transición.

Newton

In the Flesh? In the Flesh.

Como leí hace un rato, un 25 de diciembre nació una persona que cambió al mundo por completo. Lo revolucionó. Lo dio vueltas. Se hizo famoso y se lo venera, pero no tanto como debiera ser venerado. Y no, no hablo del super héroe de ciencia ficción más sufrido y castigado de todos los tiempos, y en nombre de quien se han cometido algunas de las peores atrocidades de la historia. Hablo de Newton.

Piensan que Newton se hizo famoso porque se le cayó una manzanita en la cabeza y descubrió la gravedad?

Error.

Newton mismo dijo que si bien había encontrado una descripción matemática de la gravedad, no podía dar una teoría sobre cuál era su causa (eso quedaría para Einstein). Pero volvamos a la manzanita: Es cierto que la caída de una manzana inspiró a Newton. Vio caer una manzana, y le llamó la atención que todas las cosas caían en línea recta. Y esa «fuerza» que atraía a la manzana… también podía atraer a la manzana de una rama más alta. Y otra más alta. Y así. Y hasta dónde podía llegar ese alcance en altura? Podía llegar incluso… a la luna? Y entonces… por qué no se cae la luna?

Por qué no se cae la luna.

Se dan cuenta de que en ese instante mágico, algo pasó? Nadie se había preguntado por qué no caía la luna, o al menos no hay registro de eso. La luna gira, la tierra gira, todo gira. Pero si la tierra atrae una manzana… por qué no atrae la luna? Entonces qué pensó Newton? Que por ahí sí la atraía. Y ahí es donde pensó lo siguiente: Si yo disparo una bola de cañón hacia adelante, por efecto de la gravedad eventualmente va a caer. Pero si lo disparo más fuerte, va a viajar más lejos. Pero si lo disparo muuuucho más fuerte, va a viajar muuuucho más lejos. HAsta que, dado que la tierra es redonda, podría pasar que si disparo la bola de cañón a una velocidad muuyy muuuuy alta, entonces la bola podría «caer» pero nunca tocar el piso. Es decir, se podría poner a la bola de cañón en órbita.

Cañón orbital!

Es decir. La luna siempre está cayendo. Solo que la fuerza de la gravedad, la misma que hace que se caiga la manzana, es la misma que hace que la luna gira. Y que la tierra gire alrededor del Sol, etc.

Esto fue BRUTAL, porque hasta ese momento, se consideraba que las leyes que gobernaban los fenómenos de los cielos estaban completamente más allá del alcance del entendimiento humano. Sí, la ciencia podía decir cosas sobre fenómenos terrenales, sobre la capilaridad, el agua, la temperatura, etc. Pero sobre los cielos? Imposible. Eso quedaba para Dios, y el otro que nació un 25 de diciembre. Y de repente, con una idea tan simple, tan sencilla, este tipo conectó los fenómenos terrenales con los fenómenos celestes, y dio el primer golpe letal (el segundo lo daría Darwin) a la concepción reinante de cómo se podían entender los fenómenos que tenían lugar en la tierra.

A todo esto, como no tenía las herramientas matemáticas necesarias para poder desarrollar sus teorías, se las inventó. Y así creó el cálculo. Un crack. Y así como esto, tiene 25000 aportes más. Brindemos por Newton.

The Scientist

Es extraño. Recurrentemente me pregunto por qué me refugio cada tanto en este blog para contar algo. Y acabo de leer una frase de Jung que dice que la soledad no se origina por no tener gente alrededor de uno, si no que viene de la imposibilidad de comunicar las cosas que le importan a uno. Sería injusto si dijera que no tengo con quien compartir estas cosas, pero me resulta claro que las querría compartir con más gente. Cuando entiendo eso, me acuerdo del motivo original (qué importante eso de acordarse de los motivos originales por los que hicimos algo en primer lugar) por el que empecé a escribir estas cosas, y me siento más acompañado.

Así que sentate un rato y dale play. Sentate que te voy a contar la historia de Miguelito. No la historia completa, sino la parte que me interesa hacer énfasis. Porque es la parte que más me llega a mí. Miguelito nació en un hogar muy, pero muy muy humilde. Con 3 hermanos más y viviendo en una casa muy pobre, no alcanzaba para mucho. El papá era herrero y tenía una salud bastante delicada. Y como no tenían plata para mandarlo al colegio (ni para casi nada), los días que faltaba al trabajo era los días que le enseñaba a Miguelito a leer y escribir. También le enseñaba matemática básica. Pero eso era solamente los días que faltaba al trabajo. El resto de los días Miguelito estaba a la deriva. Y uno de sus anhelos era conseguir un trabajo para poder ayudar a la mamá para conseguir comida para los hermanos (nada de esto es novela rosa, está escrito en las cartas de Miguelito, las cuales leí).

Qué hacía Miguelito? Le gustaba ir a las librerías y tratar de leer libros. Obviamente, en la Londres de la época, cuando un chico harapiento se acercaba a los libros y tocaba la mercadería, había que echarlo porque espantaba la clientela. Entonces Miguelito se iba a otra librería y trataba de leer algún que otro libro. Fantaseó con un día escribir un libro él mismo. Le encantaba. Pero un día conoció a Riebau, un librero distinto a los demás libreros. Le preguntó a Miguelito qué hacía por ahí y él contestó que quería conseguir un trabajo pronto para colaborar con conseguir comida, porque el papá estaba enfermo. Riebau, un poco conmovido, decidió contratarlo para hacer encomiendas, pagándole exactamente 3 chelines por semana, lo cual era casi una fortuna en su casa.

Así es como Miguelio, a los 12 años, empezó a repartir libros, mientras que en paralelo aprendía a encuadernar libros y leía todo lo que encontraba. Principalmente le interesaban los libros de ciencia, y el tema que más le fascinaba era la electricidad.

Sir Humphry Davy era el científico más importante de toda Inglaterra. Daba clases magistrales sobre casi todas las ramas de la ciencia. Un día fue a dar una charla a Londres. Un cliente de Riebau notó la curiosidad de Miguelito y le dijo, «Humphry Davy va a dar una charla en Londres, por qué no vas a verlo?» y Miguelito todo entusiasmado ahí fue, en un auditorio compuesto por políticos y «gente bien». Tomó nota de todo lo que dijo Davy. Hizo esquemas. Dibujos. Escribió más y más notas. Las emprolijó, las encuadernó (8 años de aprender a encuadernar sirvieron de algo… porque sí, ahora Miguelito es Miguel y tiene 20 años) y se las mandó a Davy. Cuando recibió las notas, Davy pensó que Miguel era estadounidense, porque «obviamente» era un gran científico aquel que había tomado esas notas pero no podía ser inglés, porque si fuera inglés él lo conocería. Claro, Miguel debía ser estadounidense.

Pero resultó que no, resultó que el Sr. Faraday (ya no más Miguel) era inglés. Cuando se enteró, Davy le ofreció que fuera a trabajar con él. Faraday estaba extasiado. A Faraday  se le abrió la cabeza, ya que Davy le presentó un mundo nuevo, lleno experiencias nuevas, conocer gente con ideas estimulantes. Faraday se enamoró de la ciencia. Si la ciencia tuviera sentimientos, probablemente se habría enamorado de Faraday.

No todo fue «feliz», abundan las anécdotas sobre la esposa de Davy tratando a Faraday de una especie de «infraser» porque no era noble y lo obligaban a viajar afuera del carruaje, y comer con «la servidumbre». Pero la motivación y el temple de Faraday eran demasiado grandes como para dejarse sacudir por esas pequeñas cosas. Llegó a dar clases en la Universidad de Londres (él, el chico que como no tenían plata para mandarlo al colegio aprendía a escribir cuando su papá se enfermaba y no podía ir al trabajo).

Faraday inventó el dínamo, hizo una contribución enorme al entendimiento de las fuerzas electromagnéticas, estudió diversas aleaciones de metales, produjo distintos tipos de vidrios, determinó la naturaleza de la electricidad. Sin sus contribuciones no habría luz eléctrica, ni radio, ni televisión ni teléfono ni nada que dependa de la electricidad. Nunca tuvo un gran dominio de la matemática, por lo cual la mayoría de las cosas las pensaba en términos de imágenes y formas bastante abstractas. «Hizo lo que pudo», y pudo mucho. Inventó además el primer motor eléctrico.

Faraday era un romántico. Cuando inventó el primer motor eléctrico, estaba tan fascinado con lo que había inventado, tan emocionado, que en un auténtico acto de amor decidió no contárselo a nadie y que fuera su esposa la primera en verlo. La llevó a una torre en las vísperas de año nuevo, y ahí descubrió un aparato extraño y le mostró a su esposa el primer motor. No sé si la esposa habrá entendido la significancia del invento, pero seguramente entendió la significancia de que el la haya elegido para ser la primera persona con la cual compartirlo. (Quién dijo que los científicos no pueden tener un costado romántico? Vi varios ejemplos que sostienen que se puede). Faraday pasó a la historia y terminó siendo Faraday. Al que le interese qué más cosas hizo Faraday, esa parte de la historia está en todos lados. Búsquenla y la encontrarán.

Y qué pasó con Humphry Davy? Tuvo problemas de visión bastante temprano en su vida, motivo por el cual empezó a depender más y más de Faraday para hacer experimentos. Poco tiempo antes de morirse, alguien lo entrevistó y le preguntó cuál había sido su descubrimiento científico más importante. A lo cual Davy contestó:

«Michael Faraday»

Un mundo en transición

Breathe, breathe in the air
Don’t be afraid to care
Leave but don’t leave me
Look around and choose your own ground

For long you live and high you fly
And smiles you’ll give and tears you’ll cry
And all you touch and all you see
Is all your life will ever be

Run, rabbit, run
Dig that hole, forget the sun,
And when at last the work is done
Don’t sit down, it’s time to dig another one

For long you live and high you fly
But only if you ride the tide
And balanced on the biggest wave
You race toward an early grave.
/////////////////////

Home, home again.
I like to be here when I can.
When I come home cold and tired
It’s good to warm my bones beside the fire.
Far away across the field
The tolling of the iron bell
Calls the faithful to their knees
To hear the softly spoken magic spells.

 

Se encontró un pescadito que podría ser el vínculo entre el pasaje de la vida acuática a la vida terrestre, porque si criás al pescadito (que puede respirar aire) en la tierra, sufre adaptaciones en sus huesos que le permiten caminar mejor. Se encontró un bicho en el fondo del mar que hace que haya que reescribir toda el árbol filogenético desde la raiz. Se lograron conectar dos cerébros a miles de kilómetros de distancia mediante la decodificación de patrones de ondas cerebrales y el uso de Internet (!!!). Se descubrió que nuestra galaxia forma parte de un cúmulo de otras galaxias… y así. Y todo esto en una o dos semanas.

Y así avanza. No creo que pase, pero a veces me gusta imaginarme el siguiente escenario: Hoy consideramos que la Edad Media implicó un retroceso alucinante. El oscurantismo. Y desde el positivismo y el método científico se han ido demoliendo mitos y pseudoverdades a través del avance de la ciencia. Pero ese conocimiento científico es en realidad chiquito y parcial, no porque los científicos sean mezquinos, si no porque avanzan como pueden. Y hoy nos gusta creer que cosas como la telekinesis, la telepatía, Dios, etc. etc. son conceptos que la ciencia ha desterrado. Pero a veces simplemente porque sí, me pregunto qué pasaría si de repente viniera una raza superior, alienígena, o lo que sea, con conocimiento infinitamente superior a nosotros, y nos dijeran que por supuesto existe la telepatía, que por supuesto existe un Dios creador, que por supuesto es evidente que no pudo haber aparecido un «humano» sobre la tierra simplemente por acción de la evolución y que por supuesto existe el diseño inteligente. No creo que sea el caso, para nada, pero me pregunto cada tanto si existe la posibilidad de que la ciencia sea el nuevo oscurantismo. Realmente creo que no, porque creo que la particularidad de la ciencia es que, si hubiera evidencia empírica, si se nos presentara evidencia contundente de eso que se afirma, entonces por el modo de aceptar o rechazar hipótesis, no quedaría otra que aceptar esa verdad. Me gustaría pensar que en ese caso, a pesar de haber estado equivocados durante muchos años, la diferencia va a ser que vamos a aceptar la «nueva verdad» sobre las bases de nueva evidencia, a diferencia de simplemente sostenarlas «por una cuestión de fe» o de «creencias» o lo que fuere. Igual, si ese fuera el caso, es divertido también pensar la reacción de las facciones que hoy por hoy, con o sin evidencia para hacerlo, sostienen esas posturas que hoy la ciencia rechaza. Que era obvio. Que ya lo habían dicho. Que no se necesitan miles de millones de dólares destinados a la investigación que es obvio que un hombre no puede venir de una célula… etc. De nuevo, no creo que pase. Pero a veces me pregunto, cada tanto, si las victorias que nos otorgó el método científico no nos hacen olvidar un poco todo lo demás. Pero eso es solamente cuando me agarran los momentos de trance filosófico. Duran poco, pero a veces están. El resto del tiempo (el 95%) pienso que es ridículo dudar aunque sea un instante (sí, soy contradictorio, tengo derecho), y que el camino que encontramos es el camino a seguir.

Ya apareció esa frase antes acá, pero «all you touch and all you see is all your life will ever be». Y el tipo que nació, creció y murió pensando que la tierra era plana, vivió en esa tierra, una tierra plana. Hoy vivimos en una tierra redonda, que gira alrededor del sol. Pero en algún momento vivió gente en un mundo en el que el Sol giraba alrededor de la Tierra. Y hoy «el hombre viene del mono», pero alguien vivió en un mundo en el que el hombre se creó en el sexto día. Y todos vivimos en nuestro mundo que durante cierto período de tiempo tiene establecidas un montón de «verdades», y si bien dudo que algún día alguien viva en el mundo DE VERDAD, sí creo que es lo suficientemente bello vivir en un mundo de transición. No importa que la transición no sea hacia la verdad definitiva, al menos una transición que se aproxime un poco más a la verdad (o tal vez no! Tal vez se aleja mucho mas!). Le debe hacer estallar la cabeza a alguien pasar de lo geocéntrico a lo heliocéntrico, o escuchar por primera vez la teoría de la evolución. Me encantaría que a lo largo de mi vida viva una, dos, tres, las que sean, transiciones de esas shockeantes y que todo eso que yo pensaba que «era así», de repente no, y me deslumbre pensando en qué increíble toda esta nueva forma de pensar el mundo. Lo que sea. Que aparezcan extraterrestres. Que nos enteremos que somos una simulación cual Matrix. Que en realidad somos de 11 dimensiones. Que haya vida en Marte. Que en realidad no haya habido Big Bang. Que aparezcan otras formas de vida que no usan nada ni siquiera remotamente parecidas a ADN/proteínas/etc. No sé, simplemente me gustaría que la vida no sea todo tan «esto es así así y así, y faltan un par de piezas y ya las vamos a encontrar», tanto correr y cavar más pozos olvidándonos del sol, y que de repente se patee el tablero y haya que volver a dar las cartas, como en los momentos que describí más arriba.

Es simplemente un deseo.

Post-Inspiración

«No debería de haber barreras al esfuerzo humano. Por más que la vida se vea mal, mientras haya vida hay esperanza.»

Recordaba haberle dedicado un post a Stephen Hawking. Está ACA. La miré de vuelta por arriba y no me gusta mucho, pero tal vez porque ver el video me hizo acordar todo lo que significa este tipo para mí, y el post no le hace justicia. El trailer de la película ya lo vi como 10 veces, y las primeras 3 mas o menos me hizo llorar como un pelotudo. Si bien Einstein es el que está arriba de todo, increíblemente mi amor por todo eso fue re-encendido por este tipo. En un momento en el que todo estaba durmiente, en mi adolescencia, me prestaron Breve Historia del Tiempo y ahí empezó todo de vuelta. Y en un tiempo creo que a este le tuve más cariño que a todo el resto. Hoy creo que está en un firme segundo lugar, pero por toda su historia se merece cariño extra.

Todos los condimentos de su historia de vida son increíbles. Si bien estimo que en cualquier película se tergiversa y exagera todo a gusto, la historia de este tipo es alucinante per se. 2 años de vida le diagnosticaron. Dos.

Hace unos años vi un video del tipo en el medio de una nave que logra imitar la ausencia de gravedad. Sube muy alto, y después baja con una aceleración igual a la fuerza de gravedad, y para el que está ahí adentro la sensación es de ingravidez. Este tipo estudió toda su vida la posible unificación de la teoría de la relatividad de Einstein con la cuántica (y de ahí el título, la búsqueda de una «teoría del todo»). La relatividad general es básicamente una teoría de la gravedad. Para un tipo que toda su vida se dedicó a eso, y que estuvo tullido la mayor parte de su vida, debe haber sido fascinante experimentar qué se sentiría en ausencia de gravedad. Me acuerdo que el tipo estaba ahí flotando con gente alrededor cuidándolo, y tenía una sonrisa de nene en la cara que era impagable. Este tipo me da mucha ternura. O tal vez no es él, porque tal vez tenga muchos otros costados que no conozco y que si los conociera mi opinión cambiaría drásticamente. Es lo que él representa, o lo que represanta para mí, o lo que sea.

Por él conocí a Penrose, y de ahí todo el rollo con el tema de la física de la conciencia y de la mente humana. Conocí a Tipler, y de ahí todo el tema del principio antrópico, el punto omega, etc. Conocí la parte de divulgación de Asimov. Conocí sobre el Big Bang, el Big Crunch, preguntas fundamentales sobre el inicio del universo, el final del universo, etc. Hasta me lo crucé en un disco de Pink Floyd.

Crazy enough, hace poco leí que unos físicos dicen que hay evidencia de que el Universo en el que vivimos es una simulación, una cuadrícula espacial a la que se le asignaron propiedades y valores iniciales. Así a lo Matrix. Tal vez sí, tal vez no. Simulado o no, no deja de ser fascinante as it is.

Los dejo con esta bonita canción

 

 

Inspiración

Cada tanto recojo comentarios de la gente y los convierto en un post. Lo he hecho con más de un comentario basofia, así que por qué no hacerlo con este:

tu blog es una inspiración…..it´s my driving force.

Claro, van a pensar «cómo se la cree el pibe, por un comentario!». La verdad, no. Pero el hecho de que alguien a las 5 y pico de la madrugada se vio en la situación de escribir eso, al menos me llama la atención. 5 de la mañana muchachos! Qué pudo haber inspirado a esa persona a escribir sobre la inspiración que le puede (o no) causar lo que escribo? No lo sé.

Persona anónima: Como ya puse en un comentario, te ganaste pedir un tópico sobre el que quieras que escriba. Lo que sea, el cosmos, la galaxia, Degas, Federer, Mazinger, la célula, la vida, al biología, la física, Deep Purple, Penrose, filosofía, lo que sea. Y si sobre lo que pedís no sé nada, bueno, algo habrá que inventar. «Punto Omega a la carta».

Ahora, la palabra inspiración me inspiró a hablar sobre la inspiración per se. ¿Qué cosas inspiran a la gente? Lo que se ve es que pueden ser cosas de lo más diversas. Una frase, una acción, un gesto, una simple escena, una idea… Distintas cosas inspiran con distintos efectos, I guess. Hay «inspiraciones» que están restringidas al ámbito creativo. Situaciones que pueden inspirar a un pintor, ideas a un escritor, delirios que me pueden inspirar a mi para escribir acá, etc. Pero hay otras «inspiraciones», que son más profundas, que trascienden el ámbito creativo, y que tienen que ver con inspirar a alguien para hacer, pensar o incluso sentir algo distinto. A mi me inspira Einstein, y la verdad que no puedo decir que me inspire creativamente porque nunca voy a crear nada ni remotamente parecido a lo que hizo él. Pero me inspira en otro sentido, tal vez más humilde. En ese sentido, se puede encontrar inspiración en muchas personas. Es una mezcla de cosas, no necesariamente uno quiere tomar a esa persona como modelo, o imitarla, pero hay cosas que inspiran, supongo, universalmente: La lucha contra la adversidad, la capacidad de autosuperación, la perseverancia. Menos ponderadas pero no menos inspiradoras también son la alegría, la serenidad, la reflexión, la humildad, el altruismo.

En este blog 20 veces apareció, a veces disfrazado y a veces no, el tema de cómo la gente toca a otra gente. Que si quedan o no quedan, que si son parte de ese puñado de nombres, que cómo la sociedad te modela, etc etc etc. También muchas veces apareció el tema de qué cosas son importantes, qué cosas «le dan sentido» (aunque no tenga sentido la expresión) a la vida, etc. Sin ir más lejos, la postdata de Van Gogh del último (o anteúltimo post, ya no recuerdo). Ya sé que hay mucha reiteración tal vez, pero la mente funciona así, es dialéctico. No es lo mismo, pero es parecido.

Más allá de la forma «fría» que tiene la biología de perpetuar a un individuo, a través de la reproducción, el acceso a la cultura permite otras formas de «perpetuación». Cuando una persona inspira a otra, esa otra persona toma algo de la primera. No necesariamente para copiarlo, imitarlo, reproducirlo. Tal vez para un tercer observador, ni siquiera puede encontrar una conexión entre lo que hacía la persona que sirvió de inspiración y el resultado en la persona inspirada. Pero hubo algo, hubo un no-morir, hubo un efecto «perpetuante», hubo un algo, un reordenamiento de átomos, una reconexión de sinápsis, un cambio en el estado mental, hubo un algo en la otra persona, un efecto que hace que «el inspirador» trascienda más allá de los mundanos genes. Obvio que yo me puedo acordar de alguien porque leí sobre él en un libro, o porque me lo cruzo cada tanto y compartimos cotidianeidad, o lo que sea. Pero si esas personas no me generan una turbulencia interna, no me inspiran. La inspiración en definitiva es eso, es recibir algo de alguien que de repente activa y pone en movimiento engranajes internos. Es recibir algo que vale un poco más, que va un poco más allá, algo que nos produce algo y que nos hace al menos un poquitito distintos. Es un pequeño «no-morir» del otro y un pequeño «re-nacer» (del otro, y de nosotros mismos!) en nosotros.

Creo que estoy inspirado.

Post-impresión

Y sí, qué  viene después de la impresión, si no? Y si escribo? Y si escribo y no paro? Si mis dedos bailan al ritmo de esta pieza? Tengo mucho para poner, por qué no? Entropía, ergodicidad, Van Gogh, Fromm, el miedo, la libertad, la luna roja, la música, la vida, el arte, la filosofía, todo girando en mi cabeza. Lo que antes parecía un remolino ahora lo veo un poco más acompasado. No pierde su calidad de caótico, y mucho menos de bello mientras gira y parece que toca todo con todo. Pero paradójicamente, mientras más claro gira en mi cabeza probablemente más inconexo y disonante va a sonar cuando lo escriba, porque es así: Cuando no parece claro, cuando escribo es cuando trato de darle forma y entenderlo. Mejor para usted querido lector. Pero si yo lo entiendo así como está (o creo que lo entiendo), entonces se plasma como está, y usted va a tener que unir los puntos. O no, y tomarlo como recortes yuxtapuestos de una mente en plena ebullición.

Van Gogh tuvo una vida muy pero muy… «complicada». No soy el biógrafo oficial, pero ya leí varias biografías y me queda claro que más allá de la anécdota por todos conocida de la oreja, era una pobre alma torturada. No por eso no se pueden rescatar cosas más allá de sus pinturas. Mirando, y mirando después de mucho leer, una cosa que me impresionó mucho es la siguiente:

Anciano llorando (1982)

Este dibujo (que se puede encontrar con muchos nombres debido a traducciones y demás) se llama Anciano llorando, es de 1982. Es de la época en la cual Van Gogh ya abandonó su intención de ser pastor, como lo había sido su padre antes que él y su abuelo aún antes. Van Gogh dibujaba en los márgenes de las cartes que le enviaba a su hermano Theo, con quien estableción un vínculo casi irrompible. El dibujo, y posteriormente la pintura, se habían convertido en su escape de los pozos depresivos en los que caía continuamente. Para 1982, estaba aprendiendo con Mauve y en pareja con Sien, una prostituta que tenía un hijo y estaba embarazada de otro  (ninguno de los dos hijos de él). Vivía en La Haya, quería casarse y estuvo internado por una blenorragia que contrajo de su pareja. En algún momento alrededor de esa época, hizo este dibujo. No es ni el primer ni el último dibujo de Van Gogh que muestra la desesperación, ni siquiera el primero ni el último que muestran a un hombre sentado con la cabeza entre las manos. Pero me impresionó por esto:

En el umbral de la eternidad (1890)Este cuadro es titulado «En el umbral de la eternidad», es de mayo de 1890. Tal vez debería leer más cosas escrita sobre la gente que sabe en serio sobre el análisis de este cuadro. La verdad que no busqué. Pero no por eso me voy a prohibir de hacer mi propio mini análisis: Al principio de su carrera, Van Gogh más que representar personas representaba, emociones, como la desesperación en el cuadro anterior. Hay muchos cuadros que representan emociones claras, la mayoría a través de gente humilde, trabajadores. Pero acá creo que él retoma la imagen y ya no es una emoción, si no que es una especie de autorretrato camuflado. Hasta el título es profético. El cuadro es de mayo de 1890, y el 27 de julio de ese año, después de mucha internación en el psiquiátrico, de muchas crisis, se pega un tiro en el pecho. No le quitan la bala, y termina muriendo el 29 de julio (no sin antes haber fumado con su pipa). La gente se expresa más allá de las palabras.

En una postdata de una carta que le escribió a Theo en marzo de 1875, mucho antes si quiera con osarse soñar con ser artista, Van Gogh copia unas frase de Renan y escribe:

Para actuar en este mundo, hay que morir en uno mismo. El ser humano no está aquí simplemente para ser feliz, ni siquiera para ser honesto. Está aquí para realizar algo grande para la sociedad, para alcanzar la nobleza y superar la vulgaridad por la que se arrastra la existenvia de casi todos los individuos.

Podría ser el epitafio de su tumba.

Qué pensaría mi mini-yo de unos 6 años si se encontrara conmigo? Contento? Estaría fascinado con el adulto que llegué a ser? Defraudado con todo lo que no hice? Desilusionado ante la evidencia de que no soy tan «probo» como yo recuerdo a esa edad que me hubiera gustado ser? Le gustaría que le cuente las cosas que hago? O le parecerían un plomazo? Es cierto que un poco me corrí de lo que supuestamente yo quería hacer a esa edad, pero tampoco tanto. Hace poco estaba acostado y ya no sé si estaba durmiendo o no, y de repente tuve un díalogo con el pequeño yo. Ese sueño (o no) me hizo acordar después a la postdata de Vincent. El diálogo que mantuve fue breve, porque fue dificil seguir. Ahí estaba yo, y ahí estaba yo. Y él me miraba y sabía quien era yo, no había ninguna introducción del estilo «Volver al futuro» donde había que explicar nada. Los dos sabíamos. Era un pibe especial él. Ni especialmente bueno, ni especialmente malo. Pero especial. Y lo miré y me miró y la verdad que estaba para darle un abrazo. Supongo que tenía cierto aire a reconciliación, probablemente de ambas partes. Probablemente si él hubiera hecho las cosas un poco distintas (no a los 6 en particular, si no en general) hoy tal vez yo podría ser «mejor», pero lo acepté con todo lo que hizo. Y creo que él me aceptó con todo lo que soy. Pero no quiere decir que realmente no tenga ganas de en un mundo ideal e imaginario viajar en el tiempo y sentarme al lado de él para verle la cara de absoluto placer mientras mira un capítulo de Mazinger y despeinarle el flequillo con la mano. Y después decirle que bueno, que a veces las cosas van estar mal, que a veces van a ser jodidas, que van a haber momentos que los va a vivir como si fueran oscuros y después otros aun más oscuros, pero que bueno, que no hay que desesperar, que después al final uno gana perspectiva y las cosas mas o menos están bien. De verdad, están bien. Creo que eso le sacaría bastante angustia al gurrumín.

Automáticamente pensé en el otro viaje. Que venga el yo del futuro. Eso sí que es scary as shit. Porque en el primer caso, yo voy con la experiencia, la sabiduría, el saber lo que «ya pasó». En el segundo caso, me identifico más con «pequeño yo». Qué pasaría si de repente aparece? Tal vez todo viejito choto y arrugado, tal vez encorvado, incluso irreconocible! Pero no, me imagino que sin importar cuan golpeado por el tiempo hay un algo en la mirada que me va a hacer dar cuenta que él es él y es yo. Lo mismo que debe haber visto pequeño yo cuando lo visité. Algún gesto jodón, tal vez. No sé. Con ese también tendría que tener una larga charla. Me encantaría pensar que ese también tiene palabras reconfortantes, del mismo estilo que las que yo le diría a pequeño yo. La verdad no lo sé, sólo él sabe. Lo que sí creo es que no tiene sentido enojarse, sea lo que sea que él tenga para decir, porque en definitiva él no va a ser otra cosa que el producto de las cosas que yo hago hoy, y si bien pequeño-yo era mas o menos inimputable porque era chiquitito cuando hizo las cosas que hizo para que yo sea yo, hoy me cabe toda la responsabilidad de lo que sea que resulte el viejo-yo. ¿Cómo lo voy a juzgar?. También habría que darle un abrazo. Tal vez lo necesite. Tal vez él sea el que necesite escucharme a mi decir que todo va a estar bien. Tal vez en las instancias finales uno se parece más a un niño y necesita que lo reconforten, que lo aprueben y que lo acepten, así puede sentirse en paz. Tal vez si nos encontramos los 3 yo tendría que mimar a los otros dos. ¿Por qué no?

Como creo que más de una vez puse por acá, la «flecha del tiempo», es decir, lo que hace que yo me termine transformando en viejo-yo pero no en pequeño-yo nuevamente, está «dada», de algún modo, por el segundo principio de la termodinámica. Es decir, la entropía del universo aumenta. Eso usted ya lo debe haber escuchado alguna vez, o no. Qué quiere decir entropía? Qué dificil. Es el «desorden»?. Pero el «desorden» de quien? El típico ejemplo de libro divultativo habla del desorden del cuarto por ejemplo. Si el cuarto está ordenado, todos los libros en su lugar, la ropa doblada y ordenada, eso tiene poca entropía. Pero si yo revuelvo todo, tiro todo para todos lados, los libros en el piso, la ropa desordenada, etc, ese es un estado de mucha entropía. El ejemplo es válido hasta ahí. Se pueden rescatar un par de cosas, como por ejemplo que el estado ordenado tiene «poca degeneración»: Hay pocas formas de que esté todo acomodado. Sin embargo, hay muchas formas de que las cosas estén desordenadas. Por lo tanto, si yo revoleo todo al azar, la probabilidad de que quede «mágicamente ordenado» es baja, mientras que la posiblidad de que sea todo un despelote es alta. Y los sistemas tienen espontáneamente de «ordenado» a «desordenado». ¿Pero qué es lo que se ordena? No son los libros ni la ropa, es la energía. Por más que yo le dedique 5 párrafos más a explicar esto, no voy a lograr un avance significativo en su comprendimiento sobre esto, eso solo lo haría con varias páginas, ecuaciones y algún que otro dibujo. No importa. Lo que importa es que si un sistema está fuera del equilibrio, por ejemplo el Universo, ese sistema se va a mover hacia el equilibrio (la máxima entropía) unívocamente en ese sentido, por lo tanto eso le da dirección al paso del tiempo. Por ejemplo, un gas se expande «solo» y si no le cambio ninguna variable, sería muy loco pensar que de repente todo el gas que está en la goma de su auto se comprima en un punto pequeño del espacio dentro de la goma y durante un instante el auto quede en llantas. El tema está en… ¿y qué pasa cuando un sistema está en equilibrio? Muchas cosas, pero ninguna tan interesante como qué pasa mientras está afuera del equilibrio.  Los sistemas claramente puende mantenerse fuera del equilibrio, porque si no usted ya estaría muerto. La termodinámica de sistemas fuera del equilibrio es algo bastante complicado, de lo que cada vez entiendo más y por lo tanto creo que cada vez entiendo menos. Entiendo más porque sé mas, pero me doy cuenta que entiendo menos porque hay mucho que no sé. Lo que sí me parece interesante compartir, para el que le interese, es un trabajo de hace unos meses de un físico que postuló, a modo teórico, una teoría termodinámica del origen de la vida. Pueden leer un muy buen comentario HACIENDO CLICK ACA. Me parece que está muy bien escrito y explicado ahí, y no tiene mucho sentido re-escribirlo acá. Aunque tal vez después escriba algo al respecto.

Algo gracioso: Hace poco un tipo salió con una hipótesis en la que decía que en realidad, uno podía plantear un modelo de un Universo en equilibrio. Y ese universo sería ergódico (lo cual dicho mal y pronto quiere decir que puede explorar todas la formas posibles de ordenar la energía, o volviendo a la analogía, mientras pasa el tiempo los libros y la ropa se ordenan de todas las formas posibles, todas las desordenadas y la ordenada también). Eso quiere decir que en algunas regiones del Universo, se está fluctuando para un lado o para el otro respecto de lo que sería el equilibrio, y que lo que nosotros percibimos como «paso del tiempo» unívoco, en realidad es el resultado de una fluctuación para un lado o para el otro. ¿Tal vez en algún lugar del Universo el «tiempo» está yendo para otro lado? ¿Tal vez cuando «esta región» del universo llegue al equilibrio, entonces una nueva fluctuación puede hacer que vayamos para el otro lado y yo me termine transformando en mini-yo?». Es todo muy lindo para flashear, y pueden leer al respecto HACIENDO CLICK ACA. Presten principal atención a los comentarios, con todos los super expertos en entropía y qué se yo comentando sobre las posibilidades del modelo, mientras no se dan cuenta que lo publicaron el 1 de abril (día de los inocentes en Estados Unidos) y en realidad no tiene ningún sustento. No deja de ser though-provoking, though.

Hace poco empecé a leer a Erich Fromm, «El miedo a la libertad». Tengo muchas cosas para comentar de eso, pero tal vez la próxima. Lo mismo la luna roja. La luna, siempre la luna. Siempre el cosmos. Yo, por lo pronto, si la termodinámica y todo lo demás empezaran a fluctuar y me encuentro con yo pequeño, yo grande, yo en 5 años, o lo que sea, prefiero que la silla esté así:

Silla con pipa

Y el yo-de-la-época-que-sea feliz dando vueltas por ahí. Adios.

Impresión

Uno nunca sabe cuando un acto va a ser revolucionario. O tal vez sospecha que va a ser revolucionario, pero la magnitud de la revolución queda para la interpretación del que venga después. Como bien dice aquí:

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Pensar es un hecho revolucionario. Pensar es un hecho revolucionario pero enseñar a pensar es un hecho aún más revolucionario. El «acceso a la información» no es lo mismo que pensar. Se necesita ser un genio para pensar? No. Pensar es «cuestionarlo todo»? No sé, no sé si se puede cuestionarlo TODO. Piense un segundo lo que querría decir cuestionarse todo… se termina en el infinito, en si tiene sentido cuestionar el cuestionarlo todo. Pensar es «dudar»? No, porque uno puede dudar de todo lo que le dicen, pero pensar también es construir con la mente. No me estoy refiriendo a algun proceso biológico que pueda reducirse a un algoritmo lógico-matemático, hoy estoy un poco más romántico. Estoy hablando de pensar en términos un tanto más poéticos.

Para que haya revolución, tiene que haber status quo. El status quo que importa en este post, es la  Académie des Beaux-Arts de París, a mediados del siglo 19. Controlando con mano de hierro el arte que se producía en la época, a través de la selección de los pintores que podían exponer en el «Salón de París», en una exhibición anual. Qué reinaba? Bueno, es complicado, porque depende en qué disciplinas reinaban distintas cosas. Pero con poco margen de error podemos decir que el realismo, el romanticismo y el neoclasisismo eran las corrientes que habían dominado en los siglos anteriores. Qué se pintaba? motivos religiosos, eventos históricos, representaciones mitológicas. Cómo se pintaba? El detalle en el dibujo era primordial. Mucho negro, mucho marrón.

Y llegó la revolución. Fusionando elementos del romanticismo de Delacroix y del realismo de Courbet (algún día voy a escribir sobre el romanticismo, se lo merece, me lo merezco), apareció Manet y al poco tiempo después, Monet, Pisarro, Renoir, Cézanne y compañía y se cagaron olímpicamente en todo. Monet pintó un cuadro llamado «Impresión, sol naciente» y el resto es historia.

Impresión, sol naciente

Por supuesto, el impresionismo no es solo un cuadro de Monet, pero el título del cuadro resumía muy bien el espíritu del movimiento. Manet fue un verdadero «subversivo» del arte, pintando mujeres desnudas y prostitutas mientras parafraseaba y se reía de los motivos típicos del renacimiento. Él fue quien inspiró a los demás.

Esta revolución artística no puede entenderse si no es de la mano de otras revoluciones. Tanto la Revolución Industrial como la Revolución Francesa tuvieron mucho que ver en el surgimiento del impresionismo. A la revolución industrial se le debe, por ejemplo, la aparición de tubitos de pintura. Qué boludez, no? Resulta que no, porque antes los pintores tenían que mezclar y preparar los colores en los estudios. Y en el estudio pintaban, y sobre qué pintaban en el estudio? Sobre cosas religiosas, mitológicas, etc… Y qué permitía poder llevarse un pomito de pintura? Pues ni mas ni menos que el comienzo de la pintura «en plain air», es decir, al aire libre. Artistas que con caballetes y tubitos de pintura pudieron salir a retratar el afuera. Y qué había afuera? Uno de los legados de la Revolución francesa: La clase burguesa, el ocio. París era entonces una ciudad en constante vértigo y cambio, y con una clase social que ahora contaba con tiempo para el esparcimiento. Los artistas ahora podían salir a realmente ver lo que estaba pasando, y decidieron que era lo que querían pintar. No mas Dios. No más mitología. No más cosas heroicas.  La ópera, el ballet, el teatro, el puerto, bares, carreras de caballo, lecciones de danza (Degas, un crack). Se pintaba, entonces, sobre el hombre «moderno», como lo había descripto Baudelaire. Baudelaire es otro que se merece un post en sí mismo.

Por supuesto, salir afuera hizo algo más: Ahora la luz era central. El impresionismo de alguna manera enfrezca la obsesión por la luz. Cómo se absorbe, cómo se refleja. Nada de fotones y longitudes de onda, no era eso lo que les importaba. Y lo bien que hacían. Sí sabían mucho sobre teoría del color, y empezaron a pintar de manera que en vez de mezclar los colores, yuxtaponían colores primarios para generar contrastes. El objetivo era poder captar «instantes», o mejor dicho, la «impresión» que producía un instante. Un instante, una foto de algo en movimiento. Ese movimiento que era característico del «mundo moderno», de una sociedad pujante

En conjunto, los impresionistas fueron severamente criticados, al menos al principio. Louis Leroy fue un crítico particularmente duro al comienzo, y fue él quien, a partir del cuadro de Monet, le puso nombre al movimiento. Dado que la Académie des Beaux-Arts llegó a rechazar miles (sí, miles, no es solo una expresión) de cuadros, Napoleón III decidió permitir que se exhibieran en el Salon des Refusés (el salón de los rechazados), que si bien ya existía de antes, cuando uno habla de eso en general se está refiriendo al de 1863. Este salón, este año, tuvo más visitas que la muestra de las obras que habían sido aceptadas por la Academia. El reconocimiento tardó mucho en llegar, aunque las críticas nunca pudieron detener el avance del movimiento. Eso no quiere decir que ese ciclo de intento-rechazo-volver a intentar no haya calado en los artistas, y más de uno no llegó a ver la aceptación del movimiento. Pero no volvieron al renacimiento, ni al neoclasicismo. Hace un tiempo, leyendo a Beckett, me encontré con esto: «All of old. Nothing else ever. Ever tried. Ever failed. No matter. Try again. Fail again. Fail better». En el contexto de la obra (Worstward Ho) no es tan impactante como sacada de contexto. La primera vez que la leí me llamó mucho la atención, Becket tira mucha magia en el medio de sus textos. Hay mucho oro empotrado en el medio de textos, y cuando uno se cruza con frases de esas, pegan (después me la volví a cruzar cuando me enteré que Wawrinka lo tenía tatuado en el brazo… me dio ternura el tipo ahí). Y es una frase que creo que sirve para ilustrar bien la foto de la psiquis de las personas que van para adelante en un mundo que, con suerte, está quieto, o en el peor de los casos va para atrás. Igual, así como está no me termina de gustar. Después de Faill better, agregaría un Succeed. Fuck yeah.

El impresionismo, sin lugar a dudas, succeeded. Fue, entonces, la punta de lanza del modernismo. Todo el arte moderno,  el postimpresionismo, el fauvismo, el cubismo (analítico y sintético), el surrealismo, el futurismo, y todo lo que vino después, todo eso tiene su origen, de alguna manera, en el impresionismo. Como todo, es opinable. No sé si es mejor o peor que otras cosas. No sé si fue lo «más revolucionario» que hubo. Tendría que hablar de las pequeñas (o grandes) revoluciones que produjo Picasso, que a su vez se las debe a Cézanne, pero creo que eso es material para otro post tal vez. Podría llenar esta entrada de cuadros y más cuadros, pero supongo que tiene más sentido dejarlos que los descubran por su cuenta (si es que no los conocen). Yo, particularmente, de toda esta movida, al que mas rescato es a Van Gogh. Cliché si los hay, lo sé, pero qué puedo hacer? Van Gogh se valió de muchas técnicas y recursos de los impreisonistas, pero se diferenció por algo fundamental: En vez de tratar de plasmar fidedignamente «el instante», empezó a distorsionar, retorcer, alargar y modificar figuras de manera de transmitir fidedignamente lo que sentía, las sensaciones que le producía lo que miraba. A las pruebas me remito.

Noche estrellada

Ya que puse «Impresión, sol naciente», no puedo hacer menos que despedirme con esta canción. Es una hermosa canción. De hecho, en vez de esta podría haber puesto «Here Comes the Sun», que es igualmente bella, pero hoy quiero poner esta. Cuando George Harrison la compuso, ya sabía que tenía cáncer cerebral. Probablemente ya sabía que se iba a morir. Cada vez que pienso eso, y cada vez que escucho la canción y le presto atención a la letra, se me pone la piel de gallina. Cómo puede alguien al borde de la muerte componer algo así? No lo sé. Acá los dejo con Rising Sun, del disco pósthumo Brainwashed (siempre me pregunté si había que leer el título entre líneas). Post ecléctico, si los hay, pero hoy mi mente está así. Hace un poco más de un año escribí uno titulado «Coda». A este bien le podría haber puesto «Intro».

Esta bien podría ser la versión «Van Gogh posimpresionista musical» de lo que es una salida del sol. You’re a billion years old today. Me hace feliz eso, no sé por qué.

Saludos terrícolas.